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Ganadería

Ciencia debe diferenciar emisiones del ganado y combustibles fósiles

25 de julio de 2023

Baethgen planteó que animales y plantas emiten y capturan metano desde hace más de 10.000 años, de forma circular, pero el petróleo y el gas se extraen y van a la atmósfera

Desde hace 10.000 años hay animales y pasturas en el planeta Tierra, y desde ese entonces ya “había carbono en el aire, que capturaban las plantas, se la comían animales y volvían al suelo. Es el mismo carbono que circula por miles de años”, puntualizó el científico uruguayo Walter Baethgen, vicepresidente del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (Inia) y director del programa de investigación regional y sectorial del Instituto Internacional de Investigación para el Clima y la Sociedad (IRI) en la Escuela del Clima de la Universidad de Columbia. 

Baethgen brindó una conferencia en una actividad organizada por Conaprole en la reciente edición de Mercoláctea. Allí puntualizó que, sin embargo, hay carbono que no estaba en el ambiente, como el petróleo y el gas natural, entre otros, y que desde hace muchos años se inyectan al ambiente, a los que la ciencia debe considerarlos de manera diferente, “no tratarlos de la misma manera”, reclamó. 

Puntualizó que el carbono que emiten los rumiantes genera metano, pero es parte de un ciclo natural y que solo permanece durante 10 años en la atmósfera, después se oxida. 

Explicó que “la cantidad de carbono que hay en el suelo es muchísimo más de lo que se emite. Si aumentara 0,4% el carbono de los suelos habría cero emisión neta. Pero hacer que todos los suelos del mundo secuestren 0,4% es dificilísimo”. Sin embargo, si se captura cualquier poco de carbono “queda en el suelo por siglos”. Planteó que “debemos medirlo bien y ese tiene que ser un crédito para el productor”. 

Hay que bajar las emisiones

El científico planteó que a las emisiones hay que bajarlas por un tema de conciencia ambiental y porque los hábitos de consumo están cambiando. Consideró que en esto “hay un componente ambiental y otro económico-financiero” y advirtió que esto “se puede transformar en barreras paraarancelarias o en una oportunidad”. Y sostuvo que “la academia tiene que apoyar mucho la medición de esas huellas y medirlas bien”. 

Destacó que “en Uruguay hay un ejemplo muy bueno: es la primera vez que veo a los ministerios de Agricultura y de Ambiente trabajando juntos, sin pelearse, para armar la huella ambiental y ver cómo está afectando el sistema de producción a los recursos naturales. Eso no pasa en el mundo. Uruguay tiene una gran posibilidad de diferenciarse, ese es el camino a seguir”. 

Capitalizar las oportunidades 

El vicepresidente de INIA planteó que “hay desafíos para bajar la huella pero también hay oportunidades de certificar productos ambientalmente amigables”. Reconoció que “no sabemos cómo será el clima en el futuro”, pero aseguró que “seguirán habiendo eventos cada vez más frecuentes e intensos”. En ese sentido, planteó “mejorar nuestra capacidad de adaptarnos, pensar en sistemas de producción más resilientes y menos vulnerables”. 

Dijo que “si somos serios en cambio climático, la mira tiene que estar en los combustibles fósiles. Lo demás ayuda, pero eso es lo importante”. Consideró que este tema “desde el arranque se encaró mal y se sigue encarando mal, pero hay una batalla que tiene que dar la comunidad científica con más robustez”. 

Combustibles son los que más emiten

Más del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero provienen de la quema de combustibles fósiles, el agro emite 12% y la deforestación menos del 10%, mostró Baethgen.

Al desarrollar sobre la responsabilidad de los distintos sectores económicos en las emisiones de gases de efecto invernadero, dijo que las pérdidas de metano por fugas generan picos de emisiones, como en las minas de carbón en Australia o la perforación de pozos de petróleo. 

Enfatizó que todas las pérdidas por fugas de combustibles fósiles representan el 5,8% de las emisiones, “igual a todas las emisiones de metano de toda la ganadería del mundo”. 

China, Estados Unidos y la Unión Europea explican 52% de las emisiones. “Generalmente me río de las teorías conspiracionistas, pero en este caso me hace lugar”, comentó.

Baethgen afirmó que “si queremos combatir el cambio climático debemos reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero; eso es la mitigación del cambio climático. Para reducirlas emitimos menos o secuestramos más. Lo fundamental es descarbonizar, eliminar los combustibles fósiles lo más rápido posible. En eso Uruguay es un ejemplo”, ya que “casi el 100% de la energía es renovable”. 

También se refirió a la deforestación como “no sostenible” y dijo que “tiene que desaparecer”. Además de la gestión de residuos, donde “hay mucho por hacer”. Sobre las posibilidades de sacar carbono de la atmósfera dijo que “hay oportunidades” para el agro. 

Baethgen sostuvo que “existe el cambio climático porque hay calentamiento global”. Explicó que el efecto invernadero “es algo natural” y “si no pasara no habría prácticamente vida, porque habría 15°C menos”. Sin embargo, puntualizó que “en los últimos 150 años la actividad humana aumentó muchísimo la producción de gases con efecto invernadero”.

Nota de Revista Verde N°108

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