Lucia Sosa de Pesier Galpones recordó a VERDE que la empresa está cumpliendo 24 años de actividad en el mercado y “se le ha dado un nuevo impulso sumando innovaciones con toda la tecnología de la perfilería y con el respaldo a Armco. Se amplió la oferta de productos y hoy se construyen desde galpones hasta proyectos más específicos. En todo y en todos los rubros el Uruguay”.
Indicó que “la demanda se reactivó fuerte desde hace un par de años, donde el incentivo a los proyectos de inversión, incidió favorablemente”.
Destacó que Pesier brinda asesoramiento en todo el proceso, donde sobre sale la solidez y la responsabilidad con la que trabaja junto al cumplimiento de los plazos de entrega definidos”.
Actualmente “estamos trabajando con el sector agropecuario, en emprendimientos que están localidades o ciudades, pero también se viene con actividades en el sector industrial, como la láctea o la papelera”, ejemplificó.
La empresa de marketing y estrategia se enfoca exclusivamente en los servicios a compañías del sector agroindustrial, con propuestas diseñadas a medida de cada cliente
En 2020 AgenciaAGRO surge como un Spin-off de la Agencia Digital Uruguaya LemonCode (antes d2B – Design to Business), con más de 20 años de trayectoria en el desarrollo de soluciones digitales para clientes globales en el área de marketing y comunicación.
“Trabajamos con empresas del agro en la región desde el 2015, aprendiendo las particularidades de su negocio, escuchando sus problemas, entendiendo los escenarios de negocios que enfrentan, sus desafíos y necesidades. Todo ese conocimiento lo hemos ido aplicando en el desarrollo de soluciones a medida, basadas en estrategia, diseño y tecnología, monitoreando cada acción e implementación para lograr los mejores resultados. Hoy en día, estamos trabajando en Paraguay, Argentina, Bolivia y Uruguay, con resultados muy satisfactorios”, destacó Andrés Molfino, director y cofundador de AgenciaAGRO.
La agencia está ubicada en Uruguay (Montevideo), Brasil (Rio Grande do Sul y San Pablo), y próximamente en Ciudad de México. El equipo de AgenciaAGRO se enfoca en el desarrollo de soluciones para los agronegocios, que abarcan desde marketing digital, publicidad y comunicación creativa en plataformas tradicionales y digitales, y redes sociales. Diseño web, aplicaciones móviles y comercio electrónico, hasta la consultoría, desarrollo de marca, eventos virtuales y planificación estratégica.
Luis Molfino, director cofundador y arquitecto de experiencias digitales señala que «el proceso de transformación digital en los agronegocios se ha acelerado radicalmente a partir de la pandemia de Covid-19. Este impacto está empujando a las empresas del sector a revisar sus estrategias y replantearse nuevas formas de comunicación y gestión. Es vital contar con especialistas que puedan ayudar en maximizar los beneficios que las tecnologías y herramientas digitales pueden proveer en el corto y mediano plazo, preparando a las empresas para el nuevo escenario”.
Para Nancy Delint, socia y gerente de desarrollo de negocios de la agencia en Brasil, los desafíos que presenta la crisis sanitaria en la región también están impulsando cambios y nuevas oportunidades para que los agronegocios evolucionen a una nueva realidad digital.
“Las nuevas tecnologías y la mayor sofisticación entre los agricultores están obligando a ordenar y profesionalizar su comunicación externa e interna”, sostuvo.
SOLUCIONES A MEDIDA
Los clientes que típicamente atiende la agencia en Latinoamérica son empresas semilleristas, de agroquímicos, fertilizantes, exportadores y productores agropecuarios.
El equipo de especialistas de AgenciaAGRO conoce muy bien la realidad del campo y las problemáticas del sector, por lo que la solución que se ofrece a cada cliente es a la medida de sus necesidades y adaptadas al medio local.
Los servicios y soluciones de AgenciaAGRO se enfocan en ayudar a las empresas a destacar sus productos, mejorar la comunicación con proveedores, conectar con potenciales clientes y posicionar su marca en función del objetivo trazado.
Algunos de los servicios que ofrecen comprenden: análisis estratégicos iniciales con consultores especializados, gestión de las plataformas sociales corporativas, desarrollo web profesional y sitios de comercio electrónico, gestión de marcas y desarrollo de campañas de comunicación.
Según Nicolas Lago, socio y gerente de proyectos de la agencia en Latinoamérica, las soluciones que ofrecen se basan en cinco pilares clave: definir los objetivos con claridad antes de comenzar a trabajar; entender quién es el cliente; medir y ajustar; experiencia de usuario; y generar un máximo retorno de la inversión por cada campaña de comunicación.
AgenciaAGRO también creó un Programa de Estrategia Digital con el objetivo de potenciar las ventas, posicionar las marcas en el medio digital y aumentar los resultados de las empresas agroindustriales en Latinoamérica.
