La raza convocó a expertos nacionales y extranjeros para analizar los datos generados en su proyecto de eficiencia de conversión y medición de emisiones de metano
Genética para una ganadería sustentable se denominó la jornada que organizó la Sociedad Criadores de Hereford del Uruguay (SCHU) en su Central de Pruebas de Kiyú, en San José. La actividad contó con la presencia de varios expertos nacionales e internacionales, y también de autoridades –como el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos– manifestando su respaldo a los trabajos de investigación que impulsa la germial.
El ingeniero agrónomo Bernardo Mendiola, asesor de empresas ganaderas, realizó una presentación que consistió en evaluar la incidencia de la genética en la eficiencia de conversión, y su impacto en el resultado económico de los animales evaluados en el corral de la Central de Pruebas de Kiyú.
Mendiola tomó las evaluaciones de novillos de la raza Hereford, en un período de 110 días, cuando se midió su consumo individual, en condiciones muy similares a las comerciales. Considerando su desempeño productivo, realizó un análisis económico y buscó correlacionar ese resultado de cada animal con las principales variables productivas que están involucradas en el sistema.
“Encontramos que dentro de las principales variables –que son la ganancia diaria, el consumo de alimento, la eficiencia de conversión y el peso de la carcasa–, la eficiencia de conversión fue la de mayor impacto sobre el resultado económico”, dijo.
Mendiola confirmó que “se vio una disparidad muy grande de resultados. Sobre un resultado económico que involucraba un promedio de US$ 70, encontramos animales que iban desde -US$ 70 de ingreso hasta más +US$ 180. Eso quiere decir que el promedio se constituía de una dispersión muy grande de desempeño económico, explicado individualmente por los méritos de cada individuo”.
Destacó “la posibilidad de evaluar estas características, como la eficiencia de conversión, desde el punto de vista de la selección genética, incorporándolas a los programas, en condiciones que incidan muy positivamente en los resultados económicos de los sistemas de confinamiento”.
El engorde a corral tuvo un crecimiento sostenido en la ganadería uruguaya en los últimos años. En 2022 representó el 14% del total de animales faenados y el 25% de los novillos. “Viendo el crecimiento de este tipo de esquemas de producción, y sabiendo que hay características que se pueden involucrar en programas genéticos, podemos pensar en que haya demanda por este tipo de genética, con algunas características particulares, que difieren de los sistemas convencionales”, consideró.
Mendiola planteó que para producir los terneros que luego se terminarán a corral, se necesitarían unos 25.000 toros.
Fernando Alfonso, presidente de la SCHU, calificó la presentación de Mendiola como “muy buena”, porque “bajó a tierra los resultados de la investigación con 165 novillos evaluados durante tres años en la Central Kiyú. Vimos clarísimo que hay animales que consumiendo la misma cantidad de alimento ganan menos peso; y que eso también está relacionado con la emisión de metano”.
Remarcó que Uruguay “es pionero en ganadería de carne con la prueba de eficiencia de conversión a corral, que incluye medición de las emisiones de metano”. Y además destacó los puntos de contacto con Estados Unidos, ya que ambos países –así como Argentina y Canadá– integran la Evaluación Genética Panamericana.
Para saber qué está investigando Estados Unidos en esta materia, se convocó a Jack Ward, vicepresidente ejecutivo de la Asociación Americana de Hereford (AHA, por su sigla en inglés; ver nota aparte). “Estados Unidos es un ícono en genética ganadera, y está empezando a hacer algunas de las cosas que acá ya estamos haciendo hace cinco o seis años”, comentó Alfonso.
Además, destacó que se están empezando a realizar trabajos en conjunto, “porque la Evaluación Genética Panamericana es realmente potente, por la cantidad de animales que la integran; es algo único en ganadería de carne”.
Agregó que estos estudios de eficiencia de conversión y de emisiones de metano “están a la vanguardia de las investigaciones en bovinos de carne. Estamos muy contentos de haber podido apoyar a la investigación en Uruguay, para ser bien vistos en los mercados a los que les vendemos”.
La ganadería y el metano
Hayden Montgomery, director del Programa Agropecuario del Global Methane Hub, explicó que el metano es el segundo gas más importante en el calentamiento global, después del dióxido de carbono. “Hoy en día hay mucha más preocupación en el ámbito internacional sobre la necesidad de mitigar metano, no tanto por su contribución al calentamiento global, sino porque ofrece la posibilidad de frenar la velocidad del calentamiento, ya que tiene una corta vida, está presente en la atmósfera durante 12 o 15 años. De esa forma se puede evitar exceder el límite de 1,5°c, que establece el compromiso del Acuerdo de París”, comentó a VERDE.
Confirmó que el sector que más emite metano “es el agro”, ya que “aporta aproximadamente el 40% de las emisiones globales de metano”. Agregó que el sector energético aporta 35%; y los residuos 20% o 25% de las emisiones globales.
También planteó que es interesante analizar las regiones donde el metano está presente. A propósito, dijo que “en el agro el 80% se emite en países en desarrollo, con sectores importantes de producción ganadera y de arroz, como en Asia”.
Señaló que las líneas de acción que puede tomar la ganadería consisten en “ser lo más eficientes posible”. Afirmó que “hay muchas oportunidades de mejorar la productividad de los sistemas, principalmente mejorando la dieta. Además de la salud y el bienestar animal, ya que todo contribuye a disminuir el metano por unidad de producto, sea leche, carne o lana”.
Pero planteó que si bien todo esto es importante y necesario, “no es suficiente a nivel global, considerando el crecimiento de la demanda de productos de origen animal. Entonces, necesitamos generar tecnologías nuevas, o prácticas que puedan mitigar metano en términos absolutos”. Por lo tanto, llamó a “acelerar procesos para mejorar productividad y, a su vez, generar nuevas tecnologías para mitigar el metano”.
Sobre las nuevas tecnologías incipientes, se refirió a los aditivos, pero aclaró que comercialmente aún no están disponibles; “se espera que lleguen en uno o dos años”, dijo. Otra dificultad de ese producto es que se agrega a la ración, pero en sistemas de pastoreo no es posible utilizarlo.
Montgomery afirmó que “todos los sistemas de producción de la ganadería emiten metano y otros gases, como óxido nitroso y dióxido de carbono”, aunque la proporción de cada gas sí depende del tipo de sistema.
Explicó que, en términos generales, “un sistema de confinamiento va a tener una proporción de metano menor que la de un sistema pastoril, porque en la huella de carbono de un sistema confinado vemos más presencia de energía u óxido nitroso para el alimento del animal. Entonces, no es que el volumen cambia con el sistema, sino la proporción de gases”.
Y después depende de la eficiencia de cada sistema. “Vemos una gran variabilidad dentro de cada sistema, con una enorme intensidad de emisiones por unidad de producción. El mensaje es: en cada sistema hay oportunidades de mejorar la eficiencia”, planteó.
Dijo que “Uruguay está en proceso de generar su plan estratégico, tiene muchas líneas de investigación que son muy interesantes, como la selección animal, que también estará en el plan, para promover la investigación”.
Destacó que esta “es una forma de internacionalizar la investigación y el conocimiento local, porque ningún país tiene los recursos ni los datos para lograr la solución. Necesitamos trabajar en conjunto, compartir datos, generar protocolos de investigación masiva, con muchos países”.
Selección genómica
María Isabel Pravia, de INIA, destacó que la selección genómica “es una herramienta que está siendo ampliamente utilizada y su principal beneficio son las características difíciles de medir a gran escala. En la Central de Pruebas de Kiyú se ha generado una población de referencia, se miden esos animales y esos datos se relacionan con su información genómica”.
Agregó que esa población ha generado un volumen de información “importante”, que permite que un animal que no integra la prueba de Kiyú pueda ser genotipado, a partir de una muestra de pelo (ADN), y así predecir su mérito genético para eficiencia de conversión. “Esta herramienta tiene un impacto muy grande, y vemos la oportunidad de que sea ampliamente utilizable”, comentó.
Este proyecto comenzó en 2014. “Van varios años de generación de información, consistente, con protocolos estandarizados, que son muy confiables. Incluso es referente a nivel internacional. El camino va hacia generar esta información. El mundo va a estar trabajando en eficiencia de conversión, por los altos costos y por la mitigación de los gases de efecto invernadero”, sostuvo.
Destacó que “Uruguay tiene un gran potencial con este trabajo. Los resultados han mostrado que hay una variabilidad en los animales de la población. También se ha demostrado que es una característica heredable, que es posible ejercer selección y que la predicción genómica es una buena herramienta, y lo que falta es que se empiece a utilizar de forma más intensa”.
