Diego Durand: “Con las reglas pautadas, Ancap está rindiendo sobre la base de la eficiencia”

By Cristina Fumero,

Ancap terminará el año con resultados “equilibrados”, producto de la “reorientación estratégica que busca cuidar, optimizar y hacer rendir los activos de la empresa para la mejora de los negocios”, dijo a VERDE el vicepresidente del ente petrolero estatal, Diego Durand. Explicó que en esa línea se encuentra la evolución “muy positiva en los márgenes de refinación”, porque se ha operado “a capacidad plena”, todo el crudo que llega “lo hemos refinado”; y además, “todo se ha colocado en el mercado interno”, donde la demanda “ha subido por el movimiento de las diferentes actividades”, dijo Durand en esta entrevista.

Agregó que al contar con reglas establecidas por el sistema político para la regulación del mercado de combustibles, “hemos hecho rendir a la compañía e incluso hemos estado por debajo de la referencia del precio de paridad de importación (PPI)”. Y acotó que esa regla “ha dotado de transparencia a la ciudadanía”.

El jerarca destacó que en “la compañía manda el directorio y la alta dirección. Escuchamos al sindicato y sus planteos sobre las relaciones laborales”, pero “no hay cogobierno”. Y recalcó que “esas son las reglas”, porque “así lo marca la Constitución”. 

A la vez, sostuvo que Alur “está en equilibrio”, pese a toda la exigencia que “le hemos volcado” al eliminar la mezcla con biodiesel en el gasoil, y por eso tuvo que “reajustar” su esquema y apunta a “diversificar negocios”. Y también señaló que se buscará una asociación para el negocio del portland.    

¿Cómo está Ancap?

Ancap está en situación de equilibrio. Obtuvo ganancias en la presentación de resultados a setiembre por US$ 143 millones. Al cerrar diciembre y comparar el precio de los combustibles con la referencia del PPI, se observa una resignación anual por parte de Ancap, que se ubica en US$ 251 millones. Esto significa que hay una contribución al bolsillo de la gente y al sector productivo y agroexportador. Ha sido una decisión del Poder Ejecutivo. Algunos le dicen la “espalda” de Ancap; en cambio, yo le digo la contribución de Ancap, que surge por la reorientación hacia la eficiencia de la empresa. A modo de ejemplo, el precio del gasoil al público en enero de 2023 costará lo mismo que en abril de 2022. Junto a un equipo profesional, hemos mejorado en distintos negocios y se ha buscado que sean óptimos. Hemos tenido márgenes históricos de refinación. En un escenario tan dinámico, el valor que ha tenido la refinería es importante, porque algunas de las refinerías en el mundo cerraron por la pandemia. Luego vino la guerra, eso generó una mayor demanda, fundamentalmente de diésel, y a la vez se disparó respecto a la relación que ha mantenido con el petróleo Brent. Hoy conseguir gasoil en el mundo no es sencillo, y a la vez es caro. Nosotros no tenemos problemas de suministro ni de abastecimiento de gasoil, y no lo vamos a tener. Han venido interesados a comprar gasoil, pero no hemos exportado para garantizar la demanda local. La eficiencia se volcó a la ciudadanía y se han hecho las inversiones justas para lograr mantener una empresa en equilibrio. Este año cancelamos pasivos por US$ 32 millones. En el mercado monopólico, hasta setiembre las ganancias han sido de US$ 6 millones. Y en el mercado no monopólico las ganancias fueron de US$ 74 millones. Hay que destacar a Ducsa, con una utilidad de US$ 23 millones. Esto marca que el grupo trabaja en equilibrio y ordenadamente. 

¿Cómo vienen jugando los márgenes de refinación en estos números?

Hay una evolución muy positiva en los márgenes de refinación. Por un lado se sustenta en que hemos tenido una refinación a tope. Todo el crudo que llega lo hemos refinado y lo hemos podido colocar en el mercado interno, donde la demanda ha venido subiendo por el movimiento de las diferentes actividades. Hasta noviembre las ventas de gasoil subieron 7%, las de nafta súper 2% y las de premium se incrementaron 19% frente al mismo período del año pasado. El margen de refinería es la diferencia entre el precio de mercado internacional puesto en Uruguay menos el costo del crudo utilizado y el costo real de refinar en La Teja. Hasta setiembre el margen de refinación llegó a un nivel histórico de US$ 298 millones. Hay refinerías que han cerrado y nos han llegado requerimientos para exportar, pero no lo hemos hecho, salvo algunos negocios puntuales de gasolina. La refinería ha trabajado a plena capacidad, vamos camino a seis años sin ninguna parada, lo cual también es histórico. El año que viene habrá una parada que seguramente implique la importación de combustible.

¿Esa parada cuándo va a ser? ¿Y cuánto combustible se tendrá que importar?

Proyectamos una parada de cuatro meses para setiembre de 2023, y se importarán 800.000 metros cúbicos de combustibles. La paralización, que se hace tradicionalmente, es para limpieza y mantenimiento. Será a una parada histórica, porque generalmente son más frecuentes. Esta es una empresa que trasciende los  gobiernos de turno, es de los uruguayos y tenemos que maximizar los resultados, lo que hemos logrado con los márgenes de refinación. El año pasado tuvimos ventas extraordinarias a UTE. Este año caerán 34% pero llegarán a US$ 15 millones. En el reordenamiento fijado por el Poder Ejecutivo también se eliminó la mezcla con el biodiesel. Se dijo que teníamos que cerrar Alur, pero esa empresa también se ordenó y seguimos produciendo biodiesel. 

