Agricultura

Proponen generar información nacional sobre el encalado de suelos

28 de septiembre de 2021

La AAD presentó el proyecto Encalado, que llevará adelante junto a Unicampo Uruguay, durante cuatro años, con el fin de enfrentar el proceso de acidificación de los suelos

La Asociación Agropecuaria de Dolores (AAD) presentó el proyecto Encalado, que llevará adelante con Unicampo Uruguay, y que tendrá una duración de cuatro años. La presentación fue realizada por los ingenieros agrónomos Diego Guigou y Juan Manuel Erro (ambos de la AAD) y Esteban Hoffman (de Unicampo); participaron el subsecretario del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Ignacio Buffa, y el director de Servicios Agrícolas, Leonardo Olivera.

Guigou dijo a VERDE que este proyecto que apunta a la investigación del encalado de suelos –denominación de la tecnología que busca neutralizar su acidez– “es muy importante para la AAD, porque se trata de una problemática que viene avanzando. Hoy se observan niveles de pH por debajo de 5,5, mientras que en muchos lugares del mundo donde se producen los mismos productos no bajan de 5,8 o 6”.

 “En nuestro caso la acidificación se da por la intensificación del sistema y el manejo realizado. Por eso, el objetivo es generar información con la realidad uruguaya, que es distinta a la de otros países”, explicó.

Destacó el apoyo de los auspiciantes, que es “fundamental” para la financiación del trabajo, que demanda “una inversión importante”. La bibliografía señala que para levantar 0,4 o 0,5 el nivel de pH “habría que encalar con 2.000 kilos por hectárea, con la cual ya se parte de una inversión de US$ 200 por hectárea”, dijo.

Unicampo Uruguay realizará los ensayos en 10 chacras de productores, ubicadas en la zona de Dolores (Soriano). “Se descartaron suelos con valores de pH por encima de 5,4”, dijo Guigou, pero se le dará prioridad a los suelos con aluminio intercambiable y una alta intensidad agrícola. Los ensayos comenzarán en esta zafra, con la soja de primera, y luego se incluirá el resto de los cultivos de invierno y verano”.

Advirtió que la logística “puede ser un cuello de botella”. La agricultura uruguaya ocupa más de 1 millón de hectáreas, y “entre el 30% y 40% está mostrando síntomas de acidez, y seguramente se irán sumando más hectáreas en el correr de los años. Si tenemos que aplicar 2.000 kilos por hectárea habrá un desafío logístico muy importante. También hay que buscar el momento ideal, saber con qué máquina aplicar, entre otras cosas”, advirtió.

Explicó que el trabajo de encalado “nos hace cortar un año de siembra directa, pero necesariamente tiene que ser incorporado, porque si no se vuela”. Y resaltó que se trata de una problemática que “podemos resolver con productos nacionales”.

El hecho de tener suelos ácidos incide en la disponibilidad de los nutrientes y en el comportamiento de los cultivos, según la bibliografía científica. “Levantando el pH estaríamos bajando los niveles de fertilización; esa es la hipótesis y es lo queremos demostrar”, explicó.

Guigou dijo que es muy importante tener datos para generar información. “Hubo productores que tomaron la iniciativa de encalar, pero en esos casos es muy difícil realizar una investigación profunda. La apuesta del proyecto es grande, porque busca comprobar muchas cosas”, comentó.

Por su parte, Erro recordó que la AAD “planteó a las autoridades la inclusión del encalado en la Comisión de Aplicación de la Ley de Inversiones (Comap), algo muy importante, porque se trata de una práctica costosa, que no es gasto sino inversión”.

Señaló que este proyecto “busca tener validez nacional, y persigue el objetivo de calibrar las dosis a utilizar y el tiempo que perdura la corrección del pH luego del encalado. Esto es muy importante, porque al saber los tiempos podremos tener clara la amortización de la inversión”.

Erro agregó que la bibliografía en el mundo muestra resultados muy buenos resultados productivos. “Estamos muy entusiasmados en ese punto, pero también en el ambiental, porque creemos que al corregir pH tendremos más nutrientes disponibles, que hoy están siendo retenidos. Si somos más eficiente por unidad de nutriente, tendremos un impacto económico positivo pero también ambiental”, afirmó.

Buffa recordó que desde el comienzo de la actual gestión se ha puesto foco en el encalado, porque se trata de una tecnología que, “con la problemática de acidificación de los suelos, puede ser muy beneficiosa”. 

En ese sentido se promovió la inclusión en los proyectos de la Comisión de la Comap, “como una inversión elegible y eso creemos que es bien relevante”. 

Hoy el encalado “ayuda a puntuar la inversión”, pero si solo se hace un proyecto de encalado no se puede  deducir el Impuesto a las Rentas de las Actividades Económicas (IRAE) y, por lo tanto, estamos trabajando con el Ministerio de Economía y Finanzas para que se contemple como inversión. Es una tecnología que no puede considerarse gasto, porque se amortiza en varios años”, consideró.

El proyecto de la AAD “surge de actores privados, que han visto que es necesario ajustar la tecnología para que se pueda masificar”, valoró el subsecretario. Agregó que para el MGAP “es muy importante participar de estas iniciativas, porque es parte de la construcción que apunta a mejorar la competitividad de la agricultura, una actividad relevante, que mueve la economía del país”.

Nota de Revista Verde N°95

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