Copagran: el surgimiento durante una “brutal crisis” a ser una de las principales agroindustrias

By Cristina Fumero,

“Lo importante es mantener una empresa que es nacional y que puede honrar sus deudas”, y hoy “es una cooperativa que tiene futuro”, valoró Augusto Solsona

Hace unos 20 años, mediante la “fusión de 11 cooperativas” del sector agropecuario uruguayo, nació la Cooperativa Agraria Nacional de Responsabilidad Limitada (Copagran). No tiene antecedentes en la historia de Latinoamérica, pero en Uruguay eso se pudo concretar en medio de una “brutal crisis” en los años noventa, por el atraso cambiario, la caída de precios, un fenómeno climático de El Niño que “liquidó a los cultivos de invierno”, a lo que siguió una sequía extrema y luego la “frutilla de la torta” fueron en 2001 la crisis financiera y la epidemia de fiebre aftosa, dijo a VERDE uno de sus socios fundadores, Augusto Solsona.

Recordó que aquella fue una situación “espantosa”, principalmente para los productores agrícola-ganaderos, y las cooperativas en una “encrucijada por el endeudamiento” acumulado de sus socios y a la vez sus deudas con la banca, especialmente con el Banco República (BROU), lo que fue el “combo perfecto” para que desaparecieran, pero también para que surjan “ideas innovadoras” de manera de solucionar el problema, comentó.

La “principal” provino del gobierno de la época, en la figura del ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Martín Aguirrezabala, “creando la Ley de silos y transfiriéndolos a las cooperativas tenedoras, solucionando buena parte del problema de garantías”. Señaló que la fusión fue otra, “aunque ya hacía buen tiempo que estaba en la cabeza de varios dirigentes, y que había empezado con uniones de hecho”. Se entendió que “juntos era la mejor forma” de enfrentar un endeudamiento “muy pesado”. Pero “también crear una cooperativa de nueva generación, generando escala, basada en una estructura moderna y original, donde se contemple la mejor participación posible. Con un funcionamiento descentralizado, con decisiones centralizadas”, acotó.

Solsona señaló que lograr la fusión “implicó una enorme tarea, que requirió entre otras cosas fuertes liderazgos en cada lugar. No olvidemos que para lograrlo es necesario el voto unánime de todos los socios de cada cooperativa. Es importante recordar a compañeros que ya no están, líderes que dejaron su esfuerzo y su inmenso talento para lograrlo. Ellos son: Francisco Zabala, José María Nin, Gastón Álvarez y Roberto Benia”. La fusión se concretó en agosto del 2005 y “es un mojón que debemos recordar”, destacó.

Solsona recordó que “faltaba resolver” el endeudamiento y “seguir” funcionando. “No accedíamos a crédito bancario”. Y ahí “estuvieron diferentes empresas que confiaron y estuvieron dispuestas a desarrollar diferentes alianzas, financiar insumos y caminar juntos. Inversionistas que financiaron la actividad, ahorristas grandes y pequeños que confiaron en la empresa. Sabemos que la confianza no se gana solamente con la propuesta del negocio, sino con la gente que está detrás”, afirmó. A propósito, dijo: “quiero resaltar a los distintos consejos de administración y a nuestro gerente general, Gustavo Flores, que junto al gerente financiero, Alejandro Vero, fueron capaces de honrar siempre la confianza y haber traído la cooperativa junto con todos lo que apoyaron al presente que hoy vivimos”. Eso es “otro mojón a recordar”, enfatizó.

Repasó que hace unos años “intentamos definir nuestro futuro”, en una reunión que fue convocada toda la dirigencia, el funcionariado y muchos socios importantes”. En esa instancia “definimos nuestros valores: confiabilidad, profesionalismo y solidaridad”. A la vez, la misión de Copagran, que es “trabajar con el compromiso de mejorar la competitividad de nuestros socios”. Esa actividad fue “removedora para muchos”, y a partir de allí “comenzó lentamente a aumentar la participación de los socios”, resaltó Solsona. 

Otros cambios registrados en la operativa y el funcionamiento de la cooperativa se relacionan con la integración de los directorios y consejos regionales y de administración, con elecciones, asambleas y las sesiones itinerantes, para recorrer las distintas zonas de influencia y buscar un “acercamiento” con los productores socios, que “quieren participar” y “se preocupan” de los temas de interés.

Apuntando además al porvenir del emprendimiento, señaló que es relevante la “participación” creciente “de los jóvenes” en la cooperativa, lo que está vinculado a un trabajo de relevo generacional en la estructura de Copagran, que “revitaliza” su accionar y que “transformó la vivencia” del cooperativista, según el fundador, quien aseguró que “hay mucha juventud”.

Recordó que “cuando empezó esto, allá por 2003, tuvimos la oportunidad de mantener reuniones con el especialista en el tema, Michael Cook”, que es director del área de estudios cooperativos de la Universidad de Missouri, que “nos cambió la cabeza” y “nos puso un cable a tierra”, indicó.

Entre los conceptos inculcados por ese especialista estuvieron el “liderazgo”, la “participación”, la “solidaridad adentro y afuera” y que las cooperativas a lo largo de su vida “tienen instancias de crecimiento, que inevitablemente decaen y se hace necesario generar propuestas renovadoras que indefectiblemente serán impulsadas por nuevas generaciones de cooperativistas para asegurar su viabilidad”. 

Por eso, sostuvo que “lo importante es poder mantener una empresa, que es nacional y que puede honrar sus deudas”, que “costó mucho trabajo”, y actualmente “es una cooperativa que tiene futuro”, por la participación de los jóvenes, remarcó.

Relevo generacional en testimonios

En el libro “Copagran, una historia con futuro”, escrito por el comunicador Nicolás Lussich en conmemoración del 20° aniversario de la cooperativa, se recogen testimonios de integrantes que representan el relevo generacional.

En los últimos años la agricultura uruguaya no solo se ha renovado a nivel tecnológico y productivo, sino que productores y profesionales de nuevas generaciones se han sumado a plantar, con sus propios enfoques y proyectos, se destaca en la publicación.

“Vivo en Paysandú, soy productor agrícola y comercializo casi todo lo que producimos a través de Copagran”, contó el ingeniero agrónomo, Pablo Benia, integrante de la nueva camada de productores, según recoge el libro. Indica que como él, muchos agricultores lo hacen a través de Copagran. 

“Intentamos que la cooperativa sea una herramienta consistente y sólida, de manera que sea útil para los socios. Para eso, es fundamental que Copagran sea una empresa competitiva y rentable”, afirmó. Además, consideró que es el enfoque de la nueva generación de empresarios socios y directivos de Copagran, que enfatizan el perfil empresarial y competitivo de la cooperativa.

Benia integra actualmente la Comisión Fiscal y participa de las reuniones ampliadas de la directiva. “Vengo de una familia de productores, que mantiene su propia firma. Tengo mi propia empresa, con mis socios; hacemos agricultura en Paysandú, Río Negro y Soriano, 100% bajo arrendamiento, con nuestras propias maquinarias”, comentó.

El ingeniero agrónomo Juan Manuel García es el actual presidente de Copagran y también viene de una familia de productores y cooperativistas. “Trabajo en nuestra empresa familiar, donde hacemos agricultura y ganadería, tratando de diversificar al máximo. La cooperativa nos ayuda mucho en eso, por la provisión de insumos para la ganadería –semilla, raciones– y para la agricultura”, destaca en el libro este productor de la zona de José Enrique Rodó, en el departamento de Soriano.

