Agrocentro y Nidera presentarán nuevas variedades en maíz y soja

By Cristina Fumero,

Agrocentro y Nidera presentarán nuevos productos para complementar el portafolio de maíz y soja, confirmó a VERDE Nicolás Arruabarrena, gerente general de Agrocentro. Recordó que “en maíz veníamos lanzando todos los años híbridos nuevos”, y comentó que “este año estamos cosechando el material NS 7818, que va a andar espectacularmente bien, y logró consolidarse como una de las mejores opciones en maíz de segunda”.

En cuanto a los lanzamientos, anunció que en maíz será el NS7921 Viptera 3 CL. “Un material que viene demostrando una excelente performance en nuestra red de ensayos en Uruguay y que venía con excelentes referencias de las evaluaciones en Argentina. Es el único híbrido que suma Víptera 3 con Clearfield, un mismo material con biotecnología para el control de insectos y malezas”, destacó. 

A propósito, subrayó que “es tope de gama en tecnología. Sirve para uso de glifosato, glufosinato e imidazolinonas, además de ser Viptera. Por lo tanto, mejora el control de las malezas problema de verano, como capín, gramilla, Setaria, Digitaria y muchas malezas de hoja ancha como Amaranthus”.

En soja anunció tres lanzamientos. Una es NS 5421 RR STS, variedad de madurez cinco medio, que “supera ampliamente los comportamientos de sus pares del mismo ciclo. En su primer año de evaluación en la red oficial INIA-INASE, en 2019, se posicionó 20% arriba de la media, y fue la de mayor rendimiento promedio en las tres localidades. Ya está validada en 54 ensayos medidos en la región y en Uruguay, dando 120 kilos de diferencia con los materiales premium más sembrados de la región, y 70% de probabilidad de éxito”.

Después se refirió a NS 5028, que también es RR STS, de ciclo cinco corto. “Es la de mayor potencial productivo del portafolio y seguramente de sus pares. Sirve para uso de glifosato y sulfonilureas, igual que la anterior, al ser STS. Es una variedad recomendada para ambientes de alto potencial y bajo riego”, detalló. 

Destacó que “productores que la están multiplicando quedaron muy conformes con su rendimiento y comportamiento al vuelco, por su porte. En 170 ensayos de la región, incluido Uruguay, está 200 kilos arriba de la media y 70% de probabilidad de éxito para su grupo de madurez. Estamos muy contentos e ilusionados con este material”. 

Arruabarrena dijo que “en su primer año de evaluación en la red INIA-INASE, en 2019, dio 10% arriba de la media de los ensayos, y fue la de mayor rendimiento promedio en su grupo en el promedio de las tres localidades”.

Y el tercer lanzamiento de Agrocentro y Nidera en soja será una variedad IPRO nueva, de ciclo seis corto: NS 6120 IPRO. “Es una nueva Intacta, que nos permite levantar los pisos de rendimiento. Tenemos 120 ensayos en la región y, en promedio, produce 100 kilos más que sus pares, y tiene 65% de éxito”, subrayó. 

Ensayos

Al mismo tiempo, comentó que Agrocentro y Nidera “tienen ensayos desde Cerro Largo a Colonia, desde Salto y Artigas hasta Lascano. Tenemos ensayos en las casas de nuestros clientes, en sus chacras, con sus mismos manejos, y todos los resultados de productividad se cargan en esta red regional, para recopilar información en nuestro ambiente, para todos los productos y así poder asesorar mejor”. 

Además, destacó que “somos la única empresa que tiene un centro de entrenamiento para soja y maíz. Este año no lo pudimos hacer por la pandemia, pero todos los materiales del portafolio se comparan con los más sembrados de la región, se ponen a prueba en base a densidades y a fertilización, trabajamos mucho para entender el comportamiento de nuestras variedades e híbridos”.

Agrocentro está focalizado en la venta técnica de pasturas, cultivos, agroquímicos y fertilizantes. “Nuestra fortaleza se basa en tres pilares: nuestro experimentado equipo de 17 técnicos distribuidos en todo el país, logística y servicio al cliente y asociaciones estratégicas con empresas líderes como PGG Wrightson Seeds, Nidera, Basf y otros. El objetivo es que nuestros clientes tengan sistemas rentables y sustentables en el largo plazo. Para eso trabajamos en genética, manejo y tecnología”, dijo.

Agregó que “nuestra venta técnica es el factor fundamental para que nuestros clientes saquen el mayor rendimiento utilizando el mejor paquete tecnológico para su situación particular. Acá es tan importante conocer cómo funcionan nuestros productos en los diferentes ambientes como entender sus necesidades y desafíos; conocer sus sistemas. Con estos dos factores nos adaptamos para proponer para cada situación el paquete tecnológico”. 

Cierre de un ejercicio dispar

Como Agrocentro se dedica a varios rubros, desde las pasturas, los cultivos de invierno y verano, incluyendo el arroz, además de su presencia en gran parte del país, tienen un panorama bien claro del ejercicio agrícola 2020/21. 

Arruabarrena comentó que “estamos cerrando un año con dos zafras de cultivos bien contrastantes. La cosecha de invierno pasada fue muy buena, impresionante y se captó parte de los buenos valores de los granos”. 

Por otro lado, la cosecha de verano “no fue como nos gustaría, y nuestros clientes no pudieron captar estos buenos precios, sobre todo en los cultivos de primera. Por suerte los de segunda van a andar mejor. Lo que sí vemos es a nuestros clientes con mucho mejor ánimo”.

Finalmente, Arruabarrena confirmó que Agrocentro volvió a crecer en el área de cebada y también señaló que “estamos con mucha demanda de semillas de trigo, superando lo que habíamos planificado. La variedad estrella del invierno fue Baguette 620”.

 

Jornada virtual el jueves 3, a la hora 18

Agrocentro y Nidera realizarán una jornada el jueves 3 de junio, desde la hora 18, que se transmitirá en vivo por el canal de YouTube de la empresa. La actividad tendrá el título: ¿Cómo capitalizar los buenos precios? Allí expondrán: el ingeniero agrónomo Andrés Nogueira, de Nidera, quien se referirá a los cuatro productos de lanzamiento, detallados en este artículo (ver texto principal); el economista Alfonso Capurro, gerente de CPA Ferrere, quien expondrá sobre la economía pospandemia, el rebote del crecimiento global, el desarme de los estímulos y el precio de los commodities; y Ricardo Sosa, director de Monitor Agrícola, sobre el mercado de la soja y el maíz en 2021.

Nota de Revista Verde N° 93

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Uruguay trabaja en crear un índice integrado de impacto ambiental para la ganadería

By Cristina Fumero,

Desde INIA destacan trabajos científicos de calidad, que avalan que la ganadería local no destruye el ecosistema, lo preserva, mantiene el agua limpia y secuestra carbono

Uruguay trabaja en la creación de un índice integrado de impacto ambiental de su ganadería, informó a revista VERDE el vicepresidente del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), doctor Walter Baethgen. Comentó que en Uruguay “existe un par de proyectos que me tienen muy entusiasmado. Uno de ellos se hace en colaboración con el Instituto Nacional de Carnes (INAC), a través del cual se está midiendo la biodiversidad en distintos establecimientos ganaderos. Se mide el carbono, diversidad de plantas, de animales y calidad del agua. Eso da la idea de cómo se produce carne en los predios ganaderos”. 

Pero reconoció que “eso resulta imposible de hacer en todos los establecimientos ganaderos de Uruguay. Sin embargo, se refirió a otro proyecto que lideró el gerente de investigación de INIA, José Paruelo, en el cual “se combinan imágenes satelitales con informaciones relativamente fáciles de recabar. Así se permite la creación de un índice integrado de impacto ambiental”, explicó. 

Planteó que “lo que hay que hacer es tomar esa metodología, que sí se puede aplicar para todo el país, y verificar que los números que nos están dando esos satélites coincidan con los del campo, a nivel de productor”.

