Madurez y foco en la productividad caracterizan a la agricultura actual
Marcos Guigou, director de ADP, analizó el momento y las perspectivas del sector, que se apoya en los buenos precios, la incorporación de tecnología y la sustentabilidad
Hay una “madurez interesante en el sector (agrícola), y los jugadores que están tienen un conocimiento del negocio y han logrado relaciones de mediano y largo plazo con los propietarios de tierras y proveedores de servicios. Es algo que está muy bien armado. El nivel de inversión es muy fuerte y está direccionado en la búsqueda de altas productividades”, dijo a VERDE el director de ADP (Agronegocios del Plata), ingeniero agrónomo Marcos Guigou.
Destacó que la agricultura uruguaya “viene de años interesantes” porque luego del quiebre de precios en 2014, se registró un reacomodo de actores y planteos productivos, y eso “se está notando en el interior”, con la “intensidad” de las actividades. [um_loggedin]
Al sistema “lo veo muy bien”, dijo, y agregó que mucho tiene que ver con lo que ha realizado el propio sector, además del marco del país. En ese sentido, planteó que si bien Uruguay sigue siendo caro, tiene muchos puntos valiosos al compararse con la región.
Guigou valoró que “el sector agrícola está maduro, luego de haber pasado momentos difíciles. Hace siete u ocho años muchos productores y empresas argentinas se fueron para apostar nuevamente a su país. En ese momento quedaron huecos que se fueron cubriendo de muy buena forma. Las personas y empresas que tomaron esos lugares están muy preparadas, tienen mucha calidad, y han funcionado muy bien con modelos de producción agrícola que son muy interesantes”, acotó.
Consideró que para el que quiera entrar a la agricultura está “mucho más difícil que hace 20 años atrás”. Y recordó que cuando se dio el ingreso de inversiones argentinas a la agricultura uruguaya “el sistema estaba mal”, los productores “habían quedado muy mal” luego de una serie de hechos muy complejos, a los que luego se sumó la crisis del año 2002.
“Probablemente estábamos haciendo los deberes para el largo plazo, pero estábamos muy mal en el corto plazo”, recordó. A la vez, señaló que en Argentina, “los productores fueron pesificados asimétricamente tres a uno, las deudas quedaron en uno y la soja valió tres. Contra eso hubo que competir”.
Pero esa no es la realidad actual, y “el modelo en Uruguay está muy bien armado, tiene sustento agronómico, financiero, y empresarial. Los actores que forman parte del sistema agrícola están haciendo las cosas muy bien”, afirmó el director de ADP.
Guigou consideró que los modelos agrícolas que se están desarrollando en Uruguay “demuestran que son muy buenos”, y ya no se discute sobre la agricultura continua. “Está muy claro que Uruguay tiene condiciones para realizar un área agrícola importante y los resultados en las mejores zonas, ya sea por el lado de los números, la productividad o el cuidado de los suelos, muestran que no hay que tenerle miedo a ese modelo; después dependerá de la decisión de cada uno”, dijo.
“Estamos utilizando la última tecnología disponible, no tenemos un rezago, la puerta está abierta para su incorporación. Veníamos algo atrasados con la aprobación de eventos biotecnológicos, pero se organizó”, destacó.
Guigou sostuvo que “hay interés por invertir” y “seguramente habrá ingresos en la agricultura”, pero será en una actividad “que pedirá lo correcto por esas inversiones”. Al tiempo que reconoció un posible “recalentamiento” del negocio agrícola, porque “es algo que siempre pasa después de años buenos”.
El panorama para el negocio agrícola se muestra favorable al cierre de la campaña 2021/22. Este año, tanto en invierno como en verano, “se dio una buena combinación” entre clima y precios, y “hay que disfrutarla”, porque en otros años “hubo buenos precios, pero acá no llovía”, recordó el empresario.
Agregó que los márgenes del ejercicio “serán parecidos” a los que se alcanzaron en otro ciclo de buenos precios, pero “la diferencia está en la composición. Hoy son varios los componentes (más granos y ganadería) que sustentan esos márgenes. Anteriormente eran soja y trigo, pero la oleaginosa era la que más incidía en los resultados”, repasó.
En cuanto a las expectativas para el ejercicio 2022/23, dijo que “son buenas”. Pensando en el futuro cercano, el empresario se refirió al impacto del conflicto bélico entre Ucrania y Rusia en la producción de granos en esos países, especialmente por la “firmeza especial” que genera en los valores del trigo, de la cebada, del girasol y de los aceites.
