El periodista Nelson Fernández, de Oxford Analytica y director de Subrayado (noticiero de canal 10), repasó el panorama político nacional, regional e internacional en la conferencia El nuevo punto de equilibrio del negocio agrícola-ganadero.
“Estamos en un mundo con incertidumbre, en la historia siempre fue así, pero ahora la información viaja más rápido”, dijo.
Sobre la percepción de la economía, afirmó que “la gente anticipa los datos con su percepción”, y eso se refleja en los datos de “confianza del consumidor y confianza en la economía”.
Analizó que Uruguay “se está recuperando económicamente y es probable que este año sea importante”, pero advirtió que “eso no implica que la gente esté más feliz”.
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Puntualizó que si bien la economía puede volver a los niveles previos a la pandemia, aquel no era un escenario de maravilla, sino de estancamiento durante varios años.
Destacó desde el oficialismo al presidente Luis Lacalle Pou como un “caudillo importante”, y a la oposición por su “gran poder de movilización”.
También remarcó que empresarios importantes tienen interés de invertir en Uruguay, pero esa intención deberá concretarse, y para ello deberán confirmar que hay rentabilidad.
Sostuvo que “la región puede ayudar a ser una isla de seriedad, pero nunca es bueno vivir en un barrio tan malo”.
También mencionó debilidades de Uruguay, como un mercado muy chico y muy baja inserción internacional. En contraposición, dijo que el país tiene fortalezas políticas como “un gobierno valorado desde afuera y una oposición respetada”.
Fernández concluyó que “Uruguay mantiene ventajas, pero acotadas a un país chico y que ha sido bastante cerrado, lamentablemente”.
Desde el año 2005, Surcos Seguros participa de forma ininterrumpida en la exposición. El equipo de Surco entiende que la presencia permite estar cerca de la gente y conversar sobre las soluciones que diseñan, no solo para el sector agropecuario, sino también para la protección otros bienes y personas.
“La cercanía es un valor clave en relación con el cliente”, resaltan desde la compañía.
El 2022 es un año es especial. Surco conmemora su 30º aniversario. Por ello se llevan adelante diversas actividades, no solo en la difusión de sus productos enfocados en seguros agrícolas (300.000 has. aseguradas por año) y maquinaria agrícola, de propiedad, automotor y vida, sino también con dinámicas que buscan contar su historia basada en valores, que le han permitido crecer y alcanzar tres décadas con un desempeño destacado.
Este año la compañía con sede en Dolores cumple 75 años y, además de celebrar, es momento de reflexionar sobre la trayectoria, el presente y el futuro de la actividad
En agosto de 1947 Jorge Walter Erro fundó Barraca Erro, en la ciudad de Dolores (Soriano), para dar servicios de secado de granos, procesamiento de semillas y comercialización de cereales y oleaginosos. En el año 1975 se incorporaron a la empresa Jorge y Ramón Erro, sus actuales directores. En 2022 la empresa cumple 75 años y con ese motivo VERDE entrevistó a Jorge Erro.
¿Qué implica para Barraca Erro cumplir 75 años?
Es un aniversario importante, sin dudas. Es un mojón, un momento para analizar lo hecho, saber diferenciar lo que se hizo bien de lo que no fue tan bueno, seguir corrigiendo. Así luego podremos proyectar mejor el futuro. Como empresa familiar es necesario tener un camino proyectado para las próximas generaciones. Es un buen momento para que lleguen nuestros agradecimientos a toda la gente que hizo posible que hoy podamos estar festejando el 75 aniversario. Clientes, proveedores, autoridades, a todos, gracias por la confianza depositada durante tantos años. En un capítulo aparte, nuestro más profundo agradecimiento a todo el personal de la empresa, que siempre está a la altura de las circunstancias, en los buenos momentos como en los no tan buenos. Es muy reconfortante saber que hay un equipo comprometido y que siempre trata de dar lo mejor. Es el momento de recordar al fundador de la empresa, Jorge W. Erro, mi padre, que en el año 1947 comenzó con muy pocos recursos. Lo más importante que incorporó a la empresa, desde el primer día, fueron los valores: integridad, honrar la palabra empeñada, compromiso, ética. Lamentablemente falleció muy joven, a los 46 años, dejando a su esposa y tres hijos. Un infinito reconocimiento y agradecimiento a ella, mi madre, quien hasta hoy, con sus 94 años, ha sido siempre un faro guía y custodio de los sueños de mi padre. Siempre está presente para darnos el aliento de todos los días. Para ella lo mejor. Mi corazón late por ella. Con mi hermano Ramón llegamos muy jóvenes a la empresa, con muchas ganas y rebeldía pudimos ir sorteando los desafíos diarios que una empresa demanda. Ha sido un compañero de ruta inseparable en los últimos 46 años, y mi hermana apoyando siempre.
