Ganaderos australianos optimistas respecto al precio de las haciendas
La caída del stock en EEUU impulsó la demanda de carne en ese país y genera altas expectativas; el planteo de un impuesto al metano en Dinamarca enciende una alerta
Dos de los mayores productores ganaderos de Australia han proporcionado una evaluación optimista de hacia dónde creen que se dirigen los precios del ganado, al tiempo que expresaron su confianza en que el sector de procesamiento puede manejar un mayor número de cabezas de ganado en el futuro, a medida que el ganado de Australia regresa a niveles históricamente altos.
Peter Hughes y Tim Roberts Thomson dijeron en el Foro Mundial de Alimentos de Australia, en Brisbane, que la dinámica de la oferta y la demanda mundial apunta a precios más altos en el futuro para los productores ganaderos australianos. El resumen de la presentación de ambos fue publicada por Beef Central de Australia.
Peter Hughes y su familia son propietarios de Hughes Pastoral Group y Georgina Pastoral Company, que en total abarcan 3,6 millones de hectáreas en el Territorio del Norte y Queensland, donde crían 200.000 cabezas de ganado Wagyu, en su mayoría de raza pura.
Tim Roberts Thomson forjó una exitosa carrera corporativa como accionista fundador del gigante de las telecomunicaciones Hutchison Australia y construyó TRT Pastoral Group con su familia durante los últimos 30 años, que comprende una importante cartera de propiedades en Victoria, Tasmania y King Island con 30.000 cabezas de ganado Angus puro y un rodeo lechero.
Tanto Hughes como Roberts Thomson se refirieron a la enorme reducción del ganado vacuno estadounidense, que ha caído a un mínimo de 73 años, llegando a 83 millones de cabezas, como un probable impulsor del aumento de la demanda de carne vacuna australiana en los próximos años. Hughes afirmó que los repuntes en los precios de exportación de carne vacuna congelada a Estados Unidos fueron una señal positiva. “El dinero que están pagando es muy importante, y cuando surge algo, generalmente el mercado lo acepta”, remarcó.
De todos modos, consideró que los repuntes de precios “se han dado de una forma más lenta a la esperada, pero todo el mundo sabe lo que está pasando y las perspectivas para la producción ganadera son bastante positivas”.
A la vez, Roberts Thomson dijo que se espera que Estados Unidos entre en un proceso de reconstrucción de su rodeo y también hay señales de que Brasil seguirá este mismo camino. “Creo que habrá muchas cosas positivas para la industria de la carne vacuna en los próximos años”, analizó.
El rodeo vacuno de Australia ha vuelto a su nivel más alto en 10 años, al totalizar 29 millones de cabezas, y está volviendo a niveles cíclicamente altos. En ese contexto, Hughes señaló que, si bien era poco probable que el número de ganado aumentara considerablemente, los avances agrícolas en el norte podrían conducir a aumentos sustanciales en la producción de carne vacuna a partir del rodeo existente. “Cada establecimiento de engorde con el que hablamos está expandiéndose y duplicando su capacidad”, dijo.
“Y a medida que nos adentramos en el norte con Kimberley, una vez que la agricultura madure y tengan desmotadoras de algodón allí, y obtengamos alimento a partir de esa agricultura y se comience a engordar, entonces habrá una oportunidad de construir una planta de procesamiento en esa área”, indicó.
CAPACIDAD DE LOS CORRALES Y LA INDUSTRIA
Ambos productores consideraron que la capacidad de procesamiento de Australia, que desde hace tiempo viene reportando problemas de disponibilidad de mano de obra, sería capaz de afrontar el desafío de manejar la mayor producción de carne vacuna, generado por un rodeo más grande, y capitalizar al máximo las oportunidades de demanda que están surgiendo para la carne vacuna australiana.
“Por lo general, cuando el sector industrial se enfrenta a esto, normalmente lo afronta, encuentra formas y es innovador en la forma de hacerlo. Creo que lo que nos frena en este momento es el problema del que hablan, vinculado con la mano de obra, pero estoy seguro de que lo superarán”, dijo Hughes.
Thomson analizó que las recientes inversiones y expansiones de las plantas frigoríficas del sur han creado capacidad adicional para 3.500 cabezas por día. “Eso es positivo, porque recientemente hemos tenido momentos en los que esperamos de seis a ocho semanas para conseguir un espacio en la planta procesadora”.
Un informe de Beef Central marca que los aumentos en la capacidad de procesamiento en Victoria, Australia del Sur y las regiones del sur de Nueva Gales del Sur están contribuyendo fuertemente a la creciente faena nacional de este año, que en julio se situaba en torno de las 140.000 cabezas por semana.
A la vez, informó que desde el año pasado se han llevado a cabo al menos seis grandes proyectos de modernización, remodelación, reconstrucción y reutilización de plantas frigoríficas en una región que se extiende desde la parte oriental de Australia del Sur, pasando por Victoria y las regiones meridionales de Nueva Gales del Sur.
