Las fortalezas de una agricultura integrada

By Cristina Fumero,

En zonas de mayor potencial la soja sufrió la seca; y las subas de precios se reflejan en las exportaciones de granos de invierno

La producción de soja en la zafra 2020/21 se ubicaría en torno de los 2 millones de toneladas. El ciclo del cultivo atravesó una situación climática que afectó fundamentalmente a la región que suele elevar la media productiva en Uruguay. En este marco, el asesor y productor Matías Cafaro calculó que el rinde promedio de la oleaginosa estará por debajo de 2.000 kilos por hectárea (kg/ha), más próximo a los 1.800 kg/ha.

Comentó que, exceptuando la zafra 2017/18, cuando la seca se llevó dos terceras partes de la cosecha y el rinde promedio estuvo en 1.100 kg/ha, “es muy difícil recordar zonas de Soriano y Colonia con rindes de 400, 500 o 600 kg/ha de soja”.

En esa línea, Alfonso Álvarez, de Agrofocus, dijo que el rendimiento promedio de soja se ubica por debajo de 2.000 kg/ha, “posiblemente de 1.700 a 1.800 kg/ha”, calculó.

La variabilidad y la heterogeneidad de la cosecha de soja en el ciclo 2020/21, motiva que sea difícil marcar la cifra justa sobre el rendimiento país en este ejercicio. Por eso, habrá que esperar información oficial proporcionada por la Dirección de Estadísticas Agropecuarias (DIEA), del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP). En la zafra precedente, el rinde país fue de 2.171 kg/ha, en la de 2018/19 fue de 2.928 kg/ha y en 2017/18, cuando hubo una seca importante, fue de 1.214 kg/ha.

En el ciclo 2020/21 se registró una importante suba de precios. La siembra comenzó con valores cercanos a los US$ 320 por tonelada, y en la cosecha lo precios estuvieron por encima de US$ 500, con picos cercanos a los US$ 550 por tonelada. Pero muchos productores comenzaron a vender a precios de entre US$ 340 y US$ 380 por tonelada. Esa situación, sumada a la faltante de kilos, no permitió una total capitalización del escenario de precios, e incluso hubo contratos de ventas que los productores no pudieron cumplir.

Las exportaciones de soja muestran que entre enero y abril de 2021 se exportó 45% menos que hace un año atrás, lo que se explica por el retraso en la cosecha y por la menor producción. El precio de exportación, en tanto, refleja el incremento de los valores en el mercado internacional, y el promedio se establece en US$ 457 por tonelada FOB durante ese periodo, reflejando un aumento de 33% interanual.

Al analizar el momento y marcar las fortalezas del sistema para enfrentar la situación que deja la zafra de soja, Mauricio Oyharzabal, agricultor de la zona de Dolores (Soriano) –una de las más afectadas por la sequía–, destacó a VERDE “la dinámica y el perfil del productor para innovar en tecnología, en diversificar cultivos y rotaciones, en la utilización de las herramientas disponibles, como los seguros de rendimiento y las coberturas de precio”.

Sobre los seguros de rendimiento dijo que se trata de “una herramienta fundamental y es un insumo más dentro de la planificación. Siempre hemos usado las coberturas clásicas y desde hace cuatro años incluimos el seguro de rendimiento, pero esta es la primera vez que lo activamos”.

Oyharzabal dijo que la diversificación de los cultivos es importante, porque impacta favorablemente en el aspecto financiero de la empresa. Este año, “más allá de que fue un verano particularmente seco y todos los cultivos anduvieran por debajo de lo esperado, la rotación amortigua el golpe frente a lo que podría ocurrir en un escenario de más soja y con un sistema sin sustento agronómico”, destacó.

Recordó que en el período de “precios magros de los granos, y más que nada de la soja”, se registró un “rediseño de la cartera productiva de las empresas”. Consideró que eso “es muy bueno desde todo punto de vista. Los suelos empezaron a recibir otro tipo de rotación y manejo. Apareció el maíz de segunda y el sorgo en el plan de siembra, en áreas importantes; y el año pasado arrancó el girasol, aunque en un área menor. Ese ajuste en la rotación le ha bajado el riesgo al maíz, al disminuir el área de primera”. 

Se estima que la superficie de cultivos de invierno en el ejercicio agrícola 2021/22 superará las 600.000 hectáreas (ver VERDE N° 92). Oyharzabal destacó que en invierno, “aumentó el área de colza, y el abanico se amplió. Ahora hay trigo, cebada, avena, y la colza está afianzada en la rotación de invierno. Todo esto le ha ganado espacio a los cultivos de cobertura”. 