¿Qué comentarios le merece el actual escenario?
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Estamos en una situación bastante compleja. Comenzamos hace dos años con una pandemia, nadie imaginó las consecuencias que luego traería. Una fue la disminución de la producción de algunos insumos básicos para el agro, principalmente productos fabricados en China. Se le agregó la suba de los fletes oceánicos y la consecuencia fue un incremento de precios importante en algunos insumos, llegando puntualmente en algún caso a máximos históricos. Paralelamente, la relación stock-consumo mundial de soja comenzó a descender desde enero de 2019 a la fecha. En esta zafra se sumó la sequía en América del Sur, que redujo la producción de soja en aproximadamente 35 millones de toneladas frente a las expectativas previas a la siembra. Ahora algunos analistas del mercado están proyectando una disminución de los stocks mundiales entre 10% y 12% para el final del ciclo 2021-22. Cuando pensábamos que habíamos visto todo, Rusia invadió Ucrania. Estos dos países sumados participan del mercado mundial con el 26% del trigo, el 51% del aceite de girasol y el 16% del maíz. Todo esto sumado derivó en la suba del precio de los granos. Por otro lado, aparecieron las sanciones económicas a Rusia, que hacen desaparecer del mercado a un proveedor importante de algunos fertilizantes para muchos países. Además, la suba del petróleo disparó los precios de la urea y de los fletes. Hoy tenemos muy buenos precios de granos, pero también precios históricamente altos en la mayoría de los insumos de los cultivos. Hay mucha volatilidad en el mercado diario de granos y alta incertidumbre en los operadores. Pensando en las siembras de invierno el único resumen que puedo hacer de esta situación es que se debería tener una planificación del cultivo a implantar que me asegure una alta productividad, estar cubierto lo mejor posible en la relación precio del grano versus costo de los insumos, tratando de tener una buena cobertura de la producción.
Crecen las exigencias globales sobre los temas ambientales y de inocuidad ¿Uruguay está preparado para enfrentar esas demandas?
Este es un buen punto. Al hablar de inocuidad pienso en colza. ¿Estamos preparados?, creo que sí. Hoy la colza es unos de los cultivos que mejores márgenes le aporta al productor. Ha venido creciendo en área todos los años, pero cuidado, si miramos a donde está el destino de este grano, vemos un solo mercado, que es Europa. Hoy es el único destino que paga los precios que tenemos. Tomemos en cuenta que es un destino que hasta hoy no ha mostrado un límite en la demanda, ha estado todos los años en el mercado y se arbitra a través de una pizarra de futuros. Quiero subrayarlo, tenemos un solo destino que permite los precios que hoy se tienen. Tenemos una amenaza. Si por cualquier razón se perdiera este mercado, en los otros posibles destinos no se conseguirían los valores que hoy tenemos y seguro tendríamos una pérdida en el precio. No nos pasa esto, por ejemplo con la soja, ni con el trigo o la cebada. En estos otros granos hay diferentes destinos en los mismos valores. Europa es un mercado que tiene reglas muy exigentes de inocuidad. Debemos tener un plan para afianzar lo logrado y mejorarlo. En inocuidad hay que seguir mejorando las buenas prácticas agrícolas y aplicarlas a rajatablas, para asegurar la calidad que la demanda busca comprar. No hay misterio ¿queremos los mejores precios para nuestros