El trigo diciembre en el mercado de Chicago cotizó a la baja y cerró en US$ 212,93 por tonelada, como consecuencia de las señales de abundantes suministros en el Mar Negro. No obstante, la preocupación sobre la guerra que altera los envíos ucranianos del cereal y un precio mínimo de exportación no oficial que se está utilizando en Rusia impactan en el mercado.
Adicionalmente, la preocupación de que el tiempo seco frene las próximas cosechas, sobre todo en el hemisferio sur, contribuyó a sostener los precios, señaló la Bolsa de Comercio de Rosario.
El precio del trigo se viene moviendo en función del panorama bélico en el mar Negro, la semana había comenzado con subas tras los ataques cruzados entre Rusia y Ucrania, tras caer la semana pasada debido a la salida de barcos desde Ucrania, las perspectivas de “mayor producción en Rusia” y las “malas” exportaciones de Estados Unidos (EEUU), según el informe semanal de Agro Hedge.
Destacó que la demanda respondió con varias licitaciones, pero “no se vislumbran amenazas a la oferta global”, a pesar de las reducciones realizadas por el Departamento de Agricultura de EEUU (USDA, por su sigla en inglés).
En tanto que el Consejo Internacional de Granos elevó la producción de Rusia en 3 millones de toneladas (Mt) y de Ucrania en 1 Mt, lo que compensó bajas en Australia (2,5 Mt), Argentina (1 Mt) y Canadá (1,5 Mt); mientras que el USDA había estimado los stocks globales en 258,6 Mt, 6 Mt menos que lo esperado por el mercado y 9 Mt menos que en 2022-23, reportó.
Indicó que las siembras de invierno en EEUU alcanzaron el 26% del área, frente a 27% esperado y 29% de promedio; mientras que la cosecha de primavera está próxima a culminar, con 96% de avance.
Hay tres barcos que se están dirigiendo a puertos de Ucrania para enviar granos y metales hacia China, España y Egipto; las embarcaciones saldrían por aguas del Mar Negro controladas por Bulgaria y Rumania, ambos miembros de la OTAN, y no por el territorio que antes supervisaba Rusia, consignó.
Señaló que la demanda internacional estuvo “muy activa” la semana pasada, con Argelia y Egipto liderando las compras, en el caso del primero, habría comprado 120.000 toneladas a US$ 272/ton CIF, aunque el número final todavía se desconoce; en tanto que Egipto en tanto también compró 120.000 toneladas de trigo rumano al mismo precio que Argelia, lo que representa US$ 15/ton menos que el “piso” teórico impuesto por el gobierno ruso.
Otro factor considerado es que en Argentina comenzó la cosecha en la zona norte, con rendimientos que oscilaron en torno a los 1.000 kg/há, las altas temperaturas acortaron el ciclo del cultivo, y se espera gran variabilidad de rindes. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires mantuvo en 16,5 Mt su estimación país, informó la consultora.
Los precios del maíz registraron ganancias este miércoles 27, rebotando desde niveles técnicos claves y debido al ajuste de posiciones por parte de los fondos de inversión de cara al informe de existencias de cereales en Estados Unidos, que será publicado este viernes por el USDA. La posición diciembre cerró en US$ 190,25 por tonelada, en tanto el contrato marzo 2024 cotizó en US$ 196,15 por tonelada.
Los operadores del mercado apuestan a que se mostrará una caída en las existencias de maíz desde el último reporte del 12 de septiembre, indicó la Bolsa de Comercio de Rosario.
En el mercado de granos el maíz arrancó la semana con subas, gracias a las “buenas” ventas de Estados Unidos (EEUU), y la semana pasada el cereal logró independizarse de las caídas de la soja, lo que confirma la “sensación de que tocó piso” al menos hasta que se conozca más sobre los rindes del país norteamericano y la siembra en Sudamérica, además “la fortaleza del petróleo da sostén a los precios”.
Así lo indicó el informe semanal de Agro Hedge, que detalló que el 53% del maíz está en condiciones “buenas o excelentes”, una “mejora” respecto del 51% de la semana pasada; mientras que la cosecha en tanto llegó a 15%, frente a 13% de avance promedio y 17% esperado por el mercado.