En la publicación se puntualiza que García valora la capacidad de Copagran de concretar negocios agrícolas con “mucha flexibilidad” y “eficiencia”. “En cebada y trigo las exigencias de calidad son altas y hay que diferenciar según esos parámetros; por su capacidad logística y de depósitos la cooperativa tiene la posibilidad de comercializar los lotes de la mejor manera, para molinos y malterías, o como granos forrajeros si no se llega a la calidad requerida”, explicó.

“Además abre opciones, tanto para la exportación como para el mercado local. Con combinaciones inteligentes”, donde “se benefician todos”, resalta el libro que fue presentado en el marco de la Expo Prado 2023.

Tras esa historia que incluyó momentos de dificultades y también de satisfacciones, Copagran se presenta como una cooperativa agroindustrial cuya misión es “mejorar la competitividad y la rentabilidad de los productores”. Se trata de una empresa “diversificada”, con actividad en todos los rubros agropecuarios, con plantas de acopio de granos, producción de semillas y elaboración de alimentos de nutrición animal.

“Brindamos servicios profesionales, financiamiento e insumos, somos 850 productores de Paysandú, Río Negro, Soriano y Colonia, y nuestro volumen de negocios nos convierte en una de las más grandes empresas agroindustriales y agroexportadoras del Uruguay”, sostiene Copagran en su sitio web.

Allí se indica que la cooperativa cuenta con 11 sucursales en el litoral-oeste, con abastecimiento permanente de fertilizantes, agroquímicos, productos veterinarios y otros, además de 11 plantas de silos con capacidad para almacenar 155.000 toneladas.

La facturación anual de la cooperativa es de US$ 130 millones, abarca el 10% de la producción nacional de secano y produce 35.000 toneladas de nutrición animal al año. En los años de auge de precios agrícolas llegó a facturar unos US$ 190 millones anuales. Las inversiones realizadas en las plantas industriales distribuidas por diferentes puntos de las zonas de influencia superan los US$ 10 millones.

Nota de Revista Verde N°11o

  Filed under: Agricultura
  Comments: None


Entre las sierras, con pasturas y manejo, producen hasta 820 kilos de carne por hectárea

By Cristina Fumero,

El Rancho trabaja con novillos Holando y realiza recría para cuota con el sistema Techno Grazing; allí se hizo la jornada Rompiendo Paradigmas, de Procampo Semillas

En un predio en Mariscala (Lavalleja) que tiene suelos superficiales 2.12 y una pequeña porción de 2.11 A, con índice Coneat 77, donde es frecuente encontrar afloramiento rocoso y cuya mayor limitante es una fuerte pendiente de 4% o 5%, se lleva adelante un planteo de recría e invernada intensiva con praderas y verdeos manejados en sistema Techno Grazing, con agua en la parcela y empotreramientos realizados en base a microparcelas. 

El manejo de la pastura y su fisiología mandan. La producción apuntalada en la planificación, fisiología de las pasturas y capital humano como pilar fundamental del sistema, caracterizan al establecimiento El Rancho, describieron los ingenieros agrónomos Alfredo Silbermann y Diego Rodríguez, integrantes de Procampo Semillas. 

La empresa eligió a El Rancho para la jornada Rompiendo Paradigmas. “Este año se realizó recría de terneros enteros para su exportación a Turquía, que se sumó al negocio habitual de la empresa, que es la recría con terminación de novillos Holando, dijo a VERDE el titular del predio, Andrés Rodríguez. 

El sistema de pastoreo Techno Grazing comprende parcelas chicas, bebedores móviles y alambrados eléctricos móviles. La base forrajera incluye soja para pastoreo, raigrás anual, y pasturas permanentes: festuca y dactilis, con una parte de raigrás, llantén y achicoria.

La parcela más chica tiene 0,16 hectáreas, “no quiere decir que siempre usemos eso, pero esa es la mínima en que se pueden partir los lotes”, comentó Rodríguez. La carga ganadera depende del año, “ahora estamos con 1.800 kilos de peso vivo por hectárea, 50 terneros de 200 kilos por parcela”, informó.

El establecimiento cuenta con 711 hectáreas, de las cuales 254 hectáreas están sobre praderas, en 250 hectáreas hay forestación y el resto es campo natural, detalló.

Indicó que la función del campo natural es “soportar carga”, específicamente “en verano”, pero en invierno, ante “tormentas o lluvias muy intensas” que generen “problemas de piso”, también se utiliza.

Actualmente, entre el campo natural y las praderas, la producción de carne está en 350 kilos por hectárea, pero en otros años se alcanzaron niveles de 530 y 550 kilos, y en las praderas entre 650 y 820 kilos por hectárea. Este año la reducción responde al impacto que tuvo la sequía y al incremento de la invernada de novillos en detrimento de la recría.

El ganado de la raza Holando, que representa entre el 70% y 80% de lo generado en el predio, “tiene como atractivo el negocio implícito y la eficiencia de conversión, cosas que se buscan potenciar”, señaló. Después “tratamos de comer los excesos forrajeros con negocios puntuales, como los terneros enteros”, ejemplificó el productor.

Agregó que “los machos Holando se compran con 200 o 220 kilos y se venden con 500 kilos, en el período de un año aproximadamente. Tenemos un acuerdo con Minerva, que contempla premios y castigos, según calidad, para la entrega de esos animales”.

Comentó que el objetivo en el área de praderas “es lograr ingresos similares a la forestación”. Dijo que el ejercicio pasado “fue malo”, por la seca, pero señaló que “apuntamos a ingresos de US$ 600 a US$ 800 por hectárea”.

Rodríguez admitió que la inversión “es alta”, pero sostuvo que estos proyectos se pueden presentar ante la Comap, “con lo cual el costo se diluye, porque el 80% del total se pagará deduciendo impuestos más adelante”. 

El productor consideró que el capital humano “es la clave del éxito” del establecimiento, porque el personal es el que adopta las decisiones necesarias en el lugar todos los días, y por eso “es clave la capacitación y la motivación de los trabajadores”.

Agregó que frente a la actual coyuntura del negocio ganadero “se busca maximizar la producción”. La consideró como “la mejor decisión, porque tenemos costos altos; si no producimos mucho se complica”. En es línea, mencionó que “se buscan negocios largos, como la recría e invernada de Holando para diluir riesgos, o negocios cortos con contratos y precios pautados de antemano”.    

LO QUE SE VIO

El objetivo de las pasturas es productividad y persistencia, sobre esa base se observó una pradera de quinto año, que fue sembrada el 5 de abril de 2019, compuesta por dactylis INIA Perseo (15 kg/ha), llantén Tonic (3,5 kg/ha) y trébol blanco (Tb) Zapicán (2,5 kg/ha). Fertilización a la siembra: 60 kg/ha de 7-40/40-0 y 50 kg/ha de Isumax 26. Refertilización: 50 a 75 kg/ha de urea (pospastoreo). 

El criterio de rotación es de 4 a 4,5 hojas en dactylis (a su vez criterio de cierre de surco). La producción de materia seca (MS) llega a 7.509 kg/ha (seis cortes del 29 de marzo al 9 de octubre). Allí ingresaron novillos Holando y la producción de carne al 25 de octubre llegaba a 438 kg/ha.

Luego se fue a una pastura de segundo año, sembrada el 10 de abril de 2022, compuesta por festuca Typhoon (15 kg/ha), dactylis INIA Perseo (11 kg/ha), llantén Tonic (3,5 kg/ha), Tb Zapicán (2,3 kg/ha). Rodríguez explicó que el llantén “aporta calidad y ocupa los espacios libres que nos dejan las leguminosas y gramíneas”. 