“Nuestro programa es a medida, escalable según el modelo de negocios de cada empresa y alineado a cada presupuesto”, afirmó Marcio Ceretta, socio director de la agencia en Brasil,
Ceretta consideró “vital” que las empresas del sector trabajen con una agencia de comunicación especializada en agronegocios, porque “es importante vivir el agronegocio desde dentro, entender sus oportunidades, problemáticas y desafíos, conociendo la cultura de cada región”.
Para acceder a más información sobre estas propuestas, los interesados podrán ingresar en www.agenciaagro.com.
Martín Otero, director de Bedrock, sostuvo que la pandemia fue determinante para que los capitales busquen refugiarse en activos seguros y miren la producción de alimentos
El interés por invertir en tierras en Uruguay se ha incrementado en el último tiempo, confirmó a VERDE Martín Otero, fundador y director de Bedrock. Señaló que la pandemia de covid “marcó el fin de un momento en que estaban muy deprimidos los precios agrícolas y había una sensación de abastecimiento total en el mundo”, y ese fue un factor importante que motivó a los inversores a volver a interesarse por este activo.
Agregó que actualmente hay una fuerte política de recomposición de stocks en muchos países, al tiempo que se vive una revisión importante de los sectores productivos y de las cadenas de comercialización y suministro después del covid”.
Por otro lado, señaló que en el mundo se replantearon muchas cosas, no solo en la cadena agropecuaria de suministro de alimentos, sino también en muchos otros rubros y sobre todo en el mundo corporativo en su relación con los inversores, la sociedad y los consumidores.
Otero es fundador y director ejecutivo de Bedrock, fue fundador de Hillock Capital Management y exdirector de Hidrovias do Brasil, empresa que en Uruguay, entre otras cosas –junto a grupo Christophersen– creó TGM en el puerto de Montevideo.
“No me gusta hacer futurología, pero veo una sensación tensa de la economía y la geopolítica global. No hay una visión recesiva, pero tampoco se ve un escenario de gran crecimiento, sino de un crecimiento menor para los próximos años”, analizó.
Apuntó que “empiezan a aparecer dudas con respecto al posicionamiento financiero. Cuando se empiezan a escuchar las palabras inflación, burbujas, intervencionismo y demás, eso no hace otra cosa que volver a poner a la inversión en tierras como una alternativa de diversificación de carteras. Históricamente la tierra fue una cobertura efectiva ante la inflación, y tiene poca correlación con otros productos financieros”. Y sostuvo que “la inversión en tierras es una gran opción como estrategia de cobertura para todas estas incertidumbres”.
Bedrock promueve inversiones en tierras en la región, donde “Uruguay califica muy bien”, dijo Otero. A propósito planteó que “hoy estamos muy enfocados en las inversiones de impacto. El agro tiene una función muy importante en esto, gracias al nuevo enfoque de la producción. Creemos que va a haber mucho capital dirigido a las inversiones de impacto y sustentables”.
Subrayó que la inversión en tierra y en el sector agro es segura, y que durante la pandemia se demostró que la demanda de alimentos siguió inalterada. “Cuando el mundo se cayó se necesitaba lo básico; y se demostró que esas inversiones son sólidas”.
Interés en la sustentabilidad
Por otra parte, señaló que en el mundo empresarial hay mayor interés en los temas de sustentabilidad, y que en los últimos tiempos la gran mayoría de las empresas han creado departamentos dedicados exclusivamente a demostrar procesos acordes a las demandas en esa materia.
Valoró que el agro hoy ocupa un lugar fundamental y representa una gran oportunidad. Porque no solo produce alimentos sino también fibras que pueden reemplazar a los plásticos, por ejemplo. “Esto era algo que estaba a la vista y no era valorado por el mundo. Así como los servicios ambientales que el agro puede brindar, que es algo medible, que puede contribuir a la sustentabilidad, con efectos de gran impacto para mitigar el cambio climático. Todo esto aporta valor”, enfatizó.
Otero confirmó que “en la inversión hay una necesidad importante de ir hacia operaciones sustentables, medibles, con resultados e impactos positivos reales”. Y que lo mismo ocurre en el sector financiero, que tiene el ánimo de impulsar proyectos que contribuyan al cuidado del planeta. “Todas las industrias se están haciendo grandes replanteos, y el agro también lo está haciendo”, afirmó.
Posicionamiento de Uruguay
Otero está involucrado con inversiones en agronegocios en Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Dijo que a Uruguay lo ve “muy bien”, y que “más allá de ser un país amigable con la inversión, demostró tener mucha seguridad jurídica, que es un diferencial en la zona”.
También destacó el aspecto productivo del país, sobre todo en el actual escenario. “Uruguay tiene buena productividad, pero además tiene las características para ofrecer algo diversificado. En Uruguay podés producir en el mismo campo granos, forestación y ganadería de punta. Esa combinación tiene muchas ventajas, que no se dan en el planteo típico de producciones extensivas, de monocultivo, como ocurre en otras geografías ”, dijo.
En contrapartida señaló los costos. Recordó que se han ido capitales de Uruguay por ese tema, porque “la renta de la tierra en Uruguay y en casi todo el mundo es ajustada, y la presión impositiva termina siendo una amenaza a la inversión”.
