Al Grano

Pablo Sánchez: “la gestión de todos los recursos que utilizamos es la base para tener empresas firmes”

26 de marzo de 2024

El productor agrícola-ganadero planteó que el panorama “es de precaución” y “más que nunca tenemos que ser muy cuidadosos con las decisiones que vamos tomando”

El sector agropecuario se enfrenta a un momento que hay que transitarlo con “precaución”, donde el enfoque debe estar en la gestión eficiente, la innovación tecnológica y la sostenibilidad ambiental, afirmó en esta entrevista con VERDE el presidente de Fucrea, Pablo Sánchez. Agregó que cuando se habla de gestión, no solo debe ser económica y financiera sino incluir a las personas y el manejo de las emociones del empresario. Además, enfatizó sobre la importancia de proyectar y simular escenarios, además de tomar decisiones en tiempo real para modificar situaciones adversas.  

¿Cómo analiza el contexto actual para el sector agropecuario?
El panorama es de precaución, donde más que nunca tenemos que ser muy cuidadosos con las decisiones que vamos tomando. En lo productivo hemos dado pasos muy importantes. El trabajo se ha reflejado en los resultados físicos. A excepción del año pasado, cuando la seca nos golpeó muy duro, si uno analiza los resultados ve que todos los años vamos batiendo récord de rendimiento de cultivos y de producción de carne por hectárea. Cada año vamos dando un pasito tecnológico para ir acentuando esas mejoras. Pero hay un montón de otros aspectos que tenemos que empezar a mirar y esos son los temas más amenazantes, que son básicamente los precios y los aspectos ambientales que nos empiezan a jugar de una manera trascendental como para hacer a nuestras empresas más viables. Más que nunca entendemos que la gestión de los recursos que estamos utilizando es la base para tener empresas firmes, que puedan captar márgenes cuando se nos den, y eso significa tener empresas más saludables. Sobre todo cuando sabemos que los resultados económicos van a ser flojos. Por eso digo que el panorama es de precaución, de mucho análisis y de tratar de tener toda la información para tomar buenas decisiones. Es fundamental tener los sistemas de producción lo más saneados posible y listos para dar saltos productivos o captar márgenes favorables en los momentos que se puedan dar. 

¿Cómo están los sistemas en Fucrea?
A pesar de que terminamos el ejercicio pasado con pérdidas, si bien hay una gran variabilidad de resultados, la información recabada nos muestra que la mayoría de las empresas están fuertes financieramente. Eso se dio debido a que el año previo a la seca tuvimos un resultado excepcionalmente bueno, y como sabemos, cuando hay tenemos que guardar para cuando no hay. Lo podemos guardar de muchas maneras, ya sea en capital, en cabezas de ganado, en el banco o en inversiones que hacemos a lo largo de nuestro sistema productivo. Esas reservas nos permitieron seguir adelante. Inclusive tener la posibilidad de ir al banco a pedir dinero es sano también para las empresas. Dos por tres precisamos que el sistema financiero nos dé una mano, ya sea para crecer o para pasar un trago amargo, y si tenemos empresas fuertes eso lo podemos hacer.

¿Cómo ha sido la inversión?
Los sistemas agrícolas o los agrícola-ganaderos han hecho saltos de inversión relativamente buenos. Hubo un cambio tecnológico muy fuerte en los últimos años. La capacidad de maquinaria, de siembra y de cosecha que hoy tenemos es muy grande, y es sostenido por un cambio tecnológico fuerte. Hubo algunas inversiones en agua, en riego o agua para el ganado, que nos han permitido dar saltos de producción o estabilizar los sistemas. Nos queda mucho por hacer, pero los datos muestran que los sistemas han sido buenos para captar. Y también hubo datos de mejoras en carga animal, por ejemplo. Eso implica más kilos de carne arriba del campo y es más capital. Esos saltos tecnológicos nos permiten tener más amortiguadores para los años complicados o, como lo vimos en el invierno pasado, tener rendimiento récord de cosecha de trigo o de cebada. Eso no es azar. Es una suma de aspectos tecnológicos que dan muy buenos resultados. 