Fertilización a la siembra: 60 kg/ha de 7-40/40-0 y 50 kg/ha de Isumax 26. Refertilización: 50 a 75 kg/ha de urea pospastoreo (abono pollo). La producción de MS es de 10.600 kg/ha y se realizan cinco cortes entre el 3 de abril y el 23 de octubre. Allí ingresan terneros para cuota. La producción de carne es de 618 kg/ha y el criterio de rotación es de 2,2 a 3 hojas en festuca y de 4 a 4,5 hojas en dactylis (a su vez criterio de cierre de surco). 

Para la confección de reservas se cierra de 50 a 60 días, luego del enfardado se aplican 100 kg/ha de urea azufrada y 120 kg/ha de cloruro de potasio.

Después se recorrió una pastura de ocho años, sembrada el 10 de abril de 2016, que está compuesta por: festuca Typhoon (15 kg/ha), dactylis INIA Perseo (11 kg/ha), llantén Tonic (3,5 kg/ha), Tb Zapicán (2,3 kg/ha). El llantén aporta calidad cuando no está el tb Zapicán. Fertilización a la siembra: 60 kg/ha de 7-40/40-0 y 50 kg/ha de Isumax 26. Refertilización: 50 a 75 kg/ha de urea (pospastoreo). 

La producción de MS llega a 11.800 kg/ha (cuatro cortes del 3 de abril al 23 de octubre). La carga de peso vivo oscila de 1.300 a 1.500 kg/ha en otoño, de 800 a 1.100 kg/ha en invierno, de 1.700 a 2.000 kg/ha en primavera y en verano es cero en los recursos perennes, ya que se utiliza soja de pastoreo o sorgo forrajero para cuidar las praderas. 

La producción de carne al 25 de octubre llegó a 688 kg/ha. Criterio de rotación: 2,2 a 3 hojas en festuca y de 4 a 4,5 hojas en dactylis (a su vez criterio de cierre de surco); se utiliza Biopremix.

Otro planteo fue una pastura de tercer año sembrada el 10 de abril de 2021, compuesta por festuca Carona Plus (18 kg/ha), alfalfa Chaná (10 kg/ha), llanten Tonic (3,5 kg/ha) y Tb Zapicán (2,5 kg/ha). Fertilización a la siembra: 60 kg/ha de 7-40/40-0 y 50 kg/ha de Isumax 26. Refertilización: 50 a 75 kg/ha de urea pospastoreo (abono pollo). La producción de MS llega a 8.308 kg/ha (cinco cortes del 10 de abril al 3 de octubre). Carga de peso vivo: 0,55 kg/día (otoño), 0,5 kg/día (invierno) y 0,9 Kg/día (primavera), donde ingresan terneros para cuota. La producción de carne al 25 de octubre llegaba a 485 kg/ha. El criterio de rotación consiste en 2,2 a 3 hojas en festuca y en primavera con la alfalfa en ocho nudos.

Y para cerrar se presentó el raigrás Big Boss, sembrado el 28 de marzo de 2023, con una densidad de 25 kg/ha, que a los 44 días tuvo el primer pastoreo. Fertilización a la siembra: 60 kg/ha de 7-40/40-0 y 50 kg/ha de Isumax 26. Refertilización: 50 a 75 kg/ha de urea pospastoreo (abono pollo). El objetivo es la producción invernal para tener una oferta forrajera temprana. 

La producción de MS es de 9.337 kg/ha (5 cortes, del 11/5 al 09/10). Crecimiento diario: 30 kg/ha en otoño, 60 kg/ha en invierno y 48 kg/ha en primavera, donde ingresaron terneros para cuota. La producción de carne al 25 de octubre era de 545 kg/ha. Criterio de rotación: tres hojas.

Nota de Revista Verde N°110

  Filed under: Ganadería
  Comments: None


Rendimiento, sanidad y calidad son los pilares de la semillerista RAGT

By Cristina Fumero,

La compañía, junto a su distribuidor GyE, apunta a seguir ganando participación en trigo y en colzas invernales, además suma especies nuevas como cebada y arveja

Sanidad, rendimiento y calidad son los pilares de la semillerista francesa RAGT, que en Uruguay tiene como distribuidor a la empresa Greising y Elizarzú (GyE), que realizó una jornada en su campo experimental en Tarariras (Colonia), para mostrar las novedades en genética de colza, trigo, arveja y cebada.

Marcos Kaspar, líder de Breeding de RAGT para Latinoamérica, destacó a VERDE que la compañía tiene más de 100 años de dedicación al mejoramiento genético, con trabajos de investigación en Europa, y que toda esa experiencia la está trayendo a Sudamérica. 

Comentó que hace siete años comenzó a trabajar en un programa de mejoramiento en trigo, para abastecer de variedades comerciales a Argentina y Uruguay. Esto trajo como resultado la comercialización de RGT Quiriko, “un material muy destacado, de ciclo intermedio, de muy buena adaptación al suelo uruguayo, principalmente por un gran perfil sanitario, muy buen potencial de rendimiento y una calidad comercial muy buena”.

En investigación y desarrollo RAGT es “gran generadora de germoplasma, de genética y eso le permite tener en el mercado materiales de mejor aptitud en el menor tiempo posible”, destacó. Apuntó que la idea del programa de mejoramiento es seguir generando variedades y complementar el portafolio, con materiales de distintos ciclos, y en el futuro tener materiales que complementen o incluso superen a RGT Quiriko. 

Kaspar señaló que en Argentina la compañía tiene “un objetivo multiespecie y hoy trabaja con trigo, cebada, colza, arveja y girasol”. En Argentina y Uruguay el objetivo de RAGT es presentar cebadas malteras. “Estamos en una etapa primaria, tenemos la experiencia que viene de Europa, para luego realizar el trabajo de desarrollo. Esperamos que en los próximos dos o tres años tengamos materiales comerciales”, comentó el ejecutivo del semillero francés. 

Para la colza la estrategia es la misma, “sumar híbridos terminados”, y en la región avanzar con el desarrollo para su posterior lanzamiento al mercado. Mientras que para el girasol “traemos materiales de Europa terminados, pero la idea es generar un programa de mejoramiento en Argentina”.

Desembarco en Sudamérica

Sebastián Arrivillaga, representante de RAGT para Uruguay, recordó a VERDE que “establecimos contacto con RAGT en 2018, cuando trajimos las primeras especies de trigo, colza invernal y girasol. Ahora estamos trabajando más fuerte en la etapa de introducción de materiales experimentales y selección de trigo, colza, cebada y arveja, para ver su adaptación en Uruguay”.

Describió que “lo primero es evaluar en ensayos propios” con el socio local GyE y a su vez el breeder “viene, selecciona y caracteriza los materiales, después agrupa toda la información y se toman las decisiones”. Luego se pasa a los ensayos oficiales y finalmente se determina la decisión comercial y llega al mercado. 

“Ese fue el camino del trigo RGT Quiriko. Lo evaluamos en 2019, mostró buenos indicios de rendimiento y calidad, y terminó saliendo al mercado el año pasado; este año logró un muy buen nivel de ventas”, informó.

Trigo RGT Quiriko

Arrivillaga comentó que el trigo RGT Quiriko “es un material nuevo, que se adapta muy bien a las condiciones de Uruguay y Entre Ríos”. Destacó que en “los tres años que se evaluó quedó en las primeras posiciones. Es un material muy sano, con excelente comportamiento contra roya amarilla y fusarium. Aporta una calidad interesante y un tipo agronómico muy bueno”. 

