Syngenta y Grupo Maccio realizaron el 4º Seminario de Malezas Resistentes, en Nueva Helvecia, donde realizaron una puesta a punto en el manejo de malezas y presentaron dos nuevos herbicidas para soja, Fantic y Flexstar GT.
Raúl Moreno, gerente de herbicidas de Syngenta, dijo que vienen trabajando en “tener formulaciones y herbicidas que permitan retrasar el problema de la resistencia a las malezas”, porque “no creo que se pueda eliminar ese problema, pero si retrasar”. Agregó que Syngenta tiene “mucha experiencia en eso”.
Explicó que los años de trabajo muestran que “inexorablemente vamos a tener resistencia en diferentes especies”. Y “por eso hacemos recomendaciones de manejo de las malezas y también del uso de herbicidas con formulaciones, que al menos tengan dos modos de acción diferentes”.
La resistencia a malezas en Argentina está aumentando porque según Moreno “el país tiene un cóctel explosivo para eso”. No obstante, advirtió que “Uruguay aún está a tiempo de retrasar el avance de las malezas como amaranthus”.
Desde Syngenta se propone utilizar productos con diferentes modos de acción, “acompañados de una buena rotación de cultivos que permita manejar diferentes herbicidas en diferentes cultivos o pasturas”, explicó Moreno.
Moreno explicó que en Argentina la resistencia de malezas encontró algunos aliados, “existe un alto porcentaje de campos arrendados y un alto porcentaje de aplicaciones con equipos alquilados. Estos ingredientes hacen que alguien que deba invertir algo más no lo haga porque el campo no es de él, o a veces una aplicación oportuna en tiempo no se logra por no disponer de los equipos”.
Carlos María Uriarte, referente de agro del candidato Ernesto Talvi (Partido Colorado), dijo que la estrategia pasa por trabajar en coordinación con otros sectores del gobierno. A modo de ejemplo, dijo que piensan en un Ministerio de Ganadería que defina políticas y afine estrategias en coordinación con el Ministerio de Economía y Finanzas, así como también con el Ministerio de Relaciones Exteriores. Expresó que la “esperanza es que podamos trabajar juntos entre el ministerio de Ganadería y el equipo económico de un eventual gobierno de Talvi”.
Consultado sobre el rumbo que se ha definido expresó que “la primera cosa que hablamos con Talvi es hacia dónde apuntamos y qué país queremos” y en ese sentido confesó que “en la medida que todos tengamos claro que queremos un país agroexportador y turístico, las políticas que desde diferentes ámbitos se desarrollen van a estar orientadas hacia eso”.
Dijo que lo “básico es recuperar la rentabilidad”, aunque advirtió que “no es nada fácil” y que “no hay soluciones mágicas”, pero está el trabajo, el compromiso y las propuestas para buscar soluciones”.
Para Uriarte hay un fuerte peso de las políticas económicas que han impactado negativamente en el sector agropecuario y en ese sentido adelantó que se piensa en una reestructura. Dijo que “tenemos que bajar el peso de los impuestos fijos en forma significativa, paulatina y responsablemente”.
Agregó que coinciden con el planteo del ministro de Economía Danilo Astori, quien en su momento lanzó la idea de gravar la renta. “Vamos por el lado de ir hacia un sistema impositivo basado en la renta, como en algún momento planteó Astori, cuando se realizó la reforma tributaria en el primer gobierno del Frente Amplio”, dijo Uriarte. “Tenemos que ser socios; si ganamos, ganamos todos y si perdemos nos ajustamos el cinturón”, acotó.
También se refirió a la cotización del dólar y por eso consideró “importante cómo se maneje la política monetaria”. Dijo que “el aporte que hace el sector al resto de la economía a través del atraso cambiario es superior a lo que se aporta a través de los impuestos”. Por eso subrayó que “aspiramos a que la cotización del dólar refleje lo que sucede en nuestros principales socios comerciales, qué pasa con el dólar en dónde vendemos y en dónde compramos”.
Adelantó que se derogará el impuesto municipal de 1% que deben pagar los productores ganaderos por el movimiento de sus haciendas, así como “generalizar las rebajas del IVA ya que el sector ganadero, por ejemplo a nivel de combustibles, es ridículo lo que puede descontar”.
Para finalizar reflexionó que “es una suma de cosas” y que “no se va a arreglar todo con el sistema impositivo”, pero consideró que “se empieza a corregir, no tiene sentido ponerle la pata a alguien que no te lo puede pagar”.
Desarrollar el concepto de Valor Agregado Ambiental
Con respecto al Medio Ambiente Uriarte dijo que quieren desarrollar el concepto de Valor Agregado Ambiental que consiste en “valorar lo que tenemos y lo que podemos ser capaces de lograr”.