¿Eso es parejo en los diferentes cultivos? ¿Se puede trasladar a la ganadería?
Sí, claro. En cultivos te diría que es parejo, porque hoy ya no hablamos, por ejemplo, de problemas por siembras temprana. Hoy la fecha de siembra es determinante y todos siembran temprano, porque tenemos capacidad de acceder a maquinaria con buenos contratistas o maquinaria propia de muy buena calidad. Eso se ve en los resultados físicos. No es azar que estemos batiendo los récords continuamente. Ni que hablar en los sistemas ganaderos. La mejora de la base forrajera, el aumento del área, de la suplementación, los sistemas de encierro y demás, son inversiones que buscan estabilizar kilos arriba del campo. Con tecnología e inversión le damos estabilidad al sistema.

¿Es consistente el incremento en la producción de carne por hectárea y la preñez en las empresas de Fucrea?
Sí. Entendemos que tenemos herramientas tecnológicas para que la gráfica sea más inclinada. Los saltos de año a año deberían ser más grandes. Eso es manejo, más ajustes, más carga, es ponerle tecnología y mucha cabeza. Pero los resultados son consistentes. Venimos dando pasos hacia una mayor productividad permanentemente. 

¿Eso también es gestión, más allá de la inversión?
Sí, sobre todo ahora. En Fucrea nuestro caballito de batalla es la gestión, porque entendemos que los datos tecnológicos los podemos ir a buscar a muchos lados. Hay muchas empresas trabajando en tecnología y vamos absorbiendo todo lo que podemos. Pero en gestión ya no tenemos tanto, y lo tenemos que crear, por eso ha sido nuestra herramienta de discusión permanente en los grupos. Eso es capacidad de análisis, y para eso tenemos que registrar cada día más. Tenemos una base de datos muy fuerte, pero ahora entendemos que tenemos que ir a un análisis diferente, y por suerte ahí también la tecnología nos empieza a dar una mano.

¿Por qué un análisis diferente?
Hacíamos fuerte hincapié en el análisis post mortem, mirando cómo nos había ido y cuáles eran las variables que más impacto tenían en el año. Ahora queremos proyectar. La idea es tener capacidad de análisis que permita proyectar con mucha más precisión y plantear cómo nos iría, considerando tres o cuatro escenarios diferentes. Esos son modelos de simulación de resultados, en donde nos planteamos qué pasaría si tomáramos determinadas medidas. ¿Qué pasaría si cambiara el valor del producto final, la carga, las inversiones en pasturas o la rotación agrícola? Esa capacidad de análisis, de tratar de ver para adelante, imaginar escenarios y simularlos es lo que nos va a permitir tomar mejores decisiones y en tiempo real. Es ver qué vamos a hacer ahora para que nos vaya mejor. No es necesariamente el que imagine mejor el futuro. Hay modelos que ya predicen qué ocurre cuando se hacen estas cosas, y los estamos llevando a la práctica. Además aparecen otras herramientas como la inteligencia artificial, que nos va a dar una mano muy grande si aprendemos a usarla. Tiene que estar de nuestro lado. En CREA vamos a empezar a capacitar la inteligencia artificial para sacarle el jugo a esta herramienta con el objetivo tomar mejores decisiones. De hecho, en Agro en Punta hicimos un seminario entero sobre innovación y los cambios que se vienen. Pusimos el ejemplo de la inteligencia artificial arriba de la mesa, tenemos que empezar a capacitarnos, aunque su uso aparentemente es mucho más simple de lo que pensamos. Me parece que por ese lado podríamos dar respuestas un poco más rápidas, porque uno de los problemas que tenemos es la velocidad de reacción. Vamos tomando decisiones muy lentamente y los cambios son mucho más rápidos de lo que esas decisiones nos permitirían. Por lo tanto, vamos a tener que ir un poquito más rápido, y ahí la innovación necesariamente nos tiene que dar una mano. También debemos poder tomar decisiones en tiempo real, más allá de lo que se proyecta para el resultado, para alterar lo que está sucediendo, cambiar o mejorar. Cuando decimos innovación no estamos hablando de grandes cambios, pueden ser solo algunos tips, combinaciones de pequeños cambios que terminan haciendo a una empresa mucho más eficiente. Más allá de que pueda haber grandes innovaciones, el solo hecho de que nos permitan tomar decisiones más rápido, más a tiempo, eso ya tendrá un impacto muy grande. 