De todos modos, afirmó que “no nos podemos quedar con eso, tenemos que buscar un material que lo complemente. Ya tenemos seis materiales de élite que pasaron los filtros internos, que están en evaluación oficial, que aún no tienen decisión comercial, pero se perfilan muy bien”.

Carlos Dalmás, gerente general de GyE, dijo que la participación de RGT Quriko se acerca “al 10% del mercado uruguayo en su segundo año comercial”. Señaló que “las chacras este año están muy buenas” y que “es un trigo que tiene mucho potencial y muy buena sanidad”.

En el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) se están evaluando seis materiales de trigo, pero “después tenemos 40 materiales que son líneas experimentales, que RAGT evalúa en distintos ambientes de Argentina y después toma a Uruguay como otra localidad, y hacemos nuestros ensayos. Por eso, en nuestros campos hay tanta cantidad de microparcelas, y está bueno, porque vamos conociendo de primera mano los trigos que pueden comercializarse acá”, detalló Dalmás.

Los materiales de colza

Arrivillaga describió que en colza la empresa cuenta con tres materiales comerciales: RGT Cuzzco, RGT Muzzical y este año se sumó RGT Nizza CL. “Son híbridos invernales, pero más precoces que la mayoría de los materiales del mercado. Eso confiere dos ventajas importantes: es más flexible en fecha de siembra, podés ir un poco más tarde sin que te penalice tanto el rendimiento; y permite cosechar antes que otros materiales que hay en el mercado, que tienen ciclos más largos”, indicó. 

Agregó que a los tres materiales comerciales “estamos recomendando sembrarlos desde la segunda quincena de marzo, podría ser sobre algún rastrojo de maíz de primera o alguna pradera que se quema. Después, durante todo abril y hasta el 10 o 15 de mayo, ahí le ponemos freno, porque ahí comienza a ocupar el lugar de las primaverales”. 

La cosecha se realiza en la segunda quincena de noviembre, “un poquito más tarde que las primaverales, pero con un plus de rendimiento, que es notorio, de 800 a 1.000 kilos por hectárea, en ensayos y también en chacras”, acotó Arrivillaga.

Consultado sobre si están pensando en acortar el ciclo de las colzas invernales, Arrivillaga dijo que “hemos traído los materiales que nos sugieren los mejoradores desde Francia, considerando las condiciones agroecológicas del Uruguay. 

Enfatizó que “hoy tenemos la colza invernal más corta del mercado, RGT Muzzical”, que “se puede sembrar bien” hasta el 10 o 15 de mayo. “Incluso hay quienes la han plantado más tarde, en junio, y han sacado 2.500 kilos por hectárea, pero no está dentro de la fecha óptima”, aclaró.

Dalmás comentó el caso de un productor que cosechó 4.000 kilos por hectárea de colza, sembrando en abril. “Si sembrás entrado mayo ese resultado no se puede tener, pero hemos visto colza sembrada a fines de mayo o junio con rendimiento de 2.500 kilos por hectárea. Vemos que el piso en los materiales de colzas invernales es superior, y si el cultivo se implantó y se manejó bien es difícil que no se logren 2.500 kilos. Es interesante, más en un negocio que necesita kilos para ser bueno”, planteó el gerente de GyE.

Destacó que “RAGT es muy fuerte en colzas invernales. El desarrollado siempre es pensando en el potencial de rendimiento, comenzamos a detectar un nicho para colza invernal y confirmamos que levantamos más kilos a campo que con una colza primaveral”.

Señaló que los materiales de RAGT son de ciclos “más cortos frente a otros” del mercado, “particularmente el híbrido RGT Muzzical, que se puede sembrar hasta el 15 de mayo”. A la vez, RGT Cuzzco puede sembrarse hasta los primeros días de mayo, lo que “permite utilizar los primeros rastrojos de primera y hacer una colza invernal”.

Cebada

Para la cebada, indicó que “fue un año muy desafiante por el tema sanitario. El productor nos pedía algo para sembrar más temprano, porque Attika es un ciclo corto, fue así que probamos tres años Forman, que es un material que tiene un potencial de rendimiento altísimo, y que anduvo muy bien, pero sanitariamente tuvo altibajos. Por eso comenzamos a trabajar con Helios, que sustituirá a Forman el año que viene”. Dalmás señaló que “es más fuerte sanitariamente y tiene buen potencial de rinde”.

Indicó que para RAGT el ambiente de Uruguay “es muy interesante”, porque hay alta presión de enfermedades, “se hace mucho hincapié en lo sanitario, en trigo, cebada y colza”. Agregó que los materiales de cebada que se están evaluando “tienen buena calidad de malteo y pueden llegar a tener doble propósito. La cebada que se exporta a China se utiliza para hacer cerveza, así que cuanta más calidad tengamos será más fácil comercializarla”.

Comentó que “este año fue muchísimo lo que se utilizó para forraje, tanto en silaje como en cosecha para grano húmedo. Estos materiales vienen a ocupar ese espacio con la posibilidad de tener buena calidad maltera”.

Arvejas genéticamente distintas

En el caso de la arveja, Kaspar comentó que “es un cultivo para nichos y muy nuevo para Uruguay y Argentina; estamos con las primeras experiencias. Vemos que van a tener buen potencial, aprovechando la gran genética que tiene RAGT a nivel mundial. Estamos testeándolas y hay muchos productores que la ven como una alternativa más para la zafra de invierno”. 

Dalmás dijo que “todos los años hay productores que solicitan arveja y RAGT aparece con materiales. Son genéticamente distintos a los que estábamos acostumbrados a comercializar, el perfil sanitario es mejor, son plantas de porte más alto”, describió. 

El gerente de GyE confirmó que “hay demanda para consumo animal, en corrales y tambos, y también vemos que el consumo humano de legumbres a nivel mundial se viene incrementando y habrá más demanda. En Argentina ya hay programas comerciales de arveja para consumo humano y queremos estar primeros en la fila cuando el negocio sea importante, con conocimiento del cultivo y materiales evaluados en Uruguay. Es muy interesante, aporta mucho a la rotación y también comercialmente”.

Nota de Revista Verde N°110

  Filed under: Agricultura
  Comments: None


López Aufranc de Syngenta Semillas: “el mundo nos está demandando más cantidad, pero también más calidad”

By Cristina Fumero,

El ejecutivo señaló que la agricultura regenerativa con la digitalización sumará precisión en el uso de insumos, mejorará rindes y balance de carbono, bajando el impacto ambiental

Syngenta avanza en la agricultura regenerativa como una de las herramientas para hacer frente a la demanda creciente de productos de calidad y que respetan el cuidado ambiental, dijo en entrevista con VERDE, Francisco López Aufranc, director general de Syngenta Semillas para Latinoamérica sur (Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay). 

Dijo que el manejo de insumos es clave para el balance de carbono, “donde se suma más precisión con la digitalización” del sector para maximizar rendimientos, “pero no de un solo cultivo sino de todo el sistema. Es relevante el manejo de las rotaciones para que los sistemas se puedan regenerar y lograr una agricultura más sustentable”, expresó. 

El ejecutivo aseguró que el mundo “nos está demandando no solamente cantidad sino calidad. Hay que mirar las dos cosas. Por eso es importante enfocarse en la agricultura regenerativa”.

Resaltó el aumento del área de maíz, “porque es muy bueno” para toda la producción agrícola. En esa línea, indicó que Syngenta cuenta con dos programas de mejoramiento distintos para el desarrollo de híbridos que contemplan fechas de siembra temprana y tardía. “Nuestro objetivo es levantar el piso de los maíces de segunda”, afirmó.

