El equipo técnico de Sofoval presentó la Guía de Costos para la zafra de invierno 2025/2026, allí la canola en siembra directa y sin renta, frente a la estimación de abril de 2024, muestra una mejora en el precio esperado de la canola, acompañada por un incremento moderado en los costos de producción.
El precio estimado de la colza para la zafra 2025 se ubicó en US$ 457 por tonelada, lo que representa un aumento del 4,3% frente a los US$ 438 previstos en abril de 2024. Por su parte, el costo total por hectárea sube de US$ 703 por hectárea (ha) en 2024 a US$ 715 por ha en 2025 (+1,7%).
Entre los insumos, los aumentos más destacados por hectárea se registraron en los fungicidas, que pasaron de US$ 6 a US$ 19 (+216 %). En los fertilizantes el super simple subió de US$ 73 por a US$ 75 (+2,7%) y la inversión en urea pasó de US$ 119 a US$ 121 por ha (+1,7%), informó Sofoval.
En cuanto a las labores, el total bajó levemente de US$ 271 en 2024 a US$ 262 ha en 2025 (- 3,3%). La principal reducción se dio en el costo de cosecha, que bajó de US$ 98 a US$ 93 por ha. También se registró un nivel de descenso en la siembra y en el corte e hilerado.
A pesar del leve incremento en los costos totales, el margen neto mejora y pasa de US$ 173 en 2024 a US$ 199 por ha en 2025, lo que implica un aumento del 15%.
El rendimiento de equilibrio se mantiene sin cambios, en 1.600 kilos por hectárea, mientras que el presupuesto trabaja sobre un rinde estimado de 2.000 kilos por hectárea, indicó Sofoval.
El informe también detalla que abril de 2024, el dólar cotizaba en $ 38,8 y el gasoil en $ 54,89 por litro y en abril de 2025 dólar cotiza en $ 42,82 (+10,4%) y gasoil se ubica en $ 50,17 por litro (-8,6%).
En una jornada atípica para el contexto actual del mercado, los precios de la soja cerraron alza en la Bolsa de Chicago. La posición mayo subió US$ 7,16 y cerró en US$ 380,00 , mientras que la posición julio aumentó US$ 7,71 , con un cierre en US$ 385,54 por tonelada. En Uruguay puesta Nueva Palmira o Montevideo superó los US$ 370 por tonelada.
El impulso provino principalmente del mercado del aceite de soja, que se disparó US$ 56,22 en el contrato mayo, alcanzando un ajuste de US$ 1.045,85 por tonelada. El alza estuvo vinculado a dos factores clave: por un lado, la inminente entrada en vigor de aranceles del 25% sobre productos importados desde Canadá, lo que podría frenar el ingreso de aceite de canola al mercado estadounidense; y por otro, la expectativa de un posible aumento en el uso obligatorio de biodiésel.
Según informó Reuters, representantes de las industrias del petróleo y los biocombustibles se reunieron con la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos para solicitar un incremento en el volumen de biodiésel usado en la mezcla con combustibles fósiles, llevándolo de los actuales 3.350 millones de galones a entre 5.500 y 5.750 millones . Aunque persisten disidencias dentro del sector petrolero, el mercado reaccionó con optimismo a este potencial cambio regulatorio.
Además, Reuters informó que la EPA planea publicar una propuesta que cubra dos años de mandatos de mezcla de biocombustibles, en lugar de tres, lo que mantiene la atención del mercado sobre esta agenda.
En ese contexto, entre el miércoles pasado y hoy, el aceite de soja acumuló un alza del 11,26% , al pasar de US$ 940,04 a US$ 1.045,85 por tonelada. Por el contrario, la harina de soja volvió a bajar, presionada por la expectativa de una mayor molienda que podría generar un exceso de oferta sin un destino claro.
Por último, la presión estacional de la cosecha brasileña también sigue presente. Según la Conab, al 31 de marzo la recolección avanzó sobre el 81,4% del área cultivada.