¿Ha variado la cantidad de petróleo que Ancap importa por año?

No. Hemos refinado más. Tenemos inventarios de crudo donde se compra un 1 millón de barriles cada 30 días. La empresa viene trabajando al máximo. El crudo se recibía y muchas veces no se refinaba todo, porque se iba analizando el margen de refinación, las ventas, la producción de refinería. En este último tiempo el equipo de refinería, la gerencia general y todo Ancap han trabajado incansablemente para maximizar las operaciones. Los US$ 143 millones de rentabilidad que se lograron hasta setiembre están en la caja de Ancap, eso es lo que permite adquirir un embarque y algo más de petróleo. Por eso decimos que la empresa está en equilibrio.

¿Qué balance hace de la implementación del PPI? ¿Sirvió esta herramienta?

Si tengo que definirme, yo ante todo soy libertario. Pero hay una realidad: el mundo es muy cambiante, y la globalización manda. Me refiero a lo que nos pasó con la refinería. Ante eventos extraordinarios como la pandemia o la guerra entre Rusia y Ucrania, es difícil pasar raya y decir: esto es mejor que aquello. Lo que sí puedo decir es que el sentido de responsabilidad de quienes dirigimos y tomamos decisiones ha sido cuidar y optimizar los activos de la empresa y hacerlos rendir. Estamos ajustados a la regla que el sistema político acordó sobre la regulación del mercado de los combustibles. Hemos hecho rendir a la compañía e incluso hemos estado por debajo de la referencia PPI. Esa regla dotó de transparencia a la ciudadanía, que hoy sabe el precio del crudo, a qué precio sale de Ancap, cuánto corresponde a impuestos y demás. A ese nivel de transparencia lo veo como algo muy positivo. Hay algún proyecto a nivel legislativo que va por otro camino, habrá que esperar lo que el sistema político parlamentario acuerde o no. Dentro de estas reglas, el objetivo ha sido ir a lo óptimo en eficiencia.

¿Qué Ancap encontraron?

Ancap pasó por un período duro. Luego vino un momento donde se buscó ordenarla. Cuando llegamos quedaban muchas cosas pendientes. Yo vengo de la actividad privada. La empresa pública es rígida, es dura. El TOCAF (Texto Ordenado de Contabilidad y Administración Financiera) hace que muchas veces si tenés una empresa que te presta servicios y no está siendo óptima, no la podés sacar. Tiene muchas diferencias con la actividad privada. No obstante, hemos implementado la mejor forma de ajustar el funcionamiento y así, en un sin fin de cosas. Hemos ido corrigiendo, pero encontramos que Ancap tiene muy buenos profesionales de alta dirección, con los cuales hemos trabajado en equipo y se vienen logrando buenos resultados. 

¿Cómo está Alur?

Alur prácticamente está en equilibrio, pese a toda la exigencia que le hemos volcado al eliminar la mezcla con biodiesel al gasoil. Eso significaba un costo para Ancap, y al eliminarse también se refleja en los precios al público. Alur sigue en el agro y tuvo una reorientación comercial. Ancap, sobre la cosecha, aprobó el plan Canola para la originación de unas 80.000 toneladas, de las cuales al molerlas generan 40.000 toneladas de pellet, 35.000 toneladas de aceite crudo o 35.000 toneladas de biodiesel. Dependiendo de los negocios que se vayan concretando, estos valores pueden incrementarse. Alur cuenta con la certificación internacional de sustentabilidad 2BSvs para la canola que se adquiere e ISCC (Certificación Internacional de Sostenibilidad y Carbono, por su sigla en inglés), para el acopio y producción de aceite y biodiesel. Nos focalizamos en la exportación. Entre diciembre y febrero embarcaremos unas 12.000 toneladas de aceite a varios destinos, entre ellos está Europa. En marzo se exportaron 4.000 toneladas de biodiesel a Canadá y ahora van a salir otras 4.000 toneladas de biodiesel. Con la caña de azúcar este año se generó un adicional de US$ 5 millones para los cortadores. En las tres zafras de esta administración llevamos US$ 10 millones. Eso habla de productividad y mejora de los rendimientos. La última zafra logró resultados históricos de rinde y producción. Hemos dignificado el trabajo en Bella Unión, hemos priorizado el orden, no tenemos deudores como los había cuando llegamos. Teníamos costos excesivos en campos que arrendaba Alur y en algunos casos hemos encaminado acuerdos con productores, como el grupo San Antonio, que comenzó a producir y viene bárbaro. El proceso industrial tuvo casi 200 días de ocupación de la planta, aproximadamente un mes y medio más que en zafras anteriores. Se le vendieron más de 15.000 MWH de energía a UTE, ubicándose dentro de los mejores años.

¿Cómo viene la producción de bioetanol?

