El monto comprometido por las complicaciones financieras de tres fondos de inversión en ganadería de acerca a los US$ 400 millones, al contemplar la información de grupo Larrarte, República Ganadera y Conexión Ganadera, lo que genera preocupación y en el caso de esta última la diferencia entre pasivo y activos asciende a unos US$ 250 millones, según datos aportados en el programa Valor Agregado en Carve.
Allí se informó que la empresa Conexión Ganadera admitió tener un pasivo de US$ 400 millones donde está contemplado el aporte de los inversores y activos por unos US$ 150 millones, distribuidos en ganado, en créditos a cobrar y otros, por lo cual hay una diferencia de US$ 250 millones entre el pasivo y los activos.
“Antes había llamadas para invertir, ahora ni el loro quiere invertir”, porque este es un “problema muy serio y complicado”, dijo el empresario del sector Gerardo Zambrano, en el programa Punto de Equilibrio en Carve y en verdenews.com.uy.
“Éramos conscientes de distintas situaciones, si tengo que decir la verdad se oía todo este tema de Conexión desde y en lo que lamentablemente podía terminar, que no era ajeno a un razonamiento lógico y a un conocimiento del sistema y de las formas”, señaló.
Consideró que “el sistema es una cosa y quienes lo manejan es otra”, porque se quiere vincular al sector agropecuario como un “problema de inversión y no tiene nada que ver”.
Conexión Ganadera “siguió esa marcha” en la que “comprometen intereses que no dan”, “se pagan arrendamientos que no dan” y con “producciones que si no son muy eficientes no pueden pagar las rentas” y la situación “termina como termina”.
Hay “dos opciones”: hacer un “acuerdo privado” en el que todo “el patrimonio pueda liquidarse” para redistribuir algunos porcentajes o hacer un “concurso” en el que será un “tema judicial”, se pone un interventor y es una situación en la que “nadie cobra nada”, sostuvo.
El Gobierno de Brasil, el mayor exportador mundial de soja, informó este miércoles 22 que fue notificado por China sobre su decisión de suspender las compras de cinco unidades de cinco exportadores brasileños de la oleaginosa. La medida fue tomada tras la detección de residuos de fitosanitarios y plagas cuarentenarias en los cargamentos enviados.
Según un comunicado del Ministerio de Agricultura, difundido por EFE, las notificaciones se refieren a cargamentos que no cumplen con todas las «conformidades» exigidas por las autoridades fitosanitarias chinas. Estos cargamentos fueron enviados por cinco unidades exportadoras brasileñas, cada una vinculada a diferentes empresas.
El Ministerio aclaró que la suspensión de compras, determinada por la Administración General de Aduanas de China (GACC), «no se extiende a otras unidades de las empresas notificadas». Esto implica que las compañías afectadas pueden continuar abasteciendo al mercado chino desde otras plantas autorizadas.
Fuentes del sector informaron a Reuters que, desde el 8 de enero, Brasil suspendió los envíos de soja a China de Terra Roxa Comercio de Cereais, Olam Brasil y C.Vale Cooperativa Agroindustrial. Posteriormente, el 14 de enero, las aduanas chinas suspendieron los envíos de Cargill Agricola SA y ADM do Brasil.
El Ministerio de Agricultura brasileño explicó que la GACC detectó residuos de fitosanitarios y plagas cuarentenarias durante inspecciones rutinarias realizadas a los cargamentos. «La suspensión temporal de las unidades de las empresas fue comunicada con antelación por el GACC a la parte brasileña, lo que demuestra la confianza en el sistema de inspección brasileño y la solidez del trabajo realizado por el gobierno brasileño y los exportadores», señaló el Ministerio en su comunicado.
Reuters indicó que el organismo aseguró que las exportaciones totales de soja de Brasil a China «no se verán afectadas». También afirmó que trabajará para proporcionar la información necesaria que permita a China levantar las suspensiones temporales en el menor tiempo posible.
