Diferenciación, calidad y trazabilidad: claves para el agro uruguayo en el mercado chino, según Lugris

En un evento realizado en Beijing, del que participó la misión comercial organizada por las empresas Tafirel y Erro, el embajador Fernando Lugris destacó el rol de Uruguay como proveedor confiable de alimentos y llamó a apuntar a los segmentos más exigentes del mercado chino. Puso el foco en la carne, la soja y una agenda agrícola más amplia, basada en la cooperación, la tecnología y la trazabilidad.
Durante su exposición, Lugris subrayó que la relación económica con China representa una “oportunidad histórica” para el agro uruguayo, pero advirtió que para aprovecharla plenamente se requiere consolidar un posicionamiento basado en la calidad, la inocuidad y la diferenciación de los pproductosñ, según informó el suplemento Agro de Búsqueda.
En el caso de la carne, afirmó que Uruguay ya compite en un “escalón superior” frente a otros exportadores, gracias a su reputación como origen seguro, su sistema de trazabilidad y una imagen de marca consolidada. “La carne uruguaya hoy está posicionada claramente como premium”, señaló, y agregó que los consumidores chinos valoran especialmente los atributos vinculados a la seguridad alimentaria y el origen. Además, indicó que existe una invitación permanente por parte de los importadores chinos para que Uruguay participe en los segmentos de mayor valor, lo que implica sostener y profundizar su diferencial de calidad y confiabilidad.
Respecto a la soja, indicó que Uruguay es el cuarto proveedor de China, aunque con una participación menor frente a Estados Unidos, Brasil y Argentina. Según el embajador, ese lugar “puede transformarse en una ventaja” si el país se enfoca en abastecer a nichos de consumidores exigentes. “China tiene una demanda cada vez más exigente”, dijo Lugris, y afirmó que Uruguay puede diferenciarse en ese contexto si orienta su producción hacia los consumidores que valoran atributos como la calidad y la trazabilidad. En ese sentido, consideró que la soja uruguaya puede aspirar a un posicionamiento similar al alcanzado por la carne, avanzando hacia una identidad reconocible en el mercado. No obstante, advirtió que uno de los aspectos que genera observaciones frecuentes es la humedad con la que llega la soja. “Es algo que aparece siempre en las conversaciones”, remarcó, y consideró clave corregirlo para afianzar la confianza en el producto.
En relación con la agenda agrícola más amplia, Lugris planteó la necesidad de fortalecer los vínculos con China en áreas como ciencia, tecnología, riego y agricultura eficiente, destacando la disposición de las autoridades chinas al diálogo técnico. En particular, valoró el trabajo conjunto entre el Ministerio de Ganadería y organismos chinos para desarrollar variedades de arroz que respondan a las demandas del mercado asiático.
Por último, instó a empresarios y autoridades a “pensar estratégicamente” cómo posicionar al agro uruguayo en el contexto del comercio con China, apuntando a los segmentos de mayor valor y reforzando la imagen de Uruguay como proveedor serio, confiable y sostenible.