La producción es muy buena. En Paysandú viene con un crecimiento de 5% y se prevé cerrar con 60.000 metros cúbicos (m3). La planta tiene una capacidad de producción de 70.000 m3 (70 millones de litros) para ese volumen, y la demanda de granos sería de 200.000 toneladas. En Bella Unión se han producido 30.728 m3, lo que marca un crecimiento de 14% frente al año precedente. La mezcla con las naftas llegó a 9,5%, hubo una caída de 0,3% respecto a 2021. Este año en Bella Unión se invirtieron más de U$S 80 millones, de los cuales U$S 42 millones fueron destinados a la compra de materia prima. También se ha mejorado la logística, porque los camiones de Ancap iban con nafta a Paysandú y volvían vacíos. Y ahora vuelven con etanol. También hay una reorientación comercial hacia competencias nuevas. Estamos generando un llamado para proyectos de captura de CO2 biogénico en la planta de etanol en Paysandú, que permita la generación de metanol, combustibles sintéticos y SAF (combustible sostenible) para aviación. Hay interesados en invertir, Ancap acompaña con los activos estratégicos pero quien invierte es el privado. El objetivo es diversificar los negocios. 

¿Qué pasa con el cemento?

Con Cementos del Plata estamos en un proceso de asociación que apunta a rescatar la industria del portland. La administración anterior postergó una decisión sobre el portland y eso demanda inversiones, lo que significa reinvertir. Porque no podemos olvidar que en las plantas de Paysandú y Minas se invirtieron en torno de US$ 350 millones, que ya no se van a recuperar, porque esas inversiones no fueron bien ejecutadas. Tenemos muy buenos yacimientos, pero hoy no podemos pedirle a la ciudadanía dinero para el portland. Es preferible volcarlo al precio, como se está haciendo. Necesitamos una empresa que se ubique en el proceso competitivo, que se asocie con Ancap. No nos retiramos del negocio, sería mucho más fácil, pero no nos queremos retirar.

¿Cómo será el esquema de negocios?

Hablamos de una asociación, que nace con una ley de 1996. Hoy está Loma Negra, que es socio en el cemento. Esa asociación se mantuvo en el tiempo. Si bien se presentaron recursos por parte del sindicato, la Suprema Corte de Justicia dijo que esa ley es constitucional. Hoy queremos un socio para trabajar con nosotros y que instale el horno en la boca de la cantera, y no a 30 kilómetros, como se hizo en administraciones anteriores. Eso muestra que faltaba un plan de negocios o había incapacidad de gestión. 

¿Qué tipo de asociación se plantean?

Es lo que estamos definiendo. Empezamos el diálogo competitivo, que será con todos los interesados. Hay empresas del mundo cementero, que están ya operando con filiales locales, y hay otras que son extranjeras, que no tienen representantes en Uruguay. Incluso la propia Loma Negra, porque la asociación vigente le generó derecho a competir. Queremos dejarlo resuelto en los primeros meses de 2023.

¿Cuánto pierde el cemento?

Vamos a cerrar el ejercicio con una pérdida de US$ 15 millones. Si hay un proceso competitivo, el que viene quiere saber cuánto pierdo o cuál es la realidad. Y acá, con total franqueza lo decimos, y esos números están auditados. En el período anterior se veía venir un competidor y no se tomó ninguna decisión por parte de la administración frenteamplista. Y ese competidor está operando desde hace casi dos años. 

¿Qué pasa con la demanda para el encalado de suelos?

En Cementos del Plata y en Portland de ANCAP no podemos dejar de hacer cosas. Tenemos que seguir desarrollando, manteniendo y cuidando nuestros activos. En ese sentido, empezamos en 2020 una nueva unidad de negocio con el encalado de suelos, que apunta a la utilización de nuestra cal, nuestra caliza, para generar una producción agrícola sustentable. Con el encalado se levantan los niveles de pH del suelo y se vuelve más eficiente el resto de los nutrientes, logrando más rendimientos y menos pérdidas al ambiente. Participamos del proyecto Encalado con la Agropecuaria de Dolores, y los resultados del primer año fueron muy alentadores. Pero en paralelo se ha venido incrementado la demanda de cal agrícola, y para el año que viene estará operativo un molino más en Treinta y Tres. Vemos que hay demanda creciente y se ha comercializado en Soriano, Treinta y Tres, Durazno y otros departamentos. Es importante generar productos para diversificar los destinos. Hasta 2024 tenemos un contrato de venta de cal a la central brasileña de Candiota. Este mineral ayuda a mitigar las emisiones de esa central. Pero a los excedentes hay que agregarle más negocios, por eso se desarrollará un plan piloto, que apunta a la generación de productos para utilizar en las obras de caminería. Son unidades comerciales incipientes, pero eso también estimula a los inversores. Aunque está claro que el fuerte en el mundo del cemento es el portland, es importante la optimización del clinker (principal componente del portland) y el control de los costos operativos de las plantas. Para eso necesitamos un socio, que nos permita llegar a la mesopotamia argentina con la planta de Paysandú, y al sur de Brasil con las plantas de Treinta y Tres y Minas. Esta es la salida que hemos encontrado. Teníamos varios escenarios, que iban desde el cierre a la venta total, pero elegimos mantenernos en el mercado, mantener la P de Ancap, rescatar el negocio y encontrarle la mejor salida. Es un gran desafío, pero no podíamos quedarnos sin hacer nada. 

