El presidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC), Federico Stanham, dijo que esta semana el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Enzo Benech, recibirá el estudio que realizó el instituto sobre la exportación de ganado en pie.
En ese sentido adelantó que “no hay ninguna sugerencia que implique tocar la exportación de ganado en pie”. Agregó que “debe asumirse que hay un mercado internacional que demanda ganado en pie y eso antes no existía, incluso puede incrementarse y Uruguay tiene que mirar eso como una realidad y preguntarse qué hago con esto y cómo lo incorporo a nuestros sistemas de producción”.
Subrayó que “no se va a incluir ningún tipo de regulación, no va por ahí”. Si bien Stanham se excusó de no adelantar el resultado y la recomendación que le hará al MGAP dijo que “se prepararon aproximadamente 10 informes técnicos que tocan distintos aspectos de esta política”.
Detalló que esos informes abordan temas asociados al bienestar animal, al mercado mundial de la exportación de ganado en pie “que ha cambiado en los últimos 10 años”.
Señaló, además, que el estudio aborda “qué ha pasado con el recurso campo que queda disponible por la salida de los animales y cómo puede evolucionar el stock suponiendo distintos niveles de exportación de ganado y suponiendo que los indicadores pueden cambiar o no. También medir cuál es la renuncia fiscal si los animales salen antes de ser faenados y las consecuencias sobre los costos industriales por tener un menor nivel de faena”.
El presidente de INAC dijo que “así fue que se analizó y estamos terminando de elaborar el informe para el ministro” que va a “tener conclusiones y también sugerencias”.
Subrayó que “cada gremial que integra la junta directiva dio su punto de vista sobre este tema y propuso la información que sería importante recabar para analizar el tema” .
Escuche la entrevista completa a Federico Stanham.
El pasado 25 de julio Barraca Erro realizó su tradicional jornada anual de actualización técnica en Dolores (Soriano). Ramón Erro, director del Grupo Erro, se mostró gratificado por la respuesta de los productores, dado que la concurrencia fue muy importante. Dijo que el sector a pesar de los obstáculos como: precios y costos, que arrastra desde 2014, sumado a la sequía de 2018, “muestra una resiliencia muy importante”.
Graficó que en los últimos cinco años el rubro agrícola perdió 500 mil hectáreas productivas, “pero al mismo tiempo está produciendo la misma cantidad de toneladas, eso marca que los deberes se están haciendo”.
Reconoció que “hay que seguir corrigiendo cosas porque hay nuevos problemas, como la guerra comercial entre China y EEUU o las malezas. Siempre hay nuevos desafíos, pero se observa un sector con una dinámica bien interesante”.
Erro señaló que “hoy no alcanza solamente con ser buen productor, hay que ser buen productor y buen empresario”. Para eso dijo que se necesita un equipo humano y tecnologías, que estén a la altura de las circunstancias, por ejemplo, para enfrentar con éxito los desafíos que se presentan.
También destacó la buena respuesta del sector productivo pese a la magra campaña de soja de 2018, cuando se perdieron 2/3 de la cosecha. Atribuyó eso a que “no es solo el sector sojero, sino que las empresas agropecuarias pueden hacer soja como cultivo principal, o cabeza de rotación, pero están volviendo a porcentajes más nivelados los cultivos de invierno, las pasturas y las gramíneas de verano, ya es un sistema de producción”.
Por eso consideró que “hay estrategias diferentes según la zona, el productor, o la tenencia del campo, pero no es un sector con un solo cultivo y la muestra de eso es, que con 500 mil hectáreas menos se tiene la misma producción y esa tendencia se mantendrá”.
Erro dijo que la necesidad económica de las empresas y los actuales costos de producción hacen que “el riesgo sea muy alto, por eso la productividad y la diversificación son claves”. La propuesta de la jornada se focalizó en apuntar a tener el menor costo de producción por tonelada producida, “cuanto más bajo sea mi costo de producción por tonelada seré mejor productor y esa es la cuenta es que hay que sacar”.