La reciente licitación de la plataforma de lácteos Global Dairy Trade registró un aumento de 1,4% en promedio, con un destaque en cuanto al incremento de 5% en el precio de la leche en polvo entera, que es el principal producto de exportación del sector de Uruguay.
Es una “buena noticia” para la lechería local este resultado que lleva el precio de la leche en polvo entera a casi US$ 4.000 por tonelada, así como la suba en el valor de la leche en polvo descremada de 2,1%, quedando en unos US$ 2.730 la tonelada, valoró el director de Conaprole, Daniel Laborde, en el programa Punto de Equilibrio en Carve y en verdenews.com.uy.
Dijo que “el tipo de cambio si bien tuvo una baja” asociada a la asunción del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, “sigue alto”.
En los próximos días el Directorio de la cooperativa con base en esos y otros números determinará nuevas medidas, como el ajuste en el precio de la leche al productor, pero es necesario ser “muy respetuoso con el presupuesto”, adelantó.
Sobre una eventual reliquidación de Prolesa, Laborde indicó que esa decisión le corresponde a esa empresa aunque en los últimos 10 a 12 años esa medida se aplica anualmente.
Hasta el 10 de enero la remisión de leche se incrementó 4,5% respecto a igual período de 2024, con unos 3,8 millones de litros, y en los últimos días hasta el 19 de enero bajó a 3,5 millones de litros, lo que representa una “caída importante”, señaló.
En esta zafra arrocera el área de siembra es “récord” con un total de “183.000 hectáreas”, debido a los resultados de la “muy buena” zafra anterior provocados por el precio provisorio de US$ 17,15 por bolsa de 50 kilos y también por la disponibilidad de agua en las represas, dijo el presidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA), Guillermo O´Brien, en el programa Punto de Equilibrio en Carve y en verdenews.com.uy.
Señaló que el desarrollo de los cultivos “no del todo bueno” respecto a años anteriores por la menor luminosidad durante la primavera, con el paso de los días eso se fue revirtiendo durante enero. Hay expectativas de una “buena” cosecha y si bien los rendimientos no serán “excelentes”, el “volumen” de arroz a nivel país seguramente será “récord”, sostuvo.
El titular de la ACA se refirió a la vuelta de India al mercado internacional, que es el principal exportador de arroz del mundo, tras haber estado algo más de un año fuera del mercado.
Eso incidió en una “baja generalizada” de los precios del grano en Asia y en la región, donde además se dio una “super” siembra por los mismos factores que en Uruguay “lo que genera desafíos” para el arroz de la zafra 2024/25, comentó.
Indicó que el sector llega con un “remanente” de solamente un “7%” del volumen producido en el ciclo 2023/24, y se prevé que estará todo vendido para cuando se establezca el precio definitivo del producto, en una negociación entre ACA y los molinos.
“La diferencia de precio entre lo que se vende hoy y lo que fue en el primer semestre es de un 20% a 22%”, de acuerdo a “lo que se escucha en la región”, dijo.
El indicador Novillo Tipo, que publica el Instituto Nacional de Carnes (INAC), registró en diciembre un valor de casi US$ 1.600 por cabeza, debido a una “primavera de precios” en el mercado exportador de carne que “por suerte nos está acompañando” e incide en que el precio del novillo “venga subiendo de manera sostenida desde junio”, señaló el coordinador ganadero de Fucrea, Gonzalo Ducós, en el programa Punto de Equilibrio en Carve y en verdenews.com.uy.
El valor del Novillo Tipo pasó de US$ 1.579 en noviembre a US$ 1.592 en diciembre de 2024, en tanto que el de la hacienda se mantuvo casi igual en US$ 1.177 y el valor agregado industrial subió de US$ 403 a US$ 415 en esos meses, según INAC.