¿Con el sindicato cómo es la relación?

Venimos dialogando, somos abiertos, escuchamos, pero acá no tenemos un comité de dirección conjunta con el sindicato. En la compañía manda el directorio, dirige la alta dirección de la compañía. No hay cogobierno. Así son las reglas, así es la Constitución. Nosotros escuchamos los planteos sobre relaciones laborales. Punto. Ahora, cuando se manejan cuestiones ideológicas que son ajenas o que tienen otro camino, no entramos. A la empresa y a los funcionarios hay que cuidarlos, para eso tenemos que lograr el mayor rendimiento de la empresa. 

¿Es ideológica la situación que se genera con el sindicato?

Los sindicatos tienen derecho a manifestarse y a hacer huelga. Tienen su derecho a criticar, tienen su derecho a la reivindicación. Ahora, cuando se manejan posturas caprichosas e intransigentes, es difícil entender. Queremos lo mejor para la empresa. Si estamos diciendo que vamos a mantener la fuente de empleo, que vamos a reorganizar la administración de la compañía y los trabajadores seguirán estando, si queremos generar beneficios y oportunidades, acompañame; vamos por el camino del crecimiento conjunto. Pero muchas veces escuchamos posiciones políticas, que nada tienen que ver con Ancap, y eso es lo que no está bueno para que el país pueda crecer.

Tarjeta Personal

Diego Durand es vicepresidente de Ancap desde julio del año 2020. Es doctor en Derecho y Ciencias Sociales por la Universidad de la República (Udelar). Cuenta con un posgrado en Dirección de Empresas en la Escuela de Negocios del IEEM, de la Universidad de Montevideo. Es docente de la Facultad de Derecho de la Udelar, abogado del Partido Nacional y fue diputado en el período 2015-2020.

Nota de Revista Verde N°105 – Sección Al Grano

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Gordon Storey: “Uruguay debe focalizar su producción en la especialización y en la alta calidad”

By Cristina Fumero,

El empresario destacó las oportunidades del país para diferenciar sus agroalimentos y dijo que el objetivo debería estar en la producción de carne neutra en carbono

Se puede apuntar a mejorar la eficiencia del secuestro de carbono y ser productores de carne neutra en carbono, sostuvo Gordon Storey, director de Kilafen, durante esta entrevista con VERDE. Además, señaló que la producción agrícola potencia fuertemente la ganadería, “le da una velocidad enorme”, y esa interacción aumenta la productividad global del campo. El empresario se mostró “convencido” de que esa integración es la gran fortaleza para el desarrollo de la zona centro de Uruguay. 

También marcó que en la agricultura uruguaya el modelo de los pooles de siembra “está virtualmente agotado” y resaltó que el comercio de granos opera en todas las regiones agrícolas y “es terriblemente competitivo”, lo que “es sano para el país y los productores”. Esto llevó a un “replanteo” de la estrategia empresarial de Kilafen, que desde hace un tiempo está desarrollando diferentes servicios y continúa con la producción agrícola-ganadera. 

Ha destacado que Uruguay debe tener el foco puesto en la especialización, ¿qué implica esto?

La especialización es una fortaleza que tiene Uruguay. Cuenta con gran variedad de suelos, todo eso está mapeado, a partir de un trabajo muy serio y muy bueno. Y allí, zonalmente se pueden mirar microemprendimientos con alta productividad, buen margen y buenos rendimientos. Uruguay maneja un rodeo de ganado vacuno que está más o menos estabilizado en 12 millones de cabezas, pero es extensivo. Y la agricultura se realiza fundamentalmente en la zona del litoral y también de forma extensiva. Pero es muy difícil que Uruguay pueda competir en volumen con dos grandes vecinos como Argentina y Brasil. Entonces, me parece que tiene que aprovechar la especialización que puede surgir a través de la trazabilidad, de la forma que están mapeados los campos, los planes de uso y manejo de suelos, y buscar lo que mejor funciona, para tener ganancia por producción y no por tenencia. 

Hace más de 10 años me dijo en una entrevista que en Uruguay la ganancia se basaba en la tenencia y no en la producción ¿Hubo cambios?

Ha cambiado, sin duda. Y el número más visible es la evolución de la tasa de extracción del rodeo. Hubo un salto muy importante. No se ha llegado al nivel de las ganaderías más desarrolladas, pero hay una tendencia creciente y eso es lo destacable. Ahora se sigue faenando 1 millón y pico de novillos por año, pero bajó el alto porcentaje de novillos de cuatro años para arriba. Ahora el porcentaje más alto está en los novillos de tres años para arriba. Dentro de poco será más joven, y lo que va a ocurrir es que habrá más espacio para las vacas. Entonces, los niveles de extracción seguirán subiendo y aumentarán la producción de terneros y la eficiencia de faena.

¿Y cómo sería la especialización de la ganadería en Uruguay?