Destacó que “Uruguay tiene la bendición de tener un sistema de trazabilidad del 100% de los bovinos. Se puede decir que un ternero nace en un predio y con este indicador mido el impacto ambiental, se recría en otro predio donde también se puede medir cuál es el impacto ambiental y se engorda en otro. Y cuando llega al frigorífico tengo toda la historia, desde que nació hasta que terminó en el gancho. Y le puedo poner un sello verde si tiene un índice de impacto ambiental bueno. Esto lo podemos tener en muy poco tiempo, mucho antes de cinco años”.

Dijo que “ahora hay que empezar a juntar algunas piezas. Afinar un poco más las cosas, agregar algo más de información para que esa relación entre la información del satélite y lo que me dice del campo, nos permita medir un poco mejor la huella de carbono”. 

“Mi enfoque, en cualquier cosa científica en la que he trabajado, es que se va avanzando de a pasos. Hoy estamos en cero. Pasemos de cero a uno. En algún momento vamos a estar en 100, pero uno es infinitamente mejor que cero. No esperemos estar en 10 para empezar a hacer público entre los uruguayos este tipo de información”, enfatizó el vicepresidente de INIA.

Sostuvo que Uruguay, al ser un país netamente exportador de productos agropecuarios, y al tener pequeña escala de producción, debe encontrar nichos de mercado dispuestos a pagar más por un producto diferenciado. 

UNA GANADERÍA DISTINTA

Señaló que si bien en el mundo se habla de la ganadería como si tuviera un único sistema de producción, insistió en que hay diferentes tipos de producciones ganaderas. “Hay una producción de carne que llega a un bosque tropical, lo corta, lo quema, planta una pastura y allí produce. Eso tiene un impacto ambiental completamente diferente al de un sistema como el uruguayo, donde el 90% de la carne se produce en pasturas naturales, que siempre fueron pasturas. Acá no se cortaron bosques para plantar pasturas, sino que hace decenas de miles de años que las tenemos. Se trata de un ecosistema natural que si no tuviera animales se degradaría”, aseguró. 

Por lo tanto, la producción ganadera uruguaya, que fundamentalmente se basa en ese sistema, “tiene un impacto ambiental absolutamente diferente al de un sistema que se basa en cortar árboles, quemarlos y plantar la pastura, o en condiciones estabuladas que necesitan otras cosas”, afirmó el investigador.

Medir la huella ambiental integrada

El vicepresidente de INIA dijo que normalmente se habla de medir la huella de carbono, cuántos gramos de CO2 se emiten para producir un kilo de carne, pero planteó: “¿por qué no pensamos en una huella ambiental integrada? Que sea de carbono pero también de biodiversidad de plantas, de animales, de agua y de otros servicios que son beneficiosos para la humanidad”. 

Comentó que en Inglaterra o Francia, en un envase de leche dice, por ejemplo, que la huella de carbono para producir ese producto es de 400 gramos. “Eso hoy es algo interesante, pero mañana puede ser una barrera no arancelaria, o te puede abrir la puerta en un nicho de mercado que está dispuesto a pagar más. Está buenísimo medir la huella de carbono, hay que medirla bien, se están haciendo cosas en INIA para afinar cómo medimos”, dijo. 

Sostuvo que “Uruguay tiene oportunidades buenísimas para hacer eso. Esto puede ser importantísimo desde el punto de vista comercial, y por eso es fundamental tener buena ciencia que apoye estas cosas”.  

INVESTIGACIÓN URUGUAYA

Baethgen comentó que hace poco tiempo, cuando entró a la junta directiva de INIA, “me puse a revisar lo que había en Uruguay, sobre todo en relación a la producción ganadera, y me encontré con una cantidad de trabajos muy buenos, que están publicados en revistas científicas internacionales de primer nivel, revisadas por pares, de gran impacto en la comunidad científica, y que en Uruguay se conocían poco”. 

Afirmó que “fue una sorpresa muy linda ver que hay trabajos de investigación que son muy buenos, muchos de los cuales fueron generados en INIA, otros en la Universidad de la República, así como en otras instituciones”.

“Fue así que, con Paruelo, nos propusimos tomar algunos de esos trabajos y resumirlos en un documento entendible y accesible para los agrónomos que trabajan como asesores de productores. Hicimos un documento sencillo, donde se muestran unos pocos grandes mensajes. El primero es que la producción de carne no destruye un ecosistema natural sino que, por el contrario, se hace conservando el ecosistema natural, que se llama pastizales o pasturas naturales. Además, es uno de los ecosistemas naturales más amenazados del mundo. Entoces, se produce carne manteniendo el ecosistema natural, y la ganadería uruguaya preserva un ecosistema natural amenazado”, señaló.

El segundo mensaje es que la ganadería en Uruguay “genera servicios que son beneficiosos para el ser humano, que en lenguaje científico se llaman servicios ecosistémicos. Eso quiere decir que al mantener este ecosistema natural, el agua de los sistemas donde hay mucho campo natural es más limpia, se mantiene la biodiversidad, que es de las cosas que más se busca, porque tiene 500 o 600 especies diferentes. Y además se mantiene la biodiversidad de la fauna, donde hay grandes áreas de campo natural y hay muchos más tipos de animales e insectos”. Y agregó que, en algunos sistemas, además de tener agua limpia y mantener la biodiversidad, se secuestra carbono. 

CAMBIO CLIMÁTICO

El vicepresidente de INIA sostuvo que “el problema que tenemos con el cambio climático es que se han estado emitiendo gases con efecto invernadero. Explicó que uno de los peores gases es el dióxido de carbono (CO2), “pero ese es el mismo gas que utilizan las plantas para hacer fotosíntesis y producir biomasa, entonces, los sistemas están en equilibrio. Y cuando un sistema está en equilibrio hay tanta cantidad de carbono que se está emitiendo como la cantidad que se le fija”. 

Entonces, “si partimos de situaciones como las de campos que están sobrepastoreados y empezamos a manejar bien las pasturas, durante varios años, esas pasturas van a estar secuestrando CO2 de la atmósfera, pasándolo al suelo y aumentando la materia orgánica frente a la cantidad de carbono que emite”, subrayó. 

En tal sentido, destacó que “ese es otro servicio ecosistémico importantísimo, es contribuir en limpiar la atmósfera de uno de los gases que tiene más efecto invernadero, más afecto al cambio climático. Esto es como contrarrestar las emisiones que salen de los combustibles fósiles”. 

Por otra parte, dijo que “hay algo que no estamos pensando suficientemente bien en el tema carbono en general y metano en particular. El CO2, que es la materia prima de la fotosíntesis de las plantas, una vez que se emite a la atmósfera se queda allí durante 1.000 años. Cada vez que emito un poco de CO2 se va acumulando, y eso es lo que más ha venido afectando al clima del planeta”. 

Pero detalló que el metano, que se produce por fermentación en el rumen de los vacunos, que tiene un poder de calentamiento mayor, queda de 10 a 13 años en la atmósfera. “Si estás emitiendo CO2 es como tirarle agua a una pileta que está con tapón, cada gotita que caiga se va a ir acumulando. Pero emitir metano es como tirar agua a una pileta que está con el tapón salido, va a llegar un momento en que la cantidad de agua que entra y la que sale es igual, y no aumentará la cantidad de agua en la pileta”, ejemplificó.

“Así que estos sistemas que secuestran carbono,  generan el efecto opuesto al de los autos que emiten combustibles fósiles. Cuando se quema combustible fósil hay un carbono que estaba enterrado, que se sacó (petróleo) y transformó en nafta, se quema en el auto y se lo larga a la atmósfera. Pero lo que hago con una pastura bien manejada es: tomar parte de ese carbono, que las plantas lo usan para la fotosíntesis, se genera biomasa y se va incorporando carbono en las raíces y tejidos al suelo, como materia orgánica, y queda ahí por muchos años”, explicó. 

Resumió que, “el auto contamina, larga a la atmósfera carbono que antes no estaba en el sistema”, mientras que “la pastura bien manejada lo limpia, lo filtra”. 