granos? En este caso solo lo vamos a lograr si cumplimos con las exigencias de Europa. Una es la inocuidad, lo que llamamos Límites Máximos de Residuos (LMR), para agroquímicos y metales pesados. Eso implica que debemos agregar una trazabilidad integral. Nos exige tener mucha dedicación y poner foco cuando usamos productos fitosanitarios sobre el cultivo, cuando tratamos la semilla previo a la siembra, cuando tratamos los cultivos linderos a la colza y además cuando la transportamos y luego la almacenamos. Nuestra empresa hace un seguimiento del cultivo de colza, acompañando al productor para ayudarlo en las decisiones sobre los productos y las dosis que debe usar para evitar productos prohibidos o que puedan dar niveles por encima de lo permitido. Luego el grano, debería estar dentro del rango que marcan los LMR. Es por esa razón que nuestra empresa solo exporta el grano al que se le ha hecho un seguimiento con contrato de producción. Aún estamos en la curva de aprendizaje, lejos de aflojar el músculo. Siguen apareciendo situaciones que nos preocupan mucho, y si se diera en más casos realmente sería un caos para el cultivo, lo que generaría grandes pérdidas para el productor y las empresas exportadoras, afectando el origen uruguayo. Para evitarlo se debería incentivar a las personas que estén a cargo de los tratamientos o supervisores a lograr como meta: cero residuos. O tener al menos un plan de mejora continua en los procesos productivos que nos aseguren estar dentro de los LMR. Tampoco debemos olvidarnos de la inocuidad en referencia a hongos y bacterias que también tienen sus límites. Europa no solo es inocuidad, tiene otras preocupaciones, que juegan a favor del productor. Hay momentos en que el mercado paga un pequeño premio si logramos ciertas certificaciones, como por ejemplo la 2BSvs. Se trata de un estándar voluntario para la certificación de sustentabilidad en los biocombustibles. Hemos logrado esta certificación y se ha realizado un esquema chico de clientes, que salió muy bien. Europa, en forma escalonada, comenzó a exigirlo para la venta de los biocombustibles en todos los países. La preocupación principal es que los granos oleaginosos que se usen para la producción de biocombustibles hayan sido producidos en campos que ya son agrícolas desde hace unos años, y que no se hayan deforestado. Como sabemos, la nueva preocupación del mundo actual es el calentamiento global. Ya veremos diferentes propuestas sobre este tema, que serán oportunidades para agregarle valor al grano. Todos los granos de una u otra manera exigen un mínimo de inocuidad, pero sin dudas las condiciones particulares que tiene el cultivo de colza lo hacen especial frente al resto. Pasando a lo ambiental, en la empresa estamos trabajando mucho en la fertilización. Hemos hecho acuerdos de intercambios de técnicos con empresas, que son referentes; son propuestas de trabajos muy avanzadas en técnicas de fertilización y que tienen como principal objetivo el cuidado del medio ambiente. A modo de ejemplos, la ultralocalización del fertilizante para evitar pérdidas por el lavado, evitando la contaminación de napas y acuíferos, y el mismo camino en la fertilización líquida. Hoy tenemos fertilizantes fosfatados de alta adherencia a las partículas del suelo y de alta disponibilidad para el cultivo. En foliares y coadyuvantes estamos con productos que son 100% biodegradables.
Un elemento que gana adeptos es el riego, ¿se imagina un avance importante?