En el Mar Negro, Ucrania atacó instalaciones de Rusia en el puerto de Crimea y logró embarcar al menos tres cargueros con granos; y en relación a la producción de maíz, la producción ucraniana aumentaría de 27 millones de toneladas (Mt) a 28 Mt, aunque recién se lleva el 1% de cosecha, informó.
Consideró que la Comisión Nacional de Abastecimiento (CONAB) dio sus estimaciones para la próxima zafra de maíz de Brasil, y tal como anticipaban los privados, habría una reducción en el área de primera de 1 millón de hectáreas, 5% del área de 2022-23.
La producción total caería de 131,87 Mt a 119,84 Mt, con una baja principalmente en el maíz de segunda tras el récord del año pasado, en tanto que la estimación de exportaciones es de 38 Mt, frente a las 52 Mt de este año, conforme con el reporte de la consultora.
Por otra parte, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires estimó la siembra de maíz en 5% a nivel nacional, con 20% de avance en la zona núcleo. “La rapidez de la siembra ahora está condicionada a las lluvias previstas para el resto del mes, ya que sigue habiendo escasas reservas hídricas en la zona”, apuntó.
El mercado de haciendas gordas atraviesa un momento de “incertidumbre” y “altibajos” porque no hay referencia, ni piso de los valores del ganado, con entradas largas y precios de US$ 0,10 de diferencia entre un frigorífico y otro, señaló el director de Zambrano & Cía, Gerardo Zambrano, en el programa Punto de Equilibrio en Carve y en revistaverde.com.uy.
Consideró que Brasil mejoró sus valores y eso puede beneficiar de alguna manera a Uruguay, atendiendo a la competencia de las exportaciones de carne del país norteño en los mercados, principalmente en China.
Actualmente es “muy difícil generalizar” los valores del ganado en el mercado uruguayo, porque algunos frigoríficos ofrecen cerca de US$ 3 o más para el novillo y alrededor de US$ 2,60 por kilo para la vaca, indicó.
Zambrano sostuvo que los productores que representan al sector ganadero en la Junta Directiva del Instituto de Carnes son los que saben si el nivel de precios del mercado local está alineado con los valores de exportación de la carne vacuna.
“En el corto plazo no veo cambios importantes para nada, no veo subiendo” los precios del ganado y le aconsejo al productor que en la medida que tenga posibilidad de sumar kilos en el campo que lo mantenga, señaló.
Remarcó la diferencia en los precios que ofrecen por el ganado los frigoríficos grandes y los chicos, por lo que es difícil plantear algún valor de referencia del mercado.
Planteó que la plantilla de precios de la Asociación de Consignatarios de Ganado (ACG) debería quedar “nominal” porque no siempre es una referencia del mercado.
“Los corrales es un desastre por donde lo mires”, considerando los costos y sin tener un precio de referencia por los vacunos producidos en los sistemas de engorde intensivo, enfatizó.
Acotó que en su caso no encierra un novillo hasta tener una señal concreta del mercado, que garantice cierta rentabilidad para el negocio.
Zambrano advirtió la “preocupación” que genera el avance de la concentración de la industria frigorífica, específicamente por la posible compra de tres frigoríficos más por parte de la empresa de origen brasileño, Minerva.
Hay un “tema no menor” que Minerva vende commodities y “la materia prima que es el ganado representa un 80% del negocio”, “no le da ningún valor agregado” y va hacer lo más posible de comprar lo más barato, sostuvo.
Opinó que eso es un “atraso” para Uruguay por la “comoditización” de la carne, al igual que pasa con la lana sucia, cuando que se necesita generar más valor agregado.
A nivel general lo que “estamos viendo es que, obviamente la zafra pasada fue “muy pobre” en la producción de semillas de buena calidad, por eso de la “poca semilla” que puedan tener los productores “estamos apuntando a que se logre la “mejor performance desde el arranque”, para eso “los bioestimulantes que se utilizan en el tratamiento de semillas” pasan cumplir un rol “fundamental”, dijo el integrante del área de agroinsumos de Barraca Erro, Marco Cristino, en el programa Punto de Equilibrio en Carve y en revistaverde.com.uy.