 “En nuestra empresa estamos convencidos de que el sistema debe funcionar dentro de las tolerancias agronómicas correctas y mantener el mayor régimen productivo en los campos. Con la rotación correcta, pero siempre tratando de hacer un cultivo de invierno. Tenemos un alto porcentaje de cultivos de segunda. Esa intensidad es una fortaleza del sistema y nos permite tener una revancha rápida, diluir costos que Uruguay son altos, ya sea de cultivos, estructura, logísticos y de rentas. Nos brinda la posibilidad de mantener la máquina marchando”, concluyó Oyharzabal.

Por su parte, Franco Malán, gerente técnico de Cradeco, dijo a VERDE que el sistema agrícola “encontró un nuevo equilibrio”, en función de los valores de los granos luego de la zafra 2014/15 (en torno de U$S 350 para la soja y U$S 170 para el maíz).

En una zona donde el doble cultivo ocupa entre 70% y 80% del área total, “los márgenes agrícolas fueron bajando y los establecimientos de la zona incorporaron una rotación algo distinta a la que se hizo en los momentos de auge de la soja. También se comenzó a rotar con pasturas en los campos de menor aptitud”, señaló, aunque no descartó que “si los precios actuales se mantienen, es probable que vuelvan a la agricultura”.

Agregó que en esa zona de Colonia “la soja de primera nunca fue un cultivo muy atractivo, porque no existe la opción de dejar un campo de soja, hacer un puente verde y que pase nuevamente a soja, como pasó en otras zonas donde hubo una menor intensidad en el uso del suelo”. 

A propósito, agregó que allí la primera opción es el doble cultivo, donde en invierno se hace trigo o cebada y en los últimos años se incorporó la canola. La secuencia de doble cultivo es la que le asegura un máximo retorno al productor”.

Sobre la colza, señaló que hace unos 10 años comenzó a sembrarse “como novedad, a prueba y tímidamente”, pero en los últimos cuatro años “se transformó en una opción válida para el invierno, donde llega a ocupar entre el 20% y 25% del área invernal”. 

Dicho cultivo encuentra su sustento en la diversificación, no solo productiva, sino porque también permite ampliar la ventana de siembra. “La colza se arranca a sembrar más temprano y eso brinda la posibilidad de ir avanzado en fechas óptimas. Antes, cuando no estaba la colza, las siembras de invierno arrancaban a fines de mayo, y si llovía bien. Eso te anulaba la posibilidad de sembrar un área importante en fechas aceptables. El sistema estaba demasiado frágil en ese sentido, porque muchas veces terminábamos sembrando cebada en agosto, por atraso en el cumplimiento de los programas de siembra”, recordó.

Malán también señaló que algo similar ocurre con la cosecha de invierno. Dijo que la colza es un cultivo “muy positivo para que el productor pueda avanzar en siembra o en cosecha con su maquinaria, sin necesidad de contratar servicios. En ese esquema de trabajo es un cultivo que calza muy bien. Incluso, en muchos casos el precio de los productos pasa a tener un plano secundario”. 

“Cuando un grano anda bien, generalmente el resto de los productos acompaña. Pesa más la lógica agronómica y la capacidad operativa y humana de los establecimientos para incorporar cultivos que tengan diferentes fechas de siembra y cosecha, de una forma más prolongada en el tiempo, lo que brinda mayor seguridad de cumplir las tareas en tiempo y forma”.

Agregó que la zona es “históricamente maicera”, pero con el avance de la soja el cereal perdió protagonismo. “Luego del cambio de precios de la oleaginosa, sumado a la necesidad de rotar, el área de maíz empezó a crecer fuerte y de forma sostenida. En los últimos tres años la tasa de crecimiento anual estuvo por encima del 20%”, destacó. 

Allí “el maíz se introduce en planteos de primera, pero también en siembras de segunda. En los últimos años la ecuación ha sido positiva, en términos generales, con márgenes muy competitivos, igualando o incluso en algunas situaciones superando a la soja”.

Reflejo en las exportaciones

El proceso de diversificación en la agricultura, el movimiento de los precios y la buena zafra de invierno se ven reflejados en las exportaciones del primer cuatrimestre del corriente año. En el caso particular del trigo, el volumen exportado ascendió de 78.000 a 328.000 toneladas, y el precio FOB se incrementó 21%, pasando de US$ 208 a US$ 252 por tonelada, según datos de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (OPYPA) del MGAP.