Sostuvo que estos trabajos científicos que hay sobre la ganadería uruguaya, demuestran que no destruye ecosistemas sino que preserva uno que está amenazado; que además genera servicios beneficiosos para la humanidad, como agua limpia, biodiversidad, y en algunos casos secuestro de carbono para la mitigación del cambio climático; y que se pueden desarrollar métodos para la certificación de esos procesos, para que cualquiera en el mundo los venga a verificar. 

Baethgen, quien integra la junta directiva de INIA en representación del MGAP, afirmó que “una cosa es tener un enfoque de marketing que promueva estas cosas y las muestre, pero eso es distinto a tener 15 o 20 trabajos científicos de primer nivel internacional, revisados por pares, que da credibilidad altísima”. 

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Syngenta lanzó Miravis Triple Pack, nuevo fungicida para trigo y cebada

By Cristina Fumero,

Producto en base a dos carboxamidas, de amplio espectro de control; llega al mercado con varios años de ensayos de la compañía e independientes, en Uruguay y Argentina

Syngenta lanzó su nuevo producto Miravis Triple Pack, un nuevo fungicida para trigo y cebada. Se trata de un producto basado en carboxamidas –el primero en Uruguay–, de amplio espectro de control, que llega al mercado luego de varios ensayos realizados por la propia compañía, por técnicos independientes y también por organismos, tanto de Uruguay como de Argentina.

José Luis Inciarte, gerente de ventas y marketing de Syngenta Uruguay abrió la actividad de presentación resaltando que el lanzamiento de un producto es la etapa final de un proceso de investigación y desarrollo que lleva entre ocho y 10 años, donde se analizan cientos de moléculas para terminar lanzando al mercado la mejor de ellas. 

Y afirmó que Miravis Triple Pack elevará los estándares de control de enfermedades para trigo y cebada. 

 Julio Muriel, gerente de R&D en Fungicidas de Syngenta LAS fue el encargado de presentar el nuevo producto, explicando las características de las tres moléculas que lo componen: Adepidyn, Solatenol y Propiconazole. Y destacó que Miravis Triple Pack es el primer fungicida en Uruguay en base a dos carboxamidas.

 Agregó que el Solatenol tiene un amplio espectro de control pero se destaca en roya. A la vez, el Propiconazole es un triazol muy conocido, de amplio espectro, destacándose en el control de manchas y, como todo triazol, es más curativo. En tanto, el Adepidyn “es miembro de una nueva clase de carboxamidas que se caracteriza por el amplio espectro, pero sobre todo por el control de manchas y por tener una altísima actividad intrínseca, o sea que requiere muy bajas dosis para controlar los patógenos”, describió. 

 Muriel señaló que “se trata de un pack triple para cuidar a las moléculas”. Eso implica que “tiene más de un modo de acción diferente en el mismo producto. No tiene resistencia cruzada entre sí y es la mejor herramienta para demorar la aparición de resistencia”, acotó. 

Luego, Nicolás Faggi, responsable de R&D de Syngenta Uruguay presentó datos de ensayos de los últimos cuatro años, tanto en trigo como en cebada. En trigo presentó datos, principalmente de mancha amarilla, septoria y royas; mientras que en cebada presentó información de ramularia y mancha en red. “Los datos de cuatro años de ensayos son contundentes. Miravis Triple Pack resultó el mejor fungicida en las enfermedades de trigo y cebada, y ese mejor control de enfermedades se tradujo en mayor rendimiento y mejor calidad de grano”, señaló.

 En el caso de trigo, “en cuatro años se han realizado 26 ensayos, en distintos lugares y en diferentes condiciones”. Los ensayos fueron aplicados en Z30, mientras que las evaluaciones fueron a los 35 y 45 días luego de la aplicación, comprobando de esta manera la gran residualidad del producto”. 

Sobre el comportamiento por enfermedades, dijo que en roya de la hoja  “los tratamientos con Miravis Triple Pack mostraron excelente performance de control y residualidad, superando la oferta existente en el mercado”.

Para medir el comportamiento en manchas y específicamente en septoria, se realizaron 20 ensayos, “donde también se destacó el excelente control y residualidad de Miravis Triple Pack”, dijo. En mancha amarilla se observaron resultados similares en seis ensayos.

Sobre los datos de rendimiento, de los 26 ensayos, “la aplicación de Miravis Triple Pack aportó 837 kilos adicionales por hectárea frente a los productos analizados”, remarcó. Y agregó que, en la medida que el fungicida cubre al cultivo de las enfermedades, “permite tener un área verde mayor y por más tiempo, provocando mayor peso de 1.000 granos”. 

En cebada, Faggi explicó que se realizaron 24 ensayos en cuatro años, con un protocolo similar al utilizado en trigo. “La diferencia es que las aplicaciones se realizaron en Z37 o Z39 y las evaluaciones fueron a los 30 y 40 días, porque el ciclo de la cebada es un poco más corto”, detalló.

En ramularia, “una enfermedad que es determinante porque impacta en el rinde, Miravis Triple Pack realmente se diferencia del resto de los productos y aporta un escalón superior, demostrando que es distinto y muy bueno para el control”, acotó.

En relación al control de mancha en red, “una enfermedad que todos los años dice presente, Miravis Triple Pack marca la diferencia y es excelente para su control”, resaltó Faggi. 

Además, señaló que esto “también se confirmó con datos del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), donde Miravis Triple Pack fue el producto que mejor tratamiento tuvo para mancha en red, y le sacó 2.000 kilos al testigo; la diferencia también fue importante con otros tratamientos”.

 Agregó que, en 24 ensayos realizados por Syngenta, Miravis Triple Pack se diferencia con 883 kilos frente a otros tratamientos y lo mismo ocurre en calidad de grano de cebada.

El lanzamiento también tuvo la participación de dos fitopatólogos independientes. Por un lado, Carlos Pérez, de la Clínica Vegetal y la Universidad de la República, presentó la estrategia sanitaria para cultivos de invierno en Uruguay, además de datos de ensayos propios en trigo y cebada. 

Pérez dijo que el manejo de enfermedades en cultivos de invierno cumple un rol fundamental “porque es uno de los principales factores de restricción para expresar el potencial de los materiales”. Además, señaló que “la dependencia del fungicida ha ido aumentando y eso varía según los cultivares, por eso es clave conocer lo que se siembra”. 

 Agregó que las bases epidemiológicas son fundamentales para un uso eficiente del control químico. “En trigo y cebada tenemos enfermedades foliares policíclicas. Entonces, conocer la resistencia de cultivo, al patógeno y el ambiente, determina la curva epidemiológica. El mejor momento para intervenir es cuando tenemos una carga de inóculo, un material susceptible y existen condiciones ambientales favorables para propagar la enfermedad. Para eso es relevante el diagnóstico correcto y el monitoreo frecuente”, planteó. 

En función de eso, comentó que “tenemos enfermedades en las que podemos manejar nivel crítico (mancha en red y mancha borrosa en cebada, septoriosis, mancha amarilla, roya de la hoja en trigo), y otro grupo de enfermedades en las que manejamos primera detección (ramularia en cebada, roya estriada y roya de la hoja en materiales con problemas de resistencia en trigo)”.

Luego de definir la intervención “debo elegir el producto, que debe ser eficiente para varias enfermedades y con distintos niveles. Debe tener residualidad en el control  y la mayor relación costo-beneficio. La eficiencia y la residualidad también están influenciadas por la calidad de aplicación, algo muy relevante para el éxito del tratamiento”.

 Sobre Miravis Triple Pack Pérez indicó que comenzó a evaluarlo en 2017, tanto en trigo como en cebada, y con diferentes situaciones. Pérez indicó que la eficiencia de control se destaca de manera importante y con una única aplicación. A la hora de analizar los datos recabados, destacó el caso de septoriosis en un ensayo de trigo en la zafra 2018, “donde con una única aplicación en Z 49, hubo una respuesta de 2.000 kilos por hectárea (kg/ha)”.  

