Ganadería: Las claves para mantener los altos niveles de exportación de 2021
El incremento de la tasa de extracción, carcasas más pesadas y la menor edad de faena fueron los fundamentos señalados por especialistas en la jornada anual de Copagran
El incremento de la tasa de extracción, la producción de carcasas más pesadas y la disminución de la edad de faena son los fundamentos que podrían permitir sostener los altos niveles de exportación de carne alcanzados el año pasado.
En el marco de la 4a Jornada Anual Ganadera de la zona sur, organizada por Copagran, el gerente de Información del Instituto Nacional de Carnes (INAC), Jorge Acosta, detalló los desafíos a los que se enfrenta el país para continuar con los altos niveles de producción, asegurando que la industria está capacitada para producir, procesar, desosar y enfriar 4 millones de cabezas.
El gerente de Información del INAC agregó que el tamaño del rodeo será fundamental, por lo que consideró que sería importante lograr un incremento en el número de vientres, alcanzando los 5 millones de cabezas, para que la industria tenga efectivamente 3 millones de terneros para faenar.
Bajo el título Rumbo al millón de toneladas en el sector cárnico uruguayo, Acosta repasó las oportunidades del rubro. Recordó que en el último año hubo un récord de exportaciones, de 570.000 toneladas, dos tercios de las cuales se colocaron en China.
Dijo que a ese crecimiento de 2021 hay que considerarlo genuino y compensatorio de lo que no se hizo en 2020. A su vez, afirmó que las exportaciones de carne llegaron a representar el 30% de los dólares que ingresaron al país por concepto de ventas externas.
Acosta destacó que en los primeros siete meses de 2022 se lograron ventas a un valor promedio de US$ 5.146 por tonelada, cifra 28% superior a la del año anterior. “Un animal, después de su colocación, se valoriza en promedio US$ 1.780. Hay que destinar parte de ese valor de venta al pago de la hacienda, para lo cual se necesitan US$ 1.476, quedando disponibles US$ 323 por animal como valor agregado industrial, detalló”.
En cuanto a volumen, si se realiza una mirada histórica de lo que ha sido la actividad de la ganadería en los últimos 12 meses cerrados a mayo, la faena se ubicó en 2,776 millones de animales. Acosta recordó que hay que remontarse a 2006 para encontrar esos niveles de actividad.
Si bien la faena comenzó a bajar ya en el segundo trimestre del año, sostuvo que el desafío más importante es ver cómo esa actividad permanece. De todas formas, señaló que los últimos incrementos en la cantidad de cabezas procesadas por la industria responden a “razones más genuinas y más comerciales, que tienen que ver con demandas que se han podido atender”.
La faena récord de 2021, con 2,6 millones de animales, tenía como referencia la del año 2006, cuando casi se alcanzó esa cifra. Pero Acosta recordó que en aquel año el mayor volumen de faena se dio en la zafra, mientras que en 2022 ocurrió en la poszafra. “Esto implica un cambio que evidencia que suceden algunas cosas que antes no ocurrían”, dijo.
Con relación a la extracción, el gerente de Información de INAC señaló que en el último año fue de 25%, “una de las más altas de la historia” de Uruguay; pero a su entender este porcentaje se podría incrementar.
A su vez, resaltó que uno de los cambios importantes es la edad de faena de los animales. “A partir de 2018 se vio un quiebre importante, con un aumento de la faena de novillos de 2 a 4 dientes, en detrimento de otras categorías adultas”. Otro aspecto a destacar es el peso de faena con carcasas más pesadas. “El cambio a nivel de los kilos logrados por los animales es muy relevante”, valoró.
Acosta también resaltó el rol de los corrales de engorde en Uruguay. Recordó que comenzaron a tener más relevancia en 2012/13, con unas 100.000 a 150.000 cabezas faenadas, y que en la actualidad totalizan unas 350.000 cabezas. Incluso remarcó que este año, los animales provenientes de corrales representan el 20% de la faena, compensando la caída de los animales de campo.
