El futuro está en las energías solar, eólica y en especial en el hidrógeno, resaltó especialista norteamericano
El vicepresidente de Infraestructura de Energía Sostenible de Texas Sustainability, LLC, dijo que en 10 años el costo de la energía del viento bajó 70% y la fotovoltaica 90%
Redacción
Mauro Florentín
Cuáles son las fuentes de energías con más futuro?, ¿qué rol jugarán los biocombustibles?, ¿hasta cuándo durará el uso de los combustibles de origen fósil?
El viento y el sol parecen ser dos elementos clave de ahora en más para la generación de energía a nivel global, principalmente de la solar, en contexto donde crece la electrificación.
Es que en los últimos 10 años el costo de la energía eólica disminuyó 70% y el de la solar bajó más de 90%, con una tendencia que sigue en descenso, aunque menor, porque esa industria está madurando, dijo el vicepresidente de Infraestructura de Energía Sostenible en Texas Sustainability, LLC, Carlos Saint James, en entrevista con VERDE.
Señaló que ambas alternativas de generación de energía “compiten en precios a nivel mundial, ahora ya sin subsidios”, en un mercado libre frente a la energía fósil. A modo de ejemplo, St. James mencionó el caso de Chile, que realiza licitaciones para el abastecimiento de energía, sin poner límites a las diferentes fuentes, ya sea eólica, como solar, gas natural, u otras, y allí desde hace un tiempo quien gana es la energía solar.
Al tiempo que recordó que ese proceso comenzó en Europa, donde existe una visión más verde y, a partir de eso, se generó una industria internacional con la fabricación de turbinas y paneles solares. Luego se sumó Estados Unidos y después se hizo global.
El integrante de Energía Sostenible en Texas Sustainability, LLC, resaltó que “hay una gran ola imparable” hacia el uso de energías renovables, lo que significa “electrificación y energías eólica y solar”. Argumentó que principalmente la solar “es más barata que la eólica”, y es “la tecnología que está ganando” espacio y continuará en expansión, porque “el costo de los paneles (de silicio) seguirá bajando más rápido que el de las turbinas eólicas”.
Esa es la tendencia, en momentos en que se llega al “principio del final de la era del petróleo”, lo que “llevará algunas décadas” todavía, pero el mundo está cambiando y cuando eso pasa los precios van más rápido, acotó. Reconoció que esa fuente energética “es más eficiente que otras y tiene sentido seguir invirtiendo en refinerías. Es un líquido que se puede transportar fácilmente, algo que aporta mucha practicidad, algo por lo que luchan los autos eléctricos”.
En esa línea, St James consideró que el combustible fósil, “al ser finito, seguirá siendo caro” y su huella de carbono es un problema”.
Recientemente, la embajada de los Estados Unidos en Uruguay realizó una mesa de intercambio con diferentes actores, sobre la transformación energética y para eso convocó al experto estadounidense Carlos St. James.
En cuanto a la industria de los biocombustibles, el especialista consideró que pasa por un momento difícil. La de primera generación que utiliza como materia prima el aceite de soja para biocombustible, y caña de azúcar o maíz para el etanol, para mezclar con gasoil y naftas respectivamente, necesitan encontrar una escala muy grande para ser económicamente viables.
Desde hace algún tiempo en algunas regiones como California ha crecido la producción de biodiesel renovable, que agrega otro valor comercial. Luego, está la industria de segunda generación que emplea distintas materias primas, como las microalgas; y la de tercera generación, que recurre a métodos de producción nuevos, comentó.
Pero al requerir una mezcla obligatoria con gasoil u otros combustibles también esa industria sufre la competencia de la electrificación de los automóviles a nivel global.
En el caso de los combustibles fósiles, específicamente de petróleo, hay una presión para que reduzcan sus impactos en la huella de carbono y que sean más verdes. En las publicidades uno puede ver que las petroleras se están pintando de verde. Las petroleras europeas han marcado sus objetivos de reducción de huella de carbono para el año 2050, advirtió.
En el mundo las petroleras han comenzado con inversiones en energías renovables. Y avizoró un cambio significativo en ese rubro, principalmente en las estatales, como Pemex, YPF o Petrobras, donde estos temas están costando más, pero “se tienen que reinventar”, porque llegará el momento en que se concrete el cambio que estamos transitando y las petroleras pasarán a ser compañías de energía e incluirán otras fuentes, planteó.
A propósito, afirmó que “Ancap no seguirá siendo la refinería de Uruguay, eso tendrá que cambiar”, para “no perder empleos y ventas”.
“La sociedad está cambiando en muchas formas al mismo tiempo”, y Uruguay “está comenzando a investigar ese futuro, con plantas pilotos de hidrógeno y experimentando con energía eólica”, analizó.
Se mostró seguro respecto a que “es un futuro que no hay manera de detenerlo” y que para las empresas del sector representa “un proceso muy doloroso”.
Hidrógeno
La fuente de energía con futuro más promisorio es la del hidrógeno verde, que es más limpia incluso que la solar y la eólica, “hoy es cara” pero en la segunda parte de este siglo “será clave”, según el consultor.
Vaticinó que “para 2050 el hidrógeno será el negocio, como lo es ahora la electrificación, pasando a ser la próxima ola; pero todavía está en pañales”, dijo. Al tiempo que valoró la apuesta de Uruguay en el desarrollo de políticas y proyectos de inversión en el uso de hidrógeno en el sector energético.
El gobierno hizo oficial su esquema de incentivos a la generación de energía mediante el hidrógeno, incluso en presentaciones en el exterior por parte de integrantes del Poder Ejecutivo, como forma de atraer potenciales inversionistas en esa área.
El especialista invitado por la embajada estadounidense reconoció la transformación de la matriz energética adoptada por Uruguay, que combina las fuentes hidráulica, eólica, solar y eléctrica.
Antecedentes
Texas Sustainability, LLC, es una consultora que promueve el uso de estructuras macro para infraestructura sostenible. El trabajo de St. James incluye proyectos de tecnología de energía limpia, marcos legales, almacenamiento de energía de iones de litio y sostenibilidad, informó la embajada de Estados Unidos.
El profesional fundó la Cámara Argentina de Energías Renovables (CADER), una organización sin fines de lucro que ayudó a impulsar la industria en ese país; y es miembro fundador de la junta directiva del Consejo Latinoamericano y del Caribe de Energías Renovables (LAC-CORE) de Washington D.C., una organización sin fines de lucro que promueve el desarrollo de la industria en una amplia región.
El ejecutivo es además miembro anterior de la junta directiva de CleanTX, una organización sin fines de lucro, con sede en Austin, que promueve temas de energía limpia y sustentabilidad en el estado de Texas.
Nota de Revista Verde N°103