Consideró que si la enfermedad era el factor limitante, “con fungicidas se puede lograr muy buena respuesta, como se observó en ese experimento. También mejoró la calidad física del grano, tanto en peso hectolítrico como en peso de los 1.000 granos”.

En el caso de cebada y, al igual que en trigo, Miravis Triple Pack mantiene actividad fotosintética al final del ciclo. En el caso de cebada resaltó la residualidad que “se puede observar en el aumento de 1% por día de la tasa de desarrollo en el testigo mientras que en el tratamiento con Miravis Triple Pack se mantuvo en cero”.

Por último, Pérez sostuvo que en trigo y cebada se “controló muy bien a las diferentes enfermedades, con excelente performance”.

Por otro lado, Margarita Sillón, fitopatóloga argentina de la Universidad Nacional del Litoral, presentó información de 44 ensayos realizados en trigo, confirmando la contundencia del producto para las enfermedades.

 Al comenzar su exposición, señaló que el manejo de enfermedades tiene como objetivo mantener la intensidad final por debajo del daño económico. “Dentro del manejo está el uso de la genética, la sanidad y el tratamiento de la semilla, las rotaciones y el conocimiento de las condiciones ambientales. Todo eso nos permite tener un diagnóstico en cada una de las etapas del cultivo y no apuntar exclusivamente a algo que me salve de las enfermedades. Lo otro importante es realizar la cuantificación de las enfermedades. Con todo esto, nuestro fracaso o éxito con un producto químico será rotundo”, afirmó.

Recordó que en 2017, cuando comenzó el análisis de Miravis Triple Pack, en trigo hubo roya amarilla, roya del tallo y también mancha amarilla. En 2018 hubo mancha amarilla tradicional, roya amarilla y roya de la hoja. En 2019, a pesar de la falta de agua, hubo roya amarilla, mancha amarilla, mancha borrosa y septoriosis. En 2020 continuaron las bajas precipitaciones y se registró roya amarilla, mancha amarilla, septoria y septoria del nudo.

Eso muestra “lo que varió el complejo de enfermedades, por lo cual es difícil comparar de un año al otro”, comentó. Al analizar la productividad, dijo que en esos cuatro años el rinde de los testigos fue de 2.100 a 4.600 kg/ha. 

En ese contexto, “cuando hubo una aplicación de Miravis Triple Pack el rendimiento se incrementó entre 26% y 34% (546 y 1.464 kg/ha). Cuando hubo que hacer dos aplicaciones (la primera con un triazol y una estrobirulina y la segunda con Miravis Triple Pack), el incremento fue de entre 35% y 50% (735 y 2.300 kg/ha). Los rangos son amplios, pero es el resumen de cuatro años con situaciones disímiles”, señaló Sillón. 

Destacó que en el ciclo 2018 la eficiencia de control de Miravis Triple pack sobre mancha amarilla y roya amarilla con una sola aplicación fue de 79% y 88% respectivamente, mientras que donde fue necesaria una segunda aplicación (Triazol más estrobirulina y la segunda con Miravis Triple Pack) esos porcentajes fueron 88% y 99%. 

En el ciclo 2019, con una aplicación, el porcentaje de control fue 83% y 80%, y con dos aplicaciones (Triazol más estrobirulina y Miravis Triple Pack) 94% y 99% respectivamente.

La fitopatóloga señaló que la estrategia de doble aplicación permitió mejorar la productividad hasta en 73%, dato que coincide con los presentados por Inta Marcos Juárez y Paraná. “También el número de granos por metro cuadrado fue superior al testigo en los tratamientos con Miravis Triple Pack”, el componente más afectado por las enfermedades foliares del trigo, consignó Marcelo Carmona en 2006. 

Sillón también sostuvo que los mayores incrementos de rendimiento con la doble aplicación se dieron cuando se incluyó a Miravis Triple Pack. 

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Confirman aumento de rentabilidad al producir lanas finas en el basalto

By Cristina Fumero,

Concluyó con éxito el proyecto FPTA que llevaron adelante el CRILU, la Sociedad de Criadores de Merino Australiano de Uruguay e INIA, lográndose varios objetivos

El Consorcio Regional de Lanas Ultrafinas (CRILU), en conjunto con la Sociedad de Criadores de Merino Australiano de Uruguay (SCMAU), en el año 2015 se presentaron a un llamado concursable para proyectos de transferencia de tecnologías de los Fondos de Promoción de Tecnología Agropecuaria (FPTA) del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA). El proyecto fue aprobado y comenzó sus actividades en el año de 2017, denominándose: Implementación de alternativas tecnológicas que incrementan la competitividad de los sistemas de producción ovino-laneros de la región de basalto.

Como base de la formulación del proyecto, se tomó en consideración la encuesta realizada a 42 productores integrantes del CRILU en el año 2016, donde se observó qué tecnologías de proceso y de bajo costo eran conocidas por los productores, pero no adoptadas. La no adopción de estas tecnologías se vinculaba a: la pertinencia, la relación costo-beneficio, la inversión y la mano de obra requerida. 

Por otra parte, los productores manifestaron desconocer el impacto económico y productivo que tiene aplicar esas tecnologías en sus predios. Con este diagnóstico, se elaboró una estrategia de trabajo, buscando acercar y adaptar las tecnologías disponibles para la producción y calidad de lanas superfinas y ultrafinas, y la mejora reproductiva, evaluando el impacto productivo y económico de su aplicación a nivel de predios comerciales.

Para llevar adelante el proyecto, se seleccionaron cinco productores (beneficiarios) de la región de basalto, que eran representativos de los consorciados. Estos productores, junto con el equipo técnico (veterinarios y agrónomos) elaboraron un diagnóstico de cada predio, generaron una hoja de ruta y plan de acción, trabajando durante cuatro años, realizando un seguimiento y evaluación de la aplicación de estas tecnologías en la producción e ingreso de los predios.

Participantes

El proyecto fue liderado por el CRILU y la SCMAU, con el apoyo del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) y Central Lanera Uruguaya (CLU). Los cinco productores fueron seleccionados estratégicamente, con el fin de representar diferentes características socioeconómicas y de incorporación de tecnologías de los sistemas de producción ganaderos de la región (ver Cuadro 1).

A su vez, todos ellos se han especializado en producir lanas de alto valor (seleccionando a favor de la reducción del diámetro de la fibra), con el objetivo de mejorar la rentabilidad de sus empresas. Actualmente, dichas empresas producen lanas con diámetros que oscilan entre las 15 a 18 micras. 

El plan de acción predial llevado a cabo incluyó los siguientes componentes: diagnóstico de la empresa; definición de objetivos y metas; protocolo de seguimiento general (desempeño animal); visitas técnicas cada 45 días y apoyo en el seguimiento de tecnologías incorporadas; reuniones internas de intercambio entre productores y equipo técnico; y jornadas de difusión abiertas.

Diagnóstico de la empresa

Las empresas cuentan con un sistema mixto (ovinos y bovinos) sobre campo natural, con un grado avanzado de incorporación de tecnologías. Las áreas de mejora identificadas para trabajar fueron: sanidad (principalmente control de parásitos gastrointestinales), recría (desarrollo de las borregas al primer servicio), señalada (lograr estabilizar buenos indicadores reproductivos).

Objetivos específicos

Los objetivos específicos fueron: alcanzar un mínimo de 38 kilos en borregas a la primera encarnerada (dos dientes); alcanzar un mínimo de condición corporal 3 previo a la encarnerada y parto; y estabilizar los niveles de señalada promedio en 80% en los tres años.

Entre los objetivos generales de las empresas se planteó: incrementar la producción de carne y/o lana en 50%; e incrementar 20% el ingreso por hectárea.

Medidas de manejo aplicadas

En cuanto a las medidas de manejo aplicadas, en sanidad se hizo Lombritest mensualmente o cada 45 días, con análisis copro-parasitarios (HPG); chequeo de efectividad de los principios activos de los antihelmínticos (10 días posdosificación), control y monitoreo permanente de afecciones podales y ectoparásitos.