En tal sentido mencionó al Impuesto al Patrimonio como “una carga importante en estos negocios de largo plazo, que por momentos se nos hace cuesta arriba”.
De todos modos, consideró que Uruguay “es un país atractivo por productividad, por estabilidad, por seguridad jurídica, por su capital profesional y humano y por las políticas que promueven la inversión, como se da por ejemplo en los proyectos de riego”.
También valoró que “es un país donde la informalidad comercial es cero, y eso es algo buenísimo, lo digo por experiencia. Y es un país que siempre ha demostrado mucha apertura para conversar, entre los privados y el Estado, sobre las políticas que se vienen”.
Por otra parte, destacó que “en políticas ambientales Uruguay está un paso adelante en la región”. Y agregó que tanto la marca Uruguay Natural, como la implementación de sistemas de trazabilidad, entre otras políticas, “ayudan mucho a este tipo de inversiones”, en las que no solo hay que decir sino que hay que demostrar y certificar los procesos.
La empresa tiene operaciones funcionando en Uruguay, y tiene en su visión seguir en el país a largo plazo, al tiempo que espera que se concreten nuevas inversiones “mientras las cosas se mantengan de esta forma, y creemos que así va a ser”, dijo.
También señaló que “hay que tener en cuenta que la inversión en tierras está muy ligada a su productividad”. En ese sentido señaló que el valor de la tierra tiene pisos y techos. Su valor y su renta están indefectiblemente ligados a lo que puede producir y también al valor de esa producción, y siempre contemplando series históricas largas. “Es algo que estamos monitoreando permanentemente en la región en general y en Uruguay en particular”, confirmó.
Señaló que los fondos de inversión y de pensiones de Uruguay “estuvieron muy activos en el mercado de tierras en los últimos años. El inversor local, el productor, los fondos de pensiones uruguayos y el argentino que ya estaba en el país fueron los que en el peor momento del mercado de tierras marcaron un piso al precio de los campos en Uruguay”.
Planteó que la pandemia no solo afectó a la inversión en Uruguay sino en todo el mundo, fundamentalmente por el problema de la movilidad. “Un inversor que está en Boston, Londres o en Suiza puede tener muchas ganas de invertir en la región, pero probablemente no lo haga hasta que pueda pisar el país, tener una idea de la gente con la que está trabajando y demás. Eso hizo más lento el mercado. Creemos que cuando esto se normalice habrá un impacto favorable”, analizó.
Sobre Bedrock
Bedrock es una empresa creada por Otero en 2020 para viabilizar inversiones en agricultura sustentable, regenerativa y de impacto. Su equipo, que opera en Uruguay desde 2005, cuenta con la experiencia de haber participado en el diseño y ejecución de estrategias para más de 160.000 hectáreas.
Realizó operaciones directas sobre 35.000 hectáreas y diseñó y ejecutó planes de desarrollo e infraestructura en más de 30 propiedades. En Uruguay opera en los rubros de agricultura, ganadería y forestación. Por más información ingresar a la web www.bedrockfwm.com.
El producto de Agrifirm mejora el balance entre energía y proteína en el rumen, favoreciendo la síntesis de proteína microbiana y evitando pérdida de nutrientes
Francisco González
Integrante del departamento técnico de Agrifirm
Las pasturas sembradas y verdeos de invierno son recursos forrajeros ampliamente utilizados en la producción de carne en Uruguay, como complemento en calidad, productividad y estacionalidad al campo natural. En zonas agrícolas, la mayor parte de la oferta forrajera de los predios proviene de esos recursos.
Normalmente, los empresarios ganaderos destinan esas pasturas a categorías animales con requerimientos elevados, tales como novillos preparándose para faena, terneros posdestete o recrías para corral.
Este tipo de forrajes (raigrases, avenas, praderas consociadas, alfalfas) son de alta calidad, con un buen aporte de energía, moderados niveles de FDN (fibra detergente neutra) y un gran aporte de proteína.
La respuesta animal a este tipo de forrajes se manifiesta en buenas ganancias diarias, que son mejores a las que se obtienen sobre los campos naturales, pero que en la mayoría de la época de utilización no llega a expresar el potencial de producción del animal.
Es normal que el aporte de Proteína, y particularmente de proteína soluble exceda el aporte de energía, generando un exceso de esa proteína en rumen, causando algunos trastornos y limitando la respuesta animal.
Esos trastornos se pueden ver a nivel de campo, en animales con diarreas, altas tasas de pasaje del alimento y ganancias por debajo de lo esperado para esos animales.
Propuesta Agriverde
Agriverde, de Agrifirm, es un suplemento energético mineral de autoconsumo, formulado para ayudar a corregir estos desbalances de las pasturas de alta calidad y mejorar la performance animal sobre esas pasturas.
Aporta energía de disponibilidad ruminal, ionóforos y micro y macrominerales. Existe además una versión con otros aditivos que ayudan en el control de meteorismo en pasturas peligrosas (Agriverde AM).