Agregó que en Latinoamérica sur, “al analizar el área de semillas certificadas, surge que somos la compañía más plantada” y adelantó que Syngenta avanza con la biotecnología Enogen en maíz, que incorpora una enzima alfa amilasa, que favorece la digestibilidad del grano, aumentando la productividad, ya sea carne o leche, y disminuye las emisiones de carbono. El lanzamiento regional se prevé para el año 2026 o 2027. 

También consideró que existe una relación directa entre el reconocimiento de la propiedad intelectual y el rendimiento obtenido. Por esa razón los rendimientos de Brasil y Estados Unidos “son mayores” a los de Argentina, donde un 70% del mercado no reconoce el valor de las tecnologías ni la genética. 

También planteó que Uruguay debe explorar las relaciones bilaterales para sortear esa situación, porque si bien Argentina sigue siendo un proveedor de “muy buena genética” puede enlentecer el avance biotecnológico en soja.

¿Qué importancia tiene el negocio de semillas de Syngenta en la región de Latinoamérica sur?

Para Syngenta Semillas Latinoamérica es fundamental, por ser la región más extensa de la compañía en todo el mundo. La dividimos en tres partes: México, Brasil y el Cono Sur. En Brasil tenemos un enorme potencial de crecimiento, porque partimos de una base más baja. En Latinoamérica sur, al ver el área de semillas certificadas, surge que somos la compañía más plantada, lo cual es una responsabilidad muy importante. Trabajamos con los cuatro cultivos principales: maíz, soja, trigo y girasol. 

¿Cómo trabaja Syngenta para responder a las demandas que plantean los productores agrícolas?

Hoy se habla mucho no solo de productos sino de manejo para sacarle mayor valor al producto, y que esto permita lograr una mayor producción. Para nosotros es importante el posicionamiento frente a las distintas necesidades de cada productor. Dentro de un mismo campo vemos que existen diferentes necesidades y distintos ambientes. Por lo tanto, es fundamental la adaptación de nuestros productos para que maximicen el potencial productivo de cada agricultor. A su vez, vemos nuevas demandas relacionadas con la sustentabilidad de los sistemas. En ese sentido, estamos poniendo mucho foco en la agricultura regenerativa. Lo importante es el manejo de los sistemas agrícolas para que se puedan regenerar y lograr una agricultura más sustentable. Con eso el productor es parte de la solución de los problemas con el ambiente. 

¿En qué aspectos está trabajando Syngenta en relación con la agricultura regenerativa?

Buscamos maximizar el potencial alcanzando un mejor rinde, ajustando de la mejor forma la utilización de los insumos. Para eso es fundamental el manejo por ambientes. En ambientes de alto potencial es importante maximizar la densidad de siembra y la fertilización específica. A su vez, en los de menor potencial, ajustamos las variables para tener el mejor resultado. De esa forma buscamos la receta justa para maximizar los ambientes. El manejo de los insumos es clave para el balance de carbono, donde se suma el uso preciso de los agroquímicos. Todo está muy conectado con la digitalización y la agricultura de precisión, que nos permite utilizar los insumos justos para tener un menor impacto ambiental. No solo hay que pensar en maximizar un cultivo, sino que es importante pensar en el sistema agrícola. Por eso hay que analizar qué cultivos se siembran en invierno, en los puentes verdes o los cultivos de cobertura, en las siembras de verano, para plantear un plan de rotaciones que sea cada vez más sano desde todo punto de vista. Vemos que tanto en Uruguay como en Argentina viene aumentando el área de maíz, algo que consideramos muy bueno para todo el sistema agrícola.

En el caso del maíz, viendo la participación que tienen las siembras tardías o de segunda, ¿cuánto cambia el trabajo de investigación y desarrollo?

Es un cambio muy importante, que nos hace modificar la forma en la que desarrollamos productos. En Syngenta tenemos programas distintos para el desarrollo de híbridos que contemplan fechas de siembra temprana y tardía. Dividimos nuestros programas y esfuerzos en los dos segmentos. Vemos que el mercado de semillas para siembras tardías y de segunda se ha incrementado. Entendemos que la relación que se tiene en la actualidad se mantendrá estable en el mediano y largo plazo, donde las variaciones vendrán por las perspectivas climáticas. Allí el productor en función de un año Niño o Niña irá ajustando el manejo y la fecha de siembra. Pero el atraso en la fecha de siembra es una nueva herramienta, fundamental para garantizar un piso de rinde. A la vez, en los mejores ambientes o si acompañan las condiciones del clima, las siembras tempranas permiten maximizar el potencial de rendimiento de los híbridos. 

En siembras tardías o de segunda se habla de garantizar un piso de rinde, en función del trabajo y la adaptación de los programas de mejoramiento para esos planteos, ¿se puede lograr un salto de rendimiento en esas fechas de siembra?

Hay tres cosas. La conjunción de genética, manejo y tecnología es muy importante para maximizar los potenciales. El paquete biotecnológico en los cultivos de segunda es relevante. Nuestro objetivo es levantar el piso de los maíces tardíos y de segunda. Las siembras tempranas siempre van a tener un potencial de rendimiento más alto, pero el promedio de los resultados se va a ir convergiendo. 

¿Cómo se vienen trabajando sobre nuevos eventos biotecnológicos?

Claramente Viptera 3 hoy es la mejor herramienta que hay en el mercado para el control de insectos, y lo seguirá siendo por un largo tiempo. Para Syngenta la biotecnología es muy importante. Tenemos un Centro de Desarrollo en Carolina del Norte (Estados Unidos) donde se trabaja con todos los eventos que se están desarrollando. Pero hay que tener presente que los procesos biotecnológicos son muy largos. Tenemos tecnologías para introducir en el mercado en el mediano plazo muy enfocadas a la sustentabilidad, en cómo producir de manera sustentable y eficiente. Ese es el principal foco de Syngenta en nuevos eventos de biotecnología. Esperamos en los próximos tres años contar con nuevas tecnologías para aportar más herramientas al productor.

¿Qué características aportarían?

Estamos trabajando para avanzar en el mercado de la conversión de granos en carne y leche, pero de una manera más eficiente. Allí se está avanzando con la biotecnología Enogen en maíz. Enogen incorpora una enzima alfa amilasa que favorece la digestibilidad del grano, aumentando la productividad y disminuyendo las emisiones de carbono. Apuntamos a que pueda estar disponible en el mercado regional en tres o cuatro años. 

¿Cuánto aportará la edición génica al mejoramiento genético?

Los programas no cambiarán, sí se acortarán mucho los plazos de registro. Actualmente, con la transgénesis, estos registros son muy largos, mientras que con la edición génica se acortan los tiempos de manera considerable. Esto nos permitirá ingresar al mercado con tecnologías de manera más rápida. Pero sinceramente aún falta para eso. Vamos a seguir viendo más eventos biotecnológicos generados a partir de la transgénesis que de la edición génica. Si bien ya se han realizado los primeros registros, el foco de Syngenta con esa tecnología apunta a Europa. 

¿Cómo avanza la ganancia genética en los diferentes cultivos?

La ganancia genética es mayor en maíz que en el resto de los cultivos. En Argentina, al no respetarse el valor de la tecnología en la semilla de soja, ya que hay un 70% del mercado que no reconoce la propiedad intelectual, la inversión en los programas de soja es más baja. Eso se refleja en la productividad. Si analizamos los rendimientos de Argentina, y en cierta medida los de Uruguay –porque se comparten ambientes agronómicos–, vemos que son menores a los registrados en Brasil y Estados Unidos.