Sí, sin dudas. Se ha invertido mucho en los últimos años y creo que seguirá así. La agricultura de secano se está transformando. En el país hay alrededor de 1.200 pivotes de riegos funcionando y eso nos da aproximadamente unas 75.000 hectáreas de cultivos bajo riego. Hay una tendencia a que la incorporación de los nuevos equipos es principalmente para el maíz, por ser un cultivo con un gran potencial productivo. Es el mejor cultivo para aportar una diferenciación bajo riego. Los factores del crecimiento han sido varios. Hubo un gran motor, que fue la Ley de Inversiones; otro factor es la aparición más frecuente del patrón de sequía; pero creo que por encima de todo está la decisión del productor de incrementar la productividad e intensificación por hectárea. Eso genera un volumen bastante estable de producción y minimiza quebrantos productivos. No debemos olvidar que hace unos años atrás, en Dolores, participamos con un grupo de productores para estudiar el tema del riego a mayor escala. Se llegó a tener el proyecto final con sus inversores, era sobre una parte de la cuenca del río San Salvador, se hacía una explotación de riego multipredial y cuando llegó la hora del cálculo de la energía eléctrica, hizo que no se pudiera concretar. Los números no cerraban por el precio de la energía. Entonces, para que el riego pueda afianzarse, tenemos algunos temas de fondo a resolver, como el acceso y costo de la energía, y el insumo agua, con sus regulaciones. Queda claro que hay una gran inversión ya hecha, pero hay un potencial importantísimo a desarrollar. Las nuevas tecnologías en las que estamos trabajando brindan la posibilidad de tener escala en riego, y manejarlo más eficientemente dentro de los sistemas de producción. Ya se está incorporado la telemetría de datos, estaciones meteorológicas, operación a distancia de encendido y apagado, fertirriego y distribuciones de efluentes de tambos y corrales de engorde. Además del acompañamiento al productor, indicando cuándo y cuánto regar a través de un software para riego.
¿Qué ventajas competitivas tiene el sector agrícola uruguayo y cuáles son los desafíos?
Desde la perspectiva logística, tenemos por un lado que la agricultura en Uruguay se desarrolla a un promedio de 250 kilómetros de distancia de nuestros puertos graneleros. Brasil, Argentina, Estados Unidos y Paraguay tienen distancias mayores. No obstante, hay que ver los costos finales. Nosotros tenemos todos los insumos logísticos en dólares americanos, mientras que Argentina y Brasil los tienen en moneda local, y en algunos momentos eso les compensa la mayor distancia. Hoy tenemos el puerto de Montevideo con una profundidad de 13 metros, lo que permite que los barcos carguen completos. Otras veces se carga todo lo que permite el canal Martín García en el puerto de Nueva Palmira, y se completa el buque en el puerto de Montevideo. Es un desafío tremendo tener el equilibrio justo en esa logística de carga, pero se mejoró bastante en los últimos años. Otro punto importantísimo es tener un volumen anual de granos de acuerdo a la estructura que se ha montado. Los activos en logística hay que rotarlos para estar competitivos. Ahí también estamos mejorando. Hoy en el país se siembran cinco cultivos de secano por año: colza, trigo y cebada en invierno; y soja y maíz en verano. Esta diversificación da más estabilidad en el volumen anual de granos, lo que impacta a favor en los costos fijos de logística. También es muy bueno para el productor porque baja el riesgo climático, se posiciona en cinco canastas productivas y mejora la estructura de costos fijos de todas las empresas de la cadena. Por último, la exportación tiene una cartera de cinco granos diferentes, para desarrollar más clientes en el mercado global. Esa es una ventaja competitiva. La mayoría de los demás países hace dos cultivos en rotación, y algunos como Paraguay siembra más veces en un período de dos años, pero el mismo cultivo, como es el caso del maíz. Pero cinco cultivos diferentes a escala, solo se siembran en Uruguay. Siempre hay que recordar que somos tomadores de precio, tenemos que competir con los demás países productores, sobre todo los de la región. El desafío pasa por tener una producción rentable, sustentable y cuidando el medio ambiente.
La industria metalúrgica amplió su oficina de diseño y su plantilla de empleados, confiando en un futuro promisorio para el sector
En los últimos años la industria metalúrgica JHartwich, fabricante de equipos para el agro, duplicó el área de su oficina de diseño, “apostando a resolver bien cada detalle de nuestras máquinas. Nos gusta mucho escuchar a los clientes, para ver qué cosas podemos mejorar”, dijo a VERDE Carlos Hartwich, director de la empresa.
Actualmente son siete las personas que están trabajando en el área de diseño de productos de la empresa: un ingeniero, una tecnóloga y cinco dibujantes que “están todo el tiempo haciendo planos constructivos”, destacó el empresario.