No obstante, en los temas abordados, para Erro una de las grandes limitantes del sector es la tenencia de tierra y por propuso que el Estado debería dar incentivos para ciertas circunstancias. Explicó que “debería de haber beneficios fiscales para quien hace un arrendamiento a mediano plazo (entre 3 o 5 años) que incentiven la producción. Porque la principal limitante es la tenencia de la tierra”.
Ejemplificó con que “el Estado trata de regular el uso de suelo para preservarlo, con muy buen criterio, pero de la misma manera que existe una regulación debería de haber un premio en paralelo, una inversión del Estado que le traería buenos beneficios, porque habrá más producción y la misma será más estable”.
Facundo Fontes, director de Rancho F y asesor de empresas agrícolas-ganaderas, señaló que “el momento ganadero es un muy bueno debido a lo que ha ocurrido en los últimos meses. Creo que ningún analista se esperaba una suba de precios, tanto de reposición como de ganado gordo, de prácticamente un 30% por encima de los precios que haba hace unos meses”.
Resaltó el despegue de los precios del ganado en Uruguay frente al resto de la región, “algo que me preocupa”. Porque “cuando uno se ve tan despegado en los precios, se pregunta cuál es la estabilidad”. De todas maneras subrayó que “Uruguay en relación a la región es el país que tiene más mercados abiertos y trabaja con los mercados que más pagan por la carne vacuna”. A su vez, “se suma el perjuicio de la peste porcina en China y la demanda adicional por carne vacuna”.
Fontes señaló que el sector está capitalizando los precios ganaderos. Explicó que “el productor tomó posición y está invirtiendo, toma riesgos, se nota una apuesta a la genética, hay más inversiones en pasturas, suplementación, etc”.
El actual escenario de precios que tiene el sector ganadero, “ayudó a generar interés por invertir en ganadería y eso se observa incluso en campos agrícolas marginales que comienzan a tener un corrimiento hacia la ganadería. “Si esto se mantiene vamos a ver aumento en la progenie, en la tasa de destete y mejoras a nivel genético”, explicó Fontes.
También destacó los resultados productivos de la campaña sojera, producto de “una primavera, verano y otoño muy favorables, pero se tuvo que enfrentar un escenario de precios internacionales deprimidos”. Agregó que “eso determina que los márgenes no sean los ideales, si bien los rendimientos fueron excelentes”.
Explicó que “los productores están remolcando el carro de la zafra pasada, con una gran sequía y una mala campaña de maíz y pésima de soja y un país que no corrige los estándares de costos”. Mientras “vemos un mundo que está corrigiendo los costos, en Uruguay seguimos con campañas caras”.
Para la próxima zafra, Fontes dijo que “la siembra de maíz será un poco más alta”. En ese sentido sostuvo que se observa “que la pre campaña de maíz comenzó más agresiva, con nuevos materiales y nuevas propuestas”. Indicó que se espera una caída de los stocks mundiales de maíz y el productor mira con más atención al maíz. Al mismo tiempo señaló que el área de soja no tendría grandes cambios.
Fontes señaló que para el aumento de la producción de maíz “hay un motor interno muy fuerte que es la ganadería, que hoy genera una puja grande por los granos forrajeros”.
Pablo Uteda, director de IPB semillas, dijo que “la colza está creciendo y este año probablemente se logre un área de 70 mil hectáreas”, algo que puede confirmar de acuerdo a lo que fue la demanda de semillas. Agregó que hay nuevos híbridos y “es un cultivo que aprendimos a manejar”.
Por eso considera que el futuro de la colza es promisorio y lo imagina en un esquema “de integración a una rotación agrícola razonable en combinación con gramíneas de invierno (trigo y cebada)”. Desde su punto de vista, “hacía falta una oleaginosa de invierno y salvo que haya una diferencia de precio muy importante con las gramíneas, seguramente la colza sostenga un área como la actual”. Uteda dijo que “los productores le tomaron confianza y se van puliendo aspectos técnicos, además vemos que todos los años aumentan los rendimientos”. IPB semillas opera en el mercado de semillas de colza con los materiales de la australiana Nuseed.