Señaló que “dentro de los análisis de la semilla guardada que puede hacer el productor, los primeros seguramente den un buen resultado en germinación pero a medida que se acerque a la fecha de siembra los estudios dicen que baja la germinación y el vigor”, “entonces productos de la línea Grap nutrientes, donde aparece el CoMo raíz”, es una herramienta “muy válida” para obtener “buenos resultados al inicio y un cultivo bien implantado”.
Cristino se refirió a la semilla de uso propio que es donde se pueden generar algún tipo de problemas, porque “cuando se guarda en bolsones o en silos tiene sus ventajas pero no es lo mismo que comprar una semilla certificada”, que tiene sus estándares lo que es “más seguro” en aspectos como germinación y vigor.
Cristino consideró que la semilla certificada también puede pasar por algún tipo stress, como temperaturas bajas en siembras tempranas, lo que puede provocar inconvenientes en la germinación.
Por eso, al bioestimulante “CoMo raíz lo posicionamos como un seguro de implantación”, ya que el aporte principal dentro del producto, “más allá de la parte nutricional, en la parte de bioestimulación es el componente hormonal lo que genera que todas las semillas tengan la oportunidad de germinación e implantación”.
La demanda por verdeos de verano “ha sido muy importante”, y los sorgos forrajeros “están agotados en el mercado”, destacó el gerente técnico de Calvase, Ignacio Quintans, en el programa Punto de Equilibrio en Carve y en revistaverde.com.uy.
Si bien aumentó el precio de la semilla, ese insumo representa del “15% a 20% del costo total” de un verdeo pero “bajaron mucho”, en torno al 40%, los fertilizantes y los agroquímicos, “con lo cual el costo total de un verdeo de verano ha bajado entre 25% y 30% por hectárea”, acotó.
Al analizar el costo de la materia seca, “un sorgo, siendo conservador, que produzca 8.000 kilos de materia seca, el año pasado dejaba el costo de la materia seca en US$ 60 por tonelada y este año está en poco más de US$ 40, por lo cual hay una baja de un 30%. Sin tomar en cuenta la variable climática y el impacto en la productividad de las especies estivales, explicó Quintans.
Se refirió a la situación de costos productivos y estrategias de los productores en el marco de una jornada organizada por Calvase en Treinta y Tres, para analizar diferentes aspectos de cara a la próxima zafra agrícola.
La demanda de semilla está “muy enfocada” en tratar de “recomponer” la base forrajera, y “los productores tratan de hacer verdeos de verano”, que sean productivos y también dejen espacio a áreas que puedan ir a la siembra de soja, comentó.
Señaló que la paleta de sorgo de diferentes tipos de híbridos, y la demanda del sector lechero fue hacia “materiales más eficientes y modernos” y la ganadería no ha estado ajena a esa tendencia.
En tanto que en “cultivares y especies nuevas” en el mercado uruguayo Calvase está trabajando con el Teff, que es una gramínea anual, específicamente el cultivar Tiffany de la firma Barenbrug.
Respecto a la zafra de verano, Quintans indicó que en la zona “había mucho productor arrocero que se venía planteando que si no podía plantar arroz” le resultaba “atractivo” el precio de la oleaginosa en una rotación que se consolidad y crece.
“La vedette es la soja”, ya que “todo indica que la zona este tendrá un incremento importante” del cultivo, que también está “asociado a la baja del precio del ganado gordo”, avizoró.
Actualmente la producción de vacunos en corrales de engorde atraviesa un momento de incertidumbre, ya que por la “baja” en el precio del ganado gordo los empresarios del sector no saben si encerrar o no animales, dijo el Mesa del Corral, Daniel Miranda, en el programa Punto de Equilibrio en Carve y en revistaverde.com.uy.
Comentó que hace unas semanas el mercado de la reposición “no había acompañado la baja del precio del ganado gordo”, ahí el número era mucho más complicado, pero hace unos días la reposición empezó a acompañar la tendencia del valor de las categorías gordas, todavía el “número es sensible” y “no se llega a lo esperado”.