Por lo tanto, se puede afirmar que hay una relación directa entre el reconocimiento de la propiedad intelectual y el rendimiento obtenido.

Totalmente. Y a eso lo podemos ver directamente en las inversiones. En Latinoamérica sur, en soja invertimos casi una quinta parte de lo que invertimos en maíz, cuando las áreas no dicen lo mismo. En Brasil, en cambio, las inversiones son parecidas, y están más relacionadas con las áreas de siembra. Hasta que no haya un incentivo claro para el desarrollo de tecnologías, será difícil incrementar inversiones y eso terminará impactando en dos cosas: en el rinde y en la biotecnología. Por lo cual, cada vez será más difícil controlar las malezas o los insectos en el cultivo de soja. 

¿Qué tiene que hacer un país como Uruguay, donde hay un mercado bastante ordenado y que cumple con sus obligaciones, para sortear estas dificultades que presenta Argentina?

Eso se resuelve trabajando juntos, con un objetivo en común, vía Mercosur, vía relaciones bilaterales. Argentina se está dando cuenta de que esta forma no es sostenible a largo plazo. Esto lo va a terminar pagando el productor y el gobierno argentino. Por eso necesitamos trabajar en conjunto para generar cambios. Desde el punto de vista genético, una alternativa puede pasar por trabajar más fuerte con el sur de Brasil. De todas formas, la genética argentina sigue siendo buena. Es verdad que está perdiendo competitividad con Brasil, pero continúa aportando calidad. Desde mi punto de vista, las mayores consecuencias las vemos por el lado de la biotecnología, eso es lo más evidente. Ahí están los desafíos, porque repercute en menos eventos biotecnológicos para el control de malezas. 

¿A cuánto asciende la inversión de Syngenta Semillas en investigación y desarrollo?

En Latinoamérica sur invertimos entre US$ 25 y US$ 30 millones por año.

¿Cómo se imagina la producción agrícola de la región?

Me la imagino creciendo. Hay mucho potencial de crecimiento y tenemos una gran responsabilidad, porque somos la fuente para abastecer de alimentos al mundo. Tenemos que tomar ese rol. El mundo nos está demandando no solamente cantidad sino calidad. Hay que mirar las dos cosas. Por eso es importante enfocarse en la agricultura regenerativa para producir de una forma cada vez más sustentable para enfrentar una demanda creciente. 

¿Cuánto impacta en Syngenta Semillas, una demanda social que busca alimentos saludables, de calidad y que a la vez cuiden el ambiente?

Para nosotros eso es central. Claramente vemos que hay que trabajar estos aspectos en conjunto, es decir, maximizar el potencial, pero cuidando el ambiente. Ahí es donde está el corazón de la agricultura regenerativa y las prácticas que se van implementando. 

Tarjeta personal

Francisco López Aufranc es ingeniero industrial (Universidad Austral), máster en Finanzas (Universidad de Londres), tiene formación ejecutiva en Gestión y estrategia empresarial en London School of Economics y The Business School for the World. Ingresó a Syngenta en 2011, desempeñó posiciones globales y regionales en negocios de Protección de Cultivos y Semillas. Desde 2022 es director general de Syngenta Semillas para Latinoamérica sur.

Nota de Revista Verde N°110 – Sección Al Grano

  Filed under: Al Grano
  Comments: None


Cuatro Hojas: Suben rindes de equilibrio para los cultivos de verano, en invierno caen

By Cristina Fumero,

Los puntos de indiferencia de la soja y el maíz apenas se incrementaron, al tiempo que en trigo, cebada y colza hubo una leve caída por el ajuste de los fertilizantes.

Luego de una zafra 2022/23 que dejó en la mayoría de los casos un resultado negativo por el impacto de la sequía, de cara a la zafra de verano 2023/24 se observa un leve incremento en el punto de equilibrio de la soja y el maíz. “Los precios bajaron y los costos también tuvieron un ajuste a la baja”, dijo a VERDE el ingeniero agrónomo Emiliano Uribe, director de la consultora Cuatro Hojas. 

Sobre los cultivos de invierno afirmó que en trigo y cebada, si el clima acompaña en la recta final, “es posible que se logre superar los niveles de equilibrio”, mientras que para la colza “la situación es más compleja”. 

Aseguró que los costos en general se han ajustado, aunque quizás “algo menos de lo que esperábamos”. Detalló que en el caso de la soja un 25% de los costos corresponde a semilla y fertilizante, y que la semilla subió y los fertilizantes bajaron. Los específicos fitosanitarios representan un 18% del total y señaló que el precio del glifosato corrigió a la baja. 

Los servicios de maquinaria, que representan entre 20% y 25% de los costos, según el cultivo, y estos se incrementaron. “Todavía no entendemos bien por qué, pero subió, y para nosotros está en niveles desproporcionados”, consideró el consultor. 

Recordó que en la campaña anterior “estábamos con precios más altos e insumos más caros, mientras que en la actual los precios están un poco más deprimidos, pero con costos menores”. En el caso de la soja de primera “el punto de equilibrio ronda los 2.300 kilos por hectárea (kg/ha), la de segunda llega a 1.800 kg/ha, el maíz de primera tiene un rinde de indiferencia que se acerca a los 5.500 kg/ha y el de segunda se ubica en casi 4.000 kg/ha”. Estas referencias toman el precio del maíz en el eje de los US$ 250 por tonelada y el de soja en unos US$ 440 por tonelada, acotó. 

El director de Cuatro Hojas estimó que en Uruguay el maíz de segunda “dominará en el mediano y largo plazo la superficie sembrada con cereal”. No obstante, este año el maíz de primera “crecerá”, debido a la situación que dejó el verano pasado, y a las previsiones de un año “llovedor”, explicó. Por lo tanto, “creo que el área de primera estará por encima de la registrada en la zafra pasada”, estimó. 

Por otra parte, Uribe afirmó que en cebada, por la problemática sanitaria se demandaron entre una y dos aplicaciones de fungicidas frente a lo presupuestado. Puntualizó que se trata de aplicaciones “caras”, cuyos costos oscilan entre US$ 40 y US$ 45 por hectárea. 

De todas formas, destacó que la fertilización basal y las primeras ureas “costaron mucho menos” de lo que estaba presupuestado, porque se aplicó menos fósforo y urea. “Cuando se sembró había una seca tremenda y los suelos estaban muy mineralizados, con niveles de nitratos muy altos”, confirmó. A la vez, “el fósforo que se había aplicado para soja no había sido absorbido, y quedó para el cultivo siguiente”. Por eso, destacó la importancia de realizar análisis de suelos, ya que “es la única forma de saber” cuáles son las necesidades”. 

El director de Cuatro Hojas consideró que para los cultivos de trigo y cebada, “si el clima acompaña en la recta final, no habría dificultades para alcanzar esos rindes de equilibrio”, mientras que en colza, “estará más peleado” el resultado. Describió que en la implantación “hubo problemas de insectos y heladas, que trajeron muchas dificultades” para la colza. “No será fácil acercarse a los 2.000 kg/ha, ya que en Uruguay nunca se ha tenido un rinde promedio” de ese nivel, remarcó el agrónomo.

Sobre los planes de siembra, sostuvo que “no hubo grandes cambios”, aunque “sí hay variaciones” en la superficie que tuvieron los maíces de segunda en la zafra pasada, ya que no se cosecharon o se hicieron fardos o silos. En esos casos “tratamos de hacer un cultivo invernal para que el suelo no quedara desprotegido durante todo el invierno”, señaló. Por ese motivo, “habrá menos proporción de soja de primera, porque el maíz de segunda es el cultivo antecesor. Eso marca un crecimiento de la intensidad agrícola”.

