El cultivo de colza en Uruguay tiende a marcar un rendimiento récord en la presente zafra, con unos “2.000 a 2.200 kilos por hectárea”, lo que representa “entre 10% y 20% arriba del promedio de años buenos” y genera “gran expectativa”, destacó el gerente comercial de Barraca Erro, Germán Bremermann, en el programa Punto de Equilibrio en Carve y en verdenews.com.uy.
Si bien aclaró que esas estimaciones de productividad en colza corresponden al programa bajo contrato de Erro, en años anteriores el promedio era de unos 1.700 kilos por hectárea, ese incremento del rinde promedio “debería darse a nivel país”.
Al avance genético y el manejo agronómico se le sumó en esta zafra una primavera favorable en cuanto al clima, específicamente en humedad del suelo y el comportamiento de las temperaturas, dijo.
El ejecutivo valoró la apuesta a la tecnología en este cultivo por parte del productor, ya que la participación de los híbridos pasó “del 20% del total del área en 2023 al 40%” y “creciendo”.
Bremermann habló de este y de otros temas en el marco de la jornada técnica de cultivos de invierno que organizó el miércoles 22 esa empresa en Dolores, Soriano.
Un informe de la Universidad Estatal de Dakota del Norte advierte que los aranceles aplicados por el presidente Donald Trump están alterando las cadenas de suministro agrícolas y elevando los costos para los productores de Estados Unidos.
Las importaciones de fertilizantes desde países afectados por los nuevos gravámenes cayeron con fuerza, mientras que las compras a Rusia aumentaron, desplazando a proveedores tradicionales como Canadá, Qatar y Arabia Saudita. según el artículo publicado en Agri-Pulse.
A la vez, los productores pagan una “prima arancelaria”: el fosfato cuesta hasta US$ 34/t más que en Canadá y la urea suma un sobrecosto de US$ 11/t. “Los aranceles han agravado la situación de los agricultores estadounidenses”, concluye el estudio.
El impacto no se limita a los fertilizantes. La demanda de insumos agrícolas importados también se retrajo: según una encuesta de la Asociación Nacional de Productores de Maíz, 60% de los agricultores planea posponer la compra de maquinaria en 2026 y 38% reducir la aplicación de fertilizantes.
Las importaciones de fosfatados bajaron 33% desde países exentos y 47% en los alcanzados por los aranceles, mientras que las de tractores y maquinaria agrícola cayeron 24% y 10%, respectivamente.
Este 2025 es un año “extraordinario”, ya que “tenemos récord en todos los granos y productos que movemos”, con “la soja que siempre es la niña bonita”, dado que se han ingresado “hasta ahora 987.000 toneladas”, que terminarán de cargarse a buque en los próximos días, dijo el gerente general de la Terminal de Graneles de Montevideo (TGM), Agustín Idoyaga, en el programa Punto de Equilibrio en Carve y en verdenews.com.uy.
Estimó que hasta el mes de noviembre todavía se siga cargando soja en esta terminal, “algo no habitual”, considerando el “récord absoluto” del volumen producido en Uruguay.
“En el conjunto de productos ya han pasado 1,5 millones de toneladas y, si se suman las cargas de celulosa, el volumen total supera los 2 millones de toneladas”, indicó. Y acotó que en arroz también hubo récord de carga, con algo “más de 300.000 toneladas” embarcadas.
Hubo “algunas demoras” en las cargas entre junio y julio, cuando se concentró la operativa en este año, con “hasta 26 días” de demora, lo cual fue “perjudicial” por los costos que se generan, reconoció.
En el ranking de productos exportados desde TGM figuran: soja primero, arroz segundo y el trigo en tercer lugar, con casi 80.000 toneladas; luego se ubican colza, carinata y otros.
Por otra parte, Idoyaga comentó que los barcos se cargan a su “máxima capacidad”, considerando un calado de 13 metros, pero “para salir de la terminal precisan un metro de marea”, y eso “muchas veces” no se logra porque “el viento norte nos saca agua del canal y no permite que la marea se exprese”, explicó.
Eso es lo que sucede en estos días ventosos que se registran en Montevideo, provocando ciertas demoras para la salida y entrada de buques a esa terminal.
Los principales grupos de la industria cárnica de Estados Unidos expresaron su preocupación por el plan del presidente Donald Trump de importar más carne vacuna desde Argentina con el objetivo de reducir los precios minoristas y contener la inflación.
El mandatario mencionó la iniciativa por primera vez durante una conferencia de prensa la semana pasada, al ser consultado sobre las medidas para bajar el costo de los alimentos. Sin embargo, el anuncio generó fuertes críticas dentro del propio sector ganadero, que en su mayoría ha respaldado a Trump en los últimos años.
Uno de los primeros en reaccionar fue la Asociación Nacional de Ganaderos de Carne de Vacuna (NCBA, por sus siglas en inglés), que ha colaborado estrechamente con la administración estadounidense en la apertura de nuevos mercados de exportación, incluso en Australia. Su director ejecutivo, Colin Woodall, advirtió que “este plan solo genera caos en una época crítica del año para los ganaderos estadounidenses, sin hacer nada para reducir los precios en los supermercados”.
