En una jornada atípica para el contexto actual del mercado, los precios de la soja cerraron alza en la Bolsa de Chicago. La posición mayo subió US$ 7,16 y cerró en US$ 380,00 , mientras que la posición julio aumentó US$ 7,71 , con un cierre en US$ 385,54 por tonelada. En Uruguay puesta Nueva Palmira o Montevideo superó los US$ 370 por tonelada.
El impulso provino principalmente del mercado del aceite de soja, que se disparó US$ 56,22 en el contrato mayo, alcanzando un ajuste de US$ 1.045,85 por tonelada. El alza estuvo vinculado a dos factores clave: por un lado, la inminente entrada en vigor de aranceles del 25% sobre productos importados desde Canadá, lo que podría frenar el ingreso de aceite de canola al mercado estadounidense; y por otro, la expectativa de un posible aumento en el uso obligatorio de biodiésel.
Según informó Reuters, representantes de las industrias del petróleo y los biocombustibles se reunieron con la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos para solicitar un incremento en el volumen de biodiésel usado en la mezcla con combustibles fósiles, llevándolo de los actuales 3.350 millones de galones a entre 5.500 y 5.750 millones . Aunque persisten disidencias dentro del sector petrolero, el mercado reaccionó con optimismo a este potencial cambio regulatorio.
Además, Reuters informó que la EPA planea publicar una propuesta que cubra dos años de mandatos de mezcla de biocombustibles, en lugar de tres, lo que mantiene la atención del mercado sobre esta agenda.
En ese contexto, entre el miércoles pasado y hoy, el aceite de soja acumuló un alza del 11,26% , al pasar de US$ 940,04 a US$ 1.045,85 por tonelada. Por el contrario, la harina de soja volvió a bajar, presionada por la expectativa de una mayor molienda que podría generar un exceso de oferta sin un destino claro.
Por último, la presión estacional de la cosecha brasileña también sigue presente. Según la Conab, al 31 de marzo la recolección avanzó sobre el 81,4% del área cultivada.
En un mercado cárnico que está “nervioso” y en el que todo apunta a que los precios seguirán en alza, reflejando lo que sucede con el valor del ganado, las “señales” indican que “en el invierno todas las carnes tendrán un precio más alto” que en 2024 y que en el primer trimestre de 2025, dijo el director de Abasto Santa Clara, Jorge López, en el programa Punto de Equilibrio en Carve y en verdenews.com.uy
Comentó que la demanda de carne en el mercado interno es “firme”, más allá de una baja en la segunda quincena de marzo por el inicio de clases, que supone otros gastos en las familias.
Además, explicó que cuando sube el precio de la carne vacuna y se resiente la demanda, eso se replica en las otras carnes, como la porcina y la aviar, aunque estas últimas no hayan aumentado sus precios. En este sentido, afirmó que Brasil, principal proveedor de carne de cerdo del mercado uruguayo, registra precios con subas cercanas al 10%.
López señaló que Santa Clara y otras firmas del mercado están importando carne vacuna desde Brasil porque “Paraguay y Argentina no tienen oferta para nosotros”.
Un factor a considerar, es que en mayo está previsto que Brasil sea declarado libre de aftosa sin vacunación, lo que generará un mayor flujo exportador de carne hacia otros mercados, indicó.
Desde fines de enero la situación comenzó a mejorar, lo que permitió a nivel general, que la soja de primera esté consolidando “muy buenos rendimientos”, dijo el gerente comercial de Barraca Erro, Germán Bremermann, en el programa Punto de Equilibrio en Carve en Carve y en verdenews.com.uy
Pero lo interesante es lo que sucede con la soja de segunda, como en el litoral oeste donde hay un porcentaje “muy importante” que viene con un “potencial muy bueno”, y en algunos lugares se van a registrar rindes “récords para lo que es soja de segunda”, destacó.
Bremermann sostuvo que, pese a la expectativa favorable generada por el estado de los cultivos de soja de segunda, es probable que no se marque un nuevo máximo histórico en el promedio de rendimiento, porque “las sojas de primera no están para un récord”.
Al considerar el total del país, en el centro hay “poca” soja de segunda, y en la zona Este hay entre 120.000 y 130.000 hectáreas, pero no hay cultivos de segunda. Entonces, “donde más impacta ese cultivo es en el litoral”, comentó.
La evolución positiva de las sojas de segunda incidirá en el rinde promedio país que podría acercarse, si las buenas condiciones se mantienen, a los 2.800 o 2.900 kilos por hectárea, lo que resultaría en un volumen total de producción cercano a “3,3 o 3,4 millones de toneladas”.