Recordó que “por circunstancias históricas producimos carne de manera pastoril, sin hormonas y antibióticos, a cielo abierto y eso vale cada día más”. Por eso señaló que “el desafío que tenemos es no dañar el ambiente en esa producción”, algo que sucede por la producción de gases de efecto invernadero, o por los desechos de los animales en producciones intensivas que pueden contaminar cursos de agua y “que es lo que la sociedad critica al sector”.
En la agricultura la crítica más profunda es la aplicación de los agroquímicos, por eso Uriarte dijo que “hay que ser responsable en la aplicación, en la venta, en lo que se autoriza a vender y controlarlo”.
Pero se detuvo en lo que definió como “una parte importante” del Valor Agregado Ambiental, señalando “la capacidad de producir orgánicamente y agroecológicamente” ya que considera que “es un deber marcar el rumbo hacia ese lado”.
Dijo que “muchos de los principios que tiene la producción orgánica son los que nos tienen que guiar en nuestra forma de producción”.
Escuche la entrevista completa a Carlos María Uriarte.
El director ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Productores de Carne Intensiva Natural (AUPCIN), Álvaro Ferrés, se mostró impresionado por “el potencial de crecimiento que tiene la carne vacuna” en China, luego de realizar una gira por ese país.
Explicó que “esta visita a China se enmarca dentro de las giras internacionales que realiza AUPCIN hace muchos años”. Consideraron ir a China “porque un país que nos compra casi el 70% de la carne que exportamos nos parecía importante conocer sus hábitos de consumo”.
“Nos encontramos con ciudades muy modernas con gran desarrollo tecnológico y vimos que hay un cambio muy grande en los hábitos de consumo”, dijo Ferrés.
En ese sentido explicó que “hay una gran transformación por parte de las nuevas generaciones, que se están occidentalizando”. Agregó que cada vez tienen mayor información y mejora el poder adquisitivo y “a medida que tiene mejor poder adquisitivo mejoran y cambian los hábitos de consumo y se vuelcan a consumir proteínas de origen animal”.
Por eso subrayó que “el potencial de la carne vacuna es impresionante” y explicó que China consume 5,5 kilos de carne vacuna por habitante por año y “si pensamos en un país desarrollado que comienza a consumir más carne vacuna, el potencial de crecimiento en ese mercado es muy grande”.
Consideró que si cada chino aumentara su consumo de carne vacuna en “un kilo por año, habría una demanda adicional de 1,4 millones de toneladas de carne”.
Ferrés explicó que en el mundo “actualmente se comercializan casi 10 millones de toneladas de carne vacuna por año, si los chinos aumentaran el consumo en un kilo el comercio aumentaría 13%”. Por eso subrayó que “la potencialidad de crecimiento es brutal”.
Además, indicó que “vimos al gobierno chino estimulando la producción de carne vacuna”. Ese país tiene “más de 100 millones de cabezas de ganado vacuno, de las cuales más de 5 millones de cabeza están en confinamiento”. Por eso dijo que “están intensificando la producción para poder aumentarla” pero entiende que “por más que logren incrementar la producción, el crecimiento del consumo es mayor, por lo tanto, las perspectivas para la carne vacuna uruguaya en China son muy buenas”.
También sostuvo que se encontraron con una realidad en la que “la carne a grano tiene una preferencia sobre la carne a pasto” y que actualmente el mercado chino “está muy influenciado por las importaciones de origen australiano”. Australia tiene un Tratado de Libre Comercio en el que progresivamente se desgravan las importaciones de carne vacuna, hasta alcanzar en unos años 0% de arancel, por eso Ferrés subrayó que “un TLC con China debería estar en la primera línea de negociaciones del próximo gobierno”.
La agricultura en algunas zonas de África tiene un potencial interesante, así lo dejó entrever Martín Lage, integrante de Lage-Lallemand, quien hizo una visita a Zambia. Explicó que “desde hace varios años que Lage y Cía. tiene clientes en África, tanto en Sudáfrica como en Zambia”. En ese sentido Lage y Cía. cuenta con un representante en Zambia que comercializa sus productos para cultivos intensivos y extensivos.
Zambia está en la región sur de África y es un país que no tiene salida al océano por lo que su producción agrícola es destinada íntegramente al mercado interno. De todas maneras Lage señaló que “hay mucho potencial de crecimiento en el área agrícola”. Agregó que quienes desarrollan la agricultura son productores descendientes de quienes colonizaron esa zona de África, “con mucha vinculación con Europa lo que les permite estudiar en el exterior”. Explicó que “de esa manera se va desarrollando un agricultura de punta que no tiene nada que envidiar a la agricultura de primer nivel, como Brasil o EEUU”.