Aspectos a destacar
La propuesta de valor de este producto es mejorar el balance entre energía y proteína en el rumen, favoreciendo la síntesis de proteína microbiana y evitando pérdida de nutrientes en heces y orina.
Además, cubre los requerimientos de macro y micro minerales de los animales, siendo un aspecto importante a recordar que las necesidades de estos nutrientes son mayores cuando esperamos productividades animales más altas.
Posee un elevado aporte de azufre, que es utilizado para la síntesis de aminoácidos azufrados, mejorando no solo la cantidad de proteína microbiana sino también su calidad.
Además aporta magnesio, un mineral que normalmente es deficitario en sistemas pastoriles en Uruguay. Este déficit es más probable en pasturas con elevados niveles de potasio o cuando determinadas condiciones climáticas predisponen su manifestación. Incluso llegan a ocurrir muertes por hipomagnesemia.
También aporta el resto de los macrominerales y microminerales que requieren los rumiantes, buscando que no existan limitantes a la productividad.
La versión Agriverde AM además posee aditivos que ayudan a controlar el meteorismo, siendo una herramienta más en el manejo de este problema.
Los mecanismos de acción que aporta este producto en ese aspecto son: baja en la degradabilidad ruminal de la proteína, y baja de la tensión superficial de las burbujas de gas que se forman en el rumen.
Modo de uso
Se trata de un producto de autoconsumo. Basta disponer en bateas y los animales lo consumirán. El nivel de consumo esperado es de 0,1% del peso vivo (un animal de 300 kilos consumiría unos 300 gramos), aunque este valor puede variar por aspectos como la salinidad del agua de bebida, la distancia a la aguada, la categoría animal y el manejo.
Es importante respetar un suministro adecuado de frente de comederos, sobre todo con la versión AM, ya que es esencial que todos los animales del lote tengan la posibilidad de consumir el producto.
Cabe recordar que el producto contiene ionóforos y, por lo tanto, se debe evitar el consumo por parte de caballos.
Este producto no permite aumentar la carga sobre las pasturas, su efecto se da sobre la producción individual. Por lo tanto, en aquellas situaciones donde la cantidad de pasto por animal es limitante, se debe utilizar acompañado de otras medidas de manejo que den consistencia a los resultados, como el manejo del pastoreo, el aporte de algún voluminoso, entre otras.
Temperaturas más altas y menos lluvias en octubre impactaron en el rinde cervecero, Soriano fue el departamento más afectado; Ambev incursiona en la producción orgánica.
La zafra de cebada anterior terminó con números positivos, pero “no tuvo el broche de oro que hubiésemos querido, por un tema netamente climático, que no podemos desconocer”, dijo a VERDE Mariángeles Antenucci, gerente agronómica de Ambev.
El principal problema se registró en el ciclo final del cultivo. “Durante octubre la temperatura media estuvo por encima de años anteriores y las lluvias estuvieron 33% por debajo del promedio para ese mes”, explicó Antenucci.
Señaló que el déficit hídrico y las altas temperaturas “cortaron el llenado de granos y los cultivos se adelantaron”, lo que provocó un menor rendimiento cervecero. “Esperábamos entre 3.900 y 4.000 kilos por hectárea (kg/ha), pero terminamos cerrando en 2.900 kg/ha por hectárea. Hubo un rechazo de 25%”, informó.
Agregó que más del 80% del volumen rechazado fue por tamaño de grano, y la media de primera calidad de esos rechazos estuvo en 58%. Octubre, con menos lluvias y temperaturas más altas “provocó una afectación severa”.
El restante porcentaje de rechazos se debió a los altos niveles de proteína, “explicado también por el menor tamaño de grano. Y también hubo algún caso de proteína baja”.
Al regionalizar la situación, Antenucci explicó que la zona norte (Salto y Paysandú), que habitualmente “es la más golpeada”, en este caso tuvo muy bajos niveles de rechazo y “el rendimiento cervecero medio se ubicó en 3.300 kg/ha, superior al de la zafra precedente”.
Señaló que la zona centro, fundamentalmente Soriano y Río Negro, “fue la más complicada”. El rendimiento cervecero promedio fue de 2.700 kg/ha, menor al del año anterior, mientras que el porcentaje de rechazo en esa zona “fue muy importante”.
Y la zona sur (Colonia) se vio afectada pero en menor medida que la zona centro. El rinde cervecero promedio culminó en 3.000 kg/ha, cifra similar a la del año precedente.
Durante el ciclo 2021/22 la compañía tuvo un área de siembra récord, de 129.000 hectáreas de cebada, y eso sirvió para compensar el alto nivel de rechazo. El 55% del área de Ambev se realiza en la zona centro, y por eso el rinde cervecero promedio fue de 2.900 kg/ha. En el arranque de la zafra el objetivo era mantener o incrementar la exportación de cebada cruda. “La gran cosecha del ciclo 2020/21 permitió exportar 90.000 toneladas”, acotó.