Los principales destinos fueron: Argelia (38%) –reapareció como destino– y Brasil (34%), seguidos por Egipto, Mauritania y Chile, con participaciones que rondan el 7% cada uno.

OPYPA informó que en el caso de la cebada grano, se multiplicó por más de cinco, alcanzando las 153.000 toneladas, un registro histórico. El precio FOB por tonelada se incrementó de US$ 179 a US$ 276, y las exportaciones totalizaron US$ 42 millones. 

Por primera vez aparece China como destino, a donde se dirige 36% del volumen de cebada exportada, aunque a un precio unitario 42% inferior al recibido por las exportaciones con destino Brasil. 

El volumen de malta exportada mantuvo un registro similar al del cuatrimestre del año anterior, en torno de 78.000 toneladas, incrementándose 8% el valor FOB de la tonelada exportada, que pasó de US$ 523 a US$ 565. El 82% del volumen exportado tuvo como destino Brasil, 11% fue a Paraguay y el restante 7% tuvo como destino Argentina, Bolivia y Perú.

OPYPA destaca que la duplicación del área sembrada de colza durante el invierno 2020 permitió el incremento de las exportaciones valor FOB de crucíferas, de US$ 20 a US$ 60 millones. El precio medio de la tonelada creció 6%, pasando de US$ 413 a US$ 438, y el volumen exportado alcanzó a 135.000 toneladas, frente a las 47.000 exportadas en el primer cuatrimestre de 2020. El 97% del volumen exportado tuvo como destino Europa (Reino Unido y Francia) y el restante 4% se exportó a Estados Unidos. 

Además, OPYPA señaló que en 2020 las exportaciones de arroz presentaron un comportamiento diferente al de años anteriores debido al efecto de la pandemia provocada por el COVID-19. 

Hacia fines de 2020 ya se había vendido prácticamente todo el saldo exportable de la zafra 2019/20, quedando uno de los menores stocks de los últimos años para exportar en los primeros meses del año 2021. 

Otro efecto fue el incremento de los precios de exportación, después de varios años, a partir del primer semestre de 2020, cuando el precio de la mayor parte de los granos había caído. 

Si se comparan las exportaciones en valor y volumen en el período enero-abril 2021 respecto a un año atrás, se observa que a pesar del incremento de 25% del valor que pasó de US$ 409 a US$ 512 por tonelada, el volumen exportado descendió 31%. 

Esto se debió, en parte, a que el saldo exportable de la zafra 2019/20 fue de los menores de los últimos años (alrededor de 62.000 toneladas base cáscara), debiéndose esperar el ingreso de grano de la nueva cosecha para cumplir con los negocios de exportación. 

Los principales destinos de las exportaciones de arroz durante el primer cuatrimestre del año fueron Irak, Perú, Brasil y México. Se destaca que los precios promedio pagados por Perú e Irak resultan 21% y 11% superiores al promedio del año 2020, respectivamente.

Los beneficios de la rotación arroz-soja

“Hoy no nos vemos haciendo arroz sin soja”, dijo a VERDE el productor agrícola-ganadero Fernando Rizzo, que produce en el establecimiento La Catumbera, ubicado en el departamento de Treinta y Tres, sobre el río Tacuarí y la laguna Merín. 

El productor comentó que la empresa  inició con el arroz y en el año 2007 se introdujo la ganadería. En 2008 arrancó a sembrar soja por los precios, y “luego vimos que calzaba perfecto en la rotación”. Desde esa fecha se mantiene en el sistema, ocupando unas 2.000 hectáreas, donde una parte se rota con arroz, y “eso nos viabiliza el rastrojo, el manejo del campo y sembrar en fecha”. Además, “permite bajar los costos del arroz, entre US$ 200 y US$ 300, dependiendo del año”, sostuvo. 

La soja también rota con praderas y raigrás, “lo que aporta una ganadería muy interesante”, dijo el productor de la zona Este.

En La Catumbera el área de arroz oscila en las 1.000 hectáreas, mientras que las pasturas y verdeos son unas 500 hectáreas. “La ganadería en verano tiene disponible los campos bajos, costeros del río Tacuarí, que en invierno generalmente se pierden. Por eso, en invierno vuelve al raigrás y a las praderas. Hacemos cría y puntualmente alguna invernada de vaquillonas. Estamos por arriba del 85% de preñez en un rodeo de 600 vacas. Esos campos bajos nos permiten hacer una muy buena cría en verano”, afirmó.