Uruguay está muy bien posicionado para fijar parámetros de especialización, pero tiene que aumentar los índices de producción. En todo sentido, desde la preñez hasta los pesos de carcasas. Todo eso es especialización a partir de la nutrición, ya sea pastoril o a grano; pero hay que aumentar la productividad. También se deben tener en cuenta las certificaciones. Hay un tema muy importante para la exportación de nuestra producción, que está vinculado a las cuestiones ambientales. Podemos apuntar a mejorar la eficiencia en la captación de carbono y a ser productores de carne neutra en carbono. Allí incide, por ejemplo, la rotación del pastoreo. Este tipo de cosas ponen a Uruguay en un cuadro muy favorable. Ya sabemos qué es la trazabilidad, y desde el punto de vista ambiental el país también es muy eficiente, debido a la forma en la que se maneja, pero a todo eso hay que certificarlo. También hay que certificar el manejo de bienestar animal. Ese tipo de certificaciones son cosas que hay que tener muy en cuenta para poder venderle calidad a nichos de mercado en Europa. En Rotterdam vi un galpón enorme con cajas de carne de Canadá, Irlanda, Australia, Argentina y Uruguay. Y pude ver exactamente por qué no se llevaban ciertas cajas de un ojo de bife uruguayo: no tenía el marmoreo suficiente, porque la recría de ese animal se había hecho sobre un campo duro. Eso está reflejado en la extracción del rodeo. Si hay un novillo de tres años, ese novillo comió pasto duro todo el tiempo y lo mandan a engordar a último momento para llegar a la cuota 481. Le ponen un manto de grasa, pero la carne no tiene marmoreo y no es apetecible. Hubo un momento en que se buscaba carne magra, pero hoy lo que se busca es la terneza y la calidad del animal. Hay mucho para trabajar en ese sentido. 

¿Imagina este proceso solo para Europa o también para China y el Sudeste Asiático?

Me parece que está clarito. El Wagyu, que está agarrando cierto impulso acá, es una raza que se especializa en marmoreo de carne y tiene un precio diferencial muy grande. Llama la atención que para llevar un novillo Wagyu a 700 kilos le dan de comer 1.500 kilos de maíz y genera margen. Mientras que nosotros, para la cuota 481, damos ración por 100 días y si no entramos a faena el día previsto y tenemos que seguir con el ganado en el corral, se nos va el margen. Indudablemente la calidad tiene demanda en el mundo. 

¿Es Asia un destino natural para ese tipo de carne?

Sí. En Asia están los altos demandantes. Tuve la oportunidad de ir a China un par de veces y allí hay más millonarios que en toda Europa. Más allá de los vaivenes comerciales, todo eso genera una oportunidad para trabajar y consolidar nichos, que nos permitirá marcar proyecciones más largas. 

¿Cómo se introduce el concepto de la especialización en agricultura?

Nos instalamos en el centro de Uruguay porque desde hace mucho tiempo teníamos contacto con esa región. En el arranque de la expansión agrícola fui a sembrar a Durazno y la lejanía con Nueva Palmira realmente era un problema, porque no había servicios de ningún tipo. Por esa razón nos fuimos con Kilafen al centro, para ofertar servicios a los productores y a la vez acercar el puerto de Montevideo a todo ese proceso. La agricultura en el centro del Uruguay tiene una gran oportunidad. En esa zona todos los campos tienen por lo menos un 20% de excelente capacidad agrícola. Y para tener una buena producción ganadera, lo que se necesita es nutrición. La nutrición pasa por praderas y por algo de granos. Un 20% del área de cada campo es donde tiene que poner el foco el productor. Y una pradera no se hace directamente sobre el campo natural, se hace con una rotación agrícola eficiente, y esa eficiencia en agricultura interactuando con la ganadería aumenta la productividad global del campo. Estoy convencido que esa es la gran fortaleza para el desarrollo que tiene la zona centro de cara al futuro. La especialización agrícola le generará ventajas competitivas a la ganadería.

La agricultura le introduce otro ritmo a esa ganadería, le agregaría más velocidad.

La agricultura sería el promotor de aumentar la productividad ganadera. Siempre he escuchado que el avance de la forestación y de la agricultura le quitaría espacio a la ganadería, y creo que es exactamente al revés. Para la captación de carbono habría que pensar en líneas de trabajo donde la forestación se hace en función a la ganadería y no al revés. Porque eso sería altamente eficiente en el secuestro de carbono y mejoraría los campos de Uruguay en general. Me parece que se avanzaría muy fuerte en ese sentido para mejorar diferentes indicadores. La producción agrícola potencia fuertemente la ganadería, le da una velocidad enorme. Creo que haciendo esas cosas es que Uruguay va a explotar, tiene todo para hacerlo.  

¿Cuáles son las diferentes unidades de negocios de Kilafen?

A principios de los años 2000 arranqué en Uruguay con una visión de producción y acopio de grano, pero lo que quería era exportar todo lo que producía en el país. Entonces, me instalé cerca del puerto de Nueva Palmira (Colonia), porque no había plantas de silos, no había servicios de acopio, y me fue muy bien. Esa visión se cumplió y esa etapa se terminó. Instalamos una de las primeras plantas en Nueva Palmira, donde hoy están todos los grandes jugadores y exportadores de granos. La comercialización de granos opera en todas las regiones agrícolas y es terriblemente competitiva. Todo eso hizo que el margen de ese negocio para empresas como la nuestra se viniera a nada.