“Tampoco hay muchas señales de la industria y de la demanda” externa, “como puede ser Europa o China”, como para que el productor se juegue y decida encerrar ganado, sino que está “más cauteloso”, afirmó.
Indicó que el precio de la reposición representa dos tercios del costo final, y eso es lo que pesa y se puede comprar a través del consignatario a lo que se suma el flete, en cuanto a la alimentación es un tercio y desde mayo bajó el precio del maíz, llegando a un valor estable de US$ 250 o 260 por tonelada.
Para determinar el punto de equilibrio del corral es necesario considerar que “los números son muy variables”, como el caso del valor de la reposición, y con los niveles de los últimos remates “tenemos que estar pensando” en valores de “US$ 3,60 a US$ 3,70 por kilo”, calculó.
Miranda insistió en la dificultad que enfrenta el negocio del corral porque no hay certezas sobre lo qué podrá suceder con el precio del ganado producido en los corrales en los próximos 120 días.
Hace “dos o tres semanas”, cuando era el momento en el que se debía encerrar la mayor cantidad de vacunos para llegar a la próxima ventana de cuota de exportación, “todavía no había bajado la reposición” y “muchos productores decidieron no encerrar”, pero ahora que hubo un ajuste a la baja “algunos se juegan” y hay otros que por su sistema de producción igual tienen que encerrar, señaló.
Se refirió además a la decisión del gobierno chino de autorizar la disminución de la cantidad de días que debe permanecer el ganado bovino y ovino, de 90 a 46 días previo a la faena, lo que favorece una reducción de los costos de alimentación y también en la calidad de la carne.
El presidente de la Mesa del Corral se manifestó a favor de analizar la posibilidad de utilizar hormonas y tecnologías para mejorar en la eficiencia de conversión del alimento en kilos de carne.
El mercado de granos registró un ajuste en el precio de la soja en días pasados, y sobre este punto “hay dos visiones encontradas porque primero salió el reporte del USDA que como se esperaba ajustó el rendimiento” productivo de la oleaginosa en Estados Unidos, pero también ajustó la demanda entonces “los stocks terminan bajando la relación stock/consumo del 5,8% al 5,2%”, que sigue siendo “muy baja”, dijo el director de Nóvitas, Diego de la Puente, en el programa Punto de Equilibrio en Carve y en revistaverde.com.uy.
Comentó que “el mercado esperaba una caída mayor”, y si el USDA no tocaba la demanda, la relación stock/consumo bajaría a cerca de 4%, que sería “la segunda peor de la historia”. En ese contexto avanza la cosecha de soja y de maíz en EEUU, por lo que “los precios tienden a aflojar un poco”.
“Vamos a tener que empezar a mirar muy cerca el escenario climático para la zona central de Brasil”, porque “los pronósticos no son buenos”, especialmente para Mato Grosso que es el principal estado productor de granos, al generar el 40% del total de maíz y el 30% de la soja, y los “pronósticos de mediano plazo no dan mucha lluvia”, advirtió.
Diego de la Puente igualmente reconoció que algunos analistas brasileños señalan que para esa zona productiva el momento crítico para la soja es octubre y sobre todo noviembre, meses en los que siempre llueve. “Tenemos que estar muy atentos, porque si eso no ocurre Sudamérica va a tener una reacción”, más allá de lo que suceda en la bolsa de Chicago, planteó.
El USDA estimó para Sudamérica una producción de 227,4 millones de toneladas incluyendo a Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, lo que sería una cosecha récord y si se cumple esa proyección “los precios estacionalmente pueden caer”.
Si es menor el volumen de producción en la región, “el mercado puede generar momentos de zozobra y oportunidades que claramente hay que tomarlas”, sostuvo.
El director de Nóvitas, en el marco de una actividad organizada por Calvase, enfatizó que le preocupa la posible cosecha récord de soja de Sudamérica, por lo que el mundo puede llegar a tener los segundos mayores stocks de la oleaginosa de la historia, entonces la oportunidad para capturar precios está en el período de noviembre y diciembre cuando es el momento crítico en Brasil.