Dijo que el valor agregado industrial (que comprende costos y beneficios de los frigoríficos) osciló “en los últimos años entre un 19% y un 27%”, y “cuando baja del 20% al realizar la descomposición de ese valor del novillo tipo da una señal clara de que la industria está peleando” por “capturar los ganados que se están faenando”.
Y cuando se registra una situación como la actual con un “26%” del valor agregado industrial es cuando “la industria tiene un negocio con mayor margen”, consideró.
Ducós se refirió a la “falta de competitividad” en Uruguay, si bien el dólar cambió su precio “sensiblemente” lo que “ayuda bastante” a la ganadería. Además, la relación hacienda/exportación puede indicar que “la industria está pagando menos la hacienda que el promedio de los últimos tres años”.
Hay un “valor agregado industrial” que “es el más alto de los últimos tres años”, una relación hacienda/exportación de precios “bajo” y un escenario no previsto en cuanto a tener un valor del novillo de unos US$ 4 por kilo, afirmó.
Sostuvo que hay una “mejora sensible” en el negocio lo que se ve en las proyecciones de las empresas que mostraban “precios implícitos” de US$ 1.60 y ahora se está llegando a los US$ 2, debido “a los precios de venta, lo que vale el ganado” y al “peso de la reposición en el esquema ganadero”.
“Es un momento de pausa en la reposición”, con “menor oferta”, los remates virtuales están por empezar y ahí se podrá ver qué pasa con el panorama de este eslabón ganadero, analizó.
La experiencia de la empresa Abuelo Paulino SRL, que riega 400 hectáreas en Durazno y proyecta duplicar el área; comenzó a encalar hace seis años y la práctica se mantiene.
Con el maíz “casi no teníamos experiencia antes del riego”, comentó a VERDE el productor Andrés Fernández, uno de los directores de la empresa agrícola-ganadera Abuelo Paulino SRL, ubicada en Durazno. El empresario recordó que había hecho una chacra puntual de maíz en secano y terminó haciendo silo, porque fue el año de la seca y el cultivo no evolucionó como se esperaba. Por lo tanto, la primera experiencia cosechando granos de maíz fue la del año pasado, que también fue la primera campaña con el riego.
En esa parte del establecimiento San Benito la empresa tiene unas 600 hectáreas de agricultura. Allí se construyó una represa para regar unas 400 hectáreas, aproximadamente. “Las otras áreas son de desperdicio o áreas donde no llega el pivot. Después vamos a ver si da para hacer alguna prueba para regar por goteo en algún córner de los pivotes”, comentó el productor.
Y en el otro lado del establecimiento hay un proyecto para instalar otros ocho equipos de riego, para 450 hectáreas, con otra represa del mismo volumen, de aproximadamente 1,5 millones de metros cúbicos de agua.
“El plan final apunta a regar 850 hectáreas. No queremos hacerlo todo junto, pero sí incorporar al menos un equipo de riego por año, para tratar de llegar a ese gran objetivo”, señaló Fernández.
El empresario manifestó su convencimiento sobre la utilidad de esta herramienta. “El riego es el futuro, no lo digo yo, lo dicen todos los técnicos. Estamos convencidos de que ese es el camino. Desde el primer día que hicimos agricultura dijimos que sería muy bueno contar con un equipo de riego, algo que lo veíamos muy distante y pensamos que seguramente nunca llegaríamos a realizar. En ese momento parecía algo muy complejo, por el alto costo y el manejo”, comentó.
Pero destacó que “hoy en día, con las herramientas de los proyectos de inversión, además de las tecnologías que hay, que son de muy fácil manejo, dan ganas de seguir adelante con el riego, porque el cultivo necesita agua, sino no anda. El agua es vital para el productor que quiere hacer agricultura”.
“Quizás se use mucho o se use poco, pero lo bueno es que esté disponible y funcione cuando realmente se precisa. El año pasado fue muy bueno en cuanto a lluvias, pero en un año que viene complicado el riego hace la diferencia”, afirmó el productor.
