Al Grano

Julio Blanco: “Está lindo Uruguay, lo veo interesante para invertir en proyectos, para crecer”

27 de septiembre de 2024

El presidente de la compañía que representa a John Deere en el país planteó que los altos costos se pueden compensar con mayor eficiencia, a través de la tecnología

Uruguay “sigue dando lindas alternativas para invertir”, destacó Julio Blanco, gerente general y director de Interagrovial, empresa que representa en exclusividad a la marca John Deere en el país. En entrevista con VERDE, el empresario destacó la estabilidad política y económica de Uruguay, que es valorada por los inversores locales y extranjeros, algo que se está reflejando en el mercado de campos, a pesar de ser un año electoral.  

Entre las dificultades que enfrenta el sector agroindustrial exportador, señaló el tipo de cambio. Y enfatizó que una alternativa para compensar el atraso cambiario y las dificultades del negocio pasa por la tecnología, que ayuda a mejorar la eficiencia productiva, sobre todo a nivel del Centro de Operaciones de John Deere, una plataforma que “aún tiene mucho margen para crecer y avanzar”. 

Sobre el mercado de maquinaria expresó que “no pasa por un buen momento”, efecto de la sequía de 2022-2023. Pero destacó el incremento de las ventas de repuestos originales, sobre todo de sembradoras, luego de una promoción que generó mucho interés de los productores. A su vez, la empresa sigue con el foco en mejorar sus servicios, luego de realizar importantes inversiones en logística, distribución y tecnología.

¿Cómo observa el escenario para el negocio agrícola?

Vemos que Uruguay es un país que sigue dando lindas alternativas para invertir. Tiene estabilidad desde el punto de vista macroeconómico y político, siempre se destaca y se ha fortalecido. Es algo que además pasa de gobierno a gobierno, que los inversores ven con muy buenos ojos. En nuestro negocio muchos de los inversores son extranjeros, importantes, además de los uruguayos. Sin dudas, tenemos un escenario desafiante, por lo que representan los costos de Uruguay. El país tiene equilibrios muy importantes a nivel social, de estabilidad y demás, pero tiene como contrapartida costos que son altos, como el déficit fiscal de los gobiernos, lo que provoca que de alguna manera esas cuentas se tengan que pagar. En ese contexto hay sectores que pagan más que otros o con diferentes relaciones. El tipo de cambio presiona sobre los costos de producción del sector agropecuario a nivel interno y de la exportación. Y dentro del agro a algunos sectores los presiona más que a otros, sobre todo a la carne, el arroz y los lácteos, que son los que tienen las industrias más grandes. Es una realidad que presiona y hace que los productores tengan que ser resilientes. Pero no todo es malo. Uruguay nos brinda una muy buena posibilidad de incorporar tecnología, porque es un mercado muy abierto. En el caso de la maquinaria agrícola el país está abierto a la importación de productos nuevos y usados, prácticamente desgravado y con planes de inversión que lo apalancan. Algunos productores antes que otros han incorporado y adoptado mucha tecnología, que viene siendo creciente, y eso sí que es disruptivo, y posibilita que las unidades productivas sigan siendo rentables y sustentables en escenarios desafiantes como este. Hacer agricultura o cualquier rubro intensivo de producción en Uruguay es desafiante, pero por suerte tenemos algo disruptivo, que es la tecnología. El país también tiene un gran incentivo fiscal y también cuenta con costos financieros que son muy buenos, de los mejores de la región, fruto de la estabilidad. Esas condiciones permiten que sea rentable incorporar tecnología. 

¿El tipo de cambio es la mayor preocupación a nivel empresarial?

Es un componente. Se manifiesta que la competitividad no solo se consigue con tipo de cambio, y estoy de acuerdo con eso, pero es un componente que presiona. La agricultura y la ganadería han cambiado mucho, está ese componente tecnológico, y es lo bueno que tiene, que se puede invertir para sobreponerse a una realidad como esta. En los últimos 10 años ha cambiado la forma de producir en agricultura, la diferencia en tecnología es abismal. Y la respuesta a estos problemas está por allí.

¿Cómo evalúa la tasa de adopción de tecnología de los sectores productivos?

Para las nuevas herramientas que hay disponibles, la tasa de adopción es baja. Hoy tenemos la posibilidad de incorporar automatismos, sistemas de guiado con precisión, que nos permite repetir operaciones de un año a otro. Tenemos guiado de implementos, formas de hacer las prescripciones a partir de datos generados en el campo a través del Centro de Operaciones John Deere, aunque el uso de esa plataforma todavía es muy bajo a nivel país. Hay más productores que la están utilizando, algunos la usan mucho, va entrando a un ritmo que no es malo, pero todavía es baja la adopción. 

¿La adopción de tecnología puede contribuir a mejorar la competitividad de las empresas?

Sí, totalmente. Creo que el mejor lugar del mundo para vivir es Uruguay. El país tiene un montón de equilibrios macroeconómicos, que permiten que estemos como estamos, y nuestra composición social como país, territorial, la inclusión, determinadas políticas, generan que el gobierno tenga que moverse de determinada manera. Me encantaría que el dólar estuviera mucho más alto que ahora, pero no es algo que depende de mí. Entonces, tengo que ver cómo hago para poder ser rentable y sustentable dentro del ambiente en que me muevo. Creo que la solución es la tecnología, que nos permite aumentar rindes bajando costos, de una manera creciente en el tiempo. Son cosas que no se dan a corto plazo, hay que proyectar a mediano plazo. Nuestros sistemas productivos, como está pasando en los países más agrícolas del mundo, van por ese camino. Hay países que tienen otros problemas, otros costos, que están en otro lado, y tienen la misma respuesta: la solución está en la tecnología; es lo disruptivo.