Señaló que su adopción comenzó “muy tímidamente” y que “es importante la difusión”. Enfatizó que los costos de alimentación en los sistemas de corral son muy elevados, y que en estos años “hemos constatado que hay animales más eficientes, que para producir lo mismo consumen menos, y eso a largo plazo tiene una repercusión económica y también una reducción en las emisiones de metano. Por lo tanto, es muy importante trabajar en esto”.
Repasó que fueron evaluados 1.500 toritos y 1.000 novillos. Se les midió el consumo individual, tienen información genotipada y están vinculados con la población Hereford nacional. “Se fortalece esta herramienta para que pueda ser utilizada por los cabañeros”, concluyó.
Los más eficientes emiten menos metano
Tras realizarse en Kiyú la tercera prueba de eficiencia a corral, con mediciones de metano, los resultados confirman que los animales más eficientes son los que menos emisión neta de metano tienen. “Arrancamos a fines de 2021 con la prueba de recría de novillos, luego esos novillos pasaron a la prueba de engorde, y después se hizo la prueba de toros. Esas son las tres pruebas que miden las emisiones de metano”, repasó Pablo Peraza, investigador de INIA.
Comentó que se generó “una gran base de datos”, de animales evaluados en eficiencia de conversión, y “ahora queremos generar una buena base de datos de evaluaciones genéticas en emisiones de metano. Es una línea de trabajo primordial a nivel mundial. Muchos investigadores extranjeros proyectan trabajos que acá ya los estamos haciendo”.
Concluyó que “Uruguay está muy bien posicionado, pensando en cómo continuar estas líneas y profundizar en distintos temas, como la digestibilidad de los alimentos”.
Investigaciones de la Asociación Americana de Hereford (AHA)
Jack Ward, vicepresidente ejecutivo de la Asociación Americana de Hereford (AHA, por su sigla en inglés), participó de la conferencia Genética para una ganadería sustentable y repasó los programas de investigación en sustentabilidad de esa institución en Estados Unidos. Comenzó diciendo que la sustentabilidad tiene “varias definiciones” y que “es un tema controvertido en el mundo”.
Planteó que “debemos posicionarnos como productores de carne, para satisfacer las necesidades de la sociedad, sin comprometer a las generaciones futuras, para que sean exitosas en este negocio”.
La definición de sustentabilidad que considera la AHA está sostenida en tres pilares: el económico, el social y el ambiental. ”Pienso que podemos jugar un papel clave en cada uno de estos pilares a medida que avancemos“, dijo Ward.
Advirtió que a la producción ganadera se le está pidiendo “hacer más con menos”, y que hasta el año 2050 “va a aumentar la población mundial”. Y consideró que “algunos trabajos que hizo la AHA serán muy beneficiosos, en la medida que avancemos en esta área de sustentabilidad”.
Mencionó un proyecto de investigación que se desarrolló en Circle A Ranch, Missouri, donde se usaron toros Hereford y se los comparó con toros Angus en un grupo de vacas predominantemente negras. Se relevó la información desde el nacimiento hasta la faena de los animales, y los datos fueron analizados por el economista Vern Pierce, de la Universidad de Missouri. Pierce encontró que, debido a la longevidad, fertilidad, eficiencia y otros datos colectados en ese programa, la ventaja de Hereford es de alrededor de US$ 50 a US$ 55 por año en el ternero de padre Hereford, sea macho o hembra. “Si llevamos esa cifra a lo largo de la vida de una vaca, resulta en un valor muy significativo”, subrayó Ward.
Un proyecto similar se llevó a cabo en Harris Ranch, California, donde el doctor Dave Daley fue la fuerza impulsora de la recolección de los datos y análisis, con resultados muy similares en cuanto al desempeño en el engorde a corral, así como en preñez y longevidad en hembras.
Más recientemente, la AHA realizó un trabajo con la Universidad del Estado de Oklahoma, para ver el valor de la heterosis en las hembras, por el uso padres Hereford en vacas negras, produciendo hembras F1. “Se constató que esas hembras F1 comen menos alimento, mantienen una mejor condición corporal y destetan terneros más pesados. Toda esta información de la parte maternal ha sido muy útil. Hemos hecho mucho trabajo promocionando esta hembra F1 y ciertamente es parte fundamental de donde estamos y lo que hacemos hoy”, destacó.
También se refirió a un proyecto con la Universidad de Illinois, que fue la continuación del que se hizo en Oklahoma. “Estamos en un proyecto de tres años. Vamos a medir eficiencia en el rodeo de cría y al mismo tiempo alimentando los novillos y obteniendo el consumo individual de alimento”, informó.
Por otra parte, Ward destacó los datos del Centro de Investigación en Animales de Carne, que “son muy interesantes y creo que pone de manifiesto algunas de las ventajas de Hereford, que sabíamos que tenía, y ahora ha sido documentada. La principal ventaja es la eficiencia de conversión, por el consumo de materia seca respecto a otras razas. Hicimos algunos cálculos y contactamos a economistas de la Universidad de Purdue para que analicen los ahorros, no solo en costos sino en recursos naturales”.
Agregó que el año pasado se faenaron más de 160.000 cabezas de ganado del programa Carne Hereford certificada, y se calculó que eso significaría que Hereford consumiría –en promedio– 191 libras (86,6 kilos) menos de maíz por novillo durante el período de alimentación, gracias a la ventaja en eficiencia. Y dado que producir 1 libra de maíz (0,45 kilos) lleva unos 54 galones (204 litros) de agua, el ganado que pasó por ese programa requirió 1.700 millones menos de galones (6.435 millones de litros) de agua para llegar a la faena. “Si sumamos la cantidad de alimento y de agua que se ahorra, llegamos a un valor muy sustancial al utilizar la genética Hereford”, afirmó.
Ward comentó que “el siguiente proyecto que tenemos en marcha con la Universidad del Estado de Colorado y AgNext tiene como objetivos medir metano y nitrógeno por medio de GreenFeed, así como nitrógeno a través de la sangre. Tratamos de entender cómo la selección genética, junto con el valor de la heterosis, puede ser utilizada para cuantificar el impacto total de la genética Hereford y cuál sería este impacto en el área de sustentabilidad”.
Consideró que los resultados de todas estas investigaciones “nos permitirán posicionarnos muy bien en sustentabilidad y nos darán la oportunidad de enviar un mensaje. Sentimos que Hereford es líder real en esto. Estamos entusiasmados porque en Uruguay están haciendo un proyecto muy similar, y podremos utilizar los datos cuando avancemos”.
Ward analizó que el pilar de la sustentabilidad económica provee a los productores comerciales la habilidad de mantenerse viables a lo largo del tiempo, por “las ventajas de la genética Hereford en las áreas de eficiencia, así como en fertilidad y longevidad”. Y en el sistema de engorde a corral, “este ganado va a comer menos y tendrá un menor impacto en el ambiente”, finalizó.
En la zafra 2022/23 el área creció 18%, ubicándose en 288.000 hectáreas, la mayor desde 2015/16; el rendimiento promedio se acercó a los 4.000 kilos por hectárea
El sector agrícola “se preparaba para una cosecha de cultivos de invierno afectada por el déficit hídrico, pero las condiciones de luminosidad y de temperatura en el período crítico fueron extremadamente favorables”, explicó el ingeniero agrónomo Esteban Hoffman, de la consultora Unicampo, en Punto de Equilibrio de Carve y revistaverde.com.uy. “Las condiciones del llenado del grano y las bajas temperaturas terminan compensando la falta de agua en muchas zonas. El llenado fue larguísimo y tuvo condiciones muy favorables para los cereales”, agregó.
En la zafra 2022/23 la superficie de trigo creció 18% y se ubicó en 288.000 hectáreas, fue la mayor área sembrada desde la zafra 2015/16, cuando se alcanzaron las 330.000 hectáreas, según los datos de la Dirección de Estadísticas Agropecuarias (DIEA) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).
Hoffman indicó que durante esta última zafra de invierno las temperaturas muestran características similares a las que tienen las zonas ubicadas al sur de Buenos Aires, como Balcarce. “Hemos tenido dos grados (Celsius) menos frente a lo que sucede en un año normal”, por eso la productividad promedio de los cereales de invierno puede acercarse “a los 4.000 kilos por hectárea (kg/ha)”, acotó.
En esa línea, en el anuario de la Oficina de Políticas Agropecuarias (Opypa) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), se informa que la media productiva del trigo se acercaría a los 3.800 kg/ha, pero aclara que esa proyección se realiza con un avance de cosecha de 15%. Si se concreta ese rinde promedio, estaría 5% por debajo del alcanzado en la zafra anterior (3.985 kg/ha) y 9% por debajo del rinde récord (4.181 kg/ha) del año 2020/21.