En la última zafra el volumen recibido por Ambev fue de 380.000 toneladas, con eso las dos malterías (Uruguay y Cympay) quedan abastecidas y cuentan con materia prima para producir durante todo el año. “Lo que se ve afectado es el saldo exportable de la compañía hacia sus malterías de la región. Ha sido un año complicado a nivel global para la producción de cebada cervecera. Varias regiones tuvieron sus problemas”, señaló.
De todos modos, Antenucci consideró que fue una zafra positiva para la cebada, porque el mercado forrajero y la exportación pudieron canalizar comercialmente el alto nivel de rechazo. “Toda la producción tuvo un destino y precios acordes. Eso es muy importante para el productor y para el cultivo, porque se suman alternativas para los rechazos de maltería”, valoró la gerente agronómica de Ambev.
A propósito, recordó que en años anteriores, “cuando se registraban problemas de calidad, no había una fluidez comercial ni precios interesantes para los rechazos. Solo estaba el mercado interno, que absorbía para forraje, pero era mucho más chico que el actual, y tampoco estaba la exportación”.
Antenucci informó que el nivel medio de proteína se mantuvo respecto del año anterior, llegando a 11,2%. “Si hubiésemos tenido una zafra normal, ese valor estaría por debajo de 11%, con lo cual la fertilización sigue siendo un tema a seguir de cerca. Sobre todo en esta zafra que viene, con un precio de los fertilizantes que se ha incrementado notoriamente”.
Agregó que el promedio del tamaño de grano estuvo en 85%, por debajo del 90% de la zafra anterior, lo que afecta el rendimiento de la maltería y habrá más mermas. No hubo problemas de Don, aunque sí hubo casos puntuales. En definitiva, “sanitariamente los cultivos se comportaron muy bien”, concluyó.
Sobre el aspecto comercial, Antenucci indicó que el precio medio de fijación se ubicó en US$ 262 por tonelada, y recordó que en la zafra 2020/21 fue US$ 212 por tonelada. “Hubo fijaciones previas, pero el grueso del volumen, el 52% de las fijaciones y ventas, se dieron en cosecha. El productor decidió fijar precio con el volumen en la mano. El 90% de la cebada recibida ya fue vendida por el agricultor”, informó.
Ambev continúa desarrollando sus jornadas de capacitación y entrenamiento para productores, técnicos y distribuidores, focalizadas en sanidad, nutrición y otros temas, con la participación de especialistas de Uruguay y la región. “Se busca mejorar los procesos productivos y el manejo, para llegar a una cebada que cumpla con las exigencias de las cervecerías y, en definitiva, del consumidor, que es el que marca las pautas de calidad”, agregó.
“En 2021 la compañía participó por primera vez de la Expo Prado y este año participará de la Expoactiva. Además, concluyó el AgroPortal, nuestra nueva web, que ya está operativa y es un canal para estar más cerca del productor y el distribuidor”, señaló.
CEBADA ORGÁNICA
Ambev incursionó por primera vez en Uruguay en la producción de cebada orgánica, bajo prácticas 100% agroecológicas. “El objetivo es comenzar de esa forma para llegar a la certificación orgánica”, explicó Antenucci.
La gerente agronómica de Ambev comentó que se cultivaron 30 hectáreas en la zona de Cololó (Soriano) donde se logró un rendimiento promedio de 2.000 kilos por hectárea y 90% de calibre. “Fue un campañón”, destacó, al considerar la muy buena productividad para un sistema orgánico, y más teniendo en cuenta que es la primera vez que Ambev lo hace en Uruguay.
Explicó que en este sistema las aplicaciones “se realizaron con los productos biológicos permitidos, sin utilizar químicos”. La semilla se entrega sin tratar, y “solo se busca lograr que la carga fúngica sea nula”.
La ejecutiva señaló que a nivel mundial “hay una demanda por esta clase de productos orgánicos o regenerativos, y por eso dimos este puntapié”. Comentó que luego vendrá la certificación de la maltería y también de la cervecería, para continuar con el proceso, “porque toda la cadena tiene que tener la certificación orgánica”.
Afirmó que estas “son tendencias que van ganando terreno y hay más demanda, no solo para la cebada o la cerveza sino también para muchos otros productos”.
A nivel global la compañía ya cuenta con programas de esas características, mientras que en la región “Argentina ya cuenta con cervezas orgánicas y Brasil está avanzando en esa línea”, concluyó.
En contrapartida, la aprobación de la nueva ley forestal, vetada por el Poder Ejecutivo enseguida, y los graves incendios de este verano, generan alerta en los productores
La celulosa se ubicó en el segundo lugar del ránking de exportaciones de Uruguay en 2021, por un aumento de 43% respecto a 2020, alcanzndo un monto de US$ 1.575 millones, según datos del instituto Uruguay XXI.
Ese crecimiento se debió exclusivamente a mejores precios,de exportación, que se recuperaron luego de ubicarse en niveles reducidos en 2020, según se explicó.
El precio promedio de exportación de la celulosa llegó a US$ 562 por tonelada en 2021, lo que significó un incremento de 39% frente al promedio del año anterior.
Pero las exportaciones de madera también jugaron un rol protagónico el año pasado, al ubicarse en el séptimo lugar del ránking, debido a una suba de 64% y un monto de US$ 569 millones, según ese organismo.
