Agricultura

Analizan cambios comerciales para la diferenciación de la soja uruguaya

5 de febrero de 2024

La empresa china Sinograin compra soja con 13,5% de humedad y esa demanda permite “capturar mejores valores”, dijo el presidente de la AAD, Enrique Carlos Oyharzábal

La soja, el principal cultivo agrícola de Uruguay, con 1,2 millones de hectáreas, parece entrar en una nueva etapa en lo que refiere a las características del grano en varios indicadores de calidad, para dar un salto de diferenciación e ingresos. La propuesta surge a través del planteo de la Asociación de Comerciantes de Granos (ACG), ante la necesidad de disminuir el nivel de humedad en la soja que rige en los contratos de comercialización, debido a la imposibilidad de colocar el producto con 14% de humedad en determinados mercados. Esto significaría un “cambio” en las condiciones comerciales entre productores y exportadores.

Igualmente, esa modificación dio pie al inicio de conversaciones sobre otros cambios en aspectos vinculados con las ventas de trigo y colza. En diálogo con VERDE, el presidente de la Asociación Agropecuaria de Dolores (AAD), Enrique Carlos Oyharzábal, se refirió a estos temas y a la postura de los productores agrícolas respecto al escenario que se presenta para el futuro de las exportaciones de soja y otros granos uruguayos en los diferentes mercados globales.

Uno de los principales argumentos esgrimidos por el gremio de comerciantes de granos en un encuentro con directivos de la AAD es que hay un “problema” de colocación utilizando el contrato Anec 41, que rige en el mercado de Brasil y también es el utilizado en Uruguay –en su momento en el país se adoptó ese contrato para enmarcar las operaciones comerciales–. 

Anec 41 establece para la comercialización un 14% de humedad en soja y ese porcentaje genera, según ACG, “dificultades” para conseguir mercados que utilizan el grano para el extrusado y sacar aceite, porque tiene un “costo altísimo” para secarlo. Porque “no puede entrar a la extrusora con más de 11% de humedad y cuanta más humedad tiene, más despacio tiene que entrar a la planta”, lo que genera ineficiencias y costos más altos, comentó. 

Agregó que los comerciantes de granos incluso afirmaron que hubo algunos “mercados que les dijeron que nunca más les comprarían soja en estas condiciones”. Se suma que hay un “comprador muy importante”, la empresa estatal china Sinograin, que es la responsable de la reserva de granos y compra soja con “13,5% de humedad”. Eso permite “capturar mejores valores” al momento de la venta, y los precios que hoy se ven en pizarras es porque pueden acceder a los mercados “premium”, dijo.

En resumen, eso implica que la producción pueda cambiar su formato comercial y “bajar de 14% a 13,5% el nivel de humedad” de la soja uruguaya, para ajustarse a los requerimientos de los mercados que hoy en día están dispuestos a adquirir la oleaginosa.

El presidente de la AAD señaló que el mercado mundial “está en 13,5% de humedad”, en función de la información recabada por diferentes fuentes. En Argentina la norma de calidad para la venta  de soja (resolución SAGPyA 151/2008) marca un nivel de humedad de 13,5%, al igual que en Estados Unidos. 

Agregó que “el único país que sigue con 14% de humedad es Brasil, y por deformación también Paraguay”. Brasil tiene ventajas comparativas muy importantes” respecto a Uruguay, porque produce una “soja con mucho más proteína y aceite” que el grano uruguayo, además “pueden exportar con los buques cargados a full” desde sus puertos, sin dejar de considerar el volumen total que genera el país norteño, por lo cual “no nos queda más remedio que empezar a adaptarnos a la situación”, reconoció Oyharzábal.

También manifestó el interés de los productores de hacer un proceso de adecuación en ese aspecto, para ganar en los valores que reciban por la venta de la soja, dentro de lo que vendría a ser el posicionamiento futuro de la oleaginosa en los mercados internacionales.

“No sabemos cuál sería el costo de secar medio punto” de humedad, pero que “no se traslade en un 100% al productor”, consideró. Y en tal sentido, recordó una experiencia de hace unos años vinculada con las características de recibo de la cebada en las malterías, cuando se generó la posibilidad de establecer el pago de una bonificación al entregar una cebada con cierto porcentaje de humedad. 

Desde la AAD se entiende que cuando “toca pagar secado, toca”, pero que también “existan bonificaciones” cuando se entrega con determinado nivel, “con eso se podría lograr un promedio” para “que no le cueste de más a nadie”, dijo el dirigente. A propósito, acotó que “hay que ponerle racionalidad al tema, con el objetivo de llegar a los puntos que el mercado mundial exige, tratando de que al productor le sea lo más leve posible”.   

El planteo de los comerciantes de granos es lograr una “diferenciación” de la soja uruguaya dentro de la región, para poder “seguir siendo los primeros en los mercados premium” que son los que “pagan más”, entre US$ 20 y US$ 30 por tonelada, según lo conversado en ese ámbito.

El presidente de la gremial de productores valoró la posibilidad de mantener un “intercambio” con los exportadores de granos y participar del “proceso de cambio”, en la definición de ciertos puntos que están vinculados a las condiciones de producción y comercialización. “Eso es muy valioso”, frente a lo sucedido con la “imposición” del protocolo fitosanitario para la exportación de soja al mercado chino por parte del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) en 2016. Eso significó “perder mucho dinero” y tener que “adaptarse a los golpes”, cuestionó.

El planteo de la AAD es acordar algún tipo de bonificación y los representantes de ACG se llevaron los apuntes para analizarlos.

