Ganadería

La actualidad del negocio ganadero con la nueva relación de precios

24 de mayo de 2022

Ese fue el título de la charla organizada por Goyaike, a cargo del ingeniero agrónomo Diego Varalla, socio de la consultora Apeo

“En momentos de incertidumbre, 20% es el capital hacienda y el 5% es el capital de giro que se necesita para llevar adelante el negocio”, puntualizó Diego Varalla, director de la consultora Apeo, en el marco de la charla denominada El negocio ganadero con la nueva relación de precios, organizada por Goyaike (la plataforma agropecuaria de Pérez Companc, que en Uruguay cuneta con: Frigorífico San Jacinto, Garmet y Del Carmen) en Expoactiva.

El ingeniero agrónomo sostuvo que, “más allá de si los márgenes dan o no, las empresas agropecuarias ya ganaron en valorización de la tierra, que es su principal activo”, y que también “ganaron en el 20% de la plata que tienen arriba de la tierra, que es la hacienda”.  [um_loggedin]  

“Hoy todos los que tienen ganado son más ricos que hace cinco meses atrás, aunque todavía no lo vean en la caja. En las empresas familiares dicen mucho: yo no voy a vender, no importa, pero sos más rico, porque tu empresa tiene más capital”, enfatizó.

Dada la fuerte valorización, hay un resultado por tenencia, explicó Varalla. “Puedo tener un resultado operativo cero, pero cuando cierro balance tengo más patrimonio, una evolución patrimonial positiva. Entonces, no es del todo determinante tener un escenario de precios al alza, porque aún produciendo un poco mal, el balance te defiende”, dijo. 

Recordó que “esto ya pasó, y cuando se cortó el precio del novillo tuvo una leve tendencia a la baja, que duró hasta 2017. Cuando tenés el precio que está estable y el balance no te defiende, con una evolución patrimonial que es cero, tenés que producir y producir bien. Pero si tenés evolución de precios, con resultado por tenencia y además produces bien, es cuando la empresa realmente se despega”.

Tendencia alcista 

Mientras mostraba al público una gráfica con la evolución del precio del ganado gordo en los últimos años, señaló que “quitando la caída de precios por el covid, vemos que es una tendencia alcista que viene desde 2019. Observó que desde el año 1999, después de las subas, no hubo grandes bajas. Si bien el precio ha bajado, enseguida se recuperó”.

Además, confirmó una correlación entre los precios de la tonelada de carne vacuna de exportación y el precio del ganado a faena en el mercado interno. 

Destacó que en 2021 se incrementó mucho el volumen de exportaciones y además subió el precio, pero puntualizó que para conseguir ese volumen de exportación tiene que haber una alta tasa de faena. 

Admitió que el “pero” de este escenario es el menor peso de faena. Indicó que en 2020 el peso promedio de los novillos faenados fue 510 kilos, en 2021 fue 501 y en lo que va de 2022 el promedio se ubica en 494 kilos. 

Por lo tanto, “para aumentar la tasa de extracción y aumentar los niveles de faena, lo que están haciendo los productores a estos precios es embarcar el ganado gordo, el gordito y lo flaqui-gordo. Todo se vende por precio. La pregunta es: ¿es sostenible?”, planteó Varalla.

Las relaciones históricas de precios

En función de las relaciones históricas, el socio de Apeo observó que en 2021 y en lo que va de 2022 el novillo gordo tiene US$ 0,30 en cuarta balanza de sobreprecio por encima de las relaciones históricas en función de la carne exportada.

“Esos US$ 0,30 de más los está perdiendo la industria en su valor agregado y se trasladan al sector productor. El valor agregado industrial (VAI) del novillo tipo tiene un promedio histórico de 23%, en 2021 fue 15% y en lo que va de 2022 el promedio se ubica en 14%. En este escenario de altísima faena, hay transferencia de precio por encima de las relaciones históricas del sector industrial al sector invernador”, afirmó. 

Varalla también hizo el análisis en valor absoluto y no en porcentaje. “En 2021 fueron US$ 200 por novillo, mientras que el promedio histórico fue US$ 250”, señaló. 

Y dijo que, considerando estos números, esperaría menos actividad industrial. “Estoy sorprendido con lo que se viene faenando, pero viene bajando el peso, ¿hasta dónde llegamos? ¿Cómo es la eficiencia de la industria con un animal más liviano?”, se preguntó.

El consultor también mostró el precio del novillo gordo dividido entre los distintos eslabones de la cadena cárnica, y señaló que el 28% le corresponde al criador que vende un ternero; el 57% al que compra un ternero y vende un novillo gordo; y 15% al VAI. “Toda la transferencia de valor de la industria la recibió el recriador-invernador y no la trasladó hacia el criador”, dijo. 

