Nuevo Surco cumple 20 años y fue parte de la expansión agrícola
Nuevo Surco cumplió 20 años y festejó con actividades en Nueva Helvecia (Colonia) y Paysandú. El director de la empresa, Pablo Engelhardt, dijo a VERDE que 20 años pueden ser considerados un período de tiempo relativamente corto, pero “para una empresa es bastante largo”.
El empresario analizó que durante este período “hubo muchos cambios” en la agricultura uruguaya, que pasó de 12.000 o 15.000 hectáreas de soja a principios de los años 2000 a 1,3 millones de hectáreas, con picos de más 1,5 millones de hectáreas. También señaló que el trigo pasó de rendimientos de 3.000 kilos por hectárea (kg/ha) a más de 5.000 kg/ha. “Los cambios que hubo en la parte productiva, en el manejo y en los insumos han sido sustanciales”, remarcó.
Nuevo Surco comenzó sus operaciones hace 20 años en Tarariras (Colonia), con Pablo Engelhard y su esposa –socios y propietarios de la firma– y otra persona que se encargaba de la facturación. Actualmente cuenta con un equipo de 47 personas y tiene presencia en San José, Paysandú y Tarariras.
“Se generaron otros servicios, se crearon sociedades que nos han permitido tener una planta de silos, y se incorporó una empresa de camiones. Fueron cambios necesarios para adaptarnos a las necesidades de los productores”, dijo Engelhardt.
La empresa cuenta con una pequeña área productiva junto a productores, otra arista es el asesoramiento técnico, “uno de los pilares del negocio”, y luego todo lo vinculado a la venta de insumos y la comercialización de granos, con un fuerte foco en la logística, “para que el productor no pare mientras siembra o cosecha”, dijo.
El empresario también señaló que “buscamos alternativas en las coberturas de precio para bajar el riesgo de los productores”. En síntesis, sostuvo que el objetivo de la compañía es “brindar facilidades, con dinamismo y agilidad al negocio”.
En el área de insumos destacó el avance con representaciones propias, donde sobresale la alianza con laboratorios Nova –de Argentina–, así como los acuerdos con los semilleros ACA (Asociación de Cooperativas Argentinas) y el de Jerónimo Leaniz –de trigo uruguayo–. Nuevo Surco también está impulsando un acuerdo con una empresa canadiense, para sumar genética en cebada, avena y trigo.
Al analizar los cambios que registró el productor uruguayo, Engelhardt ejemplificó que hace 20 años la preocupación era lo que demoraba un camión con una capacidad de 16.000 kilos para cargar en la chacra, mientras que actualmente los productores están sacando más de un camión de 30.000 kilos por hora. “Los camiones no dan abasto con el ritmo de las cosechadoras”, subrayó.
Además, destacó que el productor es cada vez más profesional, con conocimientos en genética y fertilización, necesitando no solo el asesoramiento de un ingeniero agrónomo o de un veterinario, sino de un contador, de un abogado y de un escribano. “Esos cambios nos empujan a ser más profesionales y que nuestras recomendaciones se sustenten en investigación y en gerenciamiento”.
NOVEDADES EN TRIGO
En trigo Nuevo Surco apunta a potencial de rendimiento, con altos niveles de calidad y buen comportamiento sanitario, dijo a VERDE Sofía Quintela, integrante de la empresa. La firma trabaja con el programa de trigo de ACA y con el programa uruguayo fundado por el Dr. Alberto Artola, que actualmente lidera Jerónimo Leaniz, que comparte la genética de dos trigos que fueron referencia en el mercado: Berretín y Malevo; y ahora está lanzando Batacazo.
“Se trata de un material de ciclo intermedio-corto” y la fecha de siembra “se posiciona entre fines de mayo y hasta mediados de julio”, describió Quintela.
Sobre el material ACA 605, informó que se trata del “primer trigo que surge con la tecnología doble haploide, que aporta varias ventajas, entre ellas acortar el proceso de mejoramiento genético”. Es un material que aporta rendimiento, calidad y sanidad. También tiene un ciclo intermedio-corto, pero la recomendación es sembrarlo desde mediados de junio y hasta fines de julio.
Quintela señaló que Batacazo promedió 7.600 kg/ha en la Evaluación Nacional de Cultivares, mientras que ACA 605 promedió 7.200 kg/ha, “son cultivares de punta”, sostuvo.
