Creciente concentración de la industria frigorífica local es de «riesgo altísimo»; hay que «cuidar» la marca país, advirtió Ducós
La posible venta del frigorífico BPU, propiedad de la compañía japonesa NH Foods, al grupo brasileño Minerva despertó la atención de los actores del sector cárnico uruguayo, debido a la creciente participación de capitales de Brasil en la industria frigorífica y en la concentración en la faena de vacunos.
En la década del ochenta ningún frigorífico concentraba más del 10% de la faena, al igual que en los noventa, pero luego en los 2000 «empieza el proceso de expansión de la industria extranjera y la compra de frigoríficos», liderada por los grupos brasileños Marfrig que hoy tiene casi un 27% y de Minerva que llegó al 20% del total de la faena. Así lo analizó el director de la consultora Agrofocus, Gonzalo Ducós, en el programa Punto de Equilibrio en Carve y revistaverde.com.uy.
Dijo que en conjunto esas dos firmas abarcaron durante los últimos años «más del 40% del total de la faena de vacunos» en el mercado local. Y ahora con la eventual adquisición de BPU por parte de Minerva, «se está exponiendo a más del 50% de la faena a manos de dos empresas brasileñas».
«Claramente los japoneses no se han adaptado a la forma de proceder que se tiene en Sudamérica, y es más fácil deshacerse de un negocio que tal vez no fue tan rentable como esperaban», comentó.
Opinó que eso «es riesgoso porque una vez más no somos atractivos en una industria de alto valor», que «pretende invertir en ese Uruguay jurídicamente seguro, transparente y con poca violencia con respecto al mundo». «Cuando lo plasmas a la realidad te chocás con una cantidad de cosas que no te avisaron», advirtió.
Sostuvo que eso «representa trabajo para todos», en el entendido de que eso no solamente afecta a los ganaderos o la industria cárnica. Otro tema a considerar según Ducós, es el de la conflictividad laboral en el sector de los frigoríficos, por el impacto negativo que tiene en la operativa del negocio.
«Dos mega empresas de la industria de la proteína animal a nivel global, son las responsables de colocar lo mejor que se pueda más del 50% de la carne» de Uruguay, lo cual es de «un riesgo altísimo» ya que «quedamos totalmente expuestos», alertó.
Comentó que «hoy la marca país, carne uruguaya, está en las manos de un conglomerado brasileño, para colmo de males somos marginales en volumen», y «cada vez nos vamos aproximando a cuál será nuestro diferencial y la oportunidad de competencia». «¿Quién decide?, ¿una agencia del otro lado de la frontera?», se preguntó.
Ducós planteó una serie de asuntos a debatir y profundizar sobre el negocio cárnico, y las perspectivas futuras de esa actividad, su entramado y su estrategia, entre otros puntos.
Se mostró crítico respecto a la reacción «tímida» de actores políticos «relevantes», como el ministro de Ganadería, Fernando Mattos, al ser consultado sobre la creciente concentración de la industria frigorífica local. «Deberían estar mirando esto con preocupación, el Inac y el Ministerio de Ganadería», porque «el negocio de la carne es nuestra identidad país», enfatizó.
Al respecto apeló a la frase: «a Uruguay es más barato comprarlo que invadirlo».
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