En un mercado cárnico que está “nervioso” y en el que todo apunta a que los precios seguirán en alza, reflejando lo que sucede con el valor del ganado, las “señales” indican que “en el invierno todas las carnes tendrán un precio más alto” que en 2024 y que en el primer trimestre de 2025, dijo el director de Abasto Santa Clara, Jorge López, en el programa Punto de Equilibrio en Carve y en verdenews.com.uy
Comentó que la demanda de carne en el mercado interno es “firme”, más allá de una baja en la segunda quincena de marzo por el inicio de clases, que supone otros gastos en las familias.
Además, explicó que cuando sube el precio de la carne vacuna y se resiente la demanda, eso se replica en las otras carnes, como la porcina y la aviar, aunque estas últimas no hayan aumentado sus precios. En este sentido, afirmó que Brasil, principal proveedor de carne de cerdo del mercado uruguayo, registra precios con subas cercanas al 10%.
López señaló que Santa Clara y otras firmas del mercado están importando carne vacuna desde Brasil porque “Paraguay y Argentina no tienen oferta para nosotros”.
Un factor a considerar, es que en mayo está previsto que Brasil sea declarado libre de aftosa sin vacunación, lo que generará un mayor flujo exportador de carne hacia otros mercados, indicó.
Desde fines de enero la situación comenzó a mejorar, lo que permitió a nivel general, que la soja de primera esté consolidando “muy buenos rendimientos”, dijo el gerente comercial de Barraca Erro, Germán Bremermann, en el programa Punto de Equilibrio en Carve en Carve y en verdenews.com.uy
Pero lo interesante es lo que sucede con la soja de segunda, como en el litoral oeste donde hay un porcentaje “muy importante” que viene con un “potencial muy bueno”, y en algunos lugares se van a registrar rindes “récords para lo que es soja de segunda”, destacó.
Bremermann sostuvo que, pese a la expectativa favorable generada por el estado de los cultivos de soja de segunda, es probable que no se marque un nuevo máximo histórico en el promedio de rendimiento, porque “las sojas de primera no están para un récord”.
Al considerar el total del país, en el centro hay “poca” soja de segunda, y en la zona Este hay entre 120.000 y 130.000 hectáreas, pero no hay cultivos de segunda. Entonces, “donde más impacta ese cultivo es en el litoral”, comentó.
La evolución positiva de las sojas de segunda incidirá en el rinde promedio país que podría acercarse, si las buenas condiciones se mantienen, a los 2.800 o 2.900 kilos por hectárea, lo que resultaría en un volumen total de producción cercano a “3,3 o 3,4 millones de toneladas”.
En el mercado de la soja hay dos puntos de especial atención: lo que pasa en Estados Unidos, donde queda “pocos meses” para que culmine el ciclo comercial en un mercado que “empieza a mirar la campaña nueva”, ya nivel regional, el seguimiento cercano de la cosecha de Brasil, su ritmo de ventas y embarques, además de lo que sucede en Argentina, Uruguay y Río Grande do Sul, dijo el socio fundador de AZ Group, Nicolás Udaquiola, en el programa Punto de Equilibrio en Carve y enverdenews.com.uy
Comentó que todas las variables que instaló el presidente de EEUU, Donald Trump, han tenido “mucho impacto” y agregó que los diez puntos adicionales a los aranceles para productos chinos generaron represalias por parte de China, lo que trae “incertidumbre”.
En términos de mercado, llega un momento en que la demanda debería “aflojar” sobre EEUU y empezar a buscar el ingreso de cosecha de Brasil, con la particularidad de que el país norteño atrasó su cosecha y al cierre de marzo va camino a marcar un “récord” de exportaciones de soja de unas 15 millones de toneladas (Mt), sostuvo.
Udaquiola consideró que el ingreso de cosecha llega “algo opacado” por una “logística apretada” en Brasil, que terminó generando un ritmo más lento en las ventas y una mejora en las primas sudamericanas.
El avance de cosecha fue “rápido” y superó los promedios de los últimos años, pero con ventas “más lentas”. A la vez, el dólar pasó de 6,30 a 5,70 reales, e incluso menos, entonces la pérdida de valor por la apreciación del real provocó una retracción en las ventas, indicó.
