Lechería

Gerenciamiento es lo que distingue a los tambos Crea más eficientes

17 de julio de 2023

El 25% superior de esas empresas maneja 31% más carga, que les permite tener muchos más litros de leche por hectárea (43%) y también producen más litros por vaca masa

Las empresas lecheras que integran el 25% superior de Fucrea se distinguen del promedio por su gerenciamiento, destacó el coordinador de gestión de Fucrea, César Mosca, en una actividad organizada por esa institución en Mercoláctea. A propósito, señaló que esas empresas manejan 31% más carga, lo que les permite tener muchos más litros de leche por hectárea (43%) y también producen más litros por vaca masa. Además dan mucho más concentrado por hectárea y son más eficientes por litro de leche. 

“A todo esto le llamamos gerenciamiento. Es una variable que no hay cómo cuantificar”, pero tiene que ver con el “manejo de recursos materiales y humanos, algo muy importante para la lechería del futuro”, planteó. 

Agregó que esas empresas “gastan 36% más, tienen 48% más de estructura”, pero eso “igual les permite tener 62% más de ingreso de capital”. Al multiplicar ingreso de capital por superficie, los dos grupos ganan lo mismo, pero señaló que los del 25% superior “tienen el mismo ingreso con mucha menos área”. 

El rubro más eficiente

Nueve de cada 10 empresas lecheras que integran Fucrea fueron capaces de remunerar la tierra, el trabajo y el capital en el ejercicio anterior. Esos tres factores de producción no siempre pueden ser remunerados por empresas de otros rubros, como la ganadería o la agricultura. Mosca recordó que en el ejercicio 2019/20 solo el 42% de las empresas ganaderas Crea pudieron remunerar esos tres factores, y que en el ejercicio pasado llegaron a 71%. Y en el caso de las empresas agrícolas, en 2019/20 solo el 22% pudo hacerlo, mientras que en el ejercicio pasado el 88% lo logró.

Explicó que las empresas más competitivas “corren con ventaja” para poder arrendar más tierra, por ejemplo. “Tenemos que tener empresas de altos ingresos y riesgos moderados. Lo que hace variar el ingreso de capital es –en primera instancia– la productividad”, lo que “determina mucho más” el resultado que los costos de producción, explicó. 

En tal sentido, señaló que “hay que prestarle más atención a la productividad que al precio”. Agregó que “la dotación representa 83% de la productividad y apenas 14% los litros por vaca masa”, y que por esto también “hay que darle más importancia a la productividad que a la dotación en los sistemas lecheros”. 

Confirmó que “la ruta que han seguido las empresas Crea fue la productividad”, pasando de “3.000 a más de 6.000 litros por hectárea, al aumentar las vacas masa por hectárea” y no los litros por vaca masa. “Esta era la estrategia que nos proponía la investigación desde hace muchos años”, dijo, citando trabajos del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), Facultad de Agronomía y del Instituto Nacional de la Leche (Inale). 

Además, señaló que “cuando pasamos esa productividad a ingreso de capital vemos que Fucrea se encuentra en la combinación de 840 kilos de sólidos por hectárea, con un ingreso de capital de U$S 540. La investigación nos propone que con el eje de 1.000 kilos de sólidos los sistemas moderados arrojarían entre US$ 800 y US$ 1.000 de ingreso de capital”. Agregó que “si bien estamos más cerca de esa frontera en términos productivos, no estamos alcanzando esa eficiencia que propone la investigación”. 

Mosca detalló que los sistemas de investigación producen 1.000 kilos de sólido y tienen un ingreso de capital de casi US$ 1.000 por hectárea. “Son muy exigentes en carga, tienen 2,5 vacas masa por hectárea, el consumo de pasto es del 50% y la dieta contiene más concentrados, lo que les permite producir más kilos de sólido por vaca masa. Por lo tanto, cuentan con un nivel de inversión e infraestructura óptima”. 