Algunos ya se han completado, otros han finalizado sus primeras etapas en un proceso de varias etapas, y otros todavía están un poco lejos. Agregó que no se trata necesariamente de negocios nuevos, muchas son plantas que no han funcionado durante algunos años, ya sea por la baja oferta de ganado en el sur, malas condiciones comerciales, daños por incendios u otras razones.
Thomson, en el marco del Foro Mundial de Alimentos de Australia, consideró que potencialmente también se necesitarían aumentos en la capacidad de los corrales de engorde, ya que los feedlots de Australia alimentan de forma instantánea a 1,2 millones de cabezas de ganado y están prácticamente llenos.
INTEGRACIÓN VERTICAL
Hughes dijo que no había planes para integrar verticalmente el negocio de su familia en el procesamiento y producción de carne con marca. “Creo que es más complicado, estoy acostumbrado al lado pastoril. Una vez que pasamos a la fase industrial y al engorde en corrales, se convierte en un negocio completamente nuevo y requiere tantos recursos y mucho más esfuerzo que, por lo general, algo tiene que ceder. Cuando pasa eso, generalmente los establecimientos ganaderos no reciben el cuidado ni la atención que deberían recibir”, sostuvo el ganadero.
Y agregó que, cuando “se avanza más en el camino, siempre se requiere una enorme cantidad de dinero para superar el obstáculo, y ahí es donde el aspecto pastoril generalmente queda fuera”.
En tanto, Thomson dijo que teniendo en cuenta que las propiedades en King Island tenían una reputación y procedencia fantásticas, estaba abierto a la idea. “Lo hemos investigado, todavía no hemos hecho nada al respecto, pero nos encantaría avanzar en la cadena de valor para dejar de ser un tomador de precios como lo es el productor. Pero en este momento no estamos preparados para dar ese paso”, aseveró.
EL IMPUESTO AL METANO
Hughes expresó su preocupación por las medidas para introducir impuestos al metano del ganado en algunos países. Dinamarca anunció sus planes de introducir un impuesto por un valor de casi US$ 100 por vaca y por año. Afirmó que si un impuesto de ese tipo se introdujera en Australia “destruiría a la ganadería pastoril”. Opinó que “no sería justificable” y admitió estar “muy preocupado por ello”. El productor llamó a “luchar duro por nuestra industria” y afirmó que “si el gobierno actúa en ese sentido, contribuirá a destruir al sector”.
“La industria pastoril se ha desarrollado a lo largo de muchos años, es exclusiva de Australia, nadie más cuida el aspecto pastoril como la gente que ha estado en ese sistema, y esto contribuiría en gran medida a destruirla”, advirtió Hughes.
El productor agregó que “cuando eso sucede, los valores de la tierra bajan, nadie quiere invertir en ella y se convertirá en una operación de recolección y cosecha donde el cuidado del medio ambiente y de los animales pasará a un segundo plano”. “Sería un desastre si eso ocurriera”, sentenció.
LA BIOSEGURIDAD COMO PRIORIDAD
Thomson dijo que “la bioseguridad sigue siendo una amenaza prioritaria para la industria ganadera”. Argumentó que “tenemos 63.000 establecimientos ganaderos, personas involucradas en la industria de la carne vacuna en Australia, que cubre aproximadamente el 43% de la masa continental australiana. Hay 188.000 personas empleadas directamente y unas 240.000 empleadas indirectamente, lo que hace un total de 430.000. Si existiera un riesgo de bioseguridad por el ingreso de algo a este país, sería un desastre”.
“Vimos que cuando apareció en los titulares la fiebre aftosa, cuando se detectó un caso en Indonesia, los pedidos se suspendieron de inmediato, por lo que sería un desastre absoluto”, sostuvo.
LA ESCALA
Cuando se le preguntó cuál se consideraba la “escala ideal” para proporcionar el equilibrio óptimo entre costos, eficiencia y rentabilidad en sus respectivas regiones, Hughes dijo al foro que hubo un tiempo en que 6.000 cabezas de ganado era la cantidad necesaria para ser viable. “Todo depende de cada empresa en particular”, señalando que “las empresas familiares suelen ser las más eficientes, porque son todos muy capaces y hacen un gran trabajo. Es la forma más eficiente de hacerlo”.
Thomson, en tanto, dijo que el “punto óptimo” era un objetivo en movimiento. “Ahora estamos obteniendo los precios que obtuvimos en 2014-2015, por lo que hemos retrocedido nueve o 10 años. Por eso, en nuestro análisis creemos que ahora el tamaño de nuestro rodeo debe ser aproximadamente cuatro veces mayor que lo que era para tener un negocio sustancial o exitoso”, consideró.
Nota de Revista Verde N°116