Con respecto a la zafra de verano, Uteda confirmó que hay un crecimiento en la intención de siembra de maíz. “Es el cultivo que cerró mejor el año pasado por rendimientos y por precios”. Por eso sostuvo que “habrá un nuevo aumento en el área de maíz, la soja se seguirá corriendo hacia el litoral donde están las zonas más agrícolas y seguirá abandonando paulatinamente los campos más alejados de los puertos, lo que genera oportunidades para otros cultivos”.
En cuanto al sorgo indicó que el área será similar a la del año pasado, aunque advirtió que “el aumento de los precios de la carne puede generar una ventana para sembrar un poco más de sorgo”. Actualmente el sorgo sumando todos los usos (granifero, silero y forrajero) ocupa unas 250.000 hectáreas.
Sobre las novedades indicó que IPB Semillas está lanzando dos nuevos híbridos con la tecnología VT 3Pro, “que es la última tecnología para el control de insectos, con muy buenos resultados”. Agregó que “desde la empresa se hace énfasis en la ductilidad de los híbridos, apostando a que la misma semilla tenga dos destinos, que puede ser grano o silo planta entera”.
UPM ha tomado la decisión de invertir en la construcción de una planta de celulosa de eucalyptus con capacidad de 2,1 millones de toneladas en el departamento de Durazno. La inversión de US$ 2700 millones en la planta industrial aumentará la capacidad actual de celulosa de UPM en más del 50%, lo que resultará en un cambio significativo en la escala de su área de negocio. Además, UPM invertirá US$ 350 millones en actividades portuarias en Montevideo e instalaciones locales en Paso de los Toros. El inicio de la planta está programado para la segunda mitad del año 2022, así lo informó la compañía en un comunicado.
Agrega que los prerrequisitos para la inversión se han preparado cuidadosamente en cooperación con el Estado uruguayo. Para UPM, ha sido importante garantizar operaciones sostenibles y competitivas a largo plazo y minimizar los riesgos tanto en la fase del proyecto como en operación. Para Uruguay, esta inversión y la mejora de la infraestructura ofrecen importantes oportunidades para el desarrollo económico y social.
“Uruguay ha demostrado una visión consistente a largo plazo en el desarrollo de las condiciones necesarias para atraer la inversión extranjera, construyendo las bases para el desarrollo industrial. Reconozco humildemente la determinación con que los tomadores de decisión han avanzado en el desarrollo económico del país. La decisión de hoy brindará muchas oportunidades para las pequeñas y medianas empresas uruguayas y mano de obra capacitada en la zona centro, que beneficiará a miles de uruguayos en las próximas décadas», dice Jussi Pesonen, Presidente y CEO de UPM.
También informa que una vez finalizada la construcción, se estima que la planta aumentará el producto bruto de Uruguay en aproximadamente un 2% y el valor anual de las exportaciones del país en aproximadamente un 12%, según indican estudios socioeconómicos independientes.
Durante la construcción, el sitio empleará en su pico máximo unas 6.000 personas. Una vez finalizada la misma, se estima que se crearán cerca de 10.000 empleos permanentes en toda la cadena de valor de los cuales unos 4.000 serán empleados directos de UPM y sus contratistas. Además, se estima que unas 600 empresas estarán trabajando en la cadena.
La planta estará ubicada en zona franca y pagará un canon anual fijo de US$ 7 millones por año. Se espera que la cadena de valor de la planta contribuya con US$ 170 millones anuales en impuestos y pagos de seguridad social y contribuya con US$ 200 millones en salarios anuales.
Agrega que la disponibilidad de madera de eucalyptus para la planta está asegurada a través de plantaciones propias de la empresa y a través de arrendamientos, así como por acuerdos de suministro de madera con pequeños y medianos productores rurales uruguayos. Treinta años de experiencia aseguran plantaciones forestales eficientes y responsablemente gestionadas asegurando la sostenibilidad.
