Syngenta presentó nuevo herbicida post emergente para chacras de soja

En el marco del 5° Simposio de Malezas de Syngenta y Grupo Macció, se anunció el producto Flexstar GT, recomendado para controlar Amaranthus y otras malezas
La problemática de malezas “viene incrementándose en Argentina, Uruguay y en el resto de los países de Latinoamérica, porque la resistencia y la tolerancia aumentan; y el objetivo pasa por contribuir con herramientas para enfrentar exitosamente su avance, manteniendo el potencial de rendimiento de los cultivos”, dijo a VERDE el gerente de investigación y desarrollo de Syngenta Latinoamérica Sur, Federico Venier.
Con ese objetivo se realizó el lanzamiento de Flexstar GT, un producto lanzado hace unos años en Argentina, que “le ofrece al agricultor una solución a una problemática, que no está únicamente vinculada con el control de la maleza sino también con el momento de aplicación”, comentó.
Flexstar GT es, además, una herramienta que facilita el uso de dos principios activos: el glifosato y la fomesafen. “Son dos ingredientes activos tradicionales en el mercado. Para desarrollar Flexstar GT se tuvo que trabajar en lograr la mejor formulación y la mejor tecnología, para que estos ingredientes activos tengan la mejor performance trabajando juntos, lo que nos demandó unos tres años y medio”, indicó.
Sobre el posicionamiento, Venier dijo que es post emergente para malezas en cultivo de soja, y que “el gran beneficio es la alta estabilidad en la formulación. Muchas veces lo productores tienden a realizar ellos mimos esa mezcla, pero glifosato y fomesafen son sales. Eso motiva que en los tanques del pulverizador exista incompatibilidad física y se produzcan precipitados, pero con con Flexstar, en cambio, GT ofrecemos una alta estabilidad”.
Acotó que “hemos analizando los diferentes momentos para enfrentar al Amaranthus y alguna gramínea resistente a glifosato, y vimos que un post emergente como Flexstar GT es una herramienta más en el manejo sistemático para el control de malezas”.
Venier indicó que otra de las ventajas de este producto es la residualidad que deja en el suelo. “Los controles se deben hacer lo más temprano posible, pensando en el tamaño del Amaranthus. Es importante marcar que la aplicación de Flexstar GT se debe hacer con un Amaranthus que tenga hasta 5 centímetros, sabiendo que tendremos una residualidad cercana a 25 días. Con eso nos aseguramos un cultivo sin competencia de malezas en los estadios iniciales, momento crítico para el desarrollo del cultivo”, explicó.
Sobre los resultados en Argentina, Venier dijo que “son excelentes” en el control de Amaranthus, y que “viene a disminuir y reemplazar la incompatibilidad que provoca el precipitado cuando se realiza la mezcla en el tanque del pulverizador”.
También sostuvo que es la alternativa que “no provoca fitotoxicidad en el cultivo, como se ha visto en otros productos que están en el mercado”.
El gerente de investigación y desarrollo de Syngenta Latinoamérica Sur agregó que en la actualidad “es sumamente complejo el desarrollo de un producto nuevo, y más complejo aún es presentar una molécula nueva. No está solamente el tamaño de la inversión sino también el tiempo que demanda, porque existen variables vinculadas a la eficiencia de dicho producto, y también a la toxicología y aspectos ambientales, temas cada vez más relevantes en nuestra compañía”.
José Inciarte, gerente de ventas y marketing de Syngenta, dijo a VERDE que el área de herbicidas de la compañía es una de las que enfrenta más demanda desde el sector productivo por el crecimiento de las malezas resistentes. Eso se traduce “en más inversión en investigación y desarrollo, que incluye, entre otras cosas, un trabajo de extensión como los seminarios técnicos y presentación de productos”.
Recordó que “desde hace mucho tiempo venimos trabajando en lanzamientos de productos. En los últimos cinco años venimos lanzado un herbicida o más por año”.
Desde su origen, los seminarios de malezas resistentes, “nos han permitido tener una instancia anual para intercambiar experiencias con los productores, técnicos y distribuidores. En esos encuentros la compañía también aporta conocimiento y nuevas propuestas para enfrentar problemas como el de la Conyza, raigrás resistente o Amaranthus, con la participación de reconocidos expositores nacionales e internacionales”.
En su edición más reciente, el foco estuvo en el manejo post emergente del Amaranthus, “dado que la problemática sigue incrementándose”, y atendiendo esa demanda, “la compañía lanzó el producto Flexstar GT”.
