Agricultura

Se constatan malezas que resisten hasta seis grupos de herbicidas

17 de octubre de 2018

La que está más presente en la región norte es Amaranthus Rudis, mientras que en el sur, este y oeste predomina Amaranthus Palmeri, avanzando fuerte hacia el norte

La problemática de malezas en Estados Unidos es muy grave, confirmó a VERDE el consultor argentino Claudio Rubione, especialista radicado en el país norteamericano. Agregó que las malezas primero generaron resistencia al glifosato y a través del tiempo algunas se han vuelto resistente a seis modos de acción, “lo que hace más complejo y limitado su control”, admitió.

Las malezas varían según las regiones de Estados Unidos. Al norte la mayor presencia es de Amaranthus Rudis, mientras que hacia el sur, este y oeste, la que más afecta es Amaranthus Palmeri. “Esta maleza es tan invasiva que se dirige hacia el norte, por lo que se está mezclando con la primera”, alertó Rubione.

En otra escala, pero no menos importante, se ubica la conyza, que está presente en todo el país. Después, más regionalizadas aparecen otras como Cossia, que al desprenderse del suelo va esparciendo semillas por donde pasa. “El nivel de complejidad es muy alto y el de solución es bajo; el productor está comprometido”, sostuvo Rubione.

El especialista explicó que se está concientizando al productor de que se debe ayudar a las herramientas químicas, para que las pocas que quedan sin resistencia se mantengan útiles. Para eso se están introduciendo tecnologías complementarias, como cultivos de coberturas  o el manejo del banco de semillas –para que no se introduzcan al suelo en la próxima campaña y no reestablezca una maleza–. «Hoy existe un control basado en un paquete de multiestrategias, para que cada una se sume al herbicida y se logre un buen control”, señaló.

Entre esas estrategias está la utilización de cultivos de soja, maíz y algodón resistentes al glufosinato de amonio, Dicamba o 2.4D. Dijo que la resistencia a Dicamba ha generado controversias. «Es un producto que tiene 60 años y por más que le mejoraron la formulación para reducir la volatilización, no termina de generar confianza. Es una pena porque los resultados de control son excepcionales. Hay varios estados que reglamentaron su uso», indicó.

Sobre la tecnología Enlist dijo que por tener una mezcla de ingredientes activos que incluye al glifosato, glufosinato y el 2.4D, hace que ya tenga más de un modo de acción. «El control también es excepcional, pero tiene la ventaja de que el riesgo ambiental es menor”, señaló.

Rubione destacó el aporte de los cultivos de cobertura para el control de malezas, señalando que con la conyza se ven mejores resultados, ya que cuando se planta el cultivo de cobertura es cuando nace la maleza, y eso va en detrimento de su crecimiento.

En el caso de las malezas de verano es diferente, porque se cruzan los ciclos con las coberturas de invierno, pero de todas formas ayudan, ya que reducen su desarrollo. “El productor le está buscando la vuelta, hay muchísima investigación e inversión. Claramente está creciendo de forma asombrosa la superficie con cultivos de cobertura, hay estados que los tienen como una obligación, para el cuidado del suelo”, remarcó.

El especialista destacó también el esfuerzo de las universidades que han elaborando programas de capacitación, como Take Action. “Se busca capacitar a los productores en química, para que todos puedan hablar el mismo idioma y hacer un mejor manejo. La evolución del productor en los últimos 10 años ha sido muy grande; hoy uno puede sentarse a hablar de estos temas porque manejan mucho conocimiento”, reconoció. Por otra parte, señaló la necesidad de controlar mejor la forma de aplicación de los productos, y en esa área también hay una fuerte apuesta a la capacitación. Indicó que quienes van a utilizar las sojas de Xtend y Dicamba deberán hacer un curso de capacitación, para obtener un certificado de aplicación del producto.

Lee la nota completa en Revista Verde N° 72

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