En la etapa de recría se considera el peso vivo estacional, monitoreo mensual de HPG, alimentación diferencial (pasturas o suplementos en caso de ser necesario).

En relación a la performance reproductiva: se realizan dosificaciones estratégicas, ecografía para manejo diferencial de categorías (vacías, únicas, múltiples, parición tardía), monitoreo de condición corporal (CC) y alimentación preferencial de las ovejas melliceras y de baja condición corporal.

Las jornadas abiertas de difusión, tuvieron como objetivo transferir las experiencias del conocimiento y aplicación de tecnologías de productor a productor, donde los beneficiarios relataron los manejos realizados, las tecnologías aplicadas y los resultados logrados. 

Durante los cuatro años se realizaron ocho jornadas, cinco de carácter presencial, con 350 participantes (64% productores, 28% técnicos y 6% estudiantes). A partir del año 2020, instalada la pandemia en Uruguay, se realizaron tres jornadas virtuales (disponibles en: https://crilu.org.uy/).

Jornada de cierre del proyecto

El pasado 29 de abril se realizó la jornada de cierre del proyecto FPTA CRIULUMERINO$. Como datos destacables de este trabajo se constató que: en el basalto las empresas que producen lanas de alto valor (menor a 18 micras), logran consistentemente mayores ingresos económicos por hectárea (Figura 1). 

Al profundizar en este análisis, se vio que las empresas que participaron del proyecto lograron aumentar la producción de carne y lana y sus ingresos, de forma diferencial, comparándolas con otras empresas del basalto, aún en un escenario de precios adversos (Figura 2). Este aumento consistente en productividad se explicó por haber logrado una mejora y mayor estabilidad en los indicadores productivos y reproductivos, a través de ajustes en el manejo e incorporación de tecnologías.

Conclusiones del proyecto

En los cuatro años de trabajo se logró conformar un grupo humano compuesto por los cinco beneficiarios y el equipo técnico, que trabajó en buena forma y logró los resultados propuestos. En las diferentes jornadas se pudo transmitir las experiencias de los productores y el aprendizaje sobre las tecnologías aplicadas. Pero de forma concreta, de acuerdo a los objetivos planteados en 2017, se logró: aumentar 49% la producción de carne ovina Merino y se incrementó el ingreso de capital en un 19%.

Como este proyecto se basa en la generosidad de productores que han trabajado de porteras abiertas, apoyando con su tiempo, opiniones y esfuerzo, les transmitimos un especial agradecimiento a los productores Juan Bazzano, Fernando Notejane, Andrés Benia, Ricardo y Fabiana Guimaraes, Álvaro y Miguel Méndez, así como a sus familias.

El equipo de trabajo estuvo integrado por los ingenieros agrónomos Pablo Platero y Donald Chalkling; el técnico agropecuario Diego Dutra, y las médicas veterinarias  Zully Ramos y Gracialda Ferreira. Agradecimiento a INIA por la financiación de este proyecto.

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Cibeles presentó un insecticida biológico para el control de las lagartas en varios cultivos

By Cristina Fumero,

Compañía Cibeles presentó Turicib 32 WP, que proviene del Bacillus thuringiensis, variedad kurstaki, que otorga versatilidad en la conservación, traslado y aplicación

Compañía Cibeles presentó Turicib 32 WP, un insecticida biológico para el control de lagartas en varios cultivos. La empresa “ha estado continuamente tratando de brindar soluciones a las demandas del mercado”, dijo a VERDE el ingeniero agrónomo Pablo Núñez, integrante de esa industria que cuenta con más de 45 años de presencia en el mercado uruguayo.

Al incorporar la planta de fabricación propia, “Cibeles puede desarrollar productos específicos para los mercados en donde participa y, desde hace cuatro años, empezamos a buscar productos para acompañar una nueva tendencia en la producción, que apunta a la menor utilización de plaguicidas y a la producción orgánica”, señaló. 

En esa línea, “apuntamos a lo conocido, como Bacillus thuringiensis, un insecticida biológico que se comenzó a estudiar hace más de 100 años. A nivel mundial hay mucha información generada, por eso se conoce el alcance y la eficacia que tiene”, sostuvo.

Recordó que en la década de 1970 “Cibeles tuvo el registro de un producto a base de Bacillus thringiensis, pero luego se discontinuó”. Pero ahora el escenario es otro, “hay otros cultivos y nuevas demandas del mercado, que le dan un nicho a los productos biológicos”.

En ese marco, Cibeles presenta: Turicib 32 WP, un insecticida biológico a base de esporas de Bacillus thuringiensis, variedad kurstaki. “Es un producto desarrollado exclusivamente para el control de lagarta (lepídopteros). La espora de la bacteria es ingerida por la lagarta cuando come el órgano vegetal que recibió el producto, y en el estómago de la lagarta se produce un cristal que le impide continuar alimentándose y termina muriendo por inanición”, explicó Núñez.

Agregó que dicha tecnología es la misma que se utiliza en los cultivos Bt. “La diferencia es que en los cultivos Bt se incluyó vía transgénesis y toda la planta sintetiza la proteína que produce dicho cristal, por lo que hay una sobreproducción de esta proteína. En el caso de Turicib 32 WP “es más dirigido, ya que la toxina aislada se aplica en el momento específico que es necesaria y en el órgano específico que la plaga consume”.

Turicib 32 WP está registrado el cultivo de soja, manzano y tomate. En soja apunta a las lagartas defoliadoras, en manzano a las lagartitas de los frutales, y en tomate para la polilla de ese cultivo. 

En soja “venimos con dos años de trabajo, con excelentes resultados, donde se han determinado las dosis más efectivas, se cuantificó la eficacia según especies de lagarta y se determinó la residualidad en distintas circunstancias. En manzano se complementa muy bien con otros programas que buscan reducir o eliminar el uso de insecticidas, por ejemplo, con el programa de manejo regional de plagas instrumentado por el MGAP, la Facultad de Agronomía y el INIA que fomenta el uso de feromonas para el control de plagas. Este insecticida biológico se suma como herramienta y brinda muy buen complemento”, señaló. 

En el caso del tomate, al ser un rubro donde hay mucha producción orgánica, también se complementa con otras tecnologías distintas a los plaguicidas, y tiene muchos años de uso. Durante muchos años se utilizó Bacillus thuringiensis para controlar la polilla del tomate. Los productores de tomate conocen muy bien este producto y lo demandan”.

Informó que el registro para soja “se obtuvo sobre fines del año pasado y se pasó la primera temporada, en el programa de producción de soja no transgénica, de Barraca Erro, que exige residuos mínimos de fitosanitarios”.

Sobre la logística para la utilización del producto, Núñez señaló que a diferencia de la mayoría de los productos biológicos “Turicib 32 WP es muy versátil en conservación, traslado y aplicación, porque se está aplicando la espora aislada, es similar a un producto de síntesis química. No genera residuos peligrosos y tiene tiempos de espera muy reducidos. Eso da mucha versatilidad, sobre todo en los cultivos hortifrutícolas, dado que permite su aplicación hasta 3 días antes de la cosecha y no genera problemas con los residuos. Tiene cero toxicidad para el ser humano y los enemigos naturales”.

Comentó que se eligió Turicib 32 WP como punta de lanza para avanzar en la línea de biológicos. “Este rubro es sumamente amplio y complejo. A su vez, tiene sus desafíos comerciales, por lo cual las definiciones deben tomarse con precaución. También hay que preparar la infraestructura para producir esta clase de bioinsumos, y por eso hay que dar pasos cortos y seguros”, dijo.

Luego del registro de Bacillus thuringiensis, Cibeles está estudiando varias alternativas para poder ampliar la cartera de productos biológicos. “Estamos generando más información con productos biológicos, se están repitiendo múltiples ensayos para acumular conocimientos. Se destaca el trabajo en hortifruticultura, vitivinicultura y en nuevos cultivos, como el Cannabis, del que se sabe poco y ahora se están encontrando problemas. Estamos desarrollando algunos ensayos para definir dosis, consumo de agua y compatibilidad para posibles mezclas con otros productos”, anunció.