¿Competencia en la compra de granos?

Es muy alta la competencia, y tiene muchísima calidad. Están todos los jugadores grandes. Eso es sano para el país y para los productores, pero es muy difícil competir en ese terreno.  

¿Y eso hizo replantear la estrategia?

Claro. Focalicé las operaciones en el centro del Uruguay, donde creo que vendrá un gran polo de crecimiento. En Goñi (Florida) está nuestro centro de actividades integrado por la planta de acopio y servicio de atención del grano, la planta de alimentos balanceados y la planta de procesamiento y acondicionamiento de semillas. Ahora, con el ferrocarril, se pueden maximizar las oportunidades. Estamos instalados al lado de la vía y de la ruta 5. El grano en el mundo se transporta por agua o por ferrocarril. Y la base de operaciones de Kilafen tiene al ferrocarril prácticamente adentro, lo que significa que el puerto de Montevideo nos queda al lado. Creo que el desarrollo del centro del país tiene un flujo directamente vinculado al puerto de Montevideo, y desde el punto de vista económico es absolutamente viable. De casualidad o no todo eso está operativo, y es algo que imaginaba quizás para los próximos 20 o 30 años. 

¿Está proyectado un desvío hacia la plata? 

Está proyectado. Lo hemos conversado con las autoridades del Ministerio de Transporte y Obras Públicas. Además, prácticamente el 60% de la utilización del ferrocarril central está ociosa. UPM va a ocupar algo más del 40% de la capacidad de uso que tendrá el ferrocarril. Se necesita que la gente genere kilos para transportar y eso traerá beneficios a la zona. 

¿Cuánto puede bajar el flete? 

No tengo el cálculo, pero la distancia es muy pequeña; no creo que sea cuestión de costos.

Pasa por una solución operativa.

Sí. La descarga de los trenes es fundamental. Todos los servicios portuarios tienen que ser muy eficientes. Las autoridades lo tienen claro. Kilafen es la empresa que en este momento está mejor posicionada para brindar servicios de logística a productores y exportadores para abastecer de granos al puerto de Montevideo. 

¿Kilafen ofrecerá su know how agrícola a productores ganaderos de la zona centro?

Es el foco que queremos poner. Quiero trabajar con la gente y no necesariamente hacer mi propio negocio, que sería arrendar y sembrar. En cambio, si el productor siembra, tiene nuestro asesoramiento y servicios, y generamos volumen para las exportadores que operan en el negocio de granos. Es un ganar-ganar para todos. La búsqueda apunta a negocios integrados con el productor, donde ingresan todos los servicios que podemos brindar, desde el abastecimiento de insumos hasta el acopio de granos, acompañado de las finanzas, seguros, entre otros.

La idea es explorar otras posibilidades.

Se abren otras posibilidades de negocios con los productores que quieran arrimarse. Hay que explorar asociaciones, pensando en que a las partes nos vaya bien. Cada uno poniendo lo que hace de forma más eficiente, para apuntar a sistemas con especializaciones. Por ejemplo, vamos a poner alta calidad para desarrollar un campo donde el objetivo sea pasar de 100 a más de 200 kilos por hectárea. Con eso hay un incremento de la rentabilidad, hay mejores negocios para el dueño del campo y para Kilafen. A partir de allí comienza el ganar-ganar.

Usted fue de los primeros que llegó a sembrar en Uruguay, y sigue a pesar de las diferentes variables que ha tenido el negocio. Muchos de los pooles de siembra que llegaron en aquel momento hoy no están. ¿Ese es un modelo agotado para las condiciones de la agricultura uruguaya?

Sí, creo que es un modelo virtualmente agotado. Eso era escala, básicamente, impulsado por los argentinos. Es un modelo muy afianzado en Argentina, donde se realiza una agricultura de escala, que se hace por teléfono, por decirlo de una forma. Porque los campos son mucho más parejos, el contratista va y ejecuta la operación. Y en Uruguay hay que estar al lado de la sembradora todo el tiempo, porque los campos son distintos, los suelos son muy heterogéneos, las herramientas trabajan diferente en un suelo y en otro. Hay muchísimos detalles para cuidar, por lo cual no se puede manejar de forma extensiva. A la figura pool de siembra no la veo como una alternativa en la agricultura uruguaya. En cambio, veo a Uruguay con una gran fortaleza en la especialización, para apuntar a la alta calidad. Ese debe ser el diferencial para todo, acá no podemos competir con volumen, tenemos que focalizarnos en la alta calidad.

Tarjeta Personal

Gordon Storey es argentino, ingeniero agrónomo, con estudios en la Universidad de Edimburgo (Escocia). Fue director de AACREA y en 2003 fundó Kilafen SA en Uruguay, empresa que opera con diferentes negocios del agro. Fue administrador general de Waldron SA, que gestionaba más de 100.000 hectáreas agrícolas-ganaderas en la zona núcleo de Argentina. Y fue productor agrícola-ganadero en Entre Ríos (Argentina)

Nota de Revista Verde N°104 – Sección Al Grano

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Ambev ajustó el estándar comercial para la cebada, debido al efecto de la seca

By Ruben Silvera,

Atendiendo al impacto del déficit hídrico en zonas agrícolas de centro y sur, la compañía Ambev decidió ajustar el estándar comercial a la realidad del productor, dijo la gerente agronómica de esa firma, Mariángeles Antenucci, en el programa Punto de Equilibrio en Carve y revistaverde.com.uy.

