AAD impulsa un proyecto piloto de represas multiprediales en Soriano
UTE generará un plan maestro que asegure la disponibilidad de energía eléctrica que requiere el proyecto y el BROU será la principal palanca financiera de esta iniciativa.
Con el objetivo de contar con sistemas adecuados de riego y abastecimiento de agua para la producción, la instalación de represas multiprediales es uno de los emprendimientos en los que se encuentran abocados algunos grupos de empresarios del agro.
En ese sentido, hubo una reunión entre representantes de la Asociación Agropecuaria de Dolores (AAD), el Banco República (BROU), personal técnico de UTE e integrantes de empresas vinculadas al sector y al riego. Este primer encuentro “deja mucho trabajo por delante y muchísima expectativa”, dijo a VERDE el secretario de la directiva de la AAD, Enrique Carlos Oyharzábal.
Participó también en esa actividad el exministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Tabaré Aguerre, quien fuera impulsor de ese tipo de iniciativas y de la elaboración del proyecto de ley relativo al riego en 2017, durante la administración del segundo gobierno del presidente frenteamplista Tabaré Vázquez.
“Lo más importante es que se está reglamentando esa ley, que permitirá tener el marco jurídico en el cual basar todo el sistema de represas multiprediales con un altísimo impacto ecológico, productivo y económico”, señaló.
Advirtió de la necesidad de contar con una “base legal muy sólida para que no traiga problemas. El MGAP está involucrado en ese proceso de reglamentación, pero es muy importante que los productores y el sector privado también estén al tanto de los avances. Estamos intentando formar parte del proceso”, comentó.
El productor señaló que las represas multiprediales se instalarían sobre la cuenca del río San Salvador, en el departamento de Soriano. “Hoy prácticamente no hay agua superficial disponible para riego, al contemplar el río San Salvador y arroyos cercanos, y no se están otorgando nuevas tomas para riego”, afirmó.
Los planes prevén la conformación de “algunos embalses sobre el río San Salvador y otros en arroyos que son afluentes”, adelantó Oyharzábal.
Indicó que esa cuenca “está regando” actualmente “entre 4.000 y 5.000 hectáreas”. Esa es la “capacidad máxima” del río San Salvador en este momento, y “si estos proyectos de represas para riego se instalan en al menos un par de puntos, entonces esa cuenca puede llegar a quintuplicar su capacidad de riego”, estimó.
El secretario de la AAD valoró que “la tecnología del riego es la más disruptiva” que se puede implementar en los sistemas de producción, porque es como “colocarle doble piso al campo. Y consideró que “incorporarle riego a esa superficie generaría un impacto productivo muy importante”.
LOS AJUSTES
Otro tema en discusión entre los estudios previstos es la condición de propiedad de la tierra donde se instalarán las represas, un asunto que se considera clave y sensible. “Hay muchas voluntades que se deben juntar: la del dueño de la tierra que se va a regar, la del dueño de la tierra donde se va a embalsar, la del agricultor que riega y está interesado en la tecnología. Estamos hablando de áreas importantes, por lo que abarca a muchas personas. No todos pensamos igual y no a todos les interesa regar ni contar con agua en el campo”, comentó.
Los próximos pasos “requerirán de tiempo”, pero el directivo de la AAD señaló que “hay voluntades” para arrancar a “trabajar sobre un punto de represamiento que hoy en día parece ser el más eficiente, por la cantidad de hectáreas que se podrían regar, por los movimientos de tierra que demandarían, por la captación de agua en la cuenca y también por la facilidad de instalarle la corriente eléctrica”.
Explicó que la idea es comenzar con ese primer emprendimiento, que sirva como plan piloto para evaluar los resultados y a partir de allí replicarlo en otros lugares.
“UTE está pensando en generar un plan maestro, con una línea gigante de la cual bajen pequeñas líneas hacia los bombeos primarios y secundarios, con la potencia adecuada para que no haya inconvenientes al regar, evitando lo que sucede hoy, cuando las líneas se van estirando y se generan problemas”, destacó Oyharzábal luego del encuentro.
En cuanto al protagonismo del BROU en este emprendimiento, el productor enfatizó el propósito de lograr que el banco estatal sea la “principal palanca y promotor” del proyecto de las represas multiprediales. Esa es “la idea que nos dejó arriba de la mesa” la representación de esa entidad bancaria en la reunión, sostuvo.
Habló sobre diferentes posibilidades que se manejan para sostener el financiamiento de los planes de inversión en estudio, como la conformación de un fideicomiso o créditos individuales.
Si bien no está definido el monto que demandará ese plan de riego multipredial, el directivo de la AAD dejó claro que “no se trata de una inversión pequeña, por lo cual hay que tener claro la financiación, el repago y las garantías”.
En relación a ese punto, uno de los temas planteados en el encuentro fue la forma de explotación agrícola que tiene Uruguay, que comprende una gran parte de tierras arrendadas o en uso bajo otras condiciones de contrato, que no implican que sea el productor el mismo propietario del campo. “Vamos a tener que ser muy imaginativos para encontrar las figuras legales y jurídicas que nos den sustento y respaldo a todos. A la vez, tienen que adaptarse al proyecto y a la reglamentación de la ley”, admitió.
También se refirió a la visión de Aguerre sobre este tema, ya que el exministro es productor arrocero y tiene gran experiencia en manejo del agua en la producción. “Él es quien va a liderar la parte técnica de todo este proyecto”, anunció.
Para 2023 la parte fundamental del plan es contar con la reglamentación de la ley de riego ya finalizada, y a partir de allí avanzar en las próximas etapas, que pasan “por unir las piezas del rompecabezas, que permitan tener en algunos años un gran embalse para poder incrementar la superficie regada”.
Afirmó que “hoy estamos convencidos de que se debe regar más área, porque es como ponerle un segundo y un tercer piso a la producción”. Puso el ejemplo del maíz, que al tener riego logra un incremento de “entre 70% y 100%” en la productividad. “Eso nos pone a la par de los rindes obtenidos en los suelos promedio de Estados Unidos; mejora la competitividad de la agricultura”, resaltó.
Sobre las condiciones financieras para sostener un emprendimiento de riego con estas características, el secretario de la AAD destacó que “regar aumenta mucho la productividad, por lo que se incrementa también la rentabilidad. La inversión tiene que ser rentable y tener una capacidad de repago que permita dar el paso”, sostuvo.
Nota de Revista Verde N°105