A su vez, se buscó un aumento de área como forma de diluir los costos y pérdidas generados en la zafra precedente. En esa línea, informó que “los productores han buscado crecer en área entre 10% y 15%”, lo que consideró un crecimiento ordenado y controlado, ya que “por encima de esos niveles se descontrola todo el sistema”.

Nota de Revista Verde N°110

  Filed under: Agricultura
  Comments: None


El crecimiento del área y la producción de soja en Brasil impacta en los precios y en las primas de la región

By Cristina Fumero,

Su crecimiento impacta en los precios y en las primas de la región, la diferenciación de Uruguay pasa de oportunidad a ser necesidad

“Estamos proyectando una nueva zafra récord” en la producción de soja de Brasil para este año, de unas “163 millones de toneladas” y algunas estimaciones prevén “hasta 165 millones de toneladas”, señaló el analista de Safras & Mercados, Paulo Molinari. El área récord de siembra de soja será de 45,6 millones de hectáreas en Brasil, porque el precio del maíz está “muy deprimido” y eso motivó un pasaje de área hacia la oleaginosa, acotó.

Dijo que al transitar por un año Niño hay una “buena parte del centro sur de Brasil en buenas condiciones”, y desde noviembre “las lluvias se empezaran a regularizar” en algunos puntos de Mato Grosso y Goiás, donde las lluvias estaban “muy atrasadas”. De momento “no tenemos una preocupación grave, porque la soja se puede sembrar hasta enero con similares potenciales de producción”. Pero “el gran problema”, es que al atrasar la siembra de soja “se puede perder la ventana de siembra del maíz zafriña en 2024”.

Al evaluar el impacto climático en la producción, Molinari señaló que la Niña genera pérdidas productivas en el sur de Brasil, pero cuando hay un año Niño el problema se traslada al noreste brasileño en la región conocida como Matopiba que comprende los estados de Maranhão, Tocantins, PIauí y Bahía. Del total previsto de 163 millones de toneladas de soja, esa zona representa unos 15 millones de toneladas. “Si se pierden de 5 a 6 millones no habrá mucha diferencia” para el mercado internacional. Se deberían superar los 10 millones de toneladas y tener algunos inconvenientes en Argentina para generar algún impacto en el mercado”, según el analista.

Dijo que generalmente “el fuerte” de la cosecha de soja se realiza entre marzo y mayo, en ese momento al haber mayor oferta, las primas “terminan cediendo mucho”, por lo que es “muy posible que en 2024 vuelvan a ser bastante negativas”. En 2023 las primas en Brasil se ubicaron entre US$ 90 y US$ 95 por tonelada, y actualmente están en torno a los US$ 50 y US$ 60 por tonelada. 

Al productor “le cuesta aceptar” precios más bajos, luego de tres años “con precios subiendo en dólares y reales durante la cosecha y ahora tenemos una curva bajista de precios que era inevitable si Sudamérica volvía a una producción normal, por eso la comercialización está muy lenta frente a años anteriores”, analizó.

Molinari considera que los precios de la soja se pueden acercar “hasta los US$ 400 por tonelada” en la posición mayo 2024 del mercado Chicago, cuando ingresen las producciones de Argentina y de Brasil al mercado, principalmente por la importancia que tiene Argentina en la producción de harina y aceite de soja nivel global. 

El analista de Safras & Mercados sostuvo que Brasil tiene área disponible para seguir creciendo en soja y maíz, “no veo problemas para continuar con la expansión” aunque “la velocidad la marcan los precios”. En este momento “los márgenes del maíz son negativos” y en el caso de la soja, en algunas regiones “también son negativos”.   

Por su parte, Ismael Turbán, director de Sumar Agro y ex gerente de El Tejar en Brasil, señaló a VERDE que en Mato Grosso “se está configurando una situación muy riesgosa y hay que estar atentos”. Hay situaciones que “no se han registrado, resiembra por encima del 10%, inconvenientes con la disponibilidad de semilla, atrasos en la siembra, altas temperaturas”, aunque “no se trata de una catástrofe”, aclaró. 

Sobre el avance de la infraestructura Turbán dijo que “a mediano plazo hay un tema casi estructural”, que “demorará en solucionarse”, considerando que “Brasil viene creciendo cada año” y “en poco tiempo pasó de exportar 60 millones de toneladas de soja a 100 millones de toneladas”, además “en maíz pasó de ser el cuarto exportador mundial a pelear el primer lugar con Estados Unidos”. 

Sostuvo que “es difícil acompañar ese crecimiento productivo” con capacidad logística, portuaria, almacenaje y otros aspectos vinculados al movimiento de la producción de granos. La capacidad estática de almacenaje equivale al 50% de la producción, recientemente el gobierno aprobó la exoneración total de impuestos para la instalación de plantas de silos en los establecimientos agrícolas. 

Esa debilidad en infraestructura y el crecimiento de la producción genera una presión en las ventas de soja en el momento de cosecha, provocando que el valor recibido por el productor se aleje bastante del precio de Chicago como ocurrió en la última zafra, explicó Turbán.

Para el consultor dicha situación “se mantendrá” en el corto plazo, por más que Brasil viene invirtiendo en rutas, trenes, desarrolló “el Arco Norte, que ahora está recibiendo menos producción porque la sequía está complicando la navegabilidad” de los ríos que llegan a esos puertos.

DIFERENCIARSE, PARA GANAR COMPETITIVIDAD

El incremento de la producción de soja de Brasil” nos deja en una situación incómoda”, pero “también nos pasa en otros productos, como la carne vacuna”, dijo en una entrevista publicada por el suplemento Agro de Búsqueda, Christian Nolte, gerente de Cofco International Uruguay.

Recalcó que “debemos alejarnos” lo más posible de los commodities. 

Marcó lo sucedido en Argentina que era “la referencia con su producción, la pampa húmeda, la molienda más eficiente del mundo que logró una capacidad de 60 millones de toneladas de soja” y “hoy Brasil la paso por encima, en todo”. 

En Uruguay “con tres millones de toneladas de soja “hay que buscar alternativas, diferenciarnos, descomoditizar, para eso tenemos que ofrecer una soja de mejor calidad que la brasileña, no podemos atarnos a Brasil”, 

Nolte señaló que la comercialización de la soja uruguaya está atada a Brasil porque se rige con el contrato Anec 41 que contempla parámetros de humedad, dañado y otras cuestiones físicas soja. “Es un contrato que sirvió para ordenar la comercialización en Uruguay, pero hoy nos iguala a Brasil que tiene 160 millones de toneladas de soja y en Uruguay tenemos tres millones de toneladas, claramente estamos en desventaja”.

El contrato de comercialización de soja Anec 41, creado por la Asociación Nacional de Exportadores de Cereales de Brasil (Anec) establece niveles de humedad de 14%, de grano dañado 8% y de materia extraña 1%. “No te podría decir cuál es el camino que tiene que seguir Uruguay para diferenciarse, pero algo tenemos que empezar a hacer”, dijo Nolte

Comentó que “hoy existen algunas tendencias que se van consolidando, quedan muy pocos mercados demandando con 14% de humedad como establece el contrato Anec 41 y son los menos competitivos, por lo cual la mirada debería estar en la diferenciación, para no castigar a los precios. Apuntar a demandas que busquen algo distinto a lo que ofrece Brasil. Argentina y Egipto compran con 13,5% de humedad, la reserva federal de China, que no compra en Brasil, demanda más calidad y 13,5% de humedad”.