LAS TENDENCIAS

El ingeniero agrónomo Willy Chiaravalle, de Entoagro, comentó a VERDE que esta tecnología “es muy eficaz”. Afirmó que el trabajo con Baccillus thurgensis “no es ninguna novedad, esta bacteria fue descubierta a principio del siglo pasado y formulada como insecticida en 1930. Por lo cual, estamos probando algo que tiene sustento técnico y trayectoria en diferentes mercados”.

Chiaravalle, quien formó parte de los ensayos que realizó Cibeles previo al registro de Turicib 32 WP y que asesora a Barraca Erro en el programa de soja no transgénica, explicó que se vienen explorando algunas alternativas para el control biológico de insectos.

En el caso de este producto, “la bacteria viene formulada en tierras diatomeas, que son caparazones de microorganismos que rayan al insecto. Son como una especie de roca muy chica y filosa, que raya el tegumento de los insectos y los deshidrata. Baccillus thurgiensis tiene propiedades altamente eficientes para los lepidópteros”, confirmó.

Con respecto al uso del producto durante la zafra 2020/21, Chiaravalle detalló que no se pudo utilizar con la magnitud que estaba prevista debido al “ambiente seco que se tuvo en primavera y verano”, que minimizó los ataques severos de lagartas. 

“Generalmente hay una aplicación para lagarta entre diciembre y enero, y después otra a mitad de febrero. Pero en esta zafra aparecieron cuando los cultivos ya estaban en etapas reproductivas, junto con los ataques de chinches. Ese ambiente seco generó que aparecieran otras plagas de sequía, como los trips”, recordó. Por esa situación Turicib 32 WP “se utilizó en una superficie pequeña”, dijo.

También comentó que esta tecnología se viene utilizando en “empresas que filosóficamente ya están bajando el uso de productos químicos y necesitan estas herramientas”. Los productos biológicos “son muy atractivos para los productores de soja no transgénica y programas con agricultura orgánica”, agregó.

Por último, consideró que el uso de productos biológicos en la agricultura irá creciendo, y “para eso es clave la difusión y el conocimiento del aporte de dichos productos a los diferentes sistemas y planteos”.

Nota de Revista Verde N°93

 

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El plan económico de EEUU, dólar “flojo” y la “estabilidad” uruguaya

By Cristina Fumero,

El presidente de la Bolsa de Valores de Montevideo, Ángel Urraburu, analizó al detalle el panorama económico en el mundo, la región y en Uruguay, considerando varios factores

Redacción: Mauro Florentín
Producción: Ruben Silvera

A  más de un año del inicio de la pandemia Covid-19 en Uruguay y con el avance de la vacunación, ¿cómo se presenta el escenario económico y financiero dándole una mirada mundial, regional y local?.

Para analizar ese asunto y profundizar en algunos indicadores clave de la economía uruguaya e internacional, VERDE conversó con el presidente de la Bolsa de Valores de Montevideo (BVM), Ángel Urraburu, quien desde esa función tiene elementos para tomarle la temperatura al mercado y advertir los movimientos de capitales.

Es que los nubarrones provocados por la crisis sanitaria mundial no dejaban avizorar con claridad el panorama, ni las posibles perspectivas de una economía golpeada por el coronavirus.

Y como punto de partida, Urraburu apeló a los comentarios que formuló en el arranque de la pandemia, en cuanto a que en aquel momento distinguió dos escenarios para la evolución de las variables más importantes.

Uno de ellos se refería a todo lo vinculado a la propia pandemia, que iba a tener a una coyuntura “muy dura”, “difícil de prever”, “volátil y muy errática”, lo que sucedió influida por el “temor”, señaló.

Y dijo que eso a su vez hace que “los bonos en Estados Unidos (EEUU) suban de precio y disminuyan su rendimiento”. El temor hace que haya una corrida a los bonos de calidad en el mundo y que incide en que el dólar y el oro se constituyan en refugio de los capitales.

Otro de los escenarios era que posiblemente en el mediano o largo plazo los fundamentos económicos, que no condecían con la situación, iban a primar cuando comenzarán a disminuir los efectos de la pandemia o llegarán a una meseta.

Entonces “empezaron a primar esos fundamentos económicos”, recordó.

Planteó que, actualmente, mientras “avanza la vacunación en el mundo y en los países más importantes desde el punto de vista económico y financiero”, se fue dando esa proyección en cuanto a que “los fundamentos económicos influyen cada vez más en lo que está pasando con las variables”.

“Esas variables han sido influenciadas por elementos como el paquete de apoyo económico del gobierno de EEUU, liderado por Joe Biden, que fue muy importante, no estaba previsto y que no hubiera aparecido si no existiera pandemia”, analizó.

Consideró que ese plan de ayuda “incentivó la base monetaria” estadounidense y que “tuvo repercusiones y las seguirá teniendo”.

Entre las principales consecuencias de esa medida figuran el efecto “positivo” para “salir de la crisis lo más rápido posible”, ponderó.

Dijo que “las principales variables que se están conociendo en este momento indican que el plan tuvo éxito” en la recuperación económica.

“La confianza del consumidor en EEUU, creciendo en forma fuerte, los pedidos de empleo y el aumento de los puestos de trabajo activos es otro elemento fundamental, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) estadounidense batiendo récord”, enumeró.

Para el presidente de la BVM, esos elementos generan una situación de “confort” para el potencial inversor y todo aquel que cuenta con capital para concretar emprendimientos, que puedan ser una fuente de puestos de trabajo.

Paralelamente, hay otros impactos para la economía que pueden ser considerados como probables amenazas. Urraburu se refirió en ese sentido a “la excesiva liquidez en EEUU, que tiene una pata muy fuerte en el endeudamiento y el déficit fiscal” de ese país, lo que es un elemento negativo”.

Eso “en algún momento tiene que ser atacado, una vez que la situación económica se consolide en un crecimiento sólido”, acotó.

Destacó el impacto que eso tiene en generar “presiones en los precios y empezar a tener aumento de inflación y, posteriormente, en la incidencia en las tasas de interés de los bonos norteamericanos y en el comportamiento de las monedas” internacionales.

El presidente de la Reserva Federal hizo hincapié en varias declaraciones en cuanto a que ese tema no es el de mayor preocupación, como insinuando que la tasa de referencia que tienen los préstamos se mantendría incambiada por un tiempo más, evaluó.

Dijo que, “si bien tenemos que estar atentos a las presiones inflacionarias, por ahora no se llegó a niveles críticos” para la Reserva Federal de EEUU.

La evolución de las monedas

En cuanto al comportamiento del dólar en ese escenario, el titular de la BVM señaló que “casi todos los elementos se están alineando nuevamente”. Recordó que el año pasado “visualizaba que los fundamentos económicos debían primar y estaban marcando un dólar débil, lo que no significa en caída”.

Enfatizó que tendrá una evolución “estable, con una leve tendencia a la baja, como se viene dando” en la plaza local.

Analizó igualmente que “la región de Uruguay es compleja y en muchas ocasiones hace que el comportamiento de algunas variables se distorsionen un poco, respecto a las señales que vienen del mundo”.

“Brasil tiene una buena performance en las variables económicas más importantes, pero se le está escapando la inflación, que en el acumulado de los últimos 12 meses es superior al 6% y el BCU tuvo que tocar la tasa Selic”, de referencia, advirtió.

Además, recordó que la autoridad económica brasileña modificó en dos oportunidades esa tasa de interés, bajándola a 3,25%, y ya anunció que en junio ese nivel de tasa será de 4,25%, lo que “no será suficiente para atender el crecimiento de la inflación”.

Pese a esas medidas del gobierno, “el dólar en la plaza brasileña tuvo una resbalada bastante importante”, agregó.

El operador dijo que “en Brasil el dólar estaba sobrevaluado, porque la tasa Selic estaba excesivamente subvaluada”.