¿Considera que hay un cambio en la visión del empresario agropecuario? ¿Se miran más los aspectos en los que puede incidir, como la gestión, y menos donde no tiene incidencia?
Sí, sin duda. Siempre añoramos y rezongamos cuando baja la soja o aumenta el gasoil, pero a la par de eso estamos haciendo cosas para compensar permanentemente esas malas noticias. Básicamente la forma fue mejorando la productividad y la calidad. Ahora lo que estamos considerando más es la gestión de los recursos que manejamos, buscando que sea más eficiente su uso. Esto implica la gestión de todos los recursos, es decir, de los pesos que tenemos, de la tierra y de los recursos humanos. Las cosas no se hacen por azar. Los lindos equipos de trabajo son los que terminan diseñando mejores sistemas y ejecutando un mejor resultado. Es hacer un buen uso del mismo factor. También es importante cómo gestionamos nuestro recurso emocional como empresarios.

¿En qué sentido?
Entendemos que las empresas tienen que empezar a ser más disfrutables. Muchos ya las tenemos o tratamos de tenerlas, pero empezamos a poner sobre la mesa la importancia de disfrutar de esta empresa que estamos desarrollando. Para eso tenemos que hacer lo que nos gusta, con gente a nuestro lado que se desarrolle con nosotros, con una familia que también disfrute de lo que se hace. Debemos trabajar cuidando los recursos que estamos usando, manejándolos de una forma más sustentable. Queremos poner arriba de la mesa, además de los resultados económicos y financieros, un montón de aspectos que hacen a nuestra salud como empresarios. Esto implica analizar la gestión de las emociones, poder decir que no estoy contento o que sí lo estoy, y ver cómo nos pueden ayudar los que están a nuestro lado y colaboran con nosotros. También implica poder integrar otra gente a nuestra empresa, lo que quizás nos permitiría dar el salto de crecimiento que no hemos podido dar por algunas limitaciones. Debemos empezar a medir por lo que tenemos y no por lo que nos falta. Ese es el desarrollo de las empresas que queremos y en el que los grupos CREA están comenzando a trabajar. Queremos ver cómo vamos a gestionar esos recursos para tratar de generar modelos de mejor decisión, tratar de darle herramientas a los miembros CREA, para que puedan tomar decisiones más rápidas, a través de mejores asesores, más capacitados, con herramientas que puedan dar respuestas más rápidas a sus problemas. Todo eso se tiene que poner arriba de la mesa, sin temores, sin miedos. Así es como gestionamos en CREA nuestras empresas; todos los días ponemos nuestros problemas arriba de la mesa, y los compartimos con el resto del grupo, que nos da ánimo para realizar los cambios que no nos animamos a hacer y nos pone el freno cuando vamos a cometer algún error. Pero insisto, el disfrute de las empresas es un valor que queremos que se tome en cuenta, y los miembros CREA lo van a mencionar cada vez más. Es un camino innovador. Ya no es todo tecnología, es también un aspecto de gestión humana. 

¿Las empresas agrícolas y agrícola-ganaderas están mejor preparadas para trabajar con precios más bajos?
Sí, estamos mejor preparados para todo. El salto tecnológico se dio con resultados físicos que están a la vista. No es el mejor momento para que se dé una caída de precios y no captar rentabilidad, pero sí es cierto que podemos con esos cambios. Con esas estructuras de sistema de producción que hoy tenemos, que están siendo más estables, podemos alcanzar niveles de productividad que permiten amortiguar golpes grandes. El doble cultivo es un ejemplo. La gran mayoría del área de cultivos está bajo ese sistema, que permite mayor productividad y bajar los riesgos. Porque si nos va bien en el invierno, como sucedió en esta zafra, podemos amortizar una caída de precios en la soja. Está claro que los sistemas son mucho más intensivos y han incorporado aspectos más sustentables, como el maíz o la interacción con la ganadería. Esto es un hecho de la mano del feedlot. Estamos en condiciones de poder diseñar sistemas que viren rápidamente, porque tenemos mucho maíz en el campo, gran capacidad de hacer pasturas de altísima calidad y tenemos capacidad humana. Los sistemas de producción están más adaptados a cambios y a poder desarrollar amortiguadores, captando también negocios de mediano plazo.

