Ganadería

Gonzalo Ducós: ¿Qué estamos haciendo para capturar el ejercicio ganadero 2025-2026?

23 de septiembre de 2025

Salvo que haya un evento de magnitud no prevista en el radar, que afecte al mercado, los precios no van a ceder; contratos con los corrales de engorde son una oportunidad.

Si bien en Uruguay los números de los frigoríficos están exigidos –el índice Novillo Tipo 2.0 del Instituto Nacional de Carnes de agosto indica que el valor agregado industrial fue US$ 298, 17% del valor total, algo que me gusta llamar la zona incómoda para la industria, y más con un dólar a la baja y planchado–, la carne sigue con un mercado sostenido, y semana a semana va ganando centavos mirando la evolución del ganado gordo. 

Teniendo buen clima y precios, y con relaciones flaco-gordo favorables para la recría e invernada, es muy importante ver todo lo que puedan hacer las empresas ganaderas para capturar un muy buen primer semestre del ejercicio, que les permitirá ponerle un piso muy bueno al resultado económico.  

En los números que se proyectan para diferentes empresas ganaderas, si concretan el plan de ventas hasta diciembre a los valores actuales, estamos viendo que los resultados del año que viene –sin una desvalorización de la hacienda que sea mayor al 15%– serán mejores que los de este año. 

O sea, tendríamos una muy linda posibilidad de asegurar resultado ganadero en las empresas, capturando estos precios hasta fin de año. Todo indica que, salvo que haya un evento de magnitud no prevista en el radar, que afecte al mercado, los precios no van a ceder. 

En el mundo no hay suficiente carne bovina para abastecer la demanda actual. Se esperaba que la carne vacuna no entrara en el aumento de los aranceles de Estados Unidos al Brasil, sin embargo, como nos tiene acostumbrados Itamaratí, en seis semanas abrió los mercados del sudeste asiático, que representan casi la mitad de la población de China y tiene aranceles más bajos que los que le impuso Estados Unidos.

Y lo que se ve en el mercado es que sigue subiendo la importación de carne CL90-10, que son los bloques de carne magra para cortar con el exceso de grasa de los animales americanos de corral para la elaboración de hamburguesas. 

Nótese como en el gráfico de la evolución de la cotización del CL90-10 importado desde Estados Unidos sigue de a poco subiendo de precio, según el gráfico del Meat & Livestock Australia (MLA). Y si uno mira la evolución del enfriado en Europa la tendencia es la misma, subiendo semana a semana.

A los precios que estamos recibiendo por la hacienda, y con un escenario futuro bueno por unos meses más, entendemos que hay que trabajar para captarlo de la mejor manera.

Con la demanda actual por ganados de todas las categorías, ya sea para industria, corrales o la exportación, y las relaciones de precio que existen actualmente, al ternero le caben bastantes centavos más, algo que ya se vio en los remates virtuales de agosto y setiembre. 

El ternero tendría que valer más cerca de US$ 4 por kilo que de US$ 3 por kilo. Consideremos lo que esto podría llegar a impactar en el sector ganadero y en la economía del país. Y con estos precios, lo interesante es que la exportación se ha retirado de la compra, algo que puede dejar más terneros que aumenten en algo la oferta de novillos de 1 a 2 años en 2026.

Por otro lado, los corrales de engorde están planteándoles a los recriadores la posibilidad de tener contratos a futuro sobre el novillo cuota. Nunca vimos, y de manera tan extendida, interés por asegurarse los novillos y vaquillonas para encerrar como en estos tiempos. 

Podemos tener acuerdos de entrega de novillos y vaquillonas a los corrales con precios acordados hasta marzo, algo nunca visto, y nos permite tener previsibilidad en el negocio, que es sumamente positiva. La necesidad de tener la clara certeza de disponer de novillos para encerrar nos hace prever un precio sostenido.

Por otro lado, los productores ganaderos venden sus novillos a US$ 1.200 al bulto, y pueden considerar qué negocio alternativo tienen más allá de eso. Porque si tiene 500 novillos, que en vez de venderlos con 500 kilos los venden con 400, es un montón de kilos de carne que el sistema no produce. Entonces, la diferencia de precio no tapa esa diferencia de facturación, y hace que los sistemas tengan que aumentar el número de bultos que vende para igualar los kilos totales vendidos; todo un desafío para llevar adelante.

Por lo tanto, la alternativa que queda es armar un sistema que tenga más novillos de 400 kilos para vender. Y considerando lo que vale un ternero, y lo que va a valer, es mucho dinero involucrado. Además, hay que considerar la base forrajera para que eso funcione bien.

Hace unos días me encontré con un colega y amigo. Su frase me quedó en la cabeza: “por favor, en este momento en que todo está tan bien, que no aparezca ningún político entendido a querer modificar nada”. Debemos tener mucho cuidado y recordar la mentada frase atribuida a Guillermo Stabile: “equipo que gana no se toca”. No es momento de innovar desde un escritorio burócrata.

Nota de Revista Verde N° 123

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