Rizzo dijo que “la productividad del arroz ha venido mejorando, producto del ajuste en el manejo y las nuevas variedades». Ya en soja, “somos más dependientes de las lluvias. Si en 15 días no llueve tenemos una seca y también están los excesos”, explicó el agricultor.

Agregó que “la soja se hace en campos con menos de 1% de pendiente. Hay varios niveles de sistematización para sacar el agua de la chacra y con la misma sistematización del arroz teníamos previsto comenzar a regar, pero este año llovieron 500 milímetros en 20 días. El cultivo de soja con este sistema viene mejorando, pero todavía hay mucho más por mejorar”.

Rizzo concluyó que “tenemos la posibilidad de manejar todo el campo y hoy no nos vemos haciendo arroz sin soja, porque viabiliza al sistema y cuando sube el precio, aporta otro plus”.

Invertir para diversificar e intensificar

Walter Hugo Abelenda es reconocido por su actividad de rematador y consignatario de ganado, pero también es productor ganadero-agrícola, con una fuerte incorporación de tecnología.

La diversificación productiva es fundamental en un escenario de inestabilidad constante en materia de valores, sumado a lo que implica la producción a cielo abierto. “Incorporé la agricultura al establecimiento, con el objetivo de incrementar la producción de carne. En 1997, con un grupo de productores de la zona formamos el grupo CREA Ganaderos de Florida. A partir de ahí, y con la incorporación de un agrónomo muy afín a la agricultura, comenzamos un proceso de reconversión incluyendo la agricultura como un rubro con mayor presencia en la economía de la explotación”, explicó Abelenda. 

En la actualidad, en su establecimiento ubicado en Florida, cuenta con tres equipos de riego, que los utiliza fundamentalmente para la producción de maíz. “Regamos 30% del área dedicada exclusivamente a la agricultura, luego de cosechado el maíz, normalmente hacemos un puente verde con avena negra a la que últimamente le incorporamos vicia. El resto del área es 40% pradera (achicoria, lotus y festuca) y verdeos, y el resto campo natural mejorado con rincón y macu”, comentó. 

Este año, con riego, obtuvo más de 10.000 kilos por hectárea de maíz (base seco), y casi 40 toneladas por hectárea de maíz planta entera. Comentó que, al cosechar el maíz “estuvimos a punto de venderlo, porque valía mucho” y el negocio del corral no era claro, sin embargo, optó por seguir con el sistema.

Abelenda encierra ganado para terminación y envío a faena, y ganados de recría. “Compramos terneros y terneras, fundamentalmente, y les enseñamos a comer, lo que nos permite bajar la carga en invierno, para arrancar temprano la primavera, soltando los ganados del corral. También tenemos algunas ovejas para sacar corderos, pero sobre todo para el control de senecio en algunos campos”, dijo.

Destacó que este año la soja, a pesar de hacerla en secano, rindió casi 2.200 kilos de promedio. Informó que la de segunda igualó e incluso superó el rendimiento de la de segunda. “Vendimos una parte a US$ 420 por tonelada, nos pareció buen precio, y luego ya con las cartas vistas de lo que íbamos a producir acompañamos el mercado y seguimos vendiendo a US$ 500, US$ 550 y el saldo a US$ 544”, informó. 

Explicó que, cuando pudo comprar campo lo hizo, pero después optó por invertir sus ahorros porteras adentro, haciendo praderas y corrales (feedlot).

Por último, comentó que ahora se está sembrando cebada para utilizarla en los corrales, sembrada sobre rastrojo de soja de segunda, y sobre el rastrojo de soja de primera sembró pradera. El año anterior hizo trigo, con un resultado muy positivo gracias al clima. Además, señaló que la producción de carne por hectárea ganadera en los últimos 10 años estuvo promedialmente en el entorno de los 300 kilos.

Nota de Revista Verde N°93

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Los contratistas agrícolas lograron achicar deudas, pero precisan renovar la maquinaria, según Rostán

By Cristina Fumero,

En el tramo final de la cosecha de soja la evaluación indica que fue “un año raro y distinto”, considerando que por condiciones climáticas, fecha de siembra y variedad llegó a coincidir el momento de la trilla de la soja de primera con la de segunda.