¿Por dónde entiende que pueden pasar las oportunidades de mejora para un establecimiento agropecuario?
Me parece que tenemos que levantar ese escalón en los niveles de inversión. Creo que hay oportunidades de captar capital para desarrollar empresas más eficientes y con capacidad de generar más márgenes. Debemos ser capaces de desarrollar lo que queremos hacer, que puede ser un feedlot, el riego, comprar tierra o desarrollar nuestra empresa a una mayor escala. No debemos tener miedo a proponernos esas cosas. Estamos en un negocio que tiene algunos aspectos diferentes al resto de las inversiones, porque es al aire libre y tiene más variabilidad, pero generalmente tiene una rentabilidad mayor. Hay capitales que están dispuestos a invertir, y de hecho ya lo han hecho. Creo que es una oportunidad que no deberíamos dejar pasar. El desarrollo de las empresas que tengo está hecho así, de pequeños capitales. Con resultados, hemos convencido a gente de que estamos en un negocio que es interesante. Por supuesto que todos van a captar parte del margen, así es como funciona este sistema, pero entendemos que puede ser una gran oportunidad para desarrollarnos. La otra oportunidad es acelerar en algunos aspectos. Creo que este es el año para pasar todo el maíz a carne, y quizás sea una mayor capacidad de encierro. Tendremos que animarnos o asociarnos con alguien que ya lo haga. ¿Por qué no pensar en hacer toda la recría y ofrecer el maíz, y que otro nos haga el encierro? Me parece que sumar capacidades desarrolladas es una de las oportunidades que tenemos que aprovechar. Hay gente que es buena haciendo ciertas cosas, solamente tenemos que juntar las partes. 

¿Los temas ambientales son una amenaza o una oportunidad?
Son una realidad.  Tenemos que pensar en que debemos tener sistemas que sean sustentables, con un uso cuidadoso de los recursos naturales, como el suelo, el agua y el aire, pero también de los recursos humanos y de los pesos. Tenemos que cuidar todos esos recursos de la mejor manera. Todos tienen que ser usados sustentablemente. Es una realidad y ya no la manejamos como un temor. Ya entendimos que tenemos que hacerlo y tenemos herramientas con las cuales podemos trabajar sin tener grandes impactos negativos en nuestros márgenes. Debemos generar mucha más información, y para eso tenemos que medir. En CREA estamos desarrollando un proyecto ambiental, tratando de tener los primeros indicadores de sustentabilidad arriba de la mesa, para ver dónde estamos parados y cómo se mueven; es decir, si se están deteriorando o si los estamos mejorando. Nos gusta ver este tema como una oportunidad. Con la información que tenemos podríamos certificar la producción carbono cero de la leche CREA.

¿Ese puede ser un diferencial para Uruguay en el mundo, sumado a las características del proceso de producción?
Sin duda, porque además es creíble. Una de las ventajas que tenemos es que a Uruguay le creen. Yo sé que después no se nota en los bolsillos, porque no terminamos vendiendo más caro, pero nuestras puertas siempre estuvieron abiertas. Hemos captado inversiones gracias a que la gente nos cree, y esta va a ser una línea de trabajo en la que tendremos que seguir, siendo muy confiables en cuanto a la información que estamos dando. No es solamente poner una etiqueta que diga que somos sustentables, no hay que parecerlo, sino que hay que serlo, y además estamos convencidos de que lo somos. Ni que hablar que hay que hacer ajustes. No estoy diciendo que seamos perfectos, pero en Uruguay tenemos un sistema que no ha deteriorado los montes nativos, hemos incorporado rotaciones que son mucho mejores e incorporado tecnologías de fertilización variable, por ejemplo, que impiden grandes derivaciones al resto de los sistemas. Esos detalles son buenos. Estas herramientas se vienen desarrollando muy fuertemente, y las tenemos que poner arriba de la mesa para generar valor.

TARJETA PERSONAL

Pablo Francisco Sánchez Durán tiene 56 años, es ingeniero agrónomo desde 1992 (Udelar). Posgrado en “Agronomía del Cultivo de Trigo: Su Investigación y Transferencia de Tecnología” INTA- CIMMYT; “Programa en Agronegocios” (ORT); “Programa de Alta Dirección en Agronegocios” (UBA). Productor agrícola-ganadero en el litoral-sur, asesor de empresas y CEO en Agropampa. Miembro del Grupo CREA La Maroma y actual presidente de Fucrea.

Sección Al Grano – Nota de Revista Verde N°113

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