UPM ha decidido la construcción de una terminal especializada en celulosa en el puerto de aguas profundas de Montevideo con una inversión de aproximadamente US$ 280 millones. El acceso directo por ferrocarril desde la fábrica a una moderna terminal portuaria crea una cadena de suministro eficiente hacia los mercados globales. El puerto de aguas profundas de Montevideo permite sinergias en la logística con las operaciones existentes de UPM en Uruguay, ya que toda la celulosa se puede entregar en buques oceánicos a carga completa directamente a los principales mercados.
Los permisos necesarios ya han sido otorgados y los acuerdos con el Gobierno de Uruguay han finalizado de manera satisfactoria. El acuerdo de Participación Público Privada entre el Gobierno y la empresa constructora para la construcción del Ferrocarril Central se firmó en Mayo de 2019, mientras avanza el cierre del financiamiento de la obra ferroviaria que aún no ha concluido.
Los trabajos iniciales en el predio de la planta y el dragado del puerto comenzarán de forma inmediata. La licitación para la maquinaria y la gestión del proyecto está en proceso. Los compromisos sobre los principales desembolsos de capital se harán de acuerdo con el financiamiento y ejecución del ferrocarril.
Se espera que la planta comience a funcionar en la segunda mitad de 2022. La parte principal del total de los US$ 3.000 millones de gastos de capital se llevará a cabo en 2020-2022. UPM tendrá el 91% de participación en el proyecto y el restante 9% pertenecerá a un grupo inversor uruguayo también vinculado al proyecto de UPM Fray Bentos.
David Denis, director de Frigorífico Minas, dijo que desde hace tiempo el escenario de la industria es “crítico” por el aumento del precio de la carne que “afecta al consumo”.
Confirmó que en ese sentido la carne importada ha ganado terreno y compite mucho con la producción local “lo que nos lleva a disminuir la faena y a trabajar con ese producto importado que tiene un mejor costo que la carne uruguaya”.
Denis confirmó que se ha llegado al punto que el precio de la carne al público está limitando el consumo. Dijo que “la gente tiene un techo y está consumiendo menos y siendo más selectiva en lo que consume”.
Agregó que “hay que adaptarse a las señales del mercado”, pero lamentó que así sea ya que “hoy quienes tienen más dificultad es la gente que trabaja en la industria”.
El industrial considera que pese al nuevo escenario “las empresas no pierden volumen de venta, pero se produce menos en el país” y por eso subrayó que los trabajadores de la industria “son los más afectados, porque pierden jornales de trabajo por una menor faena”.
La cuenta parecería ser sencilla, si las empresas no obtienen ganancias no pueden invertir y sin inversión el crecimiento de la actividad, cualquiera sea, está condicionado. Esto fue lo que se planteó INALE y para lo que trabajó en su presentación el gerente del instituto, Gabriel Bagnato, en el marco de la Jornada Técnica de Costos de la Lechería, organizada además por INIA y FUCREA.
Bagnato dijo que vieron “la necesidad de trabajar sobre los costos de producción por la coyuntura que atraviesa el sector”. Agregó que hoy el margen promedio de la leche producida llega a US$ 0,025. Mientras que el costo de producción en promedio está en US$ 0,29.
Señaló que un productor lechero para crecer a una tasa de 4% anual –como crecía la lechería hasta hace unos años– “necesita US$ 0,03 por litro de leche de reinversión anual”. Por eso, si su margen ronda los US$ 0,03 por litro de leche, “no tiene capital para reinvertir y eso termina pegando en la producción y generando capacidad ociosa en la industria”.
El crecimiento al que Bagnato hizo mención, sucedió cuando el margen por litro de leche rondaba los US$ 0,06, después de 2015 ese margen se desplomó a US$ 0,025. Por eso consideró que “para volver a los márgenes de crecimiento hay que poner el foco en qué está pasando con los costos internos”.
Para el técnico de INALE, todos los actores de la lechería deben generar condiciones que ayuden a que los productores tomen riesgos. Sostuvo que, “hay una oportunidad de mejora en el sector que requiere una apuesta de los productores” pero que “el productor no puede hacerlo a su propio riesgo, sino que debe contar con un ecosistema que mitigue ese riesgo”.