Además, destacó que el sector “ha trabajado para lograr trigos de calidad panadera, a través del proyecto Urutrigo, y actualmente la producción cuenta con 11 materiales calificados como Urutrigo, con parámetros adecuados a las necesidades tanto de la industria local como internacional”.
De acuerdo a un relevamiento realizado por VERDE, hubo más situaciones con bajos niveles de proteína y pH al norte del río Negro en relacón al sur.
En los departamentos de Río Negro y Paysandú, los rendimientos fueron “muy altos”. En el final del invierno y el arranque de la primavera el potencial productivo no estaba claro, por eso “no se fertilizó pensando en sacar 5.000 kilos o más”, dijo a VERDE, Germán Bremermann, de Barraca Erro.
Sin embargo, se sacaron rindes “por encima” de lo esperado, entonces “es lógico que haya dilución y la proteína estuviera más baja” de lo que marcan los estándares comerciales, comentó.
En varias zonas del departamento de Colonia, pese a haber tenido una de las primaveras más secas de la historia, los productores agrícolas se llevaron una “gran sorpresa” por los resultados positivos obtenidos en la cosecha de los cultivos de invierno, confirmó el jefe del departamento técnico de Copagran Colonia, Alberto Bouvier, en entrevista con el programa Punto de Equilibrio, que se emite por radio Carve y revistaverde.com.uy.
Explicó que la cosecha de trigo dejó un rinde promedio de 4.200 kg/ha, “fue una muy buena zafra”, consideró. Mientras que el pH del cereal fue 78 y la proteína se ubicó por encima de 11,5%.
En la zona comprendida entre las localidades de Nueva Palmira, Carmelo, Palo Solo y Agraciada, donde “prácticamente no llovió nada”, los rindes se acercaron a los 4.000 kg/ha y tuvieron más de 12% de proteína, informó Bremermann. Fuera de esa zona crítica de los departamentos de Soriano y Colonia, los rindes se ubicaron entre 10% y 15% por encima de los 4.000 kg/ha, con buenos niveles de proteína.
En la zona centro “el rendimiento también estuvo por encima de lo esperado” en los tres cultivos de invierno (colza, trigo y cebada), pero “no fueron tan altos como en el litoral, porque los suelos son diferentes”, acotó.
Opypa señala que la producción de trigo se ubicaría en el orden de 1,1 millones de toneladas (Mt), superando las 974.000 del año previo y muy por encima de la media anual del último quinquenio, que fue de 771.000 toneladas.
Con esos números, el saldo exportable estaría por encima de las 600.000 toneladas, dado que Opypa asume unas 80.000 toneladas de stock al 30 de octubre de 2023 y un consumo local de 450.000 toneladas durante el ciclo 2021/22. El consumo local –que incluye molienda, semilla, alimentación animal y el trigo utilizado como insumo para la elaboración de etanol— se estimó en 420.000 toneladas.
En la zafra 2022/23 el mercado comenzó con precios superiores a los registrados en el comienzo de la zafra pasada (US$ 268 por tonelada), y reflejó la situación internacional del cereal. Los precios para el trigo de buena calidad, con destino a la exportación a fines de noviembre, se acercaban a US$ 306 por tonelada puesto en Nueva Palmira. Desde el inicio de la zafra 2013/14 no se registraba esa cifra al inicio de una zafra, según Opypa.
Luego los precios tocaron los US$ 320 por tonelada para bajar a US$ 290 a mediados de diciembre. En esa línea, Mauricio Pino, director de Alpino Agronegocios, dijo a VERDE que en el área de influencia de la empresa “se vendió 65% del trigo a un precio promedio que estuvo entre US$ 315 y US$ 320 por tonelada”.
Pino dijo que los productores adoptaron una posición “pareja” a la hora de comercializar los distintos granos de invierno. “Se consideró que los rindes llevaron a vender y cerrar el ciclo comercial. El productor vendió cerca del 90% de la cebada y un 40% de la colza. En cuanto al resto de la oleaginosa invernal, el productor está esperando un repunte de los precios para cerrar ventas”, indicó.
LOS NÚMEROS
Si bien la buena productividad y los precios tonificados “permiten al productor lograr ingresos superiores a US$ 1.000 por tonelada, a diferencia de la zafra anterior, el incremento en los costos reduce el margen obtenido. La escalada internacional del precio de la energía disparó el precio de los fertilizantes y algunos agroquímicos, repercutiendo en el aumento de los costos del cultivo, que se incrementarían en el orden de 50% en promedio”, indicó Opypa.
A modo de ejemplo, “en el caso puntual de la urea, su cotización en el mercado local pasó de un promedio de US$ 560 por tonelada en febrero de 2021 a US$ 900 por tonelada un año después. Con la invasión de Rusia a Ucrania, la urea superó los US$ 1.100 por tonelada, y la preocupación durante mayo –momento de siembra del cultivo– no sólo fue la alta volatilidad en el precio –con cotizaciones diarias– sino la incertidumbre sobre la disponibilidad de fertilizantes”, agregó la oficina del MGAP.
Con ese escenario, según este informe, los márgenes del trigo (ingresos brutos menos costos sin renta) serían positivos por tercer año consecutivo, de US$ 100 a US$ 150 por hectárea.
EL PESO DE LA EXPORTACIÓN
El mercado triguero local en 2022 estuvo caracterizado por un abundante volumen de producción nacional, superior al del año previo, con excelentes condiciones de calidad e inocuidad del grano. A eso se sumó el escenario internacional con la guerra entre Rusia y Ucrania, junto a problemas productivos en algunas regiones y una caída de las existencias globales.
El ciclo 2021/22 mostró un crecimiento de la producción por cuarto año consecutivo. Este aumento fue de 4% respecto al ciclo anterior, como resultado del aumento del área y de la productividad. El volumen se acerca a las cosechas obtenidas cinco o seis años atrás, cuando se superó 1 millón de toneladas.
Opypa detalló en su anuario que la comercialización de la cosecha inició en noviembre de 2021 con menos de 75.000 toneladas de grano en existencias, provenientes de zafras anteriores. La excelente calidad e inocuidad del grano, sumado al incremento de los precios –consecuencia del conflicto bélico– y la fuerte demanda internacional, permitió canalizar el saldo exportable con existencias remanentes que se mantuvieron en niveles mínimos. Al 31 de octubre de 2022 el stock de trigo en depósitos alcanzó 40.000 toneladas, siendo este el menor volumen de los últimos 10 años.
En el período comprendido entre noviembre 2021 y octubre de 2022 “las exportaciones de trigo se incrementaron 18% y alcanzaron las 694.000 toneladas, superando las 587.000 toneladas exportadas en los 12 meses previos. Este fue el mayor volumen exportado de los últimos ocho años.
De acuerdo a la información histórica disponible, las exportaciones de trigo representaban –en promedio– el 70% de la producción total. Con el devenir de los años, la disminución del área sembrada, consecuencia de bajos precios y la competencia de otras opciones de cultivos de invierno más atractivas económicamente, sumado a algunos años con mala productividad, la participación de las exportaciones en la producción de trigo se redujo a 36%. En la zafra 2021/22 el 71% del volumen producido tiene como destino la exportación del grano, recuperando notablemente su participación”.
Según Opypa, el valor total de las exportaciones en el período entre noviembre de 2021 y octubre de 2022 alcanzó los US$ 223 millones, 53% por encima de los US$ 146 millones del período previo. Se trata del mayor monto desde 2013/14, cuando las exportaciones totalizaron US$ 400 millones (FOB).
El precio medio de las exportaciones fue US$ 321 por tonelada, representando una mejora sustancial de 29% respecto de los US$ 248 registrados un año antes, y acompaña la dinámica creciente de los mercados externos. Uruguay logró capturar la coyuntura del precio internacional del trigo en máximos históricos y registró exportaciones –puntuales– que superaron los US$ 400 por tonelada.
Uruguay presentó una alta diversificación de destinos, que no se observaba desde hace una década. Argelia fue el principal destino en este período, con compras por casi 292.000 toneladas. Brasil continúa dentro de los principales mercados, aunque su participación continúa reduciéndose, y cayó de 52% en el periodo comercial anterior a 32%.
En la lista continúa Chile –que desde hace años se consolida como un comprador frecuente– y los países africanos Togo, Ghana y Camerún, realizaron compras de 40.000 toneladas cada uno. Finalmente, Mauritania, Túnez –por segundo año consecutivo– y Suiza –país europeo que aparece por primera vez– demandaron 30.000 toneladas en promedio cada uno. Mientras que se registraron envíos menores a Noruega, Canadá, Perú y Vietnam.