El sector forestal se muestra “activo y pujante”, con dos bloques, el celulósico que en monto de negocios representa 73% y otro grupo de empresas vinculado a los rolos de pinos, tableros, madera aserrada y chips, que comprende 27%, dijo a VERDE el presidente de la Sociedad de Productores Forestales (SPF), Nelson Ledesma.
Sobre las posibilidades de un mayor desarrollo del subsector forestal, que no incluye a la producción de pasta de celulosa, Ledesma se mostró optimista por ciertos factores a tener en cuenta.
Uno de ellos es que el área forestada vinculada a la industria de la celulosa domina el 46%, asociada a las plantas; la industria de transformación mecánica de madera abarca cerca de 31% de la superficie; los proyectos de madera de fibra para la exportación comprenden 21% del área; y otros usos, como leña, madera para energía y demás ocupan 2% del total.
“Vemos una gran oportunidad para la industria de transformación. El año pasado se produjo una nueva inversión con destino a la producción de tableros laminados”, que se conoce con las siglas CLT (siglas en inglés de Madera laminada cruzada), comentó el presidente de la SPF.
Ese tipo de tableros de madera se emplea en la construcción de casas a nivel internacional, y ahora parece haber cierto interés en el desarrollo de planes similares en el mercado local.
Consultado sobre las probabilidades de ser competitivos en esa actividad específica, Ledesma reconoció que ese es el “gran desafío”, porque Uruguay es un “país caro”, por sus altos costos internos.
Pero señaló que hay empresas internacionales que apuntan al mercado uruguayo, que analizan instalarse para realizar una parte del proceso industrial requerido.
Acotó que si todo el proceso industrial resulta poco competitivo, quizás una alternativa sería “producir un componente de alto valor, por la posibilidad de utilizar madera de calidad y certificada”.
Eso es fundamental en un contexto mundial con cada vez mayores exigencias en el cuidado del ambiente y la sostenibilidad de los ecosistemas, entre otros aspectos. “Casi todos los bosques del Uruguay están certificados y la calidad de la madera es muy buena. No es fácil conseguir en el mundo miles de hectáreas manejadas con la forma y la intensidad que se hace aquí”, valoró.
Ledesma resaltó que “eso para una empresa industrial que precisa volumen es un atributo muy interesante, porque accede a un producto, que si bien proviene de la naturaleza, es homogéneo y de alta calidad. Por lo cual el rendimiento en planta, es alto”. Se comienzan a “sumar cualidades que identifican al país como una alternativa para la parte industrial”, acotó.
Por eso, entre otros tantos motivos, el empresario consideró que Uruguay está en la mira de potenciales inversionistas en esa actividad. Además teniendo en cuenta que el sector celulósico ya “está maduro”.
“Para que una industria de transformación mecánica de la madera sea rentable es importante que pueda colocar los diámetros menores como: productos de los raleos y la fracción más fina del árbol en la tala rasa en la industria celulósica y/o energía. Porque cerca del 30% de la madera del árbol no se usa en el aserradero o en la industria del debobinado, por razones de eficiencia industrial”, argumentó.
El presidente de la SPF especificó que esta fracción también se podría colocar en la fabricación de tableros de partículas o fibras, pero hasta el momento en Uruguay no hay este tipo de industria. Y señaló que si no se pudiera colocar este volumen los costos para la industria de transformación serían mayores.
Para aprovechar las oportunidades que se presentan, “hay que destacar que en Uruguay hubo inversores que fueron pioneros al adoptar decisiones de largo plazo para plantar árboles que requieren un período de crecimiento de unos 25 años, como los pinos y eucaliptos, con un manejo silvícola muy intensivo. Eso fue fundamental para que el país logre el posicionamiento que tiene en la actualidad”, sostuvo.
El uso de la madera permite generar energía alternativa a las fuentes tradicionales que se utilizan en el mundo, entre otras “ventajas ambientales” vinculadas a las emisiones, además de otras como la rapidez de la construcción, el ahorro de energía en la construcción y el confort del hogar.
“Cuando uno ofrece construcciones de madera manejada, de manera sostenible, está evitando que se corten árboles de la selva”, que no se destruyan los bosques nativos, y así “proteger la biodiversidad”, aseguró el empresario forestal.
Señaló que hay varios países que ya están reconociendo esos aspectos diferenciales, sumado a la calidad y homogeneidad de la materia prima generada en la producción forestal uruguaya.
En cuanto a los mercados para la exportación de celulosa y la madera en 2021, los registros de Uruguay XXI muestran que en el primero de los productos fue la Unión Europea el que acaparó las compras (53%), seguido por China (27%) y luego figuran otros países con una menor participación, como Argentina, Corea del Sur y Turquía.
Mientras que en el caso de la madera, el principal destino fue el mercado chino, también crecieron las ventas a Estados Unidos, India, Portugal y Méjico, entre otros.