La moneda estadounidense actualmente “tiene el mismo valor que al inicio del año en Brasil, entonces, con un dólar que no subió, con una inflación de 6% y una tasa de interés en suba, se seguirá debilitando”, avizoró.

Dijo que hay “un dólar flojo en EEUU y en el mundo”, mientras que “en Uruguay tiene mucha más estabilidad”.

“La política cambiaria de Uruguay es mucho más razonable e inteligente” que la del gobierno brasileño, comparó. Y señaló que el dólar en la plaza uruguaya “recorre una trayectoria levemente bajista y absolutamente ineludible”.

“Se está dando esta evolución del dólar en Uruguay, a pesar de que las tasas de interés de las Letras de Regulación Monetaria (LRM) en los últimos cuatro meses han sido negativas respecto de la inflación”, expresó. Dijo que “han bajado considerablemente los niveles de retribución” de esos instrumentos financieros “y, sin embargo, el dólar se ha quedado quieto”.

“Esa es una señal muy fuerte”, valoró. Apeló a un concepto manejado por algunos economistas en el pasado, que señalaba que “la culpa de que el dólar estuviera barato eran las altas tasas de interés de las LRM”.

Urraburu se oponía a ese razonamiento, y ahora opinó que la realidad le está dando la razón. “A un año de tener tasas de 6,25% por debajo de la inflación anualizada de 6,76%, o sea estamos con una tasa negativa, y pese a ello el dólar no se mueve”, enfatizó.

Planteó que alguien podría pensar que “si la retribución de los pesos baja entonces hay una corrida hacia el dólar, pero eso no está ocurriendo y estamos lejos de que eso suceda”.

El mejor escenario

Como una señal más de estabilidad, comentó el plan del gobierno uruguayo de concretar una emisión de deuda en pesos uruguayos, algo que solo se realiza cuando la percepción del mercado hacia la moneda local es favorable.

El miércoles 13 de mayo el gobierno uruguayo concretó la emisión de bonos globales con vencimiento en 2031, en pesos nominales y dólares.

Eso revela “la confianza de los inversores en la política monetaria uruguaya”, dijo la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, en una conferencia de prensa realizada ese día.

Comentó que la emisión de ambos a tasas bajas superó los US$ 1.740 millones, lo que interesó a inversionistas de más de 100 países.

Urraburu también apuntó que en Argentina el mercado blue o paralelo se estabilizó en torno de los 150 pesos argentinos y la brecha con el dólar oficial se ha acortado.

En cuanto al encare de la situación posterior a la pandemia, el presidente de la entidad bursátil dijo que si bien es difícil analizar ese punto, debido a la incertidumbre respecto al fin de esa problemática sanitaria, Uruguay cuenta con “un sector agropecuario que es la base de la economía y seguirá siéndolo”.

“Celebro que en el mundo se esté pagando por los productos del agro uruguayo, como sucede actualmente”, destacó en alusión a la creciente demanda de carne, granos, madera, entre otros rubros del campo uruguayo, que ganaron espacio en años recientes, principalmente en el mercado chino, donde se concentran las exportaciones de carne vacuna y otros subproductos cárnicos.

Se mostró entusiasmado sobre la probable recuperación económica en el país. Al respecto, consideró que “el precio del ganado está acompañando al igual que los valores de los granos, y eso genera un clima de optimismo que, con un dólar estable, una inflación baja, reglas claras y un déficit fiscal que no se ha desbordado, es el mejor escenario para hacer rodar este país y crecer”.

También está “el aporte de la BVM en la concreción de obras públicas como la doble vía en la ruta 5 y en las emisiones de deuda para ese fin, con el ahorro de los clientes”, repasó.

En el mes de mayo Urraburu fue reelecto como titular de la entidad bursátil para un próximo período.

Nota de Revista Verde N°93

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Certificación de predios ganaderos para adelantarse a la demanda

By Cristina Fumero,

Los consumidores de los mercados de alto valor, a los que apunta Uruguay, son cada vez más exigentes en aspectos vinculados a la inocuidad, sustentabilidad y bienestar animal

Los consumidores de los mercados más exigentes suelen ser los que están a la vanguardia en la demanda de distintas certificaciones vinculadas con la inocuidad, la sustentabilidad ambiental, el respeto a las normas laborales y el bienestar animal, entre otras. Algunos países proveedores de alimentos, como Nueva Zelanda, ya recorren el camino de la certificación, para demostrar que sus productos respetan todos estos aspectos, y hay quienes sostienen que Uruguay no puede quedarse atrás.

Patricia Rovella es doctora en medicina veterinaria, trabaja como ejecutiva de negocios, y referente técnica de bienestar animal para la empresa LSQA, un organismo de certificación internacional, que tiene su casa matriz en Uruguay.

Consultada por VERDE sobre este tema, dijo que esos consumidores o nichos de mercado a los que Uruguay apunta y que son muy exigentes, aún no están demandando una certificación concreta, “pero cada vez están cuestionando más cómo se realizan las prácticas de manejo a nivel de campo y de transporte, y ya no solo a nivel industrial”.

“Entiendo que hoy un productor debe empezar a pensar en estos temas. Uruguay ya no puede ser transparente en algunas prácticas a nivel de campo, porque no son las que tiene por ejemplo un competidor como Nueva Zelanda. Allí entran temas técnicos de bienestar animal como la castración, el descorne o el sacrificio de los animales a nivel de campo”, detalló. 

Rovella aseguró que en Uruguay existen “actividades que se realizan en el campo y que no cumplen con los lineamientos de bienestar animal”. Por lo tanto, planteó que Uruguay, como país exportador de carne, “va a tener que empezar a poner estos temas en su agenda, para demostrarle al mundo que está cambiando, porque es lo que los consumidores exigen”.

Señaló, por ejemplo, que Nueva Zelanda ya prohibió la exportación de ganado en pie, “porque esta actividad no está bien vista en términos de bienestar animal”. 

La profesional consideró que “Uruguay tiene mucho para trabajar”, tanto a nivel de campo como institucional, para “generar reglas claras, legislación robusta en términos de bienestar animal, que se cumpla y que se controle. No es solo pensar en la certificación, sino en requisitos reales, que ayuden a los productores a tener reglas claras sobre las prácticas que están prohibidas y las que se permiten, y por qué. Justificaciones técnicas, sólidas, con base científica, en términos de bienestar animal”. 

Afirmó que “todavía hay mucho por mejorar si queremos posicionarnos como un país de referencia en exportación de carne. Hay que cambiar paradigmas, y eso implica un cambio cultural a nivel de campo, que no ocurre de un día para el otro. Eso va a requerir de concientización y capacitación. Los animales ya no se pueden castrar a los seis meses, sin anestesia y sin analgesia; lo mismo el descorne o un animal que se degüella a campo sin previa insensibilización (pérdida de conciencia). Son cosas que están mal, no se pueden permitir y hay que cambiarlas”.

De todos modos, admitió que “esto no quiere decir que todo lo que se está haciendo esté mal. Hemos mejorado mucho con respecto al manejo del ganado con banderas, instalaciones, personal capacitado en los beneficios del adecuado manejo. Pero todavía queda mucho trabajo por realizar si queremos seguir posicionándonos en el mercado internacional de la carne bovina”.

Rovella advirtió que “tenemos que tener cuidado, porque si los consumidores empiezan a hilar fino, y a querer entender cómo se hacen estas prácticas, podríamos poner en riesgo todo nuestro sistema productivo”.

Mencionó experiencias en otros rubros, como en la agricultura, en la lana y hasta en el de gallinas ponedoras. “Los consumidores se preocupan, por ejemplo, de que los huevos provengan de granjas certificadas en bienestar animal. Es el caso de nuestro mercado interno, porque Uruguay prácticamente no exporta huevo fresco”, destacó.

La ejecutiva de negocios de LSQA dijo que “tenemos que ver qué ofrecen nuestros competidores en el mercado, para no quedarnos atrás. Uruguay es un país exportador de carne bovina y no puede quedarse sin escuchar lo que el mundo demanda, porque automáticamente quedamos fuera del mercado”.