A nivel de demanda ”estamos asistiendo a una transformación formidable”, aseguró Acosta, y agregó que su crecimiento fue superior al de la producción de carne. “Con producciones similares, que rondan los 58 millones de toneladas, pasamos de comercializar 10% a 18%”, subrayó. Por lo tanto, no aumentó la producción pero sí el comercio, y lo atribuyó al efecto de la demanda china.
“El consumo de carne bovina en el país asiático ha tenido un crecimiento, que se ve reflejado en las importaciones. Uno de cada tres kilos de carne que se consumen en China son importados”, indicó.
Acosta también destacó que hubo cambios a nivel de los exportadores. “Parte del resultado del desempeño de Uruguay se explica por el aprovechamiento de las oportunidades”, generadas por una menor participación de algunos países en el comercio mundial de carnes, dijo.
Recordó que hay países que tienen mejores accesos sanitarios que Uruguay, como Canadá, Nueva Zelanda, Australia y Estados Unidos; ya que su carne con hueso ingresa a mercados a los que Uruguay no puede ingresar, y planteó que existe la posibilidad de avanzar en ese sentido.
Sobre el tema arancelario, recordó que el año pasado, por este concepto, se pagaron unos US$ 337 millones. “Cualquier paso que se dé en el acceso arancelario va a aportar para que esta cifra se reduzca”, sostuvo. En tal sentido, consideró positivo el avance hacia la firma de un tratado de libre comercio con China, y el pedido de adhesión al Acuerdo Transpacífico.
En cuanto a la promoción de las carnes uruguayas en el exterior, el gerente de INAC destacó que “se está invirtiendo donde crece el comercio. Esa ha sido la lógica de promoción”. Recordó que en 2020 Uruguay creó una oficina en China, lo que ha permitido desarrollar actividades de promoción, con muy buenos resultados.
Acosta se refirió, por otro lado, a los desafíos de la industria frigorífica local. Entre ellos, situó la capacidad de faena. “Muchas veces nos preguntamos qué pasaría si aumentara nuestra producción, si tendríamos capacidad de faena”, dijo. Según el cálculo a partir de faenas semanales récord, se probó que es posible producir, procesar, desosar y enfriar 4 millones de cabezas, sostuvo. Agregó que el año 2021, con faena récord, “mostró que hay caminos para recorrer, sin problemas en la capacidad de faena”.
Por otro lado, a nivel productivo, Acosta recordó que según la última Auditoría de la Cadena Cárnica, que llevaron adelante INAC y el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) en 2015, mostró que se perdían US$ 31 millones en la producción de la carne, lo que a esa fecha representaba un 2% de las exportaciones. Y calculó que “si esa cuenta se mantiene, esa cifra ascendería a US$ 50 millones”.
A nivel de producción también destacó como positivos los datos de estimación de stock del Sistema Nacional de Información Ganadera (SNIG), con los datos de la última Declaración Jurada de Dicose, que mostraron un rodeo más joven, que sigue siendo criador.
También señaló cambios en algunas categorías, como menor cantidad de novillos y vaquillonas, pero con un stock de terneros un poco mayor. Como desafíos, destacó que uno de los más importantes es asegurar una faena y una extracción alta, para poder hacerle frente a una demanda mundial de carne que será elevada.
“El engorde tiene que preguntarse qué rol va a seguir jugando el corral”, planteó, al tiempo que aseguró que lograr esos dos productos, el que sale de pasturas y el de corrales, es “muy positivo”. A su vez, Acosta sostuvo que habrá que ver cuál de los sistemas permitirá que la recría realmente “potencie los pasos del medio y logre sistemas de engorde más intensivos, para seguir con las tasas de extracción y carcasas más pesadas”.
En cuanto a la cría, recordó que hay 4,255 millones de vientres, por lo que las preguntas pasan por la eficiencia reproductiva y por el tamaño del rodeo. Señaló que por cada 100.000 vientres que se agreguen a ese stock, se asegurarían al menos 70.000 terneros más.
“El tamaño del rodeo va a jugar un papel importante. Si en vez de hablar de los 3 millones de terneros que nacen hablamos de los 3 millones que queremos faenar, vamos a necesitar más vacas”, por lo que se necesitaría un rodeo de unos 5 millones de vientres.