CAMBIOS Y ALERTA
En cuanto a las modificaciones legales propuestas en el Parlamento local para poner ciertos límites a las plantaciones forestales, el titular de la SPF señaló que desde un principio la institución advirtió su “preocupación” por esa iniciativa, por considerarla “mala” para el sector forestal, para el agro y para Uruguay.
“No porque suponga un cambio de reglas, porque eso puede suceder en un mundo que evoluciona, las reglas pueden cambiar, pero un cambio de esta significación sólo tendría justificación si hubiera un interés general a proteger”, opinó.
El representante de los productores reconoció que “el Estado puede decir que debe velar por un recurso natural renovable, que es finito, si alguien está produciendo de manera irracional y comprometiendo ese recurso que le pertenece a la sociedad en el largo plazo”.
“Pero cuando no hay razones, como pasa ahora, ni desde el punto de vista ambiental, ni social y menos económico, y el Estado quiere prohibir, (entonces) ahí se entra a una situación compleja y delicada, por afectar derechos que la Constitución prevé, como el derecho a la propiedad y el libre ejercicio económico de las personas”, argumentó.
El proyecto de ley fue presentado en 2020 por Cabildo Abierto, partido que integra la coalición del actual gobierno, y obtuvo el apoyo del Frente Amplio (oposición) en el Parlamento. Esa iniciativa fue aprobada por las cámaras de Diputados (en 2020) y de Senadores (en 2021), pero sobre el cierre del año pasado recibió el veto del presidente Luis Lacalle Pou.
Para la SPF lo sucedido en ese caso genera y “deja latente” un “alerta” respecto a que en el futuro surjan nuevas propuestas de concretar cambios legales que supongan restricciones o algún otro tipo de impactos negativos a los intereses del sector forestal y del país.
“La ley (vetada) no prosperó y finalmente no afectó las inversiones realizadas, aunque durante el periodo que duró el tratamiento parlamentario algunas inversiones fueron suspendidas hasta ver cuál era el resultado final”, comentó.
En alusión a los argumentos a favor de realizar esa modificación legal, que solo alcanzaría a las nuevas plantaciones forestales, Ledesma discrepó. Planteó que cuando un inversor toma la decisión de comprar un predio y va a reforestar, eso implicaría un nuevo proyecto y, por lo tanto, supondría una afectación.
“Hoy en Uruguay no hay prohibición de forestar, cualquier productor puede forestar, pero tiene que presentar un proyecto en la Dirección General Forestal del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, y también en el Ministerio de Ambiente”, señaló.
Y acotó que con el nuevo decreto “no importa la dimensión” del proyecto, “siempre que sea mayor a las 40 hectáreas afectadas deberá tener la aprobación”.
“Si está sobre suelos de prioridad forestal la aprobación será más rápida, pero si está fuera de ese tipo de suelos, como puede ser un suelo agrícola donde alguien podría querer plantar igual, aunque no lo recomendamos, seguramente va a tener que cumplir con mayores exigencias ambientales para que los ministerios aprueben o no plantar”, afirmó.
Ledesma consideró que hay “mucho desconocimiento sobre el sector forestal en temas ambientales”. Por ejemplo, “mucha gente no sabe que uno de los elementos de erosión más fuerte es la lluvia, y las plantaciones forestales ejercen una gran protección natural al suelo, evitando la erosión y, por tanto, mejora la calidad de las fuentes de agua al evitar la sedimentación”.
Agregó que “los bosques y las plantaciones manejadas de manera sostenible generan beneficios en la incorporación de carbono en el suelo, en su mejor estructura, y en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero”.
AJUSTES
Otro de los temas que puso a la forestación en el centro de la opinión pública fueron los incendios forestales ocurridos en este verano. Consultado sobre este punto en particular, Ledesma declaró que hace ya algunos años que la SPF tomó la iniciativa de adoptar medidas de autoprotección ante eventuales incendios forestales.
En aquel momento, integrantes de la institución se plantearon: “no podemos sentarnos a que venga un fuego y llamar a los bomberos, dado que ellos tienen recursos finitos y su prioridad es la protección de los distintos centros poblados del país”, recordó.
A partir de eso se inició una estrategia de asociación entre las empresas del sector. El directivo comentó que primero comenzó con camionetas de contratistas y equipamiento básico de combate para asistir en caso de focos ígneos, y en 2014 se creó un consorcio forestal que lo componen unos 110 productores de distintos tamaños.
El sistema que se implementó es tomado de la experiencia de otros países forestales, que pasa por una “detección y ataque rápido”, con tres bases ubicadas estratégicamente, una en Treinta y Tres, otra en Tacuarembó y otra en el litoral oeste.
Cada una de esas bases tiene un helicóptero, con una brigada helitransportada, que el consorcio contrata a la Dirección Nacional de Bomberos (DNB) y cubre un radio de 170 kilómetros, lo que permite que el helicóptero llegue muy rápidamente a combatir el lugar más periférico de ese círculo. Como complemento, hay seis aviones y 15 torres de tierra con vigilancia para una detección rápida, recordó Ledesma.