Inciarte señaló que para controlar el Amaranthus en post emergencia del cultivo, el productor muchas veces utiliza el fomesafen mezclado con glifosato, para atacar también a otras malezas. Pero recalcó que la gran diferencia de Flexstar GT con esa mezcla “es la calidad de la formulación. Es importante resaltar que se trata de dos moléculas muy diferentes, una sistémica y otra de contacto. Son antagónicas dentro del tanque del pulverizador, precipitándose y tapando los filtros, generando múltiples problemas. Esto se ha podido constatar en Syngenta y por parte otros investigadores”.
Al igual que Venier, Inciarte señaló que la fitotoxicidad del fomesafen en Flexstar GT no genera ningún tipo de inconvenientes. “Es un producto que viene a ocupar un lugar en el control post emergente, que cada vez será más importante para complementar los controles pre emergentes”.
Flexstar GT ya está disponible en el mercado uruguayo, en la red comercial de Grupo Macció, representante de Syngenta en Uruguay. La dosis recomendada va de 3,5 a 5 litros por hectárea, “dependiendo de la presión de malezas existente, donde lo más importante es no esperar a su desarrollo”.
Inciarte señaló que “la compañía ofrece un portafolio completo para el manejo de malezas en soja: Cerillo, para tener un barbecho limpio; los pre emergentes Fantic, Dual Gold o Eddus; y en post emergencia Flexstar GT”.
LA VISIÓN DE LA ACADEMIA
Eduardo Cortés, profesional de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina), dijo a VERDE que la resistencia de malezas en los países con agricultura desarrollada va creciendo año a año. “Debemos entender que la resistencia es un proceso natural y hereditario. No podemos evitarla, porque la resistencia tiene que ver con la evolución y las malezas van evolucionando; y en ese proceso, frente al escenario productivo que determinamos, las malezas van saliendo para un lado o para el otro. Eso es lo que observamos como resistencia”.
Cortés señaló que la resistencia no solo tiene que ver con los herbicidas que vamos incluyendo en el escenario productivo. “Eso es lo que vemos más claramente, pero las malezas han evolucionado también al arrancado manual, de forma de confundirlas con el cultivo, al sombreado, alargando su período de floración y producción de semillas, entre otros aspectos”, detalló.
La resistencia, sea cual sea, “se manifiesta a un mismo manejo. Por eso, siempre apuntamos a cambiarle el escenario a las malezas. En ese cambio debe aparecer la rotación de cultivos, de herbicidas, principios activos, mecanismos de acción. Todo eso motiva a que las malezas no se acostumbren a un mismo manejo; por eso hay lugares donde la resistencia avanza más rápido que en otros”.
Informó que “en Argentina existen 29 denuncias de resistencia, Estados Unidos se acerca a las 600 denuncias y en Uruguay son tres. Esos datos muestran cómo incide la historia agrícola y el manejo. En Argentina año a año aparecen dos o tres denuncias de resistencia, fundamentalmente a herbicidas. Eso complejiza el manejo”, reconoció.
El académico consideró que las malezas más complejas de controlar son Amaranthus y Conyza. “Amaranthus participa en los cultivos de soja y maíz, allí se producen los escapes. Es una planta que puede alcanzar 2 metros de altura, tiene alta variabilidad genética y alta producción de semillas, todo eso le aporta fácil diseminación”.
Mientras que Conyza “también es muy compleja, porque en muchos lugares ofrece resistencia a glifosato, 2.4D y ALS. Con esa situación hay que apelar a las triazinas, pero no todas se pueden usar en todos los cultivos, y las que se pueden utilizar ganarían resistencia en un período corto. Por eso, podría llegar a generar más problemas que Amaranthus. Para evitar esa situación es importante que nuestro sistema de producción tome los recaudos necesarios”, advirtió.
Cortés señaló que en Argentina el Amaranthus Palmeri está focalizado en pocos lugares, pero el hybridus está en toda la región agrícola. Explicó que “para el control en soja se están utilizando pre emergentes, herbicidas PPO con diferentes mezclas, y en post emergencia se apunta a la utilización fomesafen y otros PPO”.
Como consultor privado, Cortés realiza diferentes ensayos de herbicidas en distintas zonas productivas de Argentina. Sobre Flexstar GT dijo que “es un buen producto como post emergente, porque evita la mala mezcla o la incompatibilidad que genera el productor al juntar fomesafen y glifosato. En muchos casos esa mezcla debe tirarse, lo que genera un costo adicional cuando el objetivo era ahorrar unos dólares”.
Otra de las ventajas que señaló al referirse a este producto, es que “el fomesafen aporta control residual, y otro elemento positivo es que tiene glifosato, y eso amplía el abanico de control, más allá de la resistencia que pueda existir. Con glifosato incluido en este producto, al aplicarlo siempre habrá individuos con sensibilidad a dicho herbicida. Por lo tanto, el aporte del glifosato siempre suma”, concluyó el especialista.
Nota completa de Revista Verde Nº 88