Comentó que, “por más que a veces estamos distraídos en un proyecto importante, no queremos dejar de atender los pequeños detalles que los clientes nos sugieren mejorar”.
El industrial recordó que “después del año 2014 se cayó mucho la venta de maquinaria, nos habíamos volcado más a los servicios y mantenimiento, para no tener que reducir tanto nuestra plantilla, que era del orden de 35 personas. Pero en los últimos dos años y medio decidimos apostar fuerte, porque las condiciones se estaban presentando y teníamos confianza en el futuro”.
Actualmente son 60 las personas que trabajan en la empresa. “También incrementamos el equipamiento, tenemos un equipo láser; una nueva plegadora, de control numérico; software; muchas máquinas de soldar, con una tecnología nueva de soldadura pulsada; la parte de inoxidable, que requiere de un proceso muy distinto, con el que hay que ser muy cuidadosos”, detalló.
En la reciente edición de la Expoactiva Nacional, JHartwich participó con un importante stand donde exhibió una amplia gama de productos, como cinceles, cisternas, transportadores de fardos, tolva para semillas y fertilizantes, su nueva línea de trailers, entre otros.
Adrián Moreno de Aramis y de Saravia Jorge dijo a VERDE que la propuesta de la empresa apunta a la llegada a todo el Uruguay, “por eso la participación en Expoactiva”. Hoy se está ofreciendo al mercado “una amplia gama de productos que aporten eficiencia al sector, allí menciono al rombo colonizador que es equipo que se va incorporando cada vez más a los diferentes sistemas productivos”.
Moreno indicó que se están importando varias marcas, donde se destaca Versatile con los tractores articulados de gran potencia junto con disqueras.
Mepel es una marca que se incorporó recientemente que llega desde Brasil y cuenta con varios productos, como cazambas, estiercoleras, el ecocaldo que es el mezclador de agroquímicos abastecedor de los pulverizadores, acotó.
De Brasil, también llega Jan con fertilizadoras, carretones y subsoladores. A la vez, con las fertilizadoras SR de Argentina apuntamos al litoral uruguayo, “son equipos muy precisos, la marca está focalizada en ese producto, tiene varios modelos y de alta calidad”.
Ambas empresas presentaron una conferencia con el foco en las enfermedades en colza, advirtiendo que la Phoma «es y seguirá siendo la más temida» por los daños que genera.
Con el foco en el manejo de enfermedades en colza, Nutrien y Proquimur organizaron una conferencia con el fitopatólogo Carlos Pérez, director de la Clínica Vegetal. Allí el especialista consideró que al crecer el área del cultivo, “aumenta la importancia” relativa de las enfermedades, al incrementarse la coincidencia de la colza con el inóculo. “La Phoma es y seguirá siendo la enfermedad más temida por el daño directo que tiene”, afirmó.
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Agregó que el manejo de fungicidas debe ser sobre bases epidemiológicas y el momento de intervención lo marcan el nivel crítico, el clima, la presión de inoculo y resistencia del cultivar. “La aplicación de fungicidas en colza, tiene los tres escalones que tienen otros cultivos. En el primero se encuentran las mezclas de triazol con estrobirulina, que es muy eficiente cuando se tienen niveles bajos de enfermedad o se ingresa “a tiempo”.
A medida que vamos entrando más tarde “debemos subir un escalón y pasar a la mezcla con protioconazol”, y el tercer escalón en eficiencia “son las mezclas con carboxamidas”.
Eso “no significa que nos podemos dormir y al problema lo arregla una carboxamida, lo que quiero decir es que si por alguna razón se llega tarde, capaz es necesario intervenir con algo más potente”.
Pérez indicó que hay información “para tener en colza un manejo racional de enfermedades, con más agronomía y no con tanto temor e incertidumbre como se veía el año pasado”.
Nicolás Udaquiola, fundador y director de la consultora AZ Group, destacó, en la conferencia El nuevo punto de equilibrio del negocio agrícola – ganadero, que este es un “momento histórico”, pero con una volatilidad “muy superior”, debido a la guerra, que suma inestabilidad al mercado.