Informó que “la tarifa de secado a productor se mantiene igual al 2021”, que “recibirá cebada hasta 65% de primera calidad sin aplicarse descuentos en ningún caso para este parámetro”. Ese es el principal cambio, ya que “el contrato original tenía una base de 80% y marcaba un descuento un 1% por cada punto porcentual” perdido.

Indicó que “la tabla de descuentos de residuo total se reduce de manera importante, dado que el máximo estaba en 3% y ahora pasa a 13%”, además “la tabla de proteína no tiene cambios, si se aplicarán descuentos a los niveles de proteína fuera del estándar que se reciban por flexibilización”.

La tabla de proteína original es de 9,7% a 13% y el volumen por fuera de la tabla con flexibilización “no se aplicarán descuentos”, aunque en los contratos inicialmente se preveía descontar, remarcó.

Ambev determinó que para la cebada nacional la bonificación en proteína es de US$ 7,5 por tonelada en el rango máximo, mientras que en las variedades europeas arrancan en US$ 5 y el máximo bonifica US$ 17 por tonelada.

Además, indicó que las exigencias DON no tuvieron cambios respecto a los contratos originales, porque no se prevé un “problema” en ese aspecto. Y aclaró que “en los parámetros de humedad del cereal no hay cambios, quedando el máximo en 18%”, pero la empresa se comprometió a “mantener la tarifa de secado igual que el año pasado”.

En productividad la compañía prevé que habrá una disminución por el efecto sequía, dependiendo de las zonas productivas. En 2021 el rinde en cebada fue de unos 4.000 kilos por hectárea y este año podría ubicarse en torno de los 3.500 kilos.

Consideró que sería “apresurado” definir un promedio concreto todavía y no descartó que podría faltar materia prima para cubrir las demandas de las malterías locales.

Escuche a Mariángeles Antenucci

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Morus: la carne de frigorífico Las Moras que se produce con los lineamientos de la ganadería regenerativa

By Ruben Silvera,

La certificación con el sello Land To Market para la marca de carne Morus, del frigorífico Las Moras, fue entregada esta semana por la firma Pampa Oriental. El trabajo apunta a las verificaciones con el protocolo EOV (Ecological Outcome Verification) que implica la “verificación de resultados ecológicos”, explicó el codirector de Pampa Oriental, Felipe Urioste, en el programa Punto de Equilibrio en Carve y revistaverde.com.uy.

“A un establecimiento se le hace una línea base y se miden parámetros físicos”, después de un año se vuelve a realizar ese “monitoreo de campo” y “si presenta una tendencia positiva de regeneración”, el predio ganadero “puede ser proveedor de productos o subproductos dentro del programa denominado Land to Market”, acotó.

Pampa Oriental forma parte de la red gobal del instituto Savory que comprende unos 55 nodos a nivel mundial, que se dedican a “capacitar a productores” y empresarios en el “manejo holístico”, dijo.

Se refirió a que esa línea de carne de Las Moras pasó a contar con esa verificación, por lo que los campos seleccionados abarcan a unos “55 productores y 150.000 hectáreas” que pasan a ser proveedores de la marca. Los animales producidos en esos establecimientos “ayudaron a la regeneración del suelo”, a partir de un monitoreo que se basa en resultados específicos y no del manejo en sí del campo, señaló.

Sostuvo que las verificaciones de ese tipo comprenden a vacunos, a ovinos y a la producción lechera. Land To Market es un “sello prestigioso” a nivel mundial, que más allá de la diferenciación en los mercados permite contar con una “trazabilidad genuina” y un respaldo de “información detrás”. En un contexto, donde los consumidores en regiones como la Unión Europea, exigen cada vez más ese tipo de sellos y verificaciones.

Escuche a Felipe Urioste

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La lengua uruguaya vuelve a Japón, un mercado que paga casi tres veces más por el producto y tiene 12,8% de arancel

By Ruben Silvera,

En conferencia de prensa, el ministro Fernando Mattos y el canciller Francisco Bustillo anunciaron que la lengua bovina uruguaya quedó habilitada en el mercado japonés. El aumento de los ingresos en la balanza comercial será de unos US$ 15 millones, porque Japón es uno de los clientes que mejor paga ese producto, señaló Mattos.

En esa línea, Tardáguila Agromercados informó que después de 22 años Uruguay volverá a exportar lengua a Japón. «Se trata de una noticia relevante para la industria frigorífica. En lo que va del año Uruguay exportó 2000 toneladas de lengua a un promedio de US$ 3.518 dólares por tonelada. Hoy Japón hoy paga alrededor de US$ 9.000 por tonelada».

En tanto, en Punto de Equilibrio de radio Carve y revistaverde.com.uy se indicó que la lengua uruguaya ingresará a Japón con un arancel de 12,8%, mientras que los países competidores de Uruguay ingresan con un arancel de 5% por los acuerdos comerciales que tienen vigentes con los nipones.