Woodall recordó además que Argentina mantiene una relación comercial desequilibrada con Estados Unidos. En los últimos cinco años, ha vendido más de US$ 801 millones en carne vacuna al mercado estadounidense, mientras que las exportaciones de carne estadounidense hacia Argentina sumaron apenas US$ 7 millones.
A esto se agrega la preocupación sanitaria: “Argentina tiene un historial de fiebre aftosa que, de introducirse en Estados Unidos, podría diezmar nuestra producción ganadera nacional”, sostuvo.
También la Asociación de Ganaderos de Estados Unidos (USCA) manifestó su oposición a la propuesta. Su presidente, Justin Tupper, señaló que “los comentarios de hoy por sí solos provocaron una reacción inmediata en los mercados: los futuros del ganado cayeron significativamente”.
Tupper enfatizó que los precios actuales de la carne vacuna en los supermercados reflejan los costos reales de producción ajustados por inflación y advirtió sobre los riesgos de aplicar políticas que alteren artificialmente la formación de precios.
“USCA apoya precios de alimentos asequibles para las familias estadounidenses. Sin embargo, nos oponemos a las políticas o lagunas legales que manipulan el mercado”, afirmó.
La organización recordó que ha respaldado las prioridades de la agenda “Estados Unidos Primero” promovida por Trump, enfocada en fortalecer la producción local y la seguridad alimentaria nacional. “Este momento representa una excelente oportunidad para mostrar un liderazgo genuino que priorice a Estados Unidos, impulsando una producción nacional sólida y mercados justos y transparentes tanto para ganaderos como para consumidores”, concluyó Tupper
La Cámara de Diputados votó la Ley de Presupuesto y pasó al Senado. En la recta final se aprobó el Impuesto Específico Interno (IMESI) a las “sustancias activas de alta peligrosidad utilizadas en productos fitosanitarios comprendidos en las Categorías 1a o 1b, según la clasificación toxicológica de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y en otros productos no comprendidos en las categorías anteriores que establezca el Poder Ejecutivo, previa evaluación técnica”.
Según el texto aprobado: “Quedan comprendidos en el presente numeral los productos fitosanitarios, y cualquier otro producto que contenga las sustancias activas a que refiere el inciso anterior”.
Se indica que “el impuesto se determinará de acuerdo a un monto fijo por litro o kilo, según corresponda, por sustancia activa enajenada o contenida en un producto de los mencionados en el inciso anterior, de acuerdo a lo que establezca el Poder Ejecutivo, cuyo valor máximo será de UI 25 (veinticinco unidades indexadas) por litro o kilogramo de sustancia activa”.
Se exceptúa del pago del impuesto “la afectación al uso de las sustancias activas utilizadas como materias primas en los productos comprendidos en el presente numeral, fabricados en el país con destino a ser comercializados, en las condiciones que determine el Poder Ejecutivo. En este caso, el fabricante nacional abonará el tributo en la primera enajenación de los referidos productos, de acuerdo a lo establecido en el inciso anterior, salvo que la sustancia activa haya sido adquirida en plaza”.
Y se faculta al Poder Ejecutivo a fijar montos diferenciales para las distintas sustancias activas incluidas, considerando criterios de peligrosidad para la salud humana y el ambiente, así como a “establecer montos diferenciales según la sustancia activa esté contenida en un producto de los mencionados en el segundo inciso, o se trate de materia prima para la formulación a nivel nacional».
También quedó definido que el destino de lo recaudado será: un 50% al Fondo de Fomento de la Granja y el otro 50% al Fondo Nacional del Medio Ambiente (FONAMA).
En el marco de la Red de Información Nacional Ganadera (RING) de setiembre y octubre del Plan Agropecuario (IPA), se marca que la carga animal promedio aumentó respecto al mes anterior y se ubica en 0,80 unidades ganaderas por hectárea.
El 68% de los productores indica tener la dotación ajustada a la oferta de alimento disponible, en un contexto donde el Plan Agropecuario (IPA) insiste en la importancia de la presupuestación forrajera.
Agrega que la herramienta IsPC (índice sobre plato de comida) permite relacionar de forma objetiva la oferta y la demanda de pasto según la cantidad y el peso de los animales.
En el rodeo de cría se observa una recuperación en la condición corporal del ganado. La mitad de los rodeos presenta una condición superior a 4, mientras que solo 4% se mantiene en niveles críticos, por debajo de 3,5.
En IPA indica que los rodeos salieron del invierno en buena condición y, según el informe, la entrada a la primavera es la mejor desde 2021. Los técnicos recomiendan mantener un seguimiento cercano del estado corporal y fisiológico de las vacas para tomar decisiones oportunas en un momento clave del ciclo reproductivo.