En este contexto, la industria molinera nacional duplicó las importaciones respecto al período anterior, al llegar a 4.146 toneladas. El precio de la tonelada importada promedió US$ 302 (CIF). Históricamente el origen del trigo importado por Uruguay es Argentina, pero por primera vez se importó trigo de Brasil, país que tiene la particularidad de ser el principal importador de trigo de la región, destacó Opypa en su informe anual.
Ancap terminará el año con resultados “equilibrados”, producto de la “reorientación estratégica que busca cuidar, optimizar y hacer rendir los activos de la empresa para la mejora de los negocios”, dijo a VERDE el vicepresidente del ente petrolero estatal, Diego Durand. Explicó que en esa línea se encuentra la evolución “muy positiva en los márgenes de refinación”, porque se ha operado “a capacidad plena”, todo el crudo que llega “lo hemos refinado”; y además, “todo se ha colocado en el mercado interno”, donde la demanda “ha subido por el movimiento de las diferentes actividades”, dijo Durand en esta entrevista.
Agregó que al contar con reglas establecidas por el sistema político para la regulación del mercado de combustibles, “hemos hecho rendir a la compañía e incluso hemos estado por debajo de la referencia del precio de paridad de importación (PPI)”. Y acotó que esa regla “ha dotado de transparencia a la ciudadanía”.
El jerarca destacó que en “la compañía manda el directorio y la alta dirección. Escuchamos al sindicato y sus planteos sobre las relaciones laborales”, pero “no hay cogobierno”. Y recalcó que “esas son las reglas”, porque “así lo marca la Constitución”.
A la vez, sostuvo que Alur “está en equilibrio”, pese a toda la exigencia que “le hemos volcado” al eliminar la mezcla con biodiesel en el gasoil, y por eso tuvo que “reajustar” su esquema y apunta a “diversificar negocios”. Y también señaló que se buscará una asociación para el negocio del portland.
¿Cómo está Ancap?
Ancap está en situación de equilibrio. Obtuvo ganancias en la presentación de resultados a setiembre por US$ 143 millones. Al cerrar diciembre y comparar el precio de los combustibles con la referencia del PPI, se observa una resignación anual por parte de Ancap, que se ubica en US$ 251 millones. Esto significa que hay una contribución al bolsillo de la gente y al sector productivo y agroexportador. Ha sido una decisión del Poder Ejecutivo. Algunos le dicen la “espalda” de Ancap; en cambio, yo le digo la contribución de Ancap, que surge por la reorientación hacia la eficiencia de la empresa. A modo de ejemplo, el precio del gasoil al público en enero de 2023 costará lo mismo que en abril de 2022. Junto a un equipo profesional, hemos mejorado en distintos negocios y se ha buscado que sean óptimos. Hemos tenido márgenes históricos de refinación. En un escenario tan dinámico, el valor que ha tenido la refinería es importante, porque algunas de las refinerías en el mundo cerraron por la pandemia. Luego vino la guerra, eso generó una mayor demanda, fundamentalmente de diésel, y a la vez se disparó respecto a la relación que ha mantenido con el petróleo Brent. Hoy conseguir gasoil en el mundo no es sencillo, y a la vez es caro. Nosotros no tenemos problemas de suministro ni de abastecimiento de gasoil, y no lo vamos a tener. Han venido interesados a comprar gasoil, pero no hemos exportado para garantizar la demanda local. La eficiencia se volcó a la ciudadanía y se han hecho las inversiones justas para lograr mantener una empresa en equilibrio. Este año cancelamos pasivos por US$ 32 millones. En el mercado monopólico, hasta setiembre las ganancias han sido de US$ 6 millones. Y en el mercado no monopólico las ganancias fueron de US$ 74 millones. Hay que destacar a Ducsa, con una utilidad de US$ 23 millones. Esto marca que el grupo trabaja en equilibrio y ordenadamente.
¿Cómo vienen jugando los márgenes de refinación en estos números?
Hay una evolución muy positiva en los márgenes de refinación. Por un lado se sustenta en que hemos tenido una refinación a tope. Todo el crudo que llega lo hemos refinado y lo hemos podido colocar en el mercado interno, donde la demanda ha venido subiendo por el movimiento de las diferentes actividades. Hasta noviembre las ventas de gasoil subieron 7%, las de nafta súper 2% y las de premium se incrementaron 19% frente al mismo período del año pasado. El margen de refinería es la diferencia entre el precio de mercado internacional puesto en Uruguay menos el costo del crudo utilizado y el costo real de refinar en La Teja. Hasta setiembre el margen de refinación llegó a un nivel histórico de US$ 298 millones. Hay refinerías que han cerrado y nos han llegado requerimientos para exportar, pero no lo hemos hecho, salvo algunos negocios puntuales de gasolina. La refinería ha trabajado a plena capacidad, vamos camino a seis años sin ninguna parada, lo cual también es histórico. El año que viene habrá una parada que seguramente implique la importación de combustible.
¿Esa parada cuándo va a ser? ¿Y cuánto combustible se tendrá que importar?
Proyectamos una parada de cuatro meses para setiembre de 2023, y se importarán 800.000 metros cúbicos de combustibles. La paralización, que se hace tradicionalmente, es para limpieza y mantenimiento. Será a una parada histórica, porque generalmente son más frecuentes. Esta es una empresa que trasciende los gobiernos de turno, es de los uruguayos y tenemos que maximizar los resultados, lo que hemos logrado con los márgenes de refinación. El año pasado tuvimos ventas extraordinarias a UTE. Este año caerán 34% pero llegarán a US$ 15 millones. En el reordenamiento fijado por el Poder Ejecutivo también se eliminó la mezcla con el biodiesel. Se dijo que teníamos que cerrar Alur, pero esa empresa también se ordenó y seguimos produciendo biodiesel.
¿Ha variado la cantidad de petróleo que Ancap importa por año?
No. Hemos refinado más. Tenemos inventarios de crudo donde se compra un 1 millón de barriles cada 30 días. La empresa viene trabajando al máximo. El crudo se recibía y muchas veces no se refinaba todo, porque se iba analizando el margen de refinación, las ventas, la producción de refinería. En este último tiempo el equipo de refinería, la gerencia general y todo Ancap han trabajado incansablemente para maximizar las operaciones. Los US$ 143 millones de rentabilidad que se lograron hasta setiembre están en la caja de Ancap, eso es lo que permite adquirir un embarque y algo más de petróleo. Por eso decimos que la empresa está en equilibrio.
¿Qué balance hace de la implementación del PPI? ¿Sirvió esta herramienta?
Si tengo que definirme, yo ante todo soy libertario. Pero hay una realidad: el mundo es muy cambiante, y la globalización manda. Me refiero a lo que nos pasó con la refinería. Ante eventos extraordinarios como la pandemia o la guerra entre Rusia y Ucrania, es difícil pasar raya y decir: esto es mejor que aquello. Lo que sí puedo decir es que el sentido de responsabilidad de quienes dirigimos y tomamos decisiones ha sido cuidar y optimizar los activos de la empresa y hacerlos rendir. Estamos ajustados a la regla que el sistema político acordó sobre la regulación del mercado de los combustibles. Hemos hecho rendir a la compañía e incluso hemos estado por debajo de la referencia PPI. Esa regla dotó de transparencia a la ciudadanía, que hoy sabe el precio del crudo, a qué precio sale de Ancap, cuánto corresponde a impuestos y demás. A ese nivel de transparencia lo veo como algo muy positivo. Hay algún proyecto a nivel legislativo que va por otro camino, habrá que esperar lo que el sistema político parlamentario acuerde o no. Dentro de estas reglas, el objetivo ha sido ir a lo óptimo en eficiencia.
¿Qué Ancap encontraron?
Ancap pasó por un período duro. Luego vino un momento donde se buscó ordenarla. Cuando llegamos quedaban muchas cosas pendientes. Yo vengo de la actividad privada. La empresa pública es rígida, es dura. El TOCAF (Texto Ordenado de Contabilidad y Administración Financiera) hace que muchas veces si tenés una empresa que te presta servicios y no está siendo óptima, no la podés sacar. Tiene muchas diferencias con la actividad privada. No obstante, hemos implementado la mejor forma de ajustar el funcionamiento y así, en un sin fin de cosas. Hemos ido corrigiendo, pero encontramos que Ancap tiene muy buenos profesionales de alta dirección, con los cuales hemos trabajado en equipo y se vienen logrando buenos resultados.
¿Cómo está Alur?