De cara a la zafra 2022/23, en un escenario con insumos que tienen valores más altos y con una agricultura moderna que demanda mucha inversión, “hay que ser muy cuidadosos con los costos, pero las perspectivas marcan un mejor panorama frente al que teníamos hace algún tiempo”, analizó.
En el caso de Uruguay, que “siempre es un país caro, tener precios altos es como la solución perfecta”, porque “no hay otra cosa que arregle los costos altos”, enfatizó.
En ese marco, “todas las tecnologías que optimizan el uso de insumos, como la siembra variable y la fertilización variable”, además de un “buen mapeo” de nutrientes, “poder usar el banco de fósforo del suelo”, así como “utilizar el potasio en el lugar correcto y no desperdiciarlo”, apuntar a un manejo de malezas con la aplicación selectiva de herbicidas, se justifican para enfrentar la suba de esos costos, acotó.
Guigou consideró que “los precios” de los productos agrícolas “seguramente bajen”, pero “tampoco tengo claro que eso ocurra ya”. Los alimentos son claves para todos los países y no tenerlos genera un problema, por eso la demanda está “muy fuerte”, y el mundo está buscando comprar más alimentos, dijo.
Respecto a la zafra de invierno y el arranque del ciclo 2022/23, el director de ADP señaló que el productor “apuntó a la colza, porque la siembra arranca primero y es el cultivo que se pisa menos con la soja siguiente”.
Además, remarcó que “la mejor soja de segunda viene después de colza”, y demanda menos nutrientes, como nitrógeno, porque el cultivo anterior “deja más en el suelo”.
Indicó que la superficie de trigo estará influenciada por “la cama de siembra que deje la cosecha de soja” y se mostró optimista sobre el crecimiento del área de trigo, que “puede ser interesante”, dijo.
Guigou sostuvo que el piso de hectáreas que tiene la zafra de invierno “es grande”, que “la colza ocupó el primer casillero y va a tener más superficie, la cebada mantiene cierta estabilidad de área y el trigo es el jugador que puede crecer”.
Planteó que si las condiciones climáticas son buenas “se va a sembrar bastante trigo”, considerando “los precios y las perspectivas”. Al tiempo que afirmó que “dejar el campo vacío no es una opción atractiva ni para el negocio ni para el ambiente”.
Respecto a la próxima zafra de verano, Guigou valoró la posibilidad de un “crecimiento interesante en el área de maíz”, por la demanda y por los precios “muy buenos”. La genética y la tecnología en los híbridos “es espectacular” y “se necesita más maíz” para mejorar la relación de superficie con la soja, opinó.
El director de ADP analizó que “si no se siembra mucho trigo puede llegar crecer en el área de maíz de primera”; y en caso de concretarse un avance en la superficie de trigo, puede crecer la siembra de maíz de segunda. “El trigo con maíz de segunda es un tándem muy bueno”, resaltó.
En el caso del área de soja, Guigou vaticinó que “algo va a crecer”, considerando los precios de la oleaginosa, pero “no sé si hay una decisión de expandirse, porque la ganadería está muy bien y fuerte”, planteó.
Colza: más demanda, más información
“Más de 100.000 hectáreas de colza contarán este año con la genética provista por ADP, que es fruto del trabajo de investigación y selección de campañas anteriores”, dijo en AgroRedes, la publicación de ADP, el ingeniero agrónomo Enrique Ferrari, responsable de Innovación, Investigación y Desarrollo de semillas de esa empresa.
Al referirse a la propuesta comercial de semillas de colza de la compañía, agregó que “nuestro trabajo no termina en la selección del cultivar queremos ampliar la información disponible para el productor, generando seis puntos de desarrollo en el país”.
Señaló que “los nuevos puntos se ubican en zonas que representan la mayor realidad productiva del país: norte, noreste, centro, sur y litoral sur; que además abarcan distintas fechas de siembra y tratamientos, lo cual nos da más solidez a la hora de recomendar nuestras variedades”.
Comentó que en cada punto se podrán encontrar “nuestras dos variedades primaverales: el lanzamiento Guyunusa INTA, destacado en rinde, que viene a complementar nuestro caballito de batalla, que es la ya conocida Igranola 103, cuya fortaleza es la estabilidad. El objetivo es generar más información, que aporte más productividad al país”, remarcó. [/um_loggedin]
Nota de Revista Verde N°101