Normas nacionales e internacionales

Hay muchas normas internacionales en bienestar animal. El Instituto Nacional de Carnes (INAC) tiene sus propios programas como, por ejemplo, carne natural certificada con reconocimiento del USDA (Departamento de Agricultura de Estados Unidos), y también programas específicos de bienestar animal. 

Sobre este último aspecto, INAC desarrolló tres programas: uno a nivel de predio; otro para las empresas de transporte (en Uruguay existen varias empresas transportistas certificadas en bienestar animal con este programa); y otro en plantas frigoríficas.  

Rovella señaló que “en las plantas frigoríficas de Uruguay existen certificaciones en bienestar animal desde hace muchos años”, pero insistió en que “toda la cadena deber estar certificada”, ya que “no basta sólo con demostrarlo en una etapa de la cadena cárnica”. Consideró que “por suerte ahora se suman las empresas de transporte, que son un eslabón fundamental, e indefectiblemente luego seguirá a nivel de campo”

Después, se refirió a otras normas internacionales, como Certified Humane, en la que la empresa Ingleby Farms se certificó el año pasado en ganadería de carne en Uruguay (ver páginas 34 y 35). “Es una norma con requisitos muy exigentes, que abarca todos los temas, desde el nacimiento del animal, incluyendo todas las etapas productivas, hasta el momento del sacrificio”, indicó. 

La integrante de LSQA también dijo que existen otros programas, no específicos de bienestar animal, que refieren a sistemas de producción y que también son certificaciones muy demandadas. Una de ellas es Never Ever (nunca jamás en inglés), que refiere al no uso de antibióticos en toda la vida del animal, porque “cada vez hay más conciencia de que los antibióticos generan problemas de resistencia en la salud humana”. 

“Tenemos que ser muy responsables en el adecuado uso de antibióticos en la ganadería. En Uruguay, afortunadamente, no se usan antibióticos indiscriminadamente en los animales. Solo se usan en situaciones puntuales, cuando un animal está enfermo, cuando lo indica el médico veterinario, y eso es correcto. En estos casos, se debe identificar a los animales que por alguna razón recibieron antibiótico, para que en el momento del embarque a frigorífico sean segregados del resto de la tropa, ya que no serían animales Never Ever”, detalló.

En ese sentido, la doctora remarcó la importancia de tener sistemas de segregación y de trazabilidad muy bien implementados a nivel de campo y que deben mantenerse en las siguientes etapas (transporte y planta).

Sobre Never Ever, dijo que “hay que tener cuidado con los animales en corrales, donde a veces se utiliza monensina en las raciones, como coccidiostático, o coccidicida para controlar diarreas. Dicho uso sería correcto si fuera necesario, pero la monensina también tiene un uso como antibiótico y/o promotor de crecimiento, dependiendo la dosis, y en este caso estaría prohibido para esa certificación”.

Por otra parte, se refirió a otra certificación que también es muy demandada: Grass Fed, que refiere a la alimentación a pasto, que puede ser en el 100% de la vida del animal o en un 80%, dependiendo del programa. 

Rovella puso el ejemplo de Conaprole, que el año pasado desde LSQA realizó una certificación Grass Fed para sus tambos, para demostrar en sus mercados que la leche proviene de animales con dietas basadas en 80% de cosecha directa de pasturas o sus derivados, sin granos.

Certificación lanera

Otra norma es RWS (Estándar de Lana Responsable, por su sigla en inglés), que aplica a ovejas y a la industria textil. “Lo que se busca es garantizar no solo los temas relacionados con el bienestar animal, que son muy exigentes en el manejo de los ovinos a campo, sino también temas de responsabilidad social, en cómo están los trabajadores en el campo, uso del suelo y de la tierra, cuidado del medio ambiente, el manejo de la biodiversidad y la preservación de los recursos naturales”, detalló.

A propósito, indicó que en Uruguay hay muchos campos con certificación RWS, a solicitud de las industrias laneras. “Las industrias laneras que exportan desde Uruguay necesitan demostrar a sus compradores que sus lanas provienen de establecimientos certificados”, señaló. Y agregó que “también existen procedimientos de trazabilidad establecidos, para asegurar el manejo de la lana a nivel de la industria”.

Los consumidores más exigentes

Consultada sobre cuáles son los mercados más exigentes en certificaciones, Rovella respondió que son la Unión Europea y Estados Unidos. Advirtió que “China todavía no lo está pidiendo, pero el mercado asiático se está tornando cada vez más exigente, con más controles. Es un mercado que está creciendo exponencialmente, y puede suceder que en el corto plazo empiece a requerir este tipo de certificaciones”.

Por otra parte, planteó el ejemplo de McDonald´s, que tiene su propio estándar de certificación y se lo exige a todos sus proveedores de restaurantes en todo el mundo. Dicho estándar refiere a la materia prima para hamburguesas, a bienestar animal y a temas relacionados con la inocuidad alimentaria y control de encefalopatía espongiforme bovina (vaca loca) en plantas de faena. “Pero McDonald´s ya quiere ir un paso más adelante, y va a requerir certificaciones a nivel de campo”, comentó. 

La integrante de LSQA insistió en que “los productores deben de estar preparados, porque va a llegar el momento en que el mundo empezará a requerir no solamente la certificación en los frigoríficos, sino en el eslabón anterior de la cadena. Lo que pasó en el rubro ovino con la lana RWS, también sucederá en la ganadería de carne. Los productores tienen que empezar a entender esto, e implementar a nivel de campo los cambios culturales que conllevan estas certificaciones, para que el día que se requiera, rápidamente puedan certificar sus establecimientos agropecuarios y dar garantías a través de una tercera parte independiente de cómo trabajan porteras hacia adentro”.

Sobre LSQA

Desde Uruguay, LSQA gestiona, emite y mantiene todas las acreditaciones necesarias para la emisión de certificados en sus oficinas distribuidas por todo el mundo. Rovella trabaja fundamentalmente en los programas de certificación relacionados con producción primaria e industrias de alimentos.

Los frigoríficos exportadores de Uruguay reciben anualmente auditorías muy exigentes, en aspectos de inocuidad alimentaria, legalidad, autenticidad del producto, calidad, y bienestar animal. 

“Realizo auditorías anuales de bienestar animal en esas plantas, donde básicamente se controlan los aspectos relacionados con la compra y recepción del ganado, la gestión sobre las empresas de transporte, el manejo de los animales en corrales y durante la entrada a cajón, la insensibilización, el degüelle, sangrado, hasta el momento de la muerte. Una vez que el animal muere, termina el sangrado y empiezan las operativas de faena, en ese momento termina la auditoría en bienestar animal en el frigorífico”, detalló. 

LSQA obtuvo recientemente una acreditación para el estándar ISSC, que refiere, en grandes términos, a la sustentabilidad en producción primaria. “Las empresas se preocupan cada vez más por los efectos medioambientales. Acá entran temas como huella de carbono, el uso de recursos naturales, la preservación del suelo, las buenas prácticas agrícolas, entre otros. Es una norma muy exigente, que en LSQA ya podemos ofrecer para la certificación en sistemas agrícolas y su cadena de custodia”, informó.

A continuación, comentó que “hay muchas empresas que ya están trabajando en la implementación de esquemas como este, para demostrar que son sustentables. Esta norma no solamente establece lineamientos sobre cómo deben realizarse las buenas prácticas agrícolas, sino que también deben fijarse indicadores muy estrictos, y se deben realizar monitoreos constantes, que demuestren la mejora continua. Es por ello que una certificación de este tipo ayuda a las organizaciones a ser más rentables y eficientes”.

Rovella planteó que “algo importante es que se tiene que mantener la trazabilidad de los cultivos certificados en todas las etapas de la cadena agroindustrial, algo que en nuestro lenguaje llamamos: certificación de la cadena de custodia. Por lo tanto, la certificación no termina cuando los camiones levantan el cultivo en la chacra, sino que se mantiene en las siguientes etapas”.

Nota de Revista Verde N° 93

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