Alur prácticamente está en equilibrio, pese a toda la exigencia que le hemos volcado al eliminar la mezcla con biodiesel al gasoil. Eso significaba un costo para Ancap, y al eliminarse también se refleja en los precios al público. Alur sigue en el agro y tuvo una reorientación comercial. Ancap, sobre la cosecha, aprobó el plan Canola para la originación de unas 80.000 toneladas, de las cuales al molerlas generan 40.000 toneladas de pellet, 35.000 toneladas de aceite crudo o 35.000 toneladas de biodiesel. Dependiendo de los negocios que se vayan concretando, estos valores pueden incrementarse. Alur cuenta con la certificación internacional de sustentabilidad 2BSvs para la canola que se adquiere e ISCC (Certificación Internacional de Sostenibilidad y Carbono, por su sigla en inglés), para el acopio y producción de aceite y biodiesel. Nos focalizamos en la exportación. Entre diciembre y febrero embarcaremos unas 12.000 toneladas de aceite a varios destinos, entre ellos está Europa. En marzo se exportaron 4.000 toneladas de biodiesel a Canadá y ahora van a salir otras 4.000 toneladas de biodiesel. Con la caña de azúcar este año se generó un adicional de US$ 5 millones para los cortadores. En las tres zafras de esta administración llevamos US$ 10 millones. Eso habla de productividad y mejora de los rendimientos. La última zafra logró resultados históricos de rinde y producción. Hemos dignificado el trabajo en Bella Unión, hemos priorizado el orden, no tenemos deudores como los había cuando llegamos. Teníamos costos excesivos en campos que arrendaba Alur y en algunos casos hemos encaminado acuerdos con productores, como el grupo San Antonio, que comenzó a producir y viene bárbaro. El proceso industrial tuvo casi 200 días de ocupación de la planta, aproximadamente un mes y medio más que en zafras anteriores. Se le vendieron más de 15.000 MWH de energía a UTE, ubicándose dentro de los mejores años.
¿Cómo viene la producción de bioetanol?
La producción es muy buena. En Paysandú viene con un crecimiento de 5% y se prevé cerrar con 60.000 metros cúbicos (m3). La planta tiene una capacidad de producción de 70.000 m3 (70 millones de litros) para ese volumen, y la demanda de granos sería de 200.000 toneladas. En Bella Unión se han producido 30.728 m3, lo que marca un crecimiento de 14% frente al año precedente. La mezcla con las naftas llegó a 9,5%, hubo una caída de 0,3% respecto a 2021. Este año en Bella Unión se invirtieron más de U$S 80 millones, de los cuales U$S 42 millones fueron destinados a la compra de materia prima. También se ha mejorado la logística, porque los camiones de Ancap iban con nafta a Paysandú y volvían vacíos. Y ahora vuelven con etanol. También hay una reorientación comercial hacia competencias nuevas. Estamos generando un llamado para proyectos de captura de CO2 biogénico en la planta de etanol en Paysandú, que permita la generación de metanol, combustibles sintéticos y SAF (combustible sostenible) para aviación. Hay interesados en invertir, Ancap acompaña con los activos estratégicos pero quien invierte es el privado. El objetivo es diversificar los negocios.
¿Qué pasa con el cemento?
Con Cementos del Plata estamos en un proceso de asociación que apunta a rescatar la industria del portland. La administración anterior postergó una decisión sobre el portland y eso demanda inversiones, lo que significa reinvertir. Porque no podemos olvidar que en las plantas de Paysandú y Minas se invirtieron en torno de US$ 350 millones, que ya no se van a recuperar, porque esas inversiones no fueron bien ejecutadas. Tenemos muy buenos yacimientos, pero hoy no podemos pedirle a la ciudadanía dinero para el portland. Es preferible volcarlo al precio, como se está haciendo. Necesitamos una empresa que se ubique en el proceso competitivo, que se asocie con Ancap. No nos retiramos del negocio, sería mucho más fácil, pero no nos queremos retirar.
¿Cómo será el esquema de negocios?
Hablamos de una asociación, que nace con una ley de 1996. Hoy está Loma Negra, que es socio en el cemento. Esa asociación se mantuvo en el tiempo. Si bien se presentaron recursos por parte del sindicato, la Suprema Corte de Justicia dijo que esa ley es constitucional. Hoy queremos un socio para trabajar con nosotros y que instale el horno en la boca de la cantera, y no a 30 kilómetros, como se hizo en administraciones anteriores. Eso muestra que faltaba un plan de negocios o había incapacidad de gestión.
¿Qué tipo de asociación se plantean?
Es lo que estamos definiendo. Empezamos el diálogo competitivo, que será con todos los interesados. Hay empresas del mundo cementero, que están ya operando con filiales locales, y hay otras que son extranjeras, que no tienen representantes en Uruguay. Incluso la propia Loma Negra, porque la asociación vigente le generó derecho a competir. Queremos dejarlo resuelto en los primeros meses de 2023.
¿Cuánto pierde el cemento?
Vamos a cerrar el ejercicio con una pérdida de US$ 15 millones. Si hay un proceso competitivo, el que viene quiere saber cuánto pierdo o cuál es la realidad. Y acá, con total franqueza lo decimos, y esos números están auditados. En el período anterior se veía venir un competidor y no se tomó ninguna decisión por parte de la administración frenteamplista. Y ese competidor está operando desde hace casi dos años.
¿Qué pasa con la demanda para el encalado de suelos?
En Cementos del Plata y en Portland de ANCAP no podemos dejar de hacer cosas. Tenemos que seguir desarrollando, manteniendo y cuidando nuestros activos. En ese sentido, empezamos en 2020 una nueva unidad de negocio con el encalado de suelos, que apunta a la utilización de nuestra cal, nuestra caliza, para generar una producción agrícola sustentable. Con el encalado se levantan los niveles de pH del suelo y se vuelve más eficiente el resto de los nutrientes, logrando más rendimientos y menos pérdidas al ambiente. Participamos del proyecto Encalado con la Agropecuaria de Dolores, y los resultados del primer año fueron muy alentadores. Pero en paralelo se ha venido incrementado la demanda de cal agrícola, y para el año que viene estará operativo un molino más en Treinta y Tres. Vemos que hay demanda creciente y se ha comercializado en Soriano, Treinta y Tres, Durazno y otros departamentos. Es importante generar productos para diversificar los destinos. Hasta 2024 tenemos un contrato de venta de cal a la central brasileña de Candiota. Este mineral ayuda a mitigar las emisiones de esa central. Pero a los excedentes hay que agregarle más negocios, por eso se desarrollará un plan piloto, que apunta a la generación de productos para utilizar en las obras de caminería. Son unidades comerciales incipientes, pero eso también estimula a los inversores. Aunque está claro que el fuerte en el mundo del cemento es el portland, es importante la optimización del clinker (principal componente del portland) y el control de los costos operativos de las plantas. Para eso necesitamos un socio, que nos permita llegar a la mesopotamia argentina con la planta de Paysandú, y al sur de Brasil con las plantas de Treinta y Tres y Minas. Esta es la salida que hemos encontrado. Teníamos varios escenarios, que iban desde el cierre a la venta total, pero elegimos mantenernos en el mercado, mantener la P de Ancap, rescatar el negocio y encontrarle la mejor salida. Es un gran desafío, pero no podíamos quedarnos sin hacer nada.
¿Con el sindicato cómo es la relación?
Venimos dialogando, somos abiertos, escuchamos, pero acá no tenemos un comité de dirección conjunta con el sindicato. En la compañía manda el directorio, dirige la alta dirección de la compañía. No hay cogobierno. Así son las reglas, así es la Constitución. Nosotros escuchamos los planteos sobre relaciones laborales. Punto. Ahora, cuando se manejan cuestiones ideológicas que son ajenas o que tienen otro camino, no entramos. A la empresa y a los funcionarios hay que cuidarlos, para eso tenemos que lograr el mayor rendimiento de la empresa.
¿Es ideológica la situación que se genera con el sindicato?
Los sindicatos tienen derecho a manifestarse y a hacer huelga. Tienen su derecho a criticar, tienen su derecho a la reivindicación. Ahora, cuando se manejan posturas caprichosas e intransigentes, es difícil entender. Queremos lo mejor para la empresa. Si estamos diciendo que vamos a mantener la fuente de empleo, que vamos a reorganizar la administración de la compañía y los trabajadores seguirán estando, si queremos generar beneficios y oportunidades, acompañame; vamos por el camino del crecimiento conjunto. Pero muchas veces escuchamos posiciones políticas, que nada tienen que ver con Ancap, y eso es lo que no está bueno para que el país pueda crecer.
Tarjeta Personal
Diego Durand es vicepresidente de Ancap desde julio del año 2020. Es doctor en Derecho y Ciencias Sociales por la Universidad de la República (Udelar). Cuenta con un posgrado en Dirección de Empresas en la Escuela de Negocios del IEEM, de la Universidad de Montevideo. Es docente de la Facultad de Derecho de la Udelar, abogado del Partido Nacional y fue diputado en el período 2015-2020.
