Al Grano

López Aufranc de Syngenta Semillas: “el mundo nos está demandando más cantidad, pero también más calidad”

6 de diciembre de 2023

El ejecutivo señaló que la agricultura regenerativa con la digitalización sumará precisión en el uso de insumos, mejorará rindes y balance de carbono, bajando el impacto ambiental

Syngenta avanza en la agricultura regenerativa como una de las herramientas para hacer frente a la demanda creciente de productos de calidad y que respetan el cuidado ambiental, dijo en entrevista con VERDE, Francisco López Aufranc, director general de Syngenta Semillas para Latinoamérica sur (Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay). 

Dijo que el manejo de insumos es clave para el balance de carbono, “donde se suma más precisión con la digitalización” del sector para maximizar rendimientos, “pero no de un solo cultivo sino de todo el sistema. Es relevante el manejo de las rotaciones para que los sistemas se puedan regenerar y lograr una agricultura más sustentable”, expresó. 

El ejecutivo aseguró que el mundo “nos está demandando no solamente cantidad sino calidad. Hay que mirar las dos cosas. Por eso es importante enfocarse en la agricultura regenerativa”.

Resaltó el aumento del área de maíz, “porque es muy bueno” para toda la producción agrícola. En esa línea, indicó que Syngenta cuenta con dos programas de mejoramiento distintos para el desarrollo de híbridos que contemplan fechas de siembra temprana y tardía. “Nuestro objetivo es levantar el piso de los maíces de segunda”, afirmó.

Agregó que en Latinoamérica sur, “al analizar el área de semillas certificadas, surge que somos la compañía más plantada” y adelantó que Syngenta avanza con la biotecnología Enogen en maíz, que incorpora una enzima alfa amilasa, que favorece la digestibilidad del grano, aumentando la productividad, ya sea carne o leche, y disminuye las emisiones de carbono. El lanzamiento regional se prevé para el año 2026 o 2027. 

También consideró que existe una relación directa entre el reconocimiento de la propiedad intelectual y el rendimiento obtenido. Por esa razón los rendimientos de Brasil y Estados Unidos “son mayores” a los de Argentina, donde un 70% del mercado no reconoce el valor de las tecnologías ni la genética. 

También planteó que Uruguay debe explorar las relaciones bilaterales para sortear esa situación, porque si bien Argentina sigue siendo un proveedor de “muy buena genética” puede enlentecer el avance biotecnológico en soja.

¿Qué importancia tiene el negocio de semillas de Syngenta en la región de Latinoamérica sur?

Para Syngenta Semillas Latinoamérica es fundamental, por ser la región más extensa de la compañía en todo el mundo. La dividimos en tres partes: México, Brasil y el Cono Sur. En Brasil tenemos un enorme potencial de crecimiento, porque partimos de una base más baja. En Latinoamérica sur, al ver el área de semillas certificadas, surge que somos la compañía más plantada, lo cual es una responsabilidad muy importante. Trabajamos con los cuatro cultivos principales: maíz, soja, trigo y girasol. 

¿Cómo trabaja Syngenta para responder a las demandas que plantean los productores agrícolas?

Hoy se habla mucho no solo de productos sino de manejo para sacarle mayor valor al producto, y que esto permita lograr una mayor producción. Para nosotros es importante el posicionamiento frente a las distintas necesidades de cada productor. Dentro de un mismo campo vemos que existen diferentes necesidades y distintos ambientes. Por lo tanto, es fundamental la adaptación de nuestros productos para que maximicen el potencial productivo de cada agricultor. A su vez, vemos nuevas demandas relacionadas con la sustentabilidad de los sistemas. En ese sentido, estamos poniendo mucho foco en la agricultura regenerativa. Lo importante es el manejo de los sistemas agrícolas para que se puedan regenerar y lograr una agricultura más sustentable. Con eso el productor es parte de la solución de los problemas con el ambiente. 

¿En qué aspectos está trabajando Syngenta en relación con la agricultura regenerativa?