Ganadería uruguaya campeona del mundo
Gonzalo Ducós, coordinador ganadero de Fucrea, habló sobre Los tiempos modernos de la ganadería, resaltando que el país puede aspirar a una “ganadería campeona del mundo”.
Ducós destacó que en Uruguay “estamos reduciendo la edad de faena, aumentando la cantidad de pasturas, faenando más ganados de corrales y llegando a todos los mercados del mundo con vínculos sanitarios muy fuertes”, lo que le permite al país posicionarse de otra manera en el comercio mundial de carnes.
Aseguró que la carne de calidad, terminada a pasto y a grano, que se produce en Uruguay, está respaldada con buena genética y hace que se alcance un buen producto final, que accede a muy buenos valores.
“Hace tres años nos asombrábamos cuando el valor del novillo en Uruguay estaba por encima del valor del novillo en Estados Unidos y en Australia”, recordó. Y agregó que tres años después “seguimos peleándola, a veces con valores un poco por debajo y otras un poco por encima”.
Pero consideró que esa realidad “no nos debería extrañar más”, porque “carne de buena calidad, vendida a buen precio, en un país que produce con un vínculo con la naturaleza que es distinto al de otras ganaderías, hace que podamos aspirar a una ganadería campeona del mundo”.
El coordinador ganadero de Fucrea recordó que hace unos años INAC planteó como desafíos alcanzar el 4×4, es decir, la meta de exportar 400.000 toneladas de carne a US$ 4.000 por tonelada. Pero destacó que “llegamos al 5×5 (500.000 toneladas a US$ 5.000 por tonelada)”. Y agregó que “si queremos ser campeones del mundo, tenemos que seguir creciendo. Tenemos que proponernos el 6×5 (600.000 toneladas a US$ 5.000 por tonelada)”.
Eso significa que “es necesario alcanzar los 3 millones de terneros para que la industria pueda faenar 2,8 millones de cabezas o más.
“Sigamos produciendo las carcasas con los kilos que estamos produciendo y aumentemos la tasa de extracción; porque si bien hoy tenemos 3 millones de terneros, lo estamos solventando sobre un incremento en el número de vacas”, planteó Ducós.
A su entender, el país no está siendo capaz de solventar la tasa de marcación, entonces, para “ir a jugar la final del mundo, tenemos que aumentar 3% o 5% la marcación y alcanzar 3,3 millones de terneros, para que la industria pueda producir de 700.000 a 730.000 toneladas peso carcasa”, que se vendan a US$ 5.000 por tonelada. Con estas cifras “el Uruguay sería sensiblemente mejor”.
Ganadería en la zona agrícola
El gerente comercial de Copagran, Marcelo Fraga, destacó que la empresa está ubicada en una zona agrícola-ganadera, que en los últimos años se ha diversificado cada vez más. “Uno podría pensar que los precios de la agricultura han provocado una expansión” de ese rubro productivo, pero “también la ganadería ha crecido mucho. Estamos viendo que el productor se ha diversificado de una manera impresionante”, remarcó.
El incremento en los valores ha hecho que, para tratar de ser más eficiente, se haya buscado producir agricultura en las áreas que realmente vale la pena. “El área agrícola se ha achicado, buscando esa eficiencia, quedando más área para pasturas, poblándose de ganado”, describió.
Fraga también resaltó el crecimiento de los corrales en la zona. “Estamos trabajando mucho en ese sentido, asesorando a los productores, no solo en la parte productiva sino también en el manejo nutricional y proveyéndolos de insumos”, comentó.
En la misma línea, el gerente de Negocio Ganadero de Copagran, Federico García Lagos, recordó que la cooperativa está inserta en todo el litoral-oeste de Uruguay, desde Paysandú hasta Colonia, y “si bien tiene una base muy fuerte de productores agrícolas, también tiene productores ganaderos”, señaló.
García Lagos dijo que en Uruguay el sistema agrícola-ganadero y agrícola-lechero se da naturalmente. Agregó que “los productores, aunque se dediquen principalmente a la agricultura, tienen un área de ganadería o de lechería”, y esto motiva que la ganadería “siempre esté presente” en la actividad comercial de Copagran.