¿Cómo está el mercado?

Después de la pandemia, los años 2021 y 2022 fueron buenos, en 2023 –por la sequía– empezó a bajar la demanda, y este año siguió bajando. El mercado está mostrando una reducción de casi 25% respecto a 2023. Creo que el coletazo de la seca siguió impactando en las inversiones. 

¿Esta situación es pareja para los distintos segmentos?

Sí, es bastante pareja. Lo atribuyo a la seca y a los números del sector. Sin embargo, veo que las áreas se siguen sembrando, hay rubros que no han tenido la misma evolución, como por ejemplo el arroz, que ha tenido buenos años de producción y precios. Pero el resto del mercado ha pasado por esa realidad. También eso coincide un poco con el endeudamiento del sector agropecuario, que es un tema a seguir de cerca.

¿El sector arrocero superó el rezago tecnológico que le generaron los años de crisis?

Creo que aún no, todavía falta, hay productores que necesitan reponer equipos, y en muchos casos hay que actualizarlos tecnológicamente. Algunos lo hicieron primero y otros lo están haciendo. Creo que hay bastante lugar para que se actualice el parque de maquinaria y la tecnología. 

¿Y en la agricultura de secano?

Ahí es distinto. En Uruguay hay buenos equipos, hay tractores, cosechadoras, hay disponibilidad, no hay urgencia de cambiar un equipo o que no haya una máquina. Por un lado o por otro, la mayoría de las veces se consigue. Lo que es muy incipiente es la utilización del paquete tecnológico completo y actual que se puede aplicar en agricultura. En nuestro caso todo el ecosistema conectado, que es el Centro de Operaciones de John Deere, todavía tiene pocos productores que lo están usando. En las máquinas de los últimos siete u ocho años se pueden hacer las actualizaciones, sin necesidad de cambiar la máquina, para que el equipo quede totalmente al día con el paquete tecnológico. Esa es una gran ventaja de John Deere.

¿Con qué objetivos viene trabajando Interagrovial?

Estamos tratando de atender mejor al cliente, ser más rápidos, es algo que estamos buscando todos. Se ha invertido mucho en logística, en una bodega central de repuestos, para llegar más rápido a todos los puntos de venta. Hubo una readecuación y se ha focalizado en algunos sectores, como por ejemplo la siembra, donde se lanzó una  promoción de repuestos que ha sido muy exitosa. Hemos logrado arrimar el precio del repuesto original al del paralelo, a una diferencia muy chica, además de ofrecer financiación de 180 días o más, y esto ha hecho que el productor vuelva a preferir el repuesto original. Estamos creciendo muchísimo en el mercado de repuestos de siembra frente al año pasado. Se vienen haciendo varias cosas como esas. Intentamos que los productores encuentren más soluciones de calidad y cumplir con la demanda, siendo más rápidos. 

¿Cuánto pesan los repuestos y servicios en el negocio de la compañía en un contexto donde baja la venta de equipos nuevos?

Son muy importantes y un poco nuestra razón de ser. Estas son empresas de servicio y además se están convirtiendo en un brazo tecnológico fuerte. Esa parte es lo que hace sentido y no se puede ver separada de la venta de maquinaria. Pero el servicio es lo que lleva a un cliente a elegirte, por eso es lo más importante. Hay que hacerlo bien, invertir, transformarse, preparar a la gente para que puedan darse esas respuestas que hoy necesita la agricultura.

¿Hay terreno tecnológico por recorrer para mejorar en el servicio posventa?

Sí, muchísimo. Esto recién empieza. La tecnología avanza a gran velocidad y nos transforma. Esto impacta muchísimo en las empresas. Además, estamos incorporando perfiles que no teníamos. Esa es una transformación muy grande. Interagrovial tiene una estructura a nivel país que se ha ido adaptando al tipo de servicio que tenemos que dar desde ahora hacia el futuro. 

¿El año electoral afecta el clima de inversión en Uruguay?

Creo que no, lo veo como una de las grandes fortalezas del país. Está lindo Uruguay, lo veo interesante para invertir en proyectos, para crecer. La campaña política puede tener algunas asperezas, confrontaciones, pero eso es normal en una contienda electoral. Son alternativas políticas diferentes, algunas más deseables que otras, pero en el fondo tenemos un país estable, donde se puede invertir. La prueba está en cómo se ha dinamizado el mercado de campos y tierras en un año electoral. Veo que el clima de inversión es muy bueno.

TARJETA PERSONAL

El contador Julio Blanco Vicente es el gerente general y director de Interagrovial, empresa fundada por su padre, Julio Blanco Durán, en 1967, que representa a John Deere en Uruguay desde 1984. En el año 2000 comenzó con la maquinaria vial y en 2010 con los equipos forestales. Lidera Ganadera Barracas, empresa con campos en Tacuarembó y Canelones, donde producen genética Angus y Hereford y realizan ganadería de ciclo completo.

Nota de Revista Verde N°116 – Sección Al Grano

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