MANEJO DE MALEZAS
En la actividad de celebración de los 20 años de Nuevo Surco, Compañía Cibeles presentó Zupremo, un nuevo herbicida preemergente para trigo, soja y maíz. Hernán Pucurull, integrante de esa empresa, explicó a VERDE que el producto es una mezcla de piroxasulfona, un activo nuevo y flumioxazina, para evitar resistencias en chacras.
Remarcó que las malezas resistentes “han crecido mucho”, con dificultades generadas por raigrás y rábanos en invierno, mientras que en verano la problemática surge con el Amaranthus, capines, gramíneas y echinochloas, entre otras. “Zupremo nos ha dado en todos los ensayos muy buenos resultados para el control de malezas complicadas”, valoró.
Agregó que se trata de un producto con muy buena selectividad y residualidad. “Buscamos controlar las malezas previo a la siembra y tener el mayor tiempo posible del cultivo libre de malezas. Zupremo “aporta entre 35 y 40 días de residualidad, mientras que la siembra de trigo se puede realizar a partir del séptimo día posterior a la aplicación”, dijo.
En verano la soja no muestra dificultades, mientras que para el maíz “la recomendación es aplicar de 10 a 15 días antes de la siembra”, indicó.
Compañía Cibeles cuenta con un complejo industrial con nueve plantas de formulación. La empresa comenzó en el año 2000 con 2,5 plantas de productos para el agro. Con el pasar de los años “se ha ido reinvirtiendo, hasta llegar a la actual infraestructura, donde se pueden formular concentrados emulsionales, suspensiones concentradas, curasemillas, separar fungicidas, insecticidas y herbicidas”.
A su vez, Pucurull dijo que también se puede separar los herbicidas hormonales de los otros, lo cual “es una gran tranquilidad y nos ha aumentado la capacidad productiva”. Esto “le ha permitido a la empresa un gran desempeño a nivel nacional” y “hoy estamos buscando más mercados en el exterior”.
Por su parte, Felipe Foglino de AM Agro, aseguró a VERDE que es importante entender a la maleza como parte de un sistema integral y de la rotación. “Cada vez se pierden más modos de acción, hace unos años teníamos 10 modos de acción para enfrentar a la zafra de invierno y hoy tenemos tres o cuatro vigentes, con muchos problemas de resistencia y tolerancia”, advirtió.
Por lo tanto, consideró que el desafío pasa a ser la rotación, lo que implica elegir los cultivos, “no solo la especie a sembrar sino la variedad que tolere más o menos a determinados activos”. A su vez, destacó la importancia de saber cuál es la persistencia de ese activo en el suelo, para que no limite el potencial de rendimiento.
“Antes se hablaba de rendimientos en invierno en torno a 3.000 o 4.000 kilos y no se veía el efecto que generaban algunos herbicidas en el suelo. Hoy, para cubrir los costos y para que la actividad sea rentable, necesitamos rendimientos muy altos, con lo cual debemos conocer todo al máximo detalle”, acotó.
Dijo que al contar con precios más bajos por los commodities, y dificultades por la seca o el exceso de lluvias, “se deben volcar todas las herramientas para maximizar esos rendimientos”.
Para Foglino los principales problemas en invierno pasan por el raigrás resistente a múltiples modos de acción, imposibilita la acción herbicida adentro del cultivo, “lo que provoca menor rendimiento por competencia”.
A la vez, las malezas de hoja ancha, como rábanos o nabolza, vienen surgiendo como consecuencia de la rotación utilizada, que desde hace varios incluyó a cultivos como colza y carinata.
Dentro de las estrategias de control, Foglino resaltó los resultados que viene obteniendo AM Agro con el herbicida preemergente Zupremo, de Cibeles, que cuenta con dos activos piroxasulfona y flumioxazina, “logrando una suspensión concentrada de dos modos acción, que permite cuidar al piroxasulfona, que es una muy buena herramienta para el control preemergente de raigrás en invierno, así como para echinochloa y Amaranthus en verano”.
“Se trata de una herramienta contundente y eficiente, y por esa variabilidad de tener dos modos de acción perdura en el tiempo como herramienta”, destacó.
Nota de Revista Verde N°114