Encalado
El encalado fue otra tecnología que implementó la empresa, aunque “nos costó un montón, nos quitó el sueño muchos años”, dijo Fernández. Recordó que “hace seis años encalamos por primera vez, y fue complejo, porque no había máquinas apropiadas, y cuando teníamos máquina no conseguíamos la cal, o había viento y no se podía aplicar. Era muy complicado”.
Comentó que luego probaron con diferentes maquinarias, que no eran las más adecuadas, pero “cuando afrontas estas inversiones querés que quede bien o lo mejor posible”. Con el paso del tiempo “se nos ocurrió traer la cal, dejarla disponible en Durazno, para que fuera más fácil la logística, y compramos la máquina adecuada para la aplicación. Y hoy es una práctica similar a la fertilización, es muy fácil y rápido de implementar”, señaló.
Describió que cuando se encaló la primera chacra “estábamos con 4,6 de pH, eran niveles muy bajos y no se podía hacer agricultura”. Indicó que aplicaron 2.000 o 2.200 kilos de cal dolomítica y el pH pasó a 5,4. “Así volvimos a hacer sojas de 2.500 kilos y más”, destacó.
Luego elaboraron un proyecto “con gente que sabía de suelos, para encalar 300 o 400 hectáreas todos los años, y hoy en día hacemos 500 hectáreas de encalado, sin problema, y los pH no bajan de 5”, resaltó. Y este “fue el primer año que reencalamos los campos”, comentó.
Al contar con disponibilidad de cal y con la maquinaria, la empresa también está brindando servicios a otros productores. “Como vimos que era muy engorroso el sistema, de los camiones, dónde acopiar la cal, la máquina, pensamos en ofrecer el servicio integral, llave en mano”, dijo. Y explicó que el precio del servicio depende de los kilos que se quieran aplicar.
Sistema agrícola
La empresa cuenta con 4.000 hectáreas, donde el 50% se destina a la agricultura, que es gestionada por Andrés, y el 50% a la ganadería, que está a cargo de su hermano Guillermo. “En estos años que estamos trabajando juntos nos hemos complementado muy bien, y tenemos ambiciones de seguir adelante, siempre con mucho respeto y ganas de trabajar, defendiendo la relación familiar”, dijo Andrés.
En las 2.000 hectáreas agrícolas la empresa siembra unas 500 hectáreas con gramíneas –sorgo y maíz– y unas 1.500 hectáreas de soja de primera, y esa área va rotando cada año.
Luego de la cosecha de soja se siembra avena para el pastoreo del ganado en invierno, y eso también les permite contar con las chacras temprano, para volver a sembrar soja de primera, que “es lo que mejor anda en estos campos”, explicó.
La avena se siembra en mayo, cuando empiezan a caer las primeras heladas, y es cuando compran ganado a buenos precios, para que entre en esas avenas. Además, cuando empieza a faltar la oferta de ganado gordo para los frigoríficos “es cuando empezamos a tener ganado pronto y hacemos una diferencia”, señaló.
Fernández también comentó que los campos de la empresa “son muy dóciles”, porque “no son de greda”, sino “arenosos” y “no hay compactación. Explicó que “con un rastrón, con un rombo colonizador, herramientas que sean fáciles de pasar, logramos una cama de siembra espectacular”.
Señaló que “en un año normal la soja de primera rinde unos 2.500 kilos por hectárea, de ahí para arriba”. En un año bueno “llegamos a 2.800 o 3.000 kilos, y en un año malo de 1.800 a 2.000 kilos por hectárea”, indicó.
El legado
La firma Abuelo Paulino SRL está integrada por Andrés y Guillermo Fernández, además de su madre y su tía. El nombre es en homenaje a su abuelo, de quien siguen el legado de “trabajar muchísimo, pasando de generación en generación la cultura del trabajo y la tenacidad, que nos permite llegar a los objetivos”, dijo Andrés.