Buscamos maximizar el potencial alcanzando un mejor rinde, ajustando de la mejor forma la utilización de los insumos. Para eso es fundamental el manejo por ambientes. En ambientes de alto potencial es importante maximizar la densidad de siembra y la fertilización específica. A su vez, en los de menor potencial, ajustamos las variables para tener el mejor resultado. De esa forma buscamos la receta justa para maximizar los ambientes. El manejo de los insumos es clave para el balance de carbono, donde se suma el uso preciso de los agroquímicos. Todo está muy conectado con la digitalización y la agricultura de precisión, que nos permite utilizar los insumos justos para tener un menor impacto ambiental. No solo hay que pensar en maximizar un cultivo, sino que es importante pensar en el sistema agrícola. Por eso hay que analizar qué cultivos se siembran en invierno, en los puentes verdes o los cultivos de cobertura, en las siembras de verano, para plantear un plan de rotaciones que sea cada vez más sano desde todo punto de vista. Vemos que tanto en Uruguay como en Argentina viene aumentando el área de maíz, algo que consideramos muy bueno para todo el sistema agrícola.

En el caso del maíz, viendo la participación que tienen las siembras tardías o de segunda, ¿cuánto cambia el trabajo de investigación y desarrollo?

Es un cambio muy importante, que nos hace modificar la forma en la que desarrollamos productos. En Syngenta tenemos programas distintos para el desarrollo de híbridos que contemplan fechas de siembra temprana y tardía. Dividimos nuestros programas y esfuerzos en los dos segmentos. Vemos que el mercado de semillas para siembras tardías y de segunda se ha incrementado. Entendemos que la relación que se tiene en la actualidad se mantendrá estable en el mediano y largo plazo, donde las variaciones vendrán por las perspectivas climáticas. Allí el productor en función de un año Niño o Niña irá ajustando el manejo y la fecha de siembra. Pero el atraso en la fecha de siembra es una nueva herramienta, fundamental para garantizar un piso de rinde. A la vez, en los mejores ambientes o si acompañan las condiciones del clima, las siembras tempranas permiten maximizar el potencial de rendimiento de los híbridos. 

En siembras tardías o de segunda se habla de garantizar un piso de rinde, en función del trabajo y la adaptación de los programas de mejoramiento para esos planteos, ¿se puede lograr un salto de rendimiento en esas fechas de siembra?

Hay tres cosas. La conjunción de genética, manejo y tecnología es muy importante para maximizar los potenciales. El paquete biotecnológico en los cultivos de segunda es relevante. Nuestro objetivo es levantar el piso de los maíces tardíos y de segunda. Las siembras tempranas siempre van a tener un potencial de rendimiento más alto, pero el promedio de los resultados se va a ir convergiendo. 

¿Cómo se vienen trabajando sobre nuevos eventos biotecnológicos?

Claramente Viptera 3 hoy es la mejor herramienta que hay en el mercado para el control de insectos, y lo seguirá siendo por un largo tiempo. Para Syngenta la biotecnología es muy importante. Tenemos un Centro de Desarrollo en Carolina del Norte (Estados Unidos) donde se trabaja con todos los eventos que se están desarrollando. Pero hay que tener presente que los procesos biotecnológicos son muy largos. Tenemos tecnologías para introducir en el mercado en el mediano plazo muy enfocadas a la sustentabilidad, en cómo producir de manera sustentable y eficiente. Ese es el principal foco de Syngenta en nuevos eventos de biotecnología. Esperamos en los próximos tres años contar con nuevas tecnologías para aportar más herramientas al productor.

¿Qué características aportarían?

Estamos trabajando para avanzar en el mercado de la conversión de granos en carne y leche, pero de una manera más eficiente. Allí se está avanzando con la biotecnología Enogen en maíz. Enogen incorpora una enzima alfa amilasa que favorece la digestibilidad del grano, aumentando la productividad y disminuyendo las emisiones de carbono. Apuntamos a que pueda estar disponible en el mercado regional en tres o cuatro años. 

¿Cuánto aportará la edición génica al mejoramiento genético?