Dijo que “manejan la agricultura al detalle” y por eso se destacan los rendimientos que obtienen que en los cultivos extensivos como soja, ronda los 3.500-4.000 kg/ha y en trigo y cebada los 8.000-10.000 kg/ha. Además no siembran cultivos transgénicos.
Zambia “tiene condiciones similares a lo que sería el centro de Brasil, particularmente la región de Goiás con un clima tropical y una estación marcadamente seca en invierno y lluviosa en verano, con precipitaciones en promedio de 1.500 mm”, explicó Lage.
En cuanto a la agricultura que se realiza señaló que “hay dos realidades”, por un lado “una agricultura de subsistencia familiar” y una agricultura “comercial muy tecnificada que es en la que trabajamos”.
A nivel extensivo los principales cultivos son maíz, soja, trigo y algo de cebada. El precio del maíz está regulado por el gobierno de Zambia porque es muy importante como alimento para la población, “por eso no resulta atractivo sembrar maíz para los productores comerciales”, indicó Lage.
Señaló que “la agricultura comercial se basa en soja y trigo, que se producen de forma muy intensiva en un área de 80 mil hectáreas que están bajo riego (pivot). Se riega el trigo o la cebada y mientras que a la soja, se la riega solamente al principio, para el nacimiento de las plantas y luego las lluvias son más que suficientes para desarrollar buenos rendimientos de soja”.
En base a su recorrido Lage se mostró asombrado al ver “todos esos campos que no están alambrados y son puro monte”. Explicó que lo que se desarrolla como agricultura comercial “se hace en unidades productivas de 3.000 a 5.000 hectáreas”, donde “se alambra todo el perímetro de esa estancia y se instalan todos los sistemas de riego y la infraestructura necesaria para ese campo”.
Pero las limitaciones de los servicios, que no es común encontrar en los pueblos, hacen que “el establecimiento tiene que tener todo, su planta de silos, toda la maquinaria necesaria, todos los mecánicos para atender esa maquinaria viviendo allí, por lo tanto en esos establecimientos hay mucha gente viviendo”.
Agregó que a su vez “la calificación de la mano de obra es muy baja” y que por eso “se necesita armar una buena organización en la empresa para llevar adelante la actividad”. Dijo que “se necesita un buen gerente en los campos, administrando bien los recursos”, algo que calificó como “un día a día diferente a Uruguay donde las cosas se resuelven de otra manera porque en el pueblo tenemos todos los servicios”.
Por no tener salida al mar Zambia está limitada en su comercio exterior y la producción agrícola se destina toda al mercado interno. Además “el costo de flete es elevado y la infraestructura es muy básica” y “todo lo que se produce de soja y trigo lo demanda el mercado interno”. Lo mismo sucede con el precio, que si bien mira Chicago, “tienen un precio interno” y ejemplificó que “hace algunas semanas la soja cotizaba entre US$/t 380-400”.
Pero porque todo lo que se produce se comercializa sin problema, Lage dijo que “por eso entiendo que hay potencial de crecimiento”, aunque advirtió que “en la actualidad están con costos elevados y los márgenes se han reducido respecto a lo que era algunos años atrás”.
Señaló que “la soja tiene un costo de producción que llega a los US$/ha 1.000”, aunque con los rendimientos que se obtienen y el precio de comercialización “da para tener un margen, aunque el mismo en los últimos años se viene ajustando, por lo que hoy no es frecuente las consultas de inversores extranjeros para llegar a ese país”.
Además de las muy buenas condiciones productivas Lage destacó que “se hace una fertilización muy precisa, no solo de macronutrientes sino de micronutrientes, manejan el cultivo al detalle”. Y señaló que para trigo y cebada se destinan unos “500 kilos de urea por hectárea”.
En la actualidad hay varios grupos inversores de EEUU y de Europa que están trabajando allí desde hace algunos años. La tierra no se vende sino que se da en comodato por unos 50 años y eso “hace pensar al inversor si realmente está dispuesto a realizar una inversión allí”, pero de todas maneras Lage señaló que “hay seguridad jurídica”.
El mercado de reposición se mantiene con “valores firmes y estables” dijo Fernando Indarte, director de Indarte y Cía. e integrante de Plazarural.
Confirmación de ello fue el remate 210 del consorcio de firmas rematadoras Plazarural, realizado el 15 de agosto en el que además llamó la atención la poca diferencia que hubo entre el valor promedio de las terneras y el de los terneros. Indarte dijo que “la ternera me sigue llamando la atención y en este remate hubo solo US$ 0,04 de diferencia entre el promedio de las terneras y de los terneros”.