UTE generará un plan maestro que asegure la disponibilidad de energía eléctrica que requiere el proyecto y el BROU será la principal palanca financiera de esta iniciativa.
Con el objetivo de contar con sistemas adecuados de riego y abastecimiento de agua para la producción, la instalación de represas multiprediales es uno de los emprendimientos en los que se encuentran abocados algunos grupos de empresarios del agro.
En ese sentido, hubo una reunión entre representantes de la Asociación Agropecuaria de Dolores (AAD), el Banco República (BROU), personal técnico de UTE e integrantes de empresas vinculadas al sector y al riego. Este primer encuentro “deja mucho trabajo por delante y muchísima expectativa”, dijo a VERDE el secretario de la directiva de la AAD, Enrique Carlos Oyharzábal.
Participó también en esa actividad el exministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Tabaré Aguerre, quien fuera impulsor de ese tipo de iniciativas y de la elaboración del proyecto de ley relativo al riego en 2017, durante la administración del segundo gobierno del presidente frenteamplista Tabaré Vázquez.
“Lo más importante es que se está reglamentando esa ley, que permitirá tener el marco jurídico en el cual basar todo el sistema de represas multiprediales con un altísimo impacto ecológico, productivo y económico”, señaló.
Advirtió de la necesidad de contar con una “base legal muy sólida para que no traiga problemas. El MGAP está involucrado en ese proceso de reglamentación, pero es muy importante que los productores y el sector privado también estén al tanto de los avances. Estamos intentando formar parte del proceso”, comentó.
El productor señaló que las represas multiprediales se instalarían sobre la cuenca del río San Salvador, en el departamento de Soriano. “Hoy prácticamente no hay agua superficial disponible para riego, al contemplar el río San Salvador y arroyos cercanos, y no se están otorgando nuevas tomas para riego”, afirmó.
Los planes prevén la conformación de “algunos embalses sobre el río San Salvador y otros en arroyos que son afluentes”, adelantó Oyharzábal.
Indicó que esa cuenca “está regando” actualmente “entre 4.000 y 5.000 hectáreas”. Esa es la “capacidad máxima” del río San Salvador en este momento, y “si estos proyectos de represas para riego se instalan en al menos un par de puntos, entonces esa cuenca puede llegar a quintuplicar su capacidad de riego”, estimó.
El secretario de la AAD valoró que “la tecnología del riego es la más disruptiva” que se puede implementar en los sistemas de producción, porque es como “colocarle doble piso al campo. Y consideró que “incorporarle riego a esa superficie generaría un impacto productivo muy importante”.
LOS AJUSTES
Otro tema en discusión entre los estudios previstos es la condición de propiedad de la tierra donde se instalarán las represas, un asunto que se considera clave y sensible. “Hay muchas voluntades que se deben juntar: la del dueño de la tierra que se va a regar, la del dueño de la tierra donde se va a embalsar, la del agricultor que riega y está interesado en la tecnología. Estamos hablando de áreas importantes, por lo que abarca a muchas personas. No todos pensamos igual y no a todos les interesa regar ni contar con agua en el campo”, comentó.
Los próximos pasos “requerirán de tiempo”, pero el directivo de la AAD señaló que “hay voluntades” para arrancar a “trabajar sobre un punto de represamiento que hoy en día parece ser el más eficiente, por la cantidad de hectáreas que se podrían regar, por los movimientos de tierra que demandarían, por la captación de agua en la cuenca y también por la facilidad de instalarle la corriente eléctrica”.
Explicó que la idea es comenzar con ese primer emprendimiento, que sirva como plan piloto para evaluar los resultados y a partir de allí replicarlo en otros lugares.
“UTE está pensando en generar un plan maestro, con una línea gigante de la cual bajen pequeñas líneas hacia los bombeos primarios y secundarios, con la potencia adecuada para que no haya inconvenientes al regar, evitando lo que sucede hoy, cuando las líneas se van estirando y se generan problemas”, destacó Oyharzábal luego del encuentro.
En cuanto al protagonismo del BROU en este emprendimiento, el productor enfatizó el propósito de lograr que el banco estatal sea la “principal palanca y promotor” del proyecto de las represas multiprediales. Esa es “la idea que nos dejó arriba de la mesa” la representación de esa entidad bancaria en la reunión, sostuvo.
Habló sobre diferentes posibilidades que se manejan para sostener el financiamiento de los planes de inversión en estudio, como la conformación de un fideicomiso o créditos individuales.
Si bien no está definido el monto que demandará ese plan de riego multipredial, el directivo de la AAD dejó claro que “no se trata de una inversión pequeña, por lo cual hay que tener claro la financiación, el repago y las garantías”.
En relación a ese punto, uno de los temas planteados en el encuentro fue la forma de explotación agrícola que tiene Uruguay, que comprende una gran parte de tierras arrendadas o en uso bajo otras condiciones de contrato, que no implican que sea el productor el mismo propietario del campo. “Vamos a tener que ser muy imaginativos para encontrar las figuras legales y jurídicas que nos den sustento y respaldo a todos. A la vez, tienen que adaptarse al proyecto y a la reglamentación de la ley”, admitió.
También se refirió a la visión de Aguerre sobre este tema, ya que el exministro es productor arrocero y tiene gran experiencia en manejo del agua en la producción. “Él es quien va a liderar la parte técnica de todo este proyecto”, anunció.
Para 2023 la parte fundamental del plan es contar con la reglamentación de la ley de riego ya finalizada, y a partir de allí avanzar en las próximas etapas, que pasan “por unir las piezas del rompecabezas, que permitan tener en algunos años un gran embalse para poder incrementar la superficie regada”.
Afirmó que “hoy estamos convencidos de que se debe regar más área, porque es como ponerle un segundo y un tercer piso a la producción”. Puso el ejemplo del maíz, que al tener riego logra un incremento de “entre 70% y 100%” en la productividad. “Eso nos pone a la par de los rindes obtenidos en los suelos promedio de Estados Unidos; mejora la competitividad de la agricultura”, resaltó.
Sobre las condiciones financieras para sostener un emprendimiento de riego con estas características, el secretario de la AAD destacó que “regar aumenta mucho la productividad, por lo que se incrementa también la rentabilidad. La inversión tiene que ser rentable y tener una capacidad de repago que permita dar el paso”, sostuvo.
Las ventas de malta tuvieron un crecimiento de 45%, hubo más volumen y también precio; las exportaciones de cebada cruda representaron el 30% de la producción local
El valor total de las exportaciones de la cadena de la cebada entre noviembre de 2021 y octubre de 2022 –sumando cebada, malta y cervezas– asciende a US$ 400 millones, 41% por encima de los US$ 282 millones exportados durante el período anterior. En un contexto internacional de altos precios, las exportaciones de malta de Uruguay durante ese período alcanzaron 471.000 toneladas, 22% por encima de las 387.000 toneladas exportadas en los 12 meses previos, informó la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (Opypa), del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).
El valor de las exportaciones totalizó US$ 313 millones, incrementándose 45% respecto a los US$ 216 millones del año anterior. El precio promedio de la malta fue de US$ 664 por tonelada (FOB), 19% por encima del período previo, informó la oficina del MGAP.
El informe anual agregó que las 471.000 toneladas de malta que se exportaron equivalen al procesamiento de unas 640.000 toneladas de cebada. “La industria no requirió importar materia prima y la totalidad de la malta se elaboró con materia prima nacional”, acotó.
El precio de la cebada cervecera nacional en la zafra 2021/22 se incrementó casi 29% respecto a la zafra precedente, y el promedio se ubicó en US$ 270 por tonelada, el mayor precio registrado en la serie histórica del producto. Por lo tanto, ante la ausencia de importaciones, el precio medio de adquisición de la materia prima para la industria maltera se ubicó en US$ 270 la tonelada en el periodo 2021/22.
Ambev alcanzó un 61% del volumen de malta comercializado y el restante 39% correspondió a Maltería Oriental SA (Mosa), que a partir de 2022 acrecentó un 26% su volumen exportado respecto a la zafra anterior debido a la ampliación de su capacidad de procesamiento (ver página 28). Las ventas de malta mantuvieron el habitual predominio de Brasil, que alcanzó el 79% del volumen total exportado.
Por primera vez e exportó malta a Europa desde Uruguay. MOSA envió malta a Bélgica por US$ 30 millones, monto que representó un valor FOB de US$ 595 por tonelada. Paraguay fue el tercer destino, aunque su participación cayó de 15% a 8% en el período 2021/22; mientras que Bolivia continúa perdiendo importancia como destino, captando solo 2%.