Mattos destacó que Japón reconoce el estatus sanitario de Uruguay y ello se debe al esfuerzo de los funcionarios de la División de Industria Animal del MGAP y a los de Cancillería en el continuo análisis de riesgo.

En tanto, Bustillo agregó que quedó conformada además una Comisión mixta para seguir profundizando la relación con el mencionado país, donde se apunta a lácteos y arroz. El potencial crecimiento de comercio entre los dos países es sumamente importante, concordaron ambas autoridades.

«En el rubro agropecuario Japón se autoabastece en un 30% de sus necesidades por lo tanto son dependientes de la exportación de alimentos. Es así, que planteamos durante nuestra visita, una gama de productos que adicionalmente pueden hacer parte de la pauta exportadora», aseveró Mattos, según de marca en la web del MGAP.

Escuche a Fernando Mattos

Foto: Alfredo Antía.

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El retraso en la siembra de soja en Sudamérica comienza a generar movimientos de precios en el mercado de Chicago

By Ruben Silvera,

Con la cosecha en EEUU próxima a finalizar, el mercado comienza a poner el foco en la implantación y desarrollo de cultivos en Sudamérica. Al 1/11 Brasil lleva sembrado el 47,6% de la superficie estimada para la campaña 22/23. Dicho progreso significa un retraso vs el ciclo previo en torno al 6%, pero supera levemente el promedio de las últimas 3 campañas a igual fecha.

En Mato Grosso, el avance de siembra alcanza el 63% del área estimada. Sin embargo, en el sureste y el este del estado, la falta de humedad en el suelo comienza a demorar la implantación. Por otro lado, en Paraná la disminución de lluvias y días soleados favorecieron el desarrollo de los cultivos y el avance de la siembra.

En Argentina, según informó la BCR la siembra de soja en la región central del cinturón agrícola se encuentra atrasada en torno al 45% respecto al año pasado debido a la falta de precipitaciones significativas.

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“Duro golpe” para el sector ovino; sólo 30% de la lana tiene colocación, advirtió el ex docente Gianni Bianchi

By Ruben Silvera,

La decisión de Central Lanera Uruguaya de no recibir lanas con más de 28 micras de finura generó reacciones en el sector ovino. Con el título Crónica de una muerte no anunciada el ex docente de la cátedra de ovinos y lana de la facultad de Agronomía, Gianni Bianchi, abordó esa determinación en una columna publicada en El Observador en días pasados.

“Hace tiempo que vengo hablando sobre este tema”, y “no fue anunciado por las instituciones y le cabe mayor responsabilidad a los cargos directrices que representaron a todo el rubro”, señaló Bianchi, en el programa Punto de Equilibrio en Carve y revistaverde.com.uy.

Recordó que en 1994 en el marco del Congreso Mundial del Merino en Montevideo, los australianos y otros colegas de diversas partes del mundo vaticinaron que la tendencia del mercado iba hacia las lanas finas. “No es solo un duro golpe para los productores que se ven afectados por la medida concreta de Central Lanera”, sino “para todo el rubro”, afirmó.

Enfatizó que “el 70% de la producción de lanas” en Uruguay es alcanzada por esa medida, y “solamente el 30% está por arriba de las 21 micras,” entonces a ese porcentaje del producto “la industria le está diciendo que tiene colocación”.

“Digo la industria porque Central Lanera como que blanqueó el tema, pero implícitamente el resto de los operadores o no pasan cotización o la que pasan es irrisoria”, y “eso determina que se acumulen lanas de tres a cuatro zafras en los galpones”, se lamentó.

Bianchi reconoció que hay programas oficiales de investigación que han sido generados para avanzar en ese objetivo, como el Plan Estratégico Nacional de Rubro Ovino (Penro) que hace 13 años marcaba “reducir la producción de lanas mayores a 28 micras al 40%”, pero Uruguay “ya tenía tecnologías como para plantearse en un horizonte no muy lejano de disminuirlas a 0%”.

Hay “razas que solo subsistieron” en Uruguay, porque “ni en Nueva Zelanda, ni en Australia existen razas con doble propósito (carne y lana)”, y hay que recorrer todo el territorio neozelandés para encontrar un solo ovino de raza Corriedale, advirtió.

Consideró que los programas de mejoramiento genético del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) y del INIA son “buenos” y “potentes”, basados en un “énfasis muy grande en la selección”, pero “son muy lentos”.

Aludiendo al comentario de un investigador del INIA, Bianchi expresó que “¡la mejor cabaña Corriedale había bajado 4 micras en la finura de su producción lanera en 18 años!”.

Planteó varias alternativas para alcanzar ese objetivo en menos tiempo y ahondó en sus críticas al manejo y las definiciones de las instituciones oficiales del sector y de sus autoridades. “Durante muchos años en la Presidencia y la directiva del SUL hubo connotados cabañeros de la raza Corriedale”, indicó.

Y acotó que “cuando estás en un cargo y una responsabilidad tal” de un rubro, “el mensaje” debe “representar a todos los productores”. “Me remito a las pruebas, no estoy acusando a nadie”, dijo.

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