Recordó que, desde que eran muy chicos, su abuelo les insinuó que lo acompañaran en el campo y a comprar ganado en las ferias ganaderas de Tacuarembó, Rivera y otros departamentos, a las que incluso los venían a buscar en avioneta. “Siempre me gustó, en vacaciones veníamos a trabajar el campo”, comentó.
Agregó que luego de estudiar y recibirse de técnico en Administración de empresas “me puse de lleno a trabajar con él; en ese momento también tenía carnicerías”. Dijo que en ese momento vio que en el campo “había un futuro muy grande y había que desarrollarlo”.
“Vimos que había otra forma de hacer las cosas, que no era solo la ganadería. Así empezamos a hacer algo de agricultura y un corral de engorde. Empezamos con un área chica, de 50 hectáreas, y el abuelo siempre quería hacer más. Fuimos aprendiendo, creciendo y llegamos a la superficie actual”, valoró.
Jornada técnica demostró los beneficios del riego y su impacto en la rentabilidad
En el establecimiento San Benito, de la familia Fernández Martínez, se llevó a cabo la jornada Maíz bajo riego, organizada por Deltariego, con la participación del docente de la Universidad Nacional de Río Cuarto en Córdoba, Argentina, Gabriel Espósito, y del director de Deltariego, Sebastián Casanova.
Tras el encuentro, Casanova dijo a VERDE que “nos vamos con mucho trabajo por delante, no solo en riego, sino en el manejo general del cultivo”. En la jornada quedó evidenciada la importancia de considerar las características de los diferentes ambientes y ajustar el manejo a eso, para lograr mejores resultados.
La propuesta de Deltariego siempre ha sido la de acompañar al productor y aportar valor en los aspectos que consideren necesarios. “San Benito es una empresa que nos permite realizar muchas acciones conjuntas. Asesoramos y cuantificamos medidas de manejo de riego para optimizar la variable que manejamos: el agua”, acotó Casanova.
Además, durante la actividad, se habló sobre estaciones meteorológicas, telemetría y sondas para medir humedad, temperatura y salinidad. “Desde nuestro lugar, buscamos contribuir a optimizar los recursos, con el fin de mejorar el margen bruto de los cultivos. Nuestro objetivo es lograr un costo operativo altamente eficiente”, comentó.
Sobre la propuesta en el establecimiento de la familia Fernández Martínez, Casanova explicó que “implica un crecimiento significativo en la superficie bajo riego, con una tasa de adopción que sorprende”.
Explicó que “siempre planteamos los proyectos en etapas, con una hoja de ruta clara y luego vamos ejecutando cada fase”.
El director de Delta Riego comentó que también se está analizando la posibilidad del riego por goteo enterrado. “Es una tecnología que manejamos, representamos a un líder mundial: Rivulis. En Argentina, según Gabriel Espósito, es muy utilizada. Y en San Benito, estamos muy cerca de iniciar un lote experimental en 20 hectáreas, para validarla en Uruguay”, informó.
Casanova indicó que “es notable la curva de adopción tecnológica”. Señaló que hay empresas que comienzan con uno o dos pivotes y que en muchos casos la instalación del tercero se hace al año siguiente, tras solo una campaña de riego. “Esto se debe a los rendimientos obtenidos, que impactan favorablemente en la rentabilidad, a los incentivos fiscales, el flujo de fondos y el repago de los proyectos”, señaló.
Durante el recorrido, se observó la sala de bombeo, las tuberías, la parte eléctrica y el sistema de fertirriego, donde el ingeniero agrónomo Francisco Bianco apuntó a un diseño enfocado a la nutrición del maíz y no solo a la aplicación de nitrógeno.
Al analizar los costos, Casanova explicó que, con un diferencial de 6.000 kilos de maíz validado por Regadores Unidos del Uruguay, y un riego suplementario de 250 a 300 milímetros en un cultivo de maíz, el costo del milímetro se acerca a US$ 0,48.