Las exportaciones de grano de cebada se incrementaron fuertemente en el período analizado, y totalizaron 279.000 toneladas, por un valor FOB de US$ 84 millones. Ese volumen significó un 30% de la producción nacional y multiplicó por 1,25 el volumen del año previo, cuando las ventas alcanzaron 223.000 toneladas por US$ 64 millones. El precio medio de las exportaciones fue de US$ 302 por tonelada (FOB), 5% por encima del recibido el año previo. China se consolida como el principal destino, adquiriendo el 53%, y pagó US$ 288 por tonelada, en promedio. Lo siguió Brasil, con una participación del 15%.
Durante el ciclo comercial analizado se concretaron exportaciones con destino a Europa, con exigencias elevadas de calidad, principalmente relacionadas a la presencia de residuos de agroquímicos. Fueron unas 28.000 toneladas (10% del total exportado) que tuvieron como destino Holanda, que pagó US$ 372 por tonelada, en promedio. Suiza, Túnez, Irak e India completaron el listado de países de destino, que este año presenta una amplia y nueva diversificación comercial.
De acuerdo a lo informado por las empresas exportadoras, la cebada con destino a China requiere pH 64%, humedad de 13,5% y poder germinativo superior a 95%, requerimientos que serían menores a los exigidos por las malterías respecto a la cebada maltera. La cebada exportada por Uruguay va a malteo para elaborar cerveza proveniente de una malta FAQ, que permite la mezcla de variedades.
Las exportaciones totalizaron casi US$ 2 millones, al tiempo que las importaciones llegaron a US$ 28 millones (CIF).
LA ZAFRA 2022/23
En la zafra 2022/23 la cebada cervecera tuvo una superficie que se ubicó en torno de las 182.000 hectáreas, de acuerdo a los datos de la Dirección de Estadísticas Agropecuarias (DIEA), del MGAP. La superficie se redujo casi 19%. A la vez, hay que sumar entre 38.000 y 40.000 hectáreas de cebada que se siembra para forraje o exportación, según surge de los datos de Urupov.
Con la información disponible al promediar noviembre, Opypa proyectó una productividad media del cultivo de 4.000 kilos por hectárea, aunque aclara que podría ser superior ante el avance de la cosecha. Esa misma línea es la que sostiene el ingeniero agrónomo Esteban Hoffman, de Unicampo Uruguay, quién señaló que la productividad promedio de la cebada podría ubicarse en torno de los 4.000 kilos por hectárea.
Al igual que en trigo, “las condiciones de radiación y de temperatura registradas en el período crítico fueron extremadamente favorables” para sorprender con los “rendimientos y calidad”, dijo Hoffman. Previo a la cosecha las industrias advirtieron problemas de calibre y calidad y flexibilizaron algunos parámetros.
Alberto Bouvier, de Copagran Colonia, región que tuvo fuertes inconvenientes con la falta de lluvia, dijo que allí el rinde promedio de la cebada fue de 4.300 kilos por hectárea, incluyendo las variedades europeas y nacionales, con buena calidad e incluso con bonificaciones por proteína. El nivel de rechazo del cereal no superó el 2%. El año pasado la productividad fue de 4.100 kilos por hectárea y hace dos zafras se logró el récord de 4.700 kilos, recordó.
A nivel nacional los niveles promedio de rechazo estuvieron en 7% para el caso de Ambev y en 12% en el caso de Mosa; el año pasado fueron más del doble. De todas formas, Opypa señala que existe la probabilidad de que las malterías requieran importar cebada durante 2023, para compensar el menor volumen de producción, por una menor superficie sembrada. La capacidad instalada de la industria nacional llegó en 2022 a 460.000 toneladas de malta, lo que implica la necesidad de al menos 630.000 toneladas equivalente chacra.
Opypa marca que el presupuesto desafiante por la suba de los insumos (ver página 20), implicó a los productores ejecutar la siembra con estrategias comerciales adecuadas, para cubrirse de los vaivenes de precios. Este sería el quinto año consecutivo con márgenes positivos a nivel de productor, luego de la mala campaña de 2017/18. Por lo tanto, se estima un margen promedio positivo, aunque inferior al de la zafra anterior. Se ubicaría en torno de US$ 250 por hectárea.
En el cultivo de cebada las industrias malteras juegan un rol fundamental, dado que a partir de su capacidad instalada de procesamiento, definen el tamaño del negocio y el área a sembrar. Al tiempo que la apertura del mercado chino para la exportación de cebada FAQ, independiza y flexibiliza el negocio respecto a dicha capacidad industrial, posibilitando a las industrias canalizar la materia prima excedente o que no cumple con la calidad requerida para industria.
Asimismo, viabiliza una mayor participación de empresas comercializadoras independientes, por fuera de los contratos con las malterías, las cuales han ampliado su incidencia en el negocio, indicó Opypa.
La empresa, que tiene 48 años de experiencia en el mercado, potencia su presencia en el sector, vinculando diferentes orígenes genéticos con servicios para el productor
Con 48 años de experiencia en el mercado, Greising y Elizarzú (GyE) ha concretado nuevas inversiones en su planta de procesamiento y suma nuevos cultivares a su portafolio de productos. “Una de esas inversiones es la incorporación de una tercera línea de procesamiento, con la cual vamos a mejorar los tiempos de entrega y el servicio de logística, que es un factor muy importante para nosotros”, informó a VERDE el ingeniero agrónomo Carlos Dalmás, gerente general de GyE.
A su vez, sostuvo que en el caso de soja sumarán otro punto de entrega de semillas y otro punto de inoculación. Asimismo se comenzará a brindar un servicio de maquinación de especies forrajeras a terceros, que “es un servicio histórico en la empresa, que no lo estábamos haciendo porque no teníamos disponibilidad de espacio”, explicó.
Con respecto al incremento del portafolio de productos, Dalmás dijo que ese era un objetivo de GyE. Además de soja y cebada, se sumaron otras especies y servicios asociados.
Recordó que en cebada la oferta se basaba en materiales para exportar a China, y en variedades de forrajeras, como Attika, que se utiliza para grano húmedo, para exportación o para embolsar seca. Asimismo, se han sumado otros materiales como Forman, que aporta “mayor productividad”, y que “está más orientado para cebada de exportación”.
Dalmás comentó que “otra inquietud era completar la paleta de productos para invierno”, por lo cual, mediante una asociación con Semillas y Compañía, GyE logró acceder a la genética de la francesa RAGT. “Eso nos permitió presentar materiales de colza invernales de ciclo más corto de las que había en el mercado”, informó, al tiempo que ese año se lanzó el nuevo trigo RGT Quiriko.
El gerente general de GyE destacó que RAGT “nos permitirá seguir accediendo a genética de punta”. El año pasado, en el campo experimental de GyE en Colonia Valdense, se evaluaron 17 nuevos materiales de trigo. “El objetivo es continuar con las evaluaciones para dar pasos firmes y seguir lanzando materiales al mercado”, comentó. Luego de las evaluaciones en el campo experimental, la empresa decide qué materiales se envían a la evaluación oficial.
Sobre la genética RAGT en trigo, destacó que lo fundamental antes de lanzar un material “es estar seguros de que no tenga problemas sanitarios; y luego conjugar eso con el potencial de rendimiento, que “RGT Quiriko lo viene confirmando en las chacras”, dijo.
Además, sostuvo que es importante “romper el preconcepto de que el trigo francés tiene mala calidad”. Aseguró que este trigo “está mejorando los niveles de peso hectolítrico (pH) respecto a los materiales franceses que están disponibles en el mercado uruguayo”. A la vez, alcanza “mayores niveles de proteína”, afirmó. De todas formas, resaltó que al tener un alto potencial de rendimiento, “requiere un manejo especial, con una fertilización nitrogenada acorde a esa productividad”.
Sobre los niveles de rendimiento aseguró que está “sorprendido por lo que nos muestran los clientes”, ya que ninguno está por debajo de los 5.000 kilos por hectárea (kg/ha). Agregó que incluso algunas chacras superan los 6.000 kg/ha, por lo que –en promedio– los rendimientos rondan los 5.500 kg/ha. “Nos sorprende muchísimo, porque esperábamos que debido a los pocos milímetros de agua que cayeron durante el ciclo del cultivo, los rendimientos fueran más bajos”, acotó.
En colza, Dalmás señaló que se observa una gran variabilidad productiva, donde la fecha de siembra fue un factor clave, pero en la mayoría de los casos lo cosechado estuvo por encima de lo previsto en setiembre y octubre. A la vez, las colzas invernales que se trillan más tarde logran un rendimiento extra.