Así lo señaló el presidente de la Cámara de Servicios Agropecuarios, Edgardo Rostán, el martes 25 en el programa Punto de Equilibrio en Carve y revistaverde.com.uy.

Dijo que fue una zafra sojera de poco rinde, sin problemas de humedad y por eso fue muy rápida de levantar. “Las cosechadoras iban con un velocidad más alta de lo normal y al haber poco rinde siempre tuvieron siempre trabajando porque no hubo problemas con los camiones”.

Rostán comentó que el sector de los contratistas está bien, lo que quedó demostrado en la operativa desplegada en la reciente campaña de cultivos de verano.

Tras varios años de precios reducidos de los granos y la acumulación de endeudamiento, los prestadores de servicios agropecuarios pudieron “achicar las deudas” y registraron un “relevo generacional”, afirmó.

Se lamentó de la falta de créditos con condiciones acordes a la operativa de las empresas del sector, principalmente para la adquisición de maquinaria agrícola, que es una inversión “muy necesaria”.

Escuche a Edgardo Rostán

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En busca del “equilibrio” genético, la Sociedad de Criadores de Angus desarrolla dos consultorías especiales

By Cristina Fumero,

La Sociedad de Criadores de Aberdeen Angus tiene dos consultoría en curso vinculadas a la mejora genética y a la producción de carne de esa raza. En el primer caso se contrató a un genetista estadounidense y en el otro a un especialista uruguayo, ambos tienen experiencia en realizar investigaciones en esos temas, dijo el presidente de esa gremial, Diego Oribe, el miércoles 26 en el programa Punto de Equilibrio en Carve y revistaverde.com.uy.

En las EPDs (Diferencias esperadas de progenie) se evalúan nueve características de la raza Angus, que muchas tienen que ver con el crecimiento, la calidad y la cantidad de carne, la idea es poder “agregarle características nuevas que tengan que ver con la parte reproductiva para que el criador y cabañero pueda contar con más información”, explicó.

Destacó que el objetivo es mantener un “equilibrio” entre los datos genéticos relacionados con la reproducción y con la calidad de la carne.

La otra consultoría busca interiorizarse más respecto a quienes están más cerca del mercado, como la industria, los brookers y proveedores de productos.

Trabajar en obtener datos que estén vinculados a lo que les demanda el mercado, para poder incorporarlos como valor agregado a la certificación de la carne, comentó.

Escuche a Diego Oribe

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#verdeLIVE con Juan Radiccioni: “Taranis aporta tecnología innovadora para el agro, con inteligencia artificial”

By Cristina Fumero,

Con el respaldo de Lanafil se posiciona en Uruguay la tecnología Taranis, que comprende una plataforma de soporte técnico para la producción agropecuaria.

“Es una solución innovadora en cuanto a la adopción de tecnología para la explotación del agro y cuenta con varias capacidades que incluyen monitoreo de cultivos con el uso de imágenes satelitales e inteligencia artificial”. Así lo señaló el responsable técnico comercial de Taranis, Juan Ignacio Radiccioni, el viernes 21 en Punto de Equilibrio por Carve y revistaverde.com.uy.

Dijo que dicha tecnología sirve para reconocer malezas, enfermedades, deficiencias, entre otras cosas. La demanda de los servicios de Taranis ha tenido una evolución “creciente”, actualmente enfocada en el desarrollo de la zafra de cultivos de invierno y evaluando los resultados de la zafra de verano pasada, comentó.

Expresó: “Apostamos al productor y su conocimiento para llevar a la práctica con acciones concretas toda la información” generada con la tecnología de la Taranis.

Vea la entrevista completa a Juan Ignacio Radiccioni

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El avión es cada vez menos fumigador y crece en la demanda, dijo Bueno

By Cristina Fumero,

Como reflejo de la agricultura en el campo uruguayo, la actividad de las aplicaciones aéreas de productos fitosanitarios, fertilizantes y semillas se mueve en relación a la producción de granos.

“Es un termómetro de la situación” agrícola en Uruguay, aunque “se trabaja también en ganadería”, dijo el director de Bueno Servicios Aéreos, Oscar Bueno, el martes 18 en el programa Punto de Equilibrio en Carve y revistaverde.com.uy.

Recordó que “hace unos cuatro años se sintió la crisis” que golpeó al sector y afectó a ese rubro de las aplicaciones, llegando a “reducir el área de actividad a la mitad”.