Agregó que eso muestra que “hay una apuesta muy firme y de manifiesto a la cría, hay una gran retención de vientres”. Explicó que “nunca se dio algo así, lo normal eran US$ 0,20 la diferencia” entre las hembras y los machos más jóvenes.
Para Indarte la continuidad de dicha tendencia en el mercado es porque “continúan los factores para que esto suceda”. Pero además de que los factores siguen latentes enfatizó que “han durado”. En ese sentido enumeró que “ha durado el buen clima y con él la buena oferta forrajera”. También destacó el hecho de que “durante mucho tiempo estuvo operando de manera muy activa la exportación de ganado en pie”, lo que provocó “faltante de machos y menos oferta para más demanda”.
Agregó que “la suba del ganado gordo se ha mantenido a lo largo del tiempo, cuando lo normal era ver picos durante una semana o 10 días”.
Para Indarte “hubo mucha gente que pudo capitalizar la suba del ganado gordo y eso le permitió comprar reposición, pese a los altos valores de la misma”.
El operador de mercado finalizó diciendo que una mayor cantidad de praderas de buena calidad también es un factor determinante para que el mercado se haya mantenido.
Escuche la entrevista completa a Fernando Indarte.
El área de arroz volverá a caer para esta zafra, en el eje de las 10 mil hectáreas, de acuerdo a lo que confirmó el presidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA), Alfredo Lago. Se estima que la caída sería de 8% y que en total se sembrarían unas 135 mil hectáreas.
“Tenemos que asumir una nueva caída en el área de arroz para esta nueva zafra. Seguimos manteniendo intercambios con el equipo económico, pero no han surgido elementos concretos que ayuden a la situación de los productores”, señaló Lago.
Explicó que “los plazos para tomar las decisiones no pueden ir más allá del 20 de agosto y por eso los productores tienen que tomar decisiones con la información que cuentan hoy en día”.
Si bien reconoció como positivo la valorización del dólar a nivel local, “porque tiene un impacto directo, hace falta definiciones que generen cambios en el sector”.
El gobierno anunció hace algunos meses herramientas financieras que instrumentaría el Banco de la República (BROU) para que los productores puedan refinanciar sus deudas y tomar créditos blandos. Pero Lago explicó que “hay que recordar que solamente el 30% del área arrocera es atendida por el BROU”. Por eso dijo que “la gran problemática está por fuera del BROU”.
Lago indicó que los problemas del sector están adentro del Uruguay, “por eso no nos parece adecuado que siempre desde el gobierno se estén buscando en los factores externos la falta de competitividad del sector y que no se asuma la problemática interna que tenemos”.
Partiendo de un escenario de relaciones de precios históricas, en base a un análisis realizado por la consultora APEO Agro sobre la situación de la industria frigorífica, se desprende que entre enero y julio de 2019 los frigoríficos uruguayos pagaron más de US$ 102 millones por encima de las relaciones históricas para poder hacerse de la materia prima.
Ignacio Buffa, director de APEO, dijo que hay una alta dependencia del precio del novillo con el precio de exportación y que este último “determinaba el precio del novillo gordo”.
Por esa razón desde la consultora analizaron la transferencia que se estaba dando entre el precio que la industria percibe por lo que vende y el precio que paga por la materia prima. En ese sentido, dijo que en 2019 “el precio del mercado está muy por encima de las relaciones históricas”.
Explicó que la industria frigorífica está transfiriendo al sector productor un monto de dinero por encima de lo que sería la referencia técnica, que surge de las relaciones históricas. Y que “en 2019 se han transferido más de US$ 102 millones por parte de la industria a los productores”. Esos US$ 102 millones surgen de un sobre precio de US$ 0,26 que se ha pagado por novillos y de US$ 0,31 que se ha pagado por vacas.
Buffa explicó que cuando se analizan los últimos cinco años, “2019 es el año que tiene más alejado el precio del ganado frente al precio que marcaría el valor de exportación”. Dijo que el año pasado la industria transfirió unos US$ 22 millones por encima de lo que marcaría la referencia técnica y tuvo una pérdida neta al cierre del ejercicio económico de US$ 6 por animal faenado.
Por eso desde APEO se preguntan cuánto podrá llegar a ser la pérdida este año. Además, queda el desafío de cara al futuro por que “estamos iniciando los dos meses más complejos para la oferta de ganado gordo”.
Buffa señaló que las perspectivas es que la oferta continúe siendo escasa y por tanto el precio del ganado gordo no tendrá lugar para ajustar a la baja, por lo tanto “la industria frigorífica deberá seguir haciendo un esfuerzo importante para poder hacerse de mercadería”.