Respecto a lo que pasó en los incendios de este verano, explicó que hubo dos episodios “casi que en simultáneo, en la misma región”, y “según la DNB uno de ellos fue intencional y el otro tuvo origen en el camión que transportaba pinturas y aerosoles que se incendió entre Algorta y Menafra”.
Además, señaló que “las condiciones climáticas eran extremas, como pocas veces vivimos, lo que hizo que el fuego se propagara de forma vertiginosa y el sistema de ataque rápido no resultare suficiente para combatir el fuego”.
De todas maneras, la SPF está contratando una auditoría para ver qué falló, porque eso generó preocupación para analizar las mejoras que se van implementar el próximo verano.
El fuego propagado afectó unas 27.000 hectáreas de campo, de las cuales 13.500 hectáreas eran forestadas; pertenecen a cuatro firmas integrantes de la SPF y a una que no pertenece a la gremial, precisó.
La empresa ofrece la variedad Macacha INTA, que tiene su período crítico cuando el riesgo de heladas es bajo y las condiciones son favorables para el llenado de grano
La empresa 3Agro incursionó hace dos años en el mercado uruguayo de semillas de colza e invirtió “en un fuerte trabajo de desarrollo junto a técnicos independientes, apuntando a la fenología del cultivo, trabajando en variedades, entendiendo a la especie y su rol en los sistemas”, comentó a VERDE el ingeniero agrónomo Facundo Capandeguy, director de 3Agro.
En esa especie destaca la variedad Macacha INTA, proveniente del programa de mejoramiento de INTA Paraná (Argentina). “Es una variedad que está adaptada a las condiciones de la región y es la más larga y plástica del mercado. Además estamos evaluando otras dos variedades. La colza fue estratégica para seguir completando nuestro portafolio”, destacó.
El largo de ciclo es una de las demandas en colza, por eso en 3Agro buscan que se adapte a una siembra temprana, asegurando una buena implantación, escapando a las heladas tempranas y colocando el período crítico cuando el riesgo de heladas es bajo y las condiciones son favorables para el llenado de grano. “Macacha aporta un ciclo adecuado para lograr estos propósitos; esa es la gran virtud de esta variedad”, subrayó Capandeguy.
La fecha óptima de siembra va del 20 de abril al 20 de mayo. “Este rango de fechas tempranas favorece al cultivo, y la variedad lo soporta por su ciclo y plasticidad”, señaló.
La ingeniera agrónoma Marcela García Pintos, integrante de 3Agro, comentó que los ensayos se vienen realizando desde hace dos años con la ingeniera agrónoma Lorena Scaglia, incluyendo el seguimiento semanal de 15 chacras, con diferentes fechas de siembra, distribuidas en el sur (Colonia, San José), suroeste (Soriano) y norte (Río Negro y Paysandú).
“Se hace una evaluación semanal para ver el comportamiento fenológico y sanitario, que concluye con la performance productiva, contemplando lo sucedido en el estado vegetativo, reproductivo y en la madurez”, detalló.
Del trabajo de desarrollo surge que en Uruguay “las siembras tempranas tienen un período vegetativo más largo, y sobre todo un período reproductivo más largo. Lo inverso ocurre cuando se atrasa la fecha de siembra. Eso tiene un impacto en los rindes, porque un período vegetativo más largo genera más biomasa y eso se traduce en más kilos”, explicó.
Scaglia planteó que “las siembras tardías no solo requieren considerar las heladas sino también las altas temperaturas del final de la primavera, que afectan la floración y la duración de la etapa de fijación de granos”.
“Las altas temperaturas alteran los procesos fisiológicos y se llegaría a fijación y llenado de grano con temperaturas más elevadas, afectando los rendimientos”, agregó.
El diseño de rotaciones es una luz amarilla, no solo para la colza sino para el sistema agrícola, advirtieron García Pintos y Capandeguy.
Explicaron que la colza potencia al sistema de una manera formidable, pero hay que tener cuidado, ya que se debe ajustar la secuencia de este cultivo en la rotación. En una misma chacra hay que dejar los años libres que marca la investigación. No debería haber brassicas por tres años. Con dos inviernos libres no se constataron grandes diferencias, pero sí en chacras de colza sobre colza o de colza sobre carinata, que tienen problemas de enfermedades como sclerotinia, algo que va más allá de la genética.
Para Capandeguy esto “puede ser un problema”, porque se espera un incremento de área. “Si está bien pensado lo podemos sortear con éxito, pero si nos dejamos llevar solo por el número se pueden generar inconvenientes que impacten en la evolución del cultivo en Uruguay”, advirtió.
Recordó que en la zafra pasada la phoma arrancó muy temprano y en algunos casos “hubo demoras en las aplicaciones. Eso dejó un aprendizaje. El paquete tecnológico, a medida que crece el área, estará más ajustado. Con el manejo sanitario, el mayor aporte lo proporciona la genética. En la zafra anterior dudamos sobre la aplicación de fungicidas en forma temprana, pero quién aplicó tuvo resultados muy importantes. Si bien no hubo grandes sobresaltos, hoy el productor ya presupuesta la aplicación de un fungicida temprano”.