“Ahora estamos con otra expectativa de trabajo, a partir del protagonismo de los alimentos en la pandemia” Covid-19, señaló.

Ese empresario se refirió a la demanda del servicio de aplicaciones en la actualidad, que este año es similar a la de los anteriores, aunque hay una “mayor predisposición de los productores” a utilizar esa herramienta para realizar dicha tarea agrícola.

“La conciencia de cuidar el medio ambiente está más marcada hoy en comparación con años anteriores”, afirmó.

Dijo que con el avión se reducen los productos fitosanitarios utilizados a la hora de hacer aplicaciones, lo que permite ahorrar en costos.

En el caso de su empresa los fitosanitarios comprenden el 30% de las aplicaciones y el 70% se reparte en fertilizaciones y las siembras aéreas, aclaró.

Bueno señaló que se cree que “el avión es únicamente fumigador”, pero además de fertilizar y sembrar, en los últimos tiempos pasó a ser más utilizado en el “combate de incendios”.

“Para el sector arrocero el avión es imprescindible”, considerando que el cultivo se realiza sobre área irrigada, dijo.

Escuche la entrevista completa a Oscar Bueno

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Tambos registran una situación complicada en el arranque de la lactancia, según Aguerre (Base Pasto)

By Cristina Fumero,

En este año en lo climático “no tenemos mucha queja”, pero sí “está complicado en la producción, en el arranque de la lactancia”, dijo el integrante de la consultora Base Pasto, Martín Aguerre, el martes 18 en el programa Punto de Equilibrio en Carve y revistaverde.com.uy.

Comentó que “hay una combinación de factores”, por un lado “la producción de pasto estuvo por encima de los promedios favorecido por las lluvias, pero en algunas situaciones se llegó tarde a los pastoreos y las avenas que arrancaron con seca no estaban muy arraisadas y se pasaron un poco. Ahora estamos ingresando a pastoreo en pasturas muy frescas”, señaló.

Indicó que “cuando se hace la presupuestación de pasto en teoría daría para que las vacas cosecharan entre 13 y 14 kilos de materia seca, pero el nivel de agua de esas pasturas hace que en la realidad los animales tengan una fuerte limitación en el consumo”.

Se refirió a que “hay buenos niveles de sólidos y lactosas relativamente bajas”, en el entendido de que las vacas están perdiendo estado en algunos casos.

En ese tipo de situaciones los técnicos ajustan los niveles de suplementación, “asegurando una base con el silo y ahí empieza a aparecer un poco más de leche”, explicó.

Escuche a Martín Aguerre

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Erro y Don Mario presentaron cuatro variedades de soja Enlist

By Cristina Fumero,

La próxima siembra de verano tendrá una novedad relevante: semillas provistas con tecnología que permite un mejor combate a las malezas, por su resistencia a herbicidas

Enlist aparece como una herramienta destacada para enfrentar a uno de los principales problemas que tiene la agricultura uruguaya: las malezas. Zafra a zafra, esa problemática demanda una inversión creciente para su control y, en muchos casos, requiere de una inversión que no es suficiente para evitar las pérdidas productivas. La tecnología Enlist en soja aporta resistencia al herbicida 2.4 D Enlist Colex-D, glufosinato de amonio y glifosato.

En esta zafra hay en multiplicación cuatro variedades Enlist, de los grupos de madurez 5.2 al 6.5. “Es un portafolio amplio y abarca más del 60% de los grupos de madurez que se siembran en Uruguay. Por lo tanto, el productor puede incluir estos materiales sin tener que cambiar su plan de siembra”, dijo a VERDE el gerente de semillas de Erro, Marcelo Ferreira.

Las nuevas variedades Enlist que el productor uruguayo tendrá disponibles para sembrar en la próxima zafra serán: DM 52E21 STS, DM 60E60 STS, DM 61E61 y DM 65E65 STS.

“A tres de los cuatro materiales se les agrega un cuarto modo de acción: la resistencia a los herbicidas de las familias de la ALS. Son variedades con tecnología STS, que aportan flexibilidad al sistema, una especie de seguro para sembrar soja en ambientes donde existan sospechas de herbicidas residuales”, acotó.

En el año 2010 Don Mario introdujo a su programa de mejoramiento el evento Enlist, desarrollado por Corteva, y desde entonces ha generado variedades para el mercado de Estados Unidos, Brasil, Argentina y Uruguay.