En el caso de los tambos comerciales dijo que “estamos en el subóptimo del uso de ración para producir más leche”, ya que a nuestra lechería le cabe más uso de concentrados”. 

Comentó que en muchos casos la razón que se esgrime tiene que ver con el costo. Sin embargo, puntualizó que allí está considerado el costo de oportunidad, el de estructura y la renta de la empresa que lo fabrica, factores que no se tienen en cuenta al medir el costo del pasto.

Crecimiento de los encierros

Mosca admitió que le llama la atención “la velocidad de adopción de los encierros techados en la lechería”. Dijo que “por diversos motivos los productores empezaron a encerrar”, aunque puntualizó que “no es para todo el mundo”, sin embargo quienes lo hacen “están convencidos”.

Sobre las fortalezas de esa tecnología, también conocida como cama caliente, señaló: la eficiencia de conversión frente a los sistemas pastoriles; las relaciones de precios favorables; la eficiencia de la producción de materia seca; la complejidad de usar el pasto; la estabilidad garantizada de los resultados; la alta rentabilidad marginal de cada dólar invertido; y que es una alternativa a las dificultades de acceder a la tierra por la competencia de la agricultura. 

Lechería en Uruguay y Fucrea

El 66% del área destinada a la lechería en Uruguay es arrendada y en Fucrea 42% de la tierra es propia. A nivel país 61% del área de la lechería corresponde a praderas y verdeos, y en el caso de Fucrea es 58%. En 2021 los establecimientos Crea fueron responsables del 16% de la leche que se produjo en Uruguay, y el rodeo de esos tambos representó 13% del total, 12% de las vacas masa y 14% de las vacas en ordeñe, “lo que refleja la eficiencia reproductiva del rodeo”, resaltó el coordinador lechero de Fucrea, Renzo Pisciottano.

Agregó que a nivel nacional casi 23% de los tambos son de menos de 50 hectáreas, sin embargo en Fucrea no hay ninguno de esa escala. Casi la mitad de los tambos de Fucrea explota más de 500 hectáreas, detalló. 

En cuanto a la producción de litros de leche por hectárea, las empresas que integran Fucrea producen 88% más que el promedio nacional. “Los tambos Crea han mejorado su resultado muy por encima de lo que le hubiera permitido el aumento de precio de la leche, con el aumento de productividad y eficiencia en el uso de los insumos”, destacó el ingeniero agrónomo. 

También indicó que “se trabaja en la generación de indicadores ambientales y humanos”, como el recambio generacional, entre otros. “Sabemos que la lechería tiene futuro desarrollando estas cosas. Se está haciendo un gran trabajo en el tema ambiental con INIA. La interconexión es muy grande y también trabajan otras instituciones como Conaprole”, comentó Pisciottano.

Capital de riesgo para apalancar la lechería

Durante una mesa redonda, en una actividad organizada por Fucrea en Mercoláctea, el coordinador general de Fucrea, Martín Aguirrezabala, dijo que “tenemos que crear otras cosas”, al referirse a herramientas que permitan el desarrollo de la lechería en Uruguay. 

Señaló que “en 10 años el tambo de Nueva Zelanda pasó de 300 a casi 1.000 vacas. Buena parte de eso fue con capital de riesgo”, planteó. 

Allí también participó el presidente del Banco República (BROU), Salvador Ferrer, quien reconoció que el capital de riesgo “es relevante”. Afirmó que el BROU “no tiene limitaciones para dar apoyo al sector, pero muchas veces es el capital el que tiene que tomar el riesgo de la inversión”. 

Y señaló que en encuentros con el Instituto Nacional de la Leche (Inale) se habló sobre la posibilidad de crear un fideicomiso que funcione como capital de riesgo. 

Por su parte, el productor Crea Alejandro Negrin, consideró que estas herramientas “serían una buena alternativa”, pero “no tenemos esa cultura y hay que construirla. 

Nota de Revista Verde N°108

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