En el mercado de la soja hay dos puntos de especial atención: lo que pasa en Estados Unidos, donde queda “pocos meses” para que culmine el ciclo comercial en un mercado que “empieza a mirar la campaña nueva”, ya nivel regional, el seguimiento cercano de la cosecha de Brasil, su ritmo de ventas y embarques, además de lo que sucede en Argentina, Uruguay y Río Grande do Sul, dijo el socio fundador de AZ Group, Nicolás Udaquiola, en el programa Punto de Equilibrio en Carve y enverdenews.com.uy
Comentó que todas las variables que instaló el presidente de EEUU, Donald Trump, han tenido “mucho impacto” y agregó que los diez puntos adicionales a los aranceles para productos chinos generaron represalias por parte de China, lo que trae “incertidumbre”.
En términos de mercado, llega un momento en que la demanda debería “aflojar” sobre EEUU y empezar a buscar el ingreso de cosecha de Brasil, con la particularidad de que el país norteño atrasó su cosecha y al cierre de marzo va camino a marcar un “récord” de exportaciones de soja de unas 15 millones de toneladas (Mt), sostuvo.
Udaquiola consideró que el ingreso de cosecha llega “algo opacado” por una “logística apretada” en Brasil, que terminó generando un ritmo más lento en las ventas y una mejora en las primas sudamericanas.
El avance de cosecha fue “rápido” y superó los promedios de los últimos años, pero con ventas “más lentas”. A la vez, el dólar pasó de 6,30 a 5,70 reales, e incluso menos, entonces la pérdida de valor por la apreciación del real provocó una retracción en las ventas, indicó.
Consultado sobre la evolución de las primas, el analista de mercados de AZ Group señaló que ese menor ritmo de ventas, sumado al tema arancelario, motivó que las primas en Brasil pasaran de ser negativas a estar positivas, en torno a los US$ 20 y US$ 25, incluso llegaron hasta US$ 30 por tonelada.
En Uruguay se copia la tendencia y las primas pasaron de menos US$ 35 en planta entre enero y febrero a tener ventanas de menos US$ 10, coincidente con el momento de Brasil. “No se llegaron a ver primas positivas y ahora están entre menos US$ 12 y menos US$ 14”, comentó.
La faena de bovinos en Uruguay totalizó 47.150 cabezas en la semana del 23 al 29 de marzo de 2025, lo que representa un aumento de 2,8% en comparación con la semana anterior, cuando se procesaron 45.883 animales, según datos del Instituto Nacional de Carnes (INAC).
En lo que va del año, la faena acumulada alcanza las 586.641 cabezas, con un incremento de 2,1% respecto al mismo período de 2024, cuando se habían faenado 574.816 bovinos.
En esta última semana, los novillos representaron el 49% de la faena total, con 23.268 cabezas. Las vacas sumaron 17.077 cabezas (36%) y las vaquillonas 5.777 cabezas (12%).
Los cinco frigoríficos con mayor actividad en la semana fueron: Frigorífico Tacuarembó con 6.508 cabezas (13,8% del total), Frigorífico Las Piedras con 3.571 cabezas (7,6%), Ontilcor SA con 3.366 cabezas (7,1%), Pul SA con 3.264 cabezas (6,9%) y Frigorífico Canelones con 3.256 cabezas (6,9%). Estos cinco establecimientos concentraron el 42,3% de la faena semanal.
En el acumulado del año, los cinco frigoríficos con mayor actividad son: Frigorífico Tacuarembó con 66.198 cabezas (11,3% del total), Frigorífico Las Piedras con 53.145 cabezas (9,1%), Frigorífico San Jacinto con 50.040 cabezas (8,5%), Pul SA con 48.400 cabezas (8,3%) y Ontilcor SA con 47.246 cabezas (8,1%). En conjunto, estos cinco frigoríficos representan el 45,3% de la faena bovina en lo que va de 2025.
l Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) publicó dos nuevos reportes con datos clave sobre la actividad agrícola estadounidense: el informe de existencias al 1º de marzo y la perspectiva de siembras para la campaña 2025/2026. En ambos informes las cifras de la soja estuvieron cerca de las previsiones privadas.
Sobre la perspectiva de siembras 2025/2026, la superficie destinada a la soja se proyecta en 33,79 millones de hectáreas (Mha), apenas por debajo del promedio de estimaciones privadas de 33,90 Mha y del Foro Anual del USDA que la situaba en 33,99 Mha. En la campaña 2024/2025 la superficie fue de 35,25 Mha.