Para profundizar y abordar la experiencia del uso de esta herramienta en Uruguay, que se comunica en los medios digitales con el hashtag #ExperienciaErroDMEnlist, VERDE también conversó con el gerente comercial de Erro, Germán Bremermann, y con el coordinador comercial de Don Mario para Uruguay, Paraguay y Bolivia, Ignacio Risso.

Bremermann señaló que este “es un nuevo hito de Erro y Don Mario en el cultivo de soja”. Recordó que esta historia arrancó a principio de la década del 2000 y “ha tenido a las dos empresas marcando diferentes momentos” en la evolución de la producción de soja en Uruguay.

“Comenzó con las variedades indeterminadas, luego llegaron los materiales grupo VI y VII adaptados a Uruguay, posteriormente la tecnología Intacta, y en la próxima zafra el lanzamiento de Enlist”, repasó.

Sobre la problemática de las malezas, advirtió que “estamos ante un problema que nos está complicando bastante, que no se puede resolver de manera sencilla y que nos saca muchos kilos por hectárea, en soja y otros cultivos. Es un problema que representa un costo importante, que va creciendo año a año”.

Consideró que esta tecnología “viene a ser una herramienta que no solucionará todos los problemas, pero será parte de un sistema y servirá para sobrellevar de mejor forma la actual situación de malezas”.

A la hora de enumerar los aportes, consideró que “ayudará a mejorar la productividad de la soja y de otros cultivos, y en algún sistema también podría colaborar con una baja de costos”.

Bremermann se refirió a los estudios realizados con la consultora Unicampo, así como a otros trabajos como, por ejemplo, el de la Mesa Tecnológica de Oleaginosos. “Cuando se analizan los datos, se observa que el problema va creciendo de forma exponencial. Hace cuatro años que la incidencia de malezas, como Amaranthus, abarcaba entre 15% y 20% de las chacras y ahora llegó al 80%, incluso hay zonas con 90%”, dijo.

Especificó que esos porcentajes corresponden a la zona agrícola del litoral-oeste, donde se observaron casos en los que la agresividad de la maleza significó la pérdida de entre 300 y 400 kilos de soja por hectárea. “Es mucho”, afirmó Bremermann.

Las diferentes estimaciones marcan que el área afectada por Amaranthus “puede llegar a tener una severidad superior al 30% de la superficie agrícola de Uruguay”, resaltó. El cultivo de soja actualmente ocupa algo más de 1 millón de hectáreas, de acuerdo a los datos que maneja el sector privado.

“Para ayudar a enfrentar esa realidad es que aparece la tecnología Enlist. Una herramienta que debe cuidarse, utilizándose de la forma correcta, para evitar que deje de cumplir su función”, indicó Bremermann.

Ferreira, por su parte, comentó que durante la zafra 2020 se invitó a productores y técnicos a vivir la #ExperienciaErroDMEnlist en tres localidades de desarrollo y en más de 14 campos de producción. “Se pudo ver a campo la propuesta de valor de esta tecnología, su efectividad de control, flexibilidad en la ventana de aplicación y seguridad en el manejo del cultivo frente a lo que el productor dispone para enfrentar la problemática creciente de malezas”, dijo el gerente de semillas de Erro.

Allí el productor pudo observar “la propuesta de manejo de las variedades DM Enlist con la tolerancia a tres herbicidas: “2.4 D sal colina con tecnología Colex-D, glifosato y glufosinato de amonio. No se ha masificado el uso de este último, pero puede hacer un gran aporte al manejo”.

Resaltó que “es un gran cambio y aporte frente a las herramientas que disponía el productor en posemergencia, que muchas veces no logran ser efectivas y además se llevan kilos”.

La #ExperienciaErroDMEnlist es un programa de control integrado de malezas que amplía y potencia las herramientas que ya estaban disponibles. “Dado que en muchos casos, además de no ser efectivas para la solución del problema, afectan al cultivo y generan pérdidas de rinde”, afirmó.

La siembra de variedades de soja con tecnología Enlist “se enmarca dentro de este programa de control integrado, que combina eventos tecnológicos, uso de herbicidas preemergentes y prácticas de manejo que siguen siendo muy efectivas, como los cultivos de cobertura, la rotación y la fertilización”, señaló Ferreiras.

Agregó que eso se hace “con el objetivo de lograr que la tecnología Enlist perdure en el tiempo, porque entendemos que es la herramienta más efectiva para el control de malezas. Para eso debemos cuidarla y realizar las prácticas de manejo que  eviten una evolución potencial de resistencia de las malezas”.