Los programas no cambiarán, sí se acortarán mucho los plazos de registro. Actualmente, con la transgénesis, estos registros son muy largos, mientras que con la edición génica se acortan los tiempos de manera considerable. Esto nos permitirá ingresar al mercado con tecnologías de manera más rápida. Pero sinceramente aún falta para eso. Vamos a seguir viendo más eventos biotecnológicos generados a partir de la transgénesis que de la edición génica. Si bien ya se han realizado los primeros registros, el foco de Syngenta con esa tecnología apunta a Europa. 

¿Cómo avanza la ganancia genética en los diferentes cultivos?

La ganancia genética es mayor en maíz que en el resto de los cultivos. En Argentina, al no respetarse el valor de la tecnología en la semilla de soja, ya que hay un 70% del mercado que no reconoce la propiedad intelectual, la inversión en los programas de soja es más baja. Eso se refleja en la productividad. Si analizamos los rendimientos de Argentina, y en cierta medida los de Uruguay –porque se comparten ambientes agronómicos–, vemos que son menores a los registrados en Brasil y Estados Unidos.

Por lo tanto, se puede afirmar que hay una relación directa entre el reconocimiento de la propiedad intelectual y el rendimiento obtenido.

Totalmente. Y a eso lo podemos ver directamente en las inversiones. En Latinoamérica sur, en soja invertimos casi una quinta parte de lo que invertimos en maíz, cuando las áreas no dicen lo mismo. En Brasil, en cambio, las inversiones son parecidas, y están más relacionadas con las áreas de siembra. Hasta que no haya un incentivo claro para el desarrollo de tecnologías, será difícil incrementar inversiones y eso terminará impactando en dos cosas: en el rinde y en la biotecnología. Por lo cual, cada vez será más difícil controlar las malezas o los insectos en el cultivo de soja. 

¿Qué tiene que hacer un país como Uruguay, donde hay un mercado bastante ordenado y que cumple con sus obligaciones, para sortear estas dificultades que presenta Argentina?

Eso se resuelve trabajando juntos, con un objetivo en común, vía Mercosur, vía relaciones bilaterales. Argentina se está dando cuenta de que esta forma no es sostenible a largo plazo. Esto lo va a terminar pagando el productor y el gobierno argentino. Por eso necesitamos trabajar en conjunto para generar cambios. Desde el punto de vista genético, una alternativa puede pasar por trabajar más fuerte con el sur de Brasil. De todas formas, la genética argentina sigue siendo buena. Es verdad que está perdiendo competitividad con Brasil, pero continúa aportando calidad. Desde mi punto de vista, las mayores consecuencias las vemos por el lado de la biotecnología, eso es lo más evidente. Ahí están los desafíos, porque repercute en menos eventos biotecnológicos para el control de malezas. 

¿A cuánto asciende la inversión de Syngenta Semillas en investigación y desarrollo?

En Latinoamérica sur invertimos entre US$ 25 y US$ 30 millones por año.

¿Cómo se imagina la producción agrícola de la región?

Me la imagino creciendo. Hay mucho potencial de crecimiento y tenemos una gran responsabilidad, porque somos la fuente para abastecer de alimentos al mundo. Tenemos que tomar ese rol. El mundo nos está demandando no solamente cantidad sino calidad. Hay que mirar las dos cosas. Por eso es importante enfocarse en la agricultura regenerativa para producir de una forma cada vez más sustentable para enfrentar una demanda creciente. 

¿Cuánto impacta en Syngenta Semillas, una demanda social que busca alimentos saludables, de calidad y que a la vez cuiden el ambiente?

Para nosotros eso es central. Claramente vemos que hay que trabajar estos aspectos en conjunto, es decir, maximizar el potencial, pero cuidando el ambiente. Ahí es donde está el corazón de la agricultura regenerativa y las prácticas que se van implementando. 

Tarjeta personal

Francisco López Aufranc es ingeniero industrial (Universidad Austral), máster en Finanzas (Universidad de Londres), tiene formación ejecutiva en Gestión y estrategia empresarial en London School of Economics y The Business School for the World. Ingresó a Syngenta en 2011, desempeñó posiciones globales y regionales en negocios de Protección de Cultivos y Semillas. Desde 2022 es director general de Syngenta Semillas para Latinoamérica sur.

Nota de Revista Verde N°110 – Sección Al Grano

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