“Estos números demuestran el beneficio del riego y la rentabilidad que se puede lograr”, concluyó.
Los primeros resultados de la que se lleva a cabo en Argentina muestran que la ola polar de junio y julio arrasó con las poblaciones de la chicharrita, mucho más de lo que se esperaba, y liquidó maíces voluntarios o guachos brotados o por brotar, señala una comunicación de Maizar, entidad que reúne a la cadena maicera argentina.
Alejandro Vera, investigador de la sección Zoología Agrícola de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC), indicó que “hay dos zonas muy complejas en la Argentina, que yo llamo ‘las puertas del infierno’, porque son los lugares que han tenido mayor incidencia y donde prácticamente el productor no cosechó: una es Los Altos, en el sur de Tucumán y Catamarca, y la otra es San Justo, en el norte de Santa Fe. Estamos estudiando la dinámica poblacional en estas zonas desde el año pasado, y hoy la presencia de chicharritas es cero, cuando en abril había 2.000 por trampa”.
El investigador cuenta que si bien tenían antecedentes en la bibliografía sobre cómo las bajas temperaturas impactan en estos insectos, que son ectotérmicos (incapaces de regular su propia temperatura), ahora están obteniendo pruebas empíricas locales de cómo actúa.
“En Los Altos hubo heladas de muy alta intensidad para esta zona: a partir del 7 y 8 de julio se registraron -5 °C por lo menos durante 7 horas. Lo mismo pasó en San Justo, donde también están encontrando cero capturas en las trampas. Entonces empezamos a entender que las heladas están reseteando el sistema”.
Según Vera, además del umbral térmico vital, están encontrando que heladas no tan intensas, pero que se mantienen por varios días, generan un impacto similar. Esto se repite también hacia el este, otra zona que fue problemática.
“Por ejemplo, en Isca Yacu, Santiago del Estero, hasta la segunda quincena de junio nosotros capturábamos en promedio 250 chicharritas por trampa. Los días 26, 27 y 29 de junio se produjeron heladas con -1 °C, pero el día 30 se produjo una de -2,5 °C, y a la semana siguiente la población cayó a 20, es decir, 92%. Estos datos nos colocan en otro escenario respecto al de hace un mes: se empieza a barajar y dar de nuevo y la plaga arranca con alta desventaja”.
Las heladas no solamente mataron a las chicharritas, sino también a los maíces a punto de brotar, llamados voluntarios o guachos, sensibles a las bajas temperaturas, sostiene Vera.
“La temperatura está contribuyendo muchísimo en el sistema, porque se pensaba que iba a haber un gran remanente de Dalbulus maidis, pero las poblaciones se están diezmando y también el maíz guacho, que es el foco de inóculo, porque este insecto solamente se alimenta de maíz y se reproduce en maíz”, acotó.
Pese a la excelente noticia, el especialista dice que no hay que relajarse en el monitoreo. Si cambia la condición y empieza a brotar maíz, “hay que controlar: el potencial reproductivo del Dalbulus no permite descuidarse. Pero que haya un remanente nulo o mucho menor gracias a la temperatura no es lo mismo que encarar una plaga que ha crecido mucho”.
Para Vera, “esa es una enseñanza que nos quedó”. El año pasado, “pensábamos que 5 chicharritas eran poco, pero tienen un crecimiento exponencial: 5 se transforman en 50 en una semana, en 250 a las dos semanas, y en más de 1.000 al mes. Por eso nunca debemos dejar de estar atentos. Brasil, que tiene Dalbulus desde hace años, basa el éxito de su manejo en mantener baja la población”.
Con la aparición de la plaga de Dalbulus maidis y el complejo de achaparramiento del maíz que transmite, Maizar está coordinando la Red Nacional de Trampas de Monitoreo en 450 puntos del país, en un trabajo mancomunado con la Estación Experimental Obispo Colombres, el INTA, Aapresid, CREA y otras instituciones.