Destacó que es “muy importante” el papel que juega la agronomía y la planificación en la aplicación de herbicidas en los diferentes sistemas de producción, dado que “en los predios habrá, al mismo tiempo, varias tecnologías asociadas al cultivo de soja, como Enlist, RR1, Intacta, STS y variedades no transgénicas, entre otras”.

La sustentabilidad

Para Bremermann el mensaje al productor pasa por la oportunidad de contar con una paleta de variedades que abarca distintos grupos, con una tecnología que aportará en el manejo de malezas. “Es fundamental que perdure en el tiempo, sabiendo que nos permitirá alcanzar buenos resultados”, planteó.

Insistió en que “debemos cuidarla. Pensemos en el sistema, no abandonemos los preemergentes, sigamos haciendo rotaciones, buenas coberturas, pensando con una mirada de mediano y largo plazo”.

Consideró que “es fundamental lograr que esto perdure en el tiempo y, sin duda, permitirá cosechar buenos resultados” en soja.

La genética más Enlist

Ignacio Risso describió el tiempo de trabajo que lleva Don Mario con Enlist. “Hace más de 10 años Don Mario introdujo el evento biotecnológico y comenzó a realizar los primeros cruzamientos en Puerto Rico y desde ese momento fue avanzando”.

Acotó que “en la medida que se vio que la tecnología podía sumar al sistema, Don Mario fue invirtiendo más, y empezó a hacer cultivos en contraestación en Estados Unidos, para generar más variedades en menos tiempo”.

Desde ese comienzo hace más de 10 años hasta la fecha, “el avance ha sido notable”. En la actualidad “estamos generando unas 60.000 variedades Enlist por año”, destacó.

Agregó que Don Mario le destina el 30% de la inversión en Investigación y Desarrollo al programa de mejoramiento Enlist. La compañía también cuenta con programas de mejoramiento de sojas convencionales, RR1, Intacta y otras tecnologías que aún no han llegado al mercado.

Sobre el costo, Risso señaló que, de acuerdo al trabajo que se viene realizando con Corteva, “se busca que el precio no sea una limitante para que la tecnología Enlist se masifique rápidamente”.

Llegada a Uruguay

El camino para llegar al productor uruguayo, según Ferreira, “comprende un trayecto largo de evaluación y validación a campo, para que el productor tenga seguridad y logre excelentes resultados productivos. Lo mismo ocurrió con las otras variedades de soja y sus respectivas tecnologías, como también lo venimos haciendo en trigo y desde hace un par de años en maíz”.

Eso implica “testear los materiales en los ambientes de Uruguay. Hace cuatro años que las variedades Enlist más promisorias del programa de Don Mario comenzaron su evaluación en el país, bajo un sistema regulado, porque en ese entonces la tecnología no se había liberado. Tampoco estaba aprobado el herbicida Enlist Colex-D, el único registrado para aplicar en estas variedades de soja”.

Foco en el potencial de rendimiento

Para Ferreira “el foco sigue siendo el rendimiento y que la variedad se adapte a los ambientes de Uruguay”. Para eso, los materiales Enlist “se vienen testeando desde hace cuatro años frente a las mejores variedades disponibles a nivel comercial”, porque “de nada sirve tener una tecnología si no hay rinde”, sostuvo.

Además, comentó que “cada variedad saldrá con su recomendación de manejo, para que maximice su desempeño”.

Sobre el potencial de rinde, destacó que Erro comercializa “una variedad muy conocida y líder en rendimiento: DM 60i62” y anunció el lanzamiento de DM 66R69. “Esa es la vara para medir con los materiales Enlist. No se compara con un material de hace 10 años, sino con el de mejor performance actual a nivel comercial. Por eso, estamos tranquilos de que las variedades Don Mario tendrán la tecnología Enlist y aportarán rendimiento”, remarcó.

Sobre las expectativas que genera el lanzamiento de la tecnología, Bremermann señaló que “es muy interesante” y “llega en el momento justo”, porque “en muchas situaciones se llegó al límite” en el avance de las malezas.

Destacó que a partir de la próxima siembra el productor “contará con herramientas para el control de malezas, pero no perderá rendimiento, algo que el agricultor siempre demanda”. Por lo tanto, enfatizó que la #ExperienciaErroDMEnlist “aporta un nuevo salto en el manejo de malezas, sin perder rinde”.

Nota de Revista verde N°92

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