Agregó que esas son cosas que observan a nivel internacional, “no estoy haciendo el análisis desde el bolsillo del productor y tampoco puedo decir que la solución sea bajar el nivel de humedad en los contratos de comercialización de la soja uruguaya. Son cosas que están pasando y las tenemos que evaluar, al igual que el nivel de dañado, porque nos terminan afectando”.

Planteo que el objetivo “deber ser mejorar y tener un mercado de soja en Uruguay con mayor liquidez y a la vez, diferenciarnos del precio de Brasil”. Por ese camino “se pueden conseguir premios” para los precios de la soja uruguaya. “Hay que discutir estas cosas, evaluarlas, pero hay mercados que pagan más por esas diferencias. La situación de mercados no es sencilla porque se debe salir a competir con un jugador como Brasil”.

Nolte marca que la sustentabilidad de la soja uruguaya “es fundamental” pero “tenemos que construir ese camino” que “hoy no se paga”. La economía mundial “tiene sus desafíos” y el mercado “no está pagando premios” por eso. La sustentabilidad “es una salida para diferenciarse en nichos de mercado, lo debemos hacer, pero hoy no se reconoce, pero en el día de mañana creo que será reconocido, habrá premios y será otro elemento que pueda diferenciarnos de Brasil”.

Resaltó que calidad y sustentabilidad “son las cosas que debemos analizar para intentar diferenciarnos, tenemos que empezar, quedarnos a esperar es lo peor que podemos hacer. No tengo una receta, pero no podemos quedar sentados, hay que discutir entre todos los eslabones de la cadena, donde cada uno aporte su visión, hay protocolos vigentes que pueden servir de base. Hoy no veo este tema en la agenda y lo que está pasando a nivel mundial con el mercado de la soja, es una amenaza para Uruguay”. 

Hoy “la oferta de soja es mucho mayor que la demanda, para que cambie algo, tiene que venir otro boom bioenergético que traccione la demanda, hoy el contexto está más tranquilo de lo que estábamos hace un par de años”.

Al analizar las situaciones en función de oferta, demanda, el comportamiento de Chicago y las primas de la región, con el impulso brasileño, Nolte dijo que “la historia se está escribiendo ahora” todas las variables históricas sobre las cuales se tomaban las decisiones “van quedando en un segundo plano”. En la medida que en Brasil “sigan estos volúmenes de producción estará presionando sobre las primas”.

Señaló que “normalmente las primas (diferencia de precios entre lo marca la pizarra de la Bolsa de Chicago y los precios en puertos locales) actúan como un amortiguador entre oferta y demanda, el mayor productor y exportador de soja era EEUU, entonces la prima subía o bajaba en función de Chicago y lo que pasaba con la producción de EEUU, eso era lo importante. Hoy el volumen de cosecha de Brasil deteriora las primas a nivel regional, independientemente de lo que pasa con las primas de EEUU o el mismo comportamiento del mercado de Chicago. Esas dos cosas están ocurriendo. Además, las ventas del productor brasileña están “más asociadas” al comportamiento del real que al precio de la soja en Chicago. 

LA MIRADA ARGENTINA

Fernando Correa Urquiza, jefe regional de Oleaginosas de Louis Dreyfus Company (LDC), dijo a VERDE que Argentina “ha ido minando su competitividad productiva en los últimos 10 años, con dinámicas de comercialización muy nocivas, brechas cambiarias, retenciones, ineficiencias logísticas, falta de inversión y falta de una ley de semillas. Eso ha ido dejando a la producción argentina en una situación de falta de competitividad frente a Brasil, que hoy tiene una cosecha que duplica la de hace siete u ocho años”. 

Considera que “la ventaja de Argentina es la sustentabilidad, y si normaliza el sistema de comercialización interno de soja y de otros granos tiene un potencial enorme de recuperar el terreno perdido”. 

Correa Urquiza entiende que “Argentina debió y debe hacer un lobby fuerte respecto a energías renovables, trazabilidad y sustentabilidad, en Europa y en Estados Unidos, para tener canales de entrada a esos países y diferenciarse de Brasil. Argentina tiene un mapa de sustentabilidad muy sólido”. 

Agregó que Argentina “debe contar con una Ley de semillas para dar un salto en rendimiento, hoy en soja estamos unos 500 kilos debajo de Brasil”. Además, “está la falta de inversiones en la hidrovía, los peajes y costos, el diferencial de impuestos respecto a otros granos. Hay un sistema que atenta contra la competitividad de las oleaginosas”. 

“Industrialmente estamos preparados para generar mucho valor. Hoy la capacidad de molienda, en un año normal, está al 60%, y Brasil está operando al 100%, con nuevos proyectos de inversión”, señaló Correa Urquiza. 

Brasil tiene una política de consumo de biodiesel “muy clara” y “desde hace muchos años”, si bien fue interrumpida por la guerra y la escalada de los precios, “ahora están de vuelta en un camino muy estable de crecimiento hasta el 15% de corte” definido por el gobierno, acotó.

El ejecutivo de LDC indicó que ese objetivo de Brasil, “requerirá la demanda de todo el aceite que produce” sino que “invertirá más” en nueva capacidad de molienda. “No importa el gobierno que asuma, todos tienen bien claro cuál es el camino que tienen que seguir”. 

Correa Urquiza explicó que la sustentabilidad “hoy se paga esporádicamente por algunos canales”. Y por eso consideró que se debe trabajar en Europa y Estados Unidos para crear ese camino claro que hoy no es tan claro en cuanto a la sustentabilidad y trazabilidad. “Pero no tengo dudas de que tendrán mucho valor, incluso los bonos de carbono, la descarbonización y la agricultura regenerativa. Son proyectos de largo plazo”, acotó.

Para Correa Urquiza “son procesos que deben construirse, y para eso LDC está bien cerca del productor, porque somos el nexo entre el comprador y el productor, para traducir la demanda de uno con la oferta del otro”

Nota de Revista Verde N°110

  Filed under: Agricultura
  Comments: None


Cofco exporta las primeras 500 toneladas de sorgo a China

By Cristina Fumero,

Tras la apertura del mercado chino, en estos días sale la primera exportación de sorgo uruguayo con ese destino por parte de la empresa Cofco.

En este momento ingresó el primer embarque al puerto y en los próximos días saldrá la mercadería para China, son unas 500 toneladas, destacó el gerente general de la compañía, Christian Nolte, en el programa Punto de Equilibrio en Carve y en revistaverde.com.uy.

Dijo que “nada de esto es fácil, como cuando se hizo la primera exportación de cebada”, y siempre se contó con “mucho apoyo” del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, quizás hasta es un “poco arriesgado” realizar este negocio pero no deja de ser “válido” siendo que «somos» una empresa de origen chino.

Si bien se tuvo que rechazar algunos granos porque el nivel de “materia extraña” era superior al requerido, “el sorgo cumple con todas las exigencias de malezas y hongos”. Los protocolos sanitarios vigentes para la exportación de granos a China requieren de un trabajo interesante, lo que supone un aprendizaje, señaló.

Acotó que «siempre hay una primera vez» y Cofco decidió hacerlo ahora cuando coincide con el momento de la siembra del sorgo, además se trabaja en una propuesta comercial con destino a China, lo que puede incidir en la superficie sembrada con el cereal en la zafra 2023-24.

Escuche a Christian Nolte 

 

  Filed under: Agricultura
  Comments: None