Caída del stock

Considerando los datos de 2021, Varalla afirmó que en el stock ganadero de Uruguay “ya tenemos una caída de 270.000 animales”. Y se preguntó si teniendo un menor stock, con un VAI bajo y pesos de faena inferiores, “¿es posible seguir adelante? ¿Hacia dónde van las fuerzas que se generan en el negocio?”.

Afirmó que todo este escenario es alcista, porque hay menos ganado para una faena que tiende a ser alta, para atender a un mercado internacional con una demanda alta.

Además, señaló que “hay bajo stock invernable”, y que además es bajo el peso de ese stock luego de la alta tasa de extracción. “A los ganados de campo les faltan 15 o 20 kilos del verano o primavera; las pasturas están deterioradas y con dos secas arriba; los precios de los insumos son altos, ¿los productores pagarán US$ 1.000 por la urea? ¿Harán un verdeo a US$ 550 cuando el año pasado lo hacían por US$ 350? Y además está el auge de los cultivos de invierno, con un margen alto”, planteó. 

Consideró que las vacas ya no pasarán por los puentes verdes, donde antes se invernaban y se hacía una poszafra hasta el inicio del barbecho, porque la agricultura estaba con un margen poco atractivo. “Esa vaca no va a pasar por ahí, y eso es menos oferta para la industria”, alertó. 

Relación ternero-novillo

Sobre la relación de precios ternero-novillo gordo, explicó que históricamente siempre hubo una correlación alta y positiva, así como en las demás categorías. Suele ocurrir que cuando el precio del novillo sube, el precio del ternero también sube. 

Pero considerando esas relaciones históricas y los precios actuales, “al ternero de US$ 3 hoy le faltan US$ 0,30. Pero también hay que tener en cuenta que el novillo gordo está inflacionado en US$ 0,30 frente a las relaciones históricas”, comentó.

Varalla también recordó el antecedente reciente, cuando a fines de 2019 el productor vendió ganado gordo a muy buenos precios y en 2020 comenzaron los efectos del covid en el mercado de la carne, bajó el precio del ganado gordo, pero “los productores inflacionaron el precio del ternero”.

Valor del kilo producido

Por otra parte, el director de Apeo analizó el precio implícito o el valor del kilo producido. Recordó que el año pasado fue 1,50 y este año se ubica en 2,47. “Eso quiere decir que hay US$ 1 más por kilo producido. Si un predio de ciclo completo, con 20% de pasturas, produce 150 kilos de carne, tiene US$ 150 más de producto bruto. Es casi dos veces el costo de estructura el valor del costo producido que tuvimos”, afirmó.

Así que, “por el lado del producto bruto vemos una mejora. Después tenemos que ver cómo repartimos ese producto bruto, de los insumos por ejemplo”. 

Ciclo de gestión

A modo de conclusión, Varalla se refirió al ciclo de gestión de una empresa. “En una empresa siempre hay que diagnosticar, todo el tiempo hay que evaluar alternativas, hay que evaluar y reevaluar siempre las decisiones, hay que ejecutar las decisiones y después monitorear, leer resultados y volver a hacer el ciclo de gestión”, comentó. 

Señaló que para lograr eso “es clave la organización empresarial. Parece algo simple, pero en un esquema de producción ganadera, en su mayoría familiar, la organización empresarial es algo que no está tan claro. En las empresas familiares muchas veces se confunden los roles”. 

“Es determinante que las empresas tengan planificación financiera y económica. Es decir: este proyecto lo puedo hacer si el flujo de fondos me aguanta, pero si después el flujo de fondos no me aguanta, no lo puedo hacer”, remarcó.

Señaló que “si no vendo nada de ganado o tengo una mala cosecha de soja en este semestre, por ahora lo único que hice fue poner US$ 1.000 en la urea y comprar los terneros a US$ 3 por kilo. Por ahora no gané nada, es todo expectativa, hay que concretar los flujos, tenerlos craneados”. 

Además, recomendó tener una planificación biológica. “Hay que tener un sistema de producción y saber qué va a pasar para adelante. Entonces, el dato de pesar individualmente a los animales no es decir: ganaron tanto y la producción de carne fue tanto. Lo relevante de ese dato es: con esa distribución poblacional de peso y la ganancia de peso que logro, ¿cómo es mi flujo de salida de animales? Eso me retroalimenta el círculo. La clave está ahí”.

También afirmó que “es importante tener alianzas estratégicas. Agachar la cabeza dentro de mi predio y trabajar solo, no es el camino. Hay que tener alianzas estratégicas inteligentes para levantar las limitantes que todos tenemos”.

Por último, comentó que las empresas ganaderas que trabajan con Apeo suelen estar integradas con la agricultura, y no funcionan como dos rubros aislados.  

Vea la conferencia

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Nota de Revista Verde N°100

7 - 21:10