También se planteó que a partir de la diferenciación propuesta se elabore una norma uruguaya, específica, que comprende los distintos aspectos técnicos y productivos referidos a la soja producida en el país. Oyharzábal destacó que la soja uruguaya “es de primera calidad, es prácticamente oro, es pura, inocua y limpia”. “Si corregimos ese medio punto de humedad deberíamos transformarnos en un mercado muy apetecible, porque ya tenemos buenas condiciones de comercialización con el protocolo vigente y le estaríamos agregando” el nivel de humedad requerido, que parece ser el “talón de Aquiles”, graficó. 

De todas maneras, este asunto recién empezó a tratarse en una primera reunión entre las partes involucradas, y el proceso seguirá en los próximos meses, sin dejar de tener en cuenta que los plazos de los mercados no son los más extensos y la competencia siempre apremia.

Trigo y colza

La AAD también le planteó a ACG la necesidad de modificar las condiciones comerciales del trigo y la colza. “Cuando un productor entrega un trigo con 15% de humedad y un pH de 76 kg/hl, al pasar por el secado para alcanzar lo que marca el contrato, el pH sube a 78 kg/hl, que es el exigido por el exportador. Ese productor tuvo descuentos por bajo pH, pero no recibe un premio por el nivel de pH logrado al pasar por secadora, teniendo en cuenta que el servicio de secado lo paga el productor”, ejemplificó el dirigente.

Oyharzábal sostuvo que “el que tiene la planta puede segregar, tiene la posibilidad de hacer esos manejos en su negocio, entendemos las reglas de juego y nos parece correcto, sino cada productor tendría que tener su planta y eso sería imposible. Pero entendemos que si pagamos por un servicio que provoca una mejora del producto entregado, deberíamos recibir esa mejora en precio”.    

En colza dijo que “si se entrega en base húmeda, con 11% u 11,5% de humedad, que es un nivel muy correcto porque se minimizan pérdidas de cosecha dado que es cuando se tiene menos desgrane y pérdidas por cola de cosecha, el contenido de aceite da mucho más bajo, porque el grano tiene más agua”. Y “como el nivel de recibo de canola es de 8% de humedad se nos cobra el secado, pero no se nos hace la corrección que se obtiene en el contenido de aceite. Ocurre lo mismo que con el pH del trigo”, dijo. 

“El porcentaje de aceite en base seca aumenta bastante cuando lo secamos, entonces pretendemos que cuando pagamos un servicio que mejora la calidad final del producto, sea la calidad final la que se tenga en cuenta para realizar el negocio”, reclamó.

Ante la importancia de ajustar estos aspectos de las condiciones de los granos a la hora de determinar la comercialización, el titular de la gremial de productores resaltó que si la canola se sigue reforzando y se cuida será un cultivo con tanta importancia como el trigo en el negocio agrícola de Uruguay.

Hay una nueva norma de calidad para la soja en China, su alcance genera dudas

En China, la Administración Estatal de Regulación del Mercado (SAMR) y la Administración de Normalización publicaron la versión final de la Norma Nacional para la soja, que entró en vigor el 1° de diciembre de 2023. Esta norma fue notificada previamente a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en febrero de 2021 y sustituirá a la actual Norma Nacional vigente desde 2009.

La norma anterior sólo tenía algunas cláusulas obligatorias, pero ahora la totalidad de la nueva norma es obligatoria. Sobre la humedad se mantiene el nivel requerido desde 2009, donde la base de recibo es 13%. La norma especifica los términos y definiciones, clasificación, requisitos de calidad, métodos de prueba, reglas de inspección, etiquetado, requisitos de embalaje, almacenamiento y transporte de la soja. Y es aplicable a la compra, almacenamiento, transporte, procesamiento y venta de soja comercial.

Los principales cambios técnicos incluyen la modificación del ámbito de aplicación de la norma, también las definiciones de semilla sana, soja con alto contenido de aceite y soja con alto contenido de proteínas. Hay ajustes en la tasa de tasa de dañado, se agrega la soja fuera de grado, entre otros. La información fue recibida por la Unidad de Asuntos Internacionales del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), la Dirección de Organismos Multilaterales de Cancillería y la embajada uruguaya ante la OMC. El titular del MGAP, Fernando Mattos, informó que no hay cambios en exigencias de China para la soja uruguaya y que todo sigue tal cual venía. 

A la vez, desde la Asociación Nacional de Exportadores de Cerelaes (Anec) de Brasil se informó a VERDE que “el comité de contratos sigue actuando para mantenerlos actualizados”, y que Anec 41 “va sumando nuevas versiones”.

Se adelantó que “en el comienzo de 2024 probablemente se publicará una nueva versión de los contratos” en la página web de la institución. A la vez, señalaron que “todavía no hay una previsión definida para cambio de la humedad” de 14% a 13% en la comercialización de soja bajo Anec 41. 

Al ser consultados sobre cómo influye que China haya publicado la norma GB 1352-2023 y que la misma entre a regir desde el 1° de diciembre de 2023, la respuesta fue contundente: “hasta donde estamos informados, el tema de humedad no será obligatorio en China para el producto importado”.

El Ministerio de Agricultura de Brasil está trabajando desde hace dos años con los interesados de la cadena de soja en la revisión del reglamento técnico, que entre otros temas propone para la comercialización un nivel de humedad de 13%. Por eso ANEC “sigue acompañando ese proceso”, se informó.

Nota de Revista Verde N°112

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