Dijo que estas noticias son de alto impacto para los precios de los commodities, porque generan cambios bruscos, mientras se prevé que sigan los eventos que generan incertidumbre.
Las relaciones stock-consumo de granos, que ya venían muy ajustadas, ahora están en los mínimos niveles de los últimos dos años. La relación insumo-producto es la menor de la historia para los tres principales granos (soja, maíz y trigo), y señaló que esto también se percibe en colza. Por lo tanto, el escenario es alcista.
Entre los principales puntos que generan este escenario mencionó las complicaciones climáticas en Brasil, la crisis del coronavirus, el precio del petróleo y la sequía en Canadá. “Inflación, sequía, temas logísticos, covid, China y petróleo, resumen los principales problemas”, comentó.
También se refirió a la inflación, que se dispara en el mundo hasta los niveles máximos en los últimos 40 años, por efecto del covid. Agregó que el mercado preveía una suba de tasa de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED, por su sigla en inglés), que finalmente ocurrió, para empezar a contener la inflación en Estados Unidos, y esto también afecta al mundo.
En cuanto al petróleo, repasó que el mundo ya venía afectado por la crisis energética poscovid, incluso antes de la guerra en Ucrania. Las restricciones de China para abastecer la demanda interna generó efectos en el mercado de los fertilizantes y el petróleo tocó precios récord, afectando la formación de precios de los granos.
Udaquiola también describió que se incrementaron los precios de los fletes y hubo complicaciones en la disponibilidad de barcos para el transporte de mercaderías, complicando el acceso a los insumos.
Señaló que la seca en Sudamérica fue el gran detonante de la suba de precio de la soja, antes del conflicto en Ucrania. El mercado sabe que la merma de la producción de soja en Sudamérica es irremplazable, y no la puede compensar Estados Unidos.
El conflicto Rusia-Ucrania tampoco es menor para los negocios y los precios. Antes de esto la oferta ya venía limitada y los productores vendían más lento, recordó.
Repasó que Ucrania es el principal exportador de aceite de girasol; el primer exportador de maíz del Mar Negro y el cuarto mayor del mundo; el tercer exportador mundial de colza y el quinto mayor productor; y el octavo exportador mundial de trigo.
Se espera 40% de caída en la producción de trigo de primavera y la menor producción de trigo de invierno.
Rusia, por su parte, es el primer productor mundial de trigo y el tercer mayor exportador; el segundo productor mundial de girasol; el cuarto exportador de cebada; y el primer exportador de urea.
Udaquiola sostuvo que hay una gran preocupación por la oferta de insumos y por la suba de precios, fundamentalmente de los fertilizantes.
Por otra parte, los nuevos casos de covid en China vuelven a afectar el funcionamiento de los puertos, generando una nueva recesión económica y potenciando los efectos de la guerra.
Estimó que caerán los stocks de granos y que la volatilidad se mantendrá. Observó que los productores brasileños están vendiendo mucho más lento de lo que suelen vender, a pesar de la caída del tipo de cambio en Brasil.
Señaló que se está exportando más que en los últimos dos años, a pesar de que hay menos soja, y que hay una presión de corto plazo. “Argentina está abasteciendo de maíz al mundo, porque las cosechas en Brasil no fueron buenas. Se espera una buena campaña de maíz safrinha, aunque 20% tiene riesgo de pérdida por déficit hídrico”, dijo.
Comentó que los precios son históricamente buenos, la soja llegó a US$ 650, como en 2012, pero recordó que en aquel momento la suba estuvo desfasada con la cosecha. De todos modos, destacó que el precio está muy por encima de lo presupuestado, aunque también puntualizó que los costos son diferentes a los de 2012.
Por último, el director de AZ Group planteó que la falta de disponibilidad y altos precios de los insumos obligará a trabajar con mayor anticipación. Insistió en la importancia de utilizar herramientas de cobertura, conocerlas e incorporarlas, para reducir riesgos. Y puntualizó que si bien la relación insumo-producto comparado solo con los fertilizantes es menor, si se la compara con todos los insumos es muy buena.