GyE participa del mercado con los materiales RGT Cuzzco y RGT Muzzical, híbridos invernales de ciclo corto, cuya genética está orientada a buscar productividad y buen contenido de aceite.
Para Dalmás la productividad en colza irá mejorando. “Con los precios de ahora se necesitan más kilos para que el negocio cierre y aporte un margen”, comentó. Por esta razón, consideró que el productor buscará materiales que obtengan mejores resultados desde el punto de vista productivo.
A su entender, en ese punto los híbridos “tienen un plus”, y estimó que de a poco el productor va a ir orientándose a la incorporación de híbridos. En relación a la duda de si los materiales invernales superarán en rinde a los primaverales, dijo: “por lo que vemos en las chacras, estimamos que estarán varios kilos por encima”.
SOJA
El gerente general de GyE señaló que durante el último año la empresa sumó nuevos materiales al portafolio de Sojas Cardinal, marca con la que opera en el mercado uruguayo. Recordó que para la zafra pasada se lanzó el material GE 601 STS y afirmó que “todo productor que lo probó repitió”, ya que “tiene un altísimo potencial de rendimiento en siembras de primera y de segunda”.
A su vez, señaló que se lanzó la variedad GE 582 ci, “un material de grupo de madurez 5 medio, con alto potencial de rendimiento y estabilidad”. También “lanzamos unas pocas bolsas del material GE 622, que está pensado para campos de potencial medio”, agregó.
El portafolio se complementa con GE 590, que “todavía tiene su lugar” en el plan de siembra de los productores, “por ser la variedad más adaptada a los ambientes de Uruguay”, afirmó.
Además, continúan los materiales GE 734, “de ciclo largo, que viene con un gran desempeño”; GE 684 ci, una variedad “con mucha plasticidad”; y GE 616, un material con tecnología Intacta, enumeró.
Dalmás se mostró muy optimista con los nuevos lanzamientos, y remarcó el interés del productor, que se vio reflejado en el aumento de la demanda. “En esta zafra la venta de semillas de soja se incrementó un 15% frente a la campaña pasada”, subrayó.
También informó que en el plan de inversiones de GyE se encuentran: una cosechadora experimental y una sembradora para hacer ensayos en macro parcelas de una hectárea, con el objetivo de generar una base importante de ensayos. “Hacemos varias repeticiones y buscamos que se crucen muchos ambientes”, puntualizó.
Además de los ensayos que se realizan en los departamentos de Colonia y Soriano, “este año estamos buscando hacer ensayos en la zona centro y en el este del país, que “era un tema pendiente para la empresa”, acotó.
Desde el lanzamiento de la marca Semillas Cardinal –hace 11 años–, la empresa buscó ofrecer buena genética, asociada a un servicio diferencial. “Se comenzó con la entrega de la semilla en el campo, cuando el productor la requiera; el seguro de resiembra; el servicio de inoculación; entre otros. Todos esos servicios vienen funcionando muy bien y continúan con la oferta de productos”, concluyó.
La muestra se realizará en la Rural del Prado, con exposición genética de razas lecheras, charlas, actividades de capacitación, propuestas tecnológicas y comerciales, entre otras
Mercoláctea llegará a Uruguay los días 1°, 2 y 3 de junio del año 2023, en la Rural del Prado. Se trata de una muestra que ha sido referente en Argentina durante 15 años, transformándose en una cita obligada de productores e integrantes de la cadena láctea. El lanzamiento contó con la presencia del secretario de Presidencia de la República, Álvaro Delgado; del ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos; del subsecretario de esa cartera, Juan Ignacio Buffa; y del embajador argentino en Uruguay, Alberto Iribarne; además de los directores de Mercoláctea Argentina, Aldo Ferrari; y de Uruguay, Juan Luis Dellapiazza.
Mercoláctea Argentina fue la exposición lechera referente del Mercosur, actividad que contó la participación de integrantes de la cadena láctea de Uruguay, así como conferencistas destacados de la región y del mundo, y con ese objetivo transitará la muestra que se llevará a cabo en junio del próximo año, actividad que fue declarada “de interés nacional y ministerial por parte del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).
En el lanzamiento de la muestra, considerada “el gran evento de la cadena láctea”, Delgado remarcó la importancia de esta actividad, resaltando que “Mercoláctea Uruguay será una gran oportunidad de demostrarle al mundo la capacidad tecnológica, genética y productiva de la lechería nacional”. A su vez, valoró que la exposición se desarrolle en Montevideo, ya que consideró que es una oportunidad de “generar conciencia agropecuaria y demostrar lo que impacta este sector en lo económico y en lo social”, a través de la generación de muchos puestos de trabajo.
El secretario de la Presidencia destacó que las exportaciones del sector lácteo tuvieron un incremento de 28% en dólares y 7% en volumen, y remarcó el valor social de la lechería. “No hay sector productivo que derrame más socialmente en todo su proceso que cualquier exportación de productos lácteos”, afirmó.
Delgado señaló que la realización de Mercoláctea Uruguay será una oportunidad para situar a la lechería del país “en primera plana, en la capital, en un evento donde trataremos de mostrar lo mejor que hacemos y aprender lo que otros hacen mejor, capacitando a la gente”.
El evento contará con una muestra ganadera en la que participarán las tres razas lecheras que se crían en el país: Holando, Normando y Jersey, que tendrán la oportunidad de demostrar todo su potencial genético en las pistas bajo techo. A su vez, habrá un Seminario de Capacitación, que será uno de los más grandes que tendrá el complejo lácteo en Uruguay, dado que contará con destacados conferencistas locales e internacionales. Asimismo se realizarán giras técnicas para los visitantes extranjeros y locales, un Encuentro de Mujeres Rurales y un Salón de Quesos, entre otras actividades.
Mattos destacó la importancia que este tipo de eventos tiene para la lechería, así como su rol de “inserción social en el territorio”. A su vez, valoró que la cadena láctea está integrada, que apuesta a la excelencia, a mejorar los patrones de calidad y el cuidado sanitario.
Mattos recordó que Uruguay es el mayor exportador de productos lácteos en América Latina, al tiempo que resaltó la diversificación de mercados que hoy tiene el sector, ya que sus productos se comercializan en destinos como Asia, África, Medio Oriente y en el Mercosur.
El secretario de Estado consideró que “hay enormes oportunidades de mejorar el desempeño productivo e industrial de nuestra lechería”, razón por la cual valoró la iniciativa de desarrollar este evento en Uruguay.
El director de Mercoláctea Argentina, Aldo Ferrari, remarcó que durante más de 15 años la muestra “fue un espacio de integración, donde la lechería argentina se expresaba a nivel nacional; y con ese objetivo queremos que la lechería uruguaya también se exprese en esta muestra”.
A su vez, sostuvo que el evento es una plataforma para que todos los eslabones de la cadena se vinculen, y que “todos puedan conocer cuánta gente hay detrás del litro de leche que se compra en la góndola de un supermercado”.
Por su parte, Dellapiazza –director de Mercoláctea Uruguay– remarcó la importancia de poder llevar adelante en el país un evento de estas características que, además de la muestra ganadera, capacitaciones y giras técnicas, contará con una muestra comercial y ronda de negocios, en un predio especialmente acondicionado para la exhibición de empresas e instituciones relacionadas con el rubro, donde se apuntará a la exposición de tecnologías, maquinarias e insumos, entre otros.
“Uruguay tiene mucho para mostrar”, aseguró, al tiempo que destacó que Mercoláctea será una instancia para mostrar las novedades del sector, además de las ventajas que tiene el país como destino para diferentes inversiones y el turismo.
Dellapiazza explicó que se eligió el predio de la Rural del Prado para esta actividad, debido a las comodidades que tiene para los animales, para quienes trabajan con ellos, el jurado y el público, así como la oferta hotelera, pero no descartó que en futuras ediciones Mercoláctea Uruguay se realice en el interior del país.
Por último, el director de la exposición agradeció el apoyo de las sociedades de criadores de Holando, Normando y Jersey, y remarcó que debido a que la actividad se realizará en invierno, las juras se llevarán a cabo bajo techo, asegurando el confort de los animales y del público.
A su vez, señaló que la capacitación siempre ha sido un distintivo de Mercoláctea, por lo que en esta oportunidad será una de las instancias “más grandes que tendrá el complejo lácteo en Uruguay”. En tal sentido, explicó que serán tres días de capacitación técnica apuntando a todos los integrantes de la cadena lechera en diversos temas. La propuesta se titula La lechería en el siglo XXI: las claves para una producción sustentable y exitosa.
También se destacarán actividades sobre desarrollo humano; charlas sobre enfermedades podales; bienestar animal; la importancia de construir equipos de alto desempeño; y un taller sobre liderazgo.