La RING del IPA, que está operativa desde hace 5 años, fue respondida por 339 productores durante en setiembre y octubre. Consultados sobre el avance de la parición, 11% de los productores indicó tener menos del 20% del rodeo parido, 46% reportó entre 20% y 60%, y 43% señaló más del 60% del rodeo con crías nacidas. En cuanto a la revisación de los toros, 32% ya la realizó, 40% planea hacerlo durante octubre y 28% no revisará los animales antes del próximo entore.
Respecto al origen de los toros, 7 de cada 10 productores reponen con ejemplares que cuentan con información objetiva, ya sea adquiridos en remates de cabañas o a productores de la zona, mientras que el 19% utiliza reposición propia.
La suplementación sigue siendo una práctica extendida, aunque en descenso respecto a agosto: 40% de los productores aún suplementa, una caída de 33% frente al mes anterior. La categoría prioritaria continúa siendo la de terneros y terneras, con 24% de los productores aplicando esta estrategia.
Las categorías de recría e invernada muestran ganancias diarias significativamente mejores que en los meses previos, en línea con la recuperación de la oferta forrajera. En recría, 23% de los productores reporta ganancias superiores a 600 gramos por día, 27% entre 400 y 600 gramos, 23% entre 200 y 400 gramos, y 28% menos de 200 gramos diarios.
En invernada, los resultados son aún más interesantes: 52% de los productores registra incrementos superiores a 600 gramos diarios, mientras que solo 15% se mantiene por debajo de 200 gramos.
El mes de setiembre mostró fuertes contrastes en las lluvias a nivel nacional. De acuerdo con el boletín climático mensual del Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet), el norte y noreste del país registraron precipitaciones por encima de lo normal, mientras que el centro, sur y litoral oeste enfrentaron déficits importantes, en algunos casos superiores al 70%.
El promedio nacional de lluvias fue de 71,3 milímetros, por debajo de la media histórica de 94,1 mm. El máximo acumulado se registró en Pintado Grande (Artigas) con 271 mm, mientras que el mínimo fue de 16,9 mm en Paysandú. Las anomalías oscilaron entre -77% y +160%, reflejando la gran disparidad regional.
En el norte y noreste (Artigas, Rivera y Cerro Largo) se dieron las lluvias más voluminosas del mes, con registros que superaron los 200 mm en varias localidades y picos diarios por encima de 100 mm durante los episodios del 15 y 20 de setiembre.
En cambio, el litoral oeste y centro-sur del país —que incluye Río Negro, Soriano, Colonia, Flores y Paysandú— registró precipitaciones muy por debajo de lo normal, con acumulados mensuales que en muchos casos no superaron los 40 a 60 mm.
En Paysandú, por ejemplo, el déficit alcanzó -76,7%, uno de los valores más bajos del país. Situaciones similares se observaron en Mercedes, Young y Trinidad, donde los totales mensuales también quedaron muy por debajo de la climatología.
Más al sur, Montevideo, Canelones, Lavalleja, Maldonado y Rocha presentaron acumulados inferiores a 50 mm en amplias zonas. Rocha registró el mayor déficit nacional (-77,2%), seguida por Paysandú y otras localidades del litoral oeste.
Según Inumet, este patrón se explicó por la recurrencia de sistemas frontales y perturbaciones en altura que dejaron lluvias intensas y persistentes en el norte, pero con escasa cobertura en el resto del territorio. “El mes se caracterizó por una gran heterogeneidad espacial, con mayoría de estaciones en valores bajos a moderados y un núcleo reducido de lluvias excepcionales en el norte”, indicó el informe.
En promedio, setiembre tuvo siete días con lluvias, uno más de lo habitual, y se ubicó como el 13° setiembre más seco de los últimos 45 años.
El 20 de setiembre fue el día más lluvioso del mes, con 115 mm en Guayubirá y Pintado Grande (Artigas). También se reportaron 24 eventos de granizo, principalmente en la segunda quincena, con mayor frecuencia en el norte, sur y sureste del país.
Temperaturas dentro de lo normal
Las temperaturas se mantuvieron dentro de los valores normales para la época, con una anomalía media de +0,5 °C y un promedio nacional de 14,6 °C. Los valores oscilaron entre 13,2 °C en Florida y 16,7 °C en Artigas.
Las temperaturas máximas medias estuvieron por encima de lo normal en todo el país, con desvíos de hasta +1,3 °C en Melo, mientras que las mínimas medias fueron normales o levemente superiores al promedio, alcanzando +0,8 °C en Rivera.
El valor extremo máximo se registró el 19 de setiembre en Tacuarembó (31,8 °C), y el mínimo absoluto el 6 de setiembre en Florida (-3,6 °C), jornada en la que se produjeron heladas meteorológicas en varias estaciones del centro y este del país.
En total, Lavalleja registró cuatro días con heladas, mientras que Durazno, Florida y Mercedes tuvieron tres. También se destacaron nueve días con niebla en Carrasco, superando su media climatológica, informpo Inumet.
