Hay “más demanda que oferta” en el mercado de campos; la seca “no afectó” los arrendamientos en valores y plazos
El mercado de los campos en Uruguay registra “más demanda que oferta” y “de un tiempo a esta parte dicha característica dificulta” la concreción de los negocios, lo que “no significa que no se hagan las transacciones”, y los precios están en niveles “moderados pero al alza”, dijo el director de Indarte & Cía, Fernando Indarte, en el programa Punto de Equilibrio en Carve y en revistaverde.com.uy.
A modo de ejemplo señaló que en días recientes estuvo en contacto con un inversor europeo mientras visitaba un campo, y le sugirió que si encuentra un predio que le gusta y le sirve tiene que decir que sí al precio solicitado, porque el comprador tiene poco margen para negociar al haber escasa oferta de campos.
“El orden de prioridad” de los interesados en acceder a tierras es “primero agrícola de secano, después de aptitud forestal que quedan muy pocos o que por lo menos tengan un mínimo de 50% forestable”, ahora “hay reglamentaciones nuevas que complican más aún las zonas donde se puede forestar”, y luego “los campos ganaderos”, que dentro de Uruguay la preferencia es que estén ubicados “al sur del río Negro, porque ha habido muchos actores uruguayos” en invertir y “la cercanía de Montevideo pesa mucho”.
Entre los potenciales inversionistas en campos figuran europeos, como los “alemanes, que no son grupos empresariales grandes sino personas”, “algún español”, además hay “uruguayos que compraron” predios utilizando la disponibilidad de créditos bancarios, y “los argentinos que ya tienen sus explotaciones armadas en Uruguay”, comentó.
Acotó que “argentinos nuevos no hay”, solamente preguntan pero no llegan a concretar, y los fideicomisos de las afaps, que son dos, operaron fuerte el año pasado y este año no compraron nada; mientras que los fondos de inversión operan en la zona norte donde se hacen plantaciones forestales en departamentos como Rivera, Tacuarembó y Cerro Largo.
Los actuales precios de los campos son de US$ 10.000 por hectárea en el caso de los agrícolas ubicados al sur del río Negro, de US$ 3.000 a US$ 3.500 por hectárea los ganaderos en esa misma zona, de US$ 3.500 la hectárea para los forestales, en tanto que los agrícolas ubicados al norte van de US$ 8.000 a US$ 9.000 por hectárea, los ganaderos del norte están en US$ 2.500, detalló.
Un dato a considerar, según Indarte, es que el golpe de la sequía “no afectó” a los arrendamientos agrícolas, porque “los productores que pudieron levantaron la magra cosecha” y el valor del arrendamiento “sigue igual”, son “negocios cortos que dan revancha” y “por suerte” tomó al sector agrícola “bien parado” en lo financiero.
Los precios de las rentas de tierras son de 1.000 kilos de soja en los casos que están ubicados cerca del puerto de Nueva Palmira y de 800 kilos los que están en Paysandú y Río Negro, y los plazos de los contratos siguen “estables”, dijo.
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