En maíz la estimación de siembra para la nueva campaña es de 38,58 Mha, superando las proyecciones privadas de 38,19 Mha y del Foro Anual del USDA que preveía 38,04 Mha. En la campaña previa la superficie alcanzó las 36,66 Mha.
Para el trigo la superficie estimada es de 18,35 Mha, por debajo del promedio de estimaciones privadas de 18,81 Mha y del Foro Anual del USDA que preveía 19,02 Mha. En la campaña anterior la superficie era de 18,66 Mha.
Las existencias de soja al 1º de marzo alcanzaron 51,98 millones de toneladas (Mt), en línea con el promedio de estimaciones privadas de 51,74 Mt. En diciembre de 2024 las existencias eran de 84,36 Mt, mientras que un año atrás, en marzo de 2024, sumaban 50,21 Mt.
Para el maíz las existencias totalizaron 207,04 Mt , coincidiendo exactamente con el promedio de previsiones. En diciembre de 2024 el stock era de 306,70 Mt, mientras que en marzo del año pasado se situaba en 212,16 Mt.
En cuanto al trigo las existencias llegaron a 33,67 Mt , por encima de la media proyectada por privados, que era de 33,07 Mt. En diciembre de 2024 el stock era de 42,72 Mt, mientras que en marzo de 2024 se ubicaba en 29,63 Mt.
“Tenemos motivos para estar muy optimistas, ya que hay varios factores que nos impulsan; primero, el clima es espectacular, con un régimen hídrico que está favoreciendo notablemente la producción de pasturas y cultivos”, destacó Álvaro Ferrés, director ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Productores de Carne Intensiva Natural (Aupcin), en diálogo con el programa Punto de Equilibrio en Carve y en verdenews.com.uy.
En segundo lugar, subrayó la importancia del nivel actual de precios, afirmando que “ninguno pensaba que los ganados estarían alcanzando los valores que hoy se están pagando”. Además, mencionó que el tipo de cambio también “ha mejorado” en comparación al año anterior.
Ferrés aseguró que estas condiciones “generan un gran optimismo en el negocio ganadero”, reflejándose “claramente en mayores” inversiones dentro del sector, así como en los precios de los campos y en los arrendamientos. “Hay buenos valores y expectativas positivas” hacia el futuro. Si no ocurre ninguna situación inesperada a nivel internacional, los precios de la carne probablemente se mantendrán”.
Al referirse a las relaciones de precios, Ferrés indicó que “si hoy tenemos un novillo (para ingresar al corral) a unos US$ 2,50 por kilo, el ternero suele valer entre un 15% y 25% más. Esto significa que, si el ternero vale alrededor de US$ 3, la relación con los precios del ganado gordo es muy buena”.
También resaltó el impacto positivo del clima actual, la escasez de algunas categorías de reposición y el negocio de exportación de ganado en pie, calificándolo como “un fenómeno muy beneficioso para el eslabón de la cría”. Aunque esta zafra registre una oferta récord de terneros, los valores continúan siendo “muy interesantes”.
Consultado sobre la tasa de extracción para 2025, Ferrés proyectó que la faena se mantendrá entre 2,2 y 2,4 millones de cabezas, debido a que no existe una mayor disponibilidad de ganado y la exportación en pie seguirá vigente.
“El desafío es aumentar la producción ganadera, tomando como ejemplo a países como Australia, que tienen tasas de extracción cercanas al 30%. Algunas condiciones para lograrlo ya están dadas, pero en otras áreas aún debemos avanzar y madurar para construir una nueva ganadería”, señaló.
En ese sentido, Ferrés destacó la necesidad de más herramientas que generen certezas para la toma de decisiones de inversión. Indicó que el mercado de futuros para la comercialización de vacunos “es una herramienta muy valiosa que debe seguir creciendo, ya que permite mitigar el riesgo precio”.
“Los productores tenemos alma de timberos porque siempre pensamos que el ganado va a subir más. Hoy tenemos valores excelentes y seguimos esperando que aumenten. Cuando el precio es bueno, hay que vender”, reflexionó.
Resaltó que “a medida que el negocio ganadero se vuelva más productivo y menos especulativo, los instrumentos financieros y el mercado de futuros ganarán relevancia. Minimizar riesgos será una estrategia más rentable que apostar continuamente a tener precios más altos, porque sabemos que en algún momento bajan”.
“El perfil del productor está madurando claramente, los valores de los campos han cambiado y ahora producir con mayor eficiencia para generar más productividad ya no es solo una opción, sino una exigencia”, concluyó.