Consultado sobre la evolución de las primas, el analista de mercados de AZ Group señaló que ese menor ritmo de ventas, sumado al tema arancelario, motivó que las primas en Brasil pasaran de ser negativas a estar positivas, en torno a los US$ 20 y US$ 25, incluso llegaron hasta US$ 30 por tonelada.
En Uruguay se copia la tendencia y las primas pasaron de menos US$ 35 en planta entre enero y febrero a tener ventanas de menos US$ 10, coincidente con el momento de Brasil. “No se llegaron a ver primas positivas y ahora están entre menos US$ 12 y menos US$ 14”, comentó.
La faena de bovinos en Uruguay totalizó 47.150 cabezas en la semana del 23 al 29 de marzo de 2025, lo que representa un aumento de 2,8% en comparación con la semana anterior, cuando se procesaron 45.883 animales, según datos del Instituto Nacional de Carnes (INAC).
En lo que va del año, la faena acumulada alcanza las 586.641 cabezas, con un incremento de 2,1% respecto al mismo período de 2024, cuando se habían faenado 574.816 bovinos.
En esta última semana, los novillos representaron el 49% de la faena total, con 23.268 cabezas. Las vacas sumaron 17.077 cabezas (36%) y las vaquillonas 5.777 cabezas (12%).
Los cinco frigoríficos con mayor actividad en la semana fueron: Frigorífico Tacuarembó con 6.508 cabezas (13,8% del total), Frigorífico Las Piedras con 3.571 cabezas (7,6%), Ontilcor SA con 3.366 cabezas (7,1%), Pul SA con 3.264 cabezas (6,9%) y Frigorífico Canelones con 3.256 cabezas (6,9%). Estos cinco establecimientos concentraron el 42,3% de la faena semanal.
En el acumulado del año, los cinco frigoríficos con mayor actividad son: Frigorífico Tacuarembó con 66.198 cabezas (11,3% del total), Frigorífico Las Piedras con 53.145 cabezas (9,1%), Frigorífico San Jacinto con 50.040 cabezas (8,5%), Pul SA con 48.400 cabezas (8,3%) y Ontilcor SA con 47.246 cabezas (8,1%). En conjunto, estos cinco frigoríficos representan el 45,3% de la faena bovina en lo que va de 2025.
l Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) publicó dos nuevos reportes con datos clave sobre la actividad agrícola estadounidense: el informe de existencias al 1º de marzo y la perspectiva de siembras para la campaña 2025/2026. En ambos informes las cifras de la soja estuvieron cerca de las previsiones privadas.
Sobre la perspectiva de siembras 2025/2026, la superficie destinada a la soja se proyecta en 33,79 millones de hectáreas (Mha), apenas por debajo del promedio de estimaciones privadas de 33,90 Mha y del Foro Anual del USDA que la situaba en 33,99 Mha. En la campaña 2024/2025 la superficie fue de 35,25 Mha.
En maíz la estimación de siembra para la nueva campaña es de 38,58 Mha, superando las proyecciones privadas de 38,19 Mha y del Foro Anual del USDA que preveía 38,04 Mha. En la campaña previa la superficie alcanzó las 36,66 Mha.
Para el trigo la superficie estimada es de 18,35 Mha, por debajo del promedio de estimaciones privadas de 18,81 Mha y del Foro Anual del USDA que preveía 19,02 Mha. En la campaña anterior la superficie era de 18,66 Mha.
Las existencias de soja al 1º de marzo alcanzaron 51,98 millones de toneladas (Mt), en línea con el promedio de estimaciones privadas de 51,74 Mt. En diciembre de 2024 las existencias eran de 84,36 Mt, mientras que un año atrás, en marzo de 2024, sumaban 50,21 Mt.
Para el maíz las existencias totalizaron 207,04 Mt , coincidiendo exactamente con el promedio de previsiones. En diciembre de 2024 el stock era de 306,70 Mt, mientras que en marzo del año pasado se situaba en 212,16 Mt.
En cuanto al trigo las existencias llegaron a 33,67 Mt , por encima de la media proyectada por privados, que era de 33,07 Mt. En diciembre de 2024 el stock era de 42,72 Mt, mientras que en marzo de 2024 se ubicaba en 29,63 Mt.