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Agricultura

Más que “para el olvido”, la zafra de soja 2022/23 fue “para aprender”

21 de julio de 2023

Control Union inspeccionó casi 300.000 toneladas, algo más del 40% de la cosecha de este año en Uruguay; hubo alta presencia de plagas cuarentenarias en varias regiones

La zafra de soja 2022/23 “fue una zafra para el olvido, o mejor dicho para aprender, porque fue la peor desde el punto de vista del rendimiento en estos últimos 20 años”, dijo a VERDE el gerente general en Control Union Uruguay, Piero Gelmini. El ejecutivo realizó un pormenorizado análisis de la reciente zafra, desde los volúmenes de producción hasta lo que sucedió con las malezas, la humedad y los niveles de granos dañados. 

Control Union es una empresa de control, contratada por terceros, con operaciones en distintas plantas en diferentes zonas del país. Gelmini admitió que “la zafra fue bastante atípica” y señaló que la compañía trabajó en 19 puntos de control y recibo de mercadería, donde inspeccionó casi 300.000 toneladas, algo más del 40% de la cosecha de este año.

La zafra en números

A fines de junio se habían exportado 440.000 toneladas de soja a China y se esperaba la carga de otro barco, que permitiría llegar a 490.000 toneladas. “Lo que queda en plaza para la industria local está entre 90.000 y 100.000 toneladas. Luego hay una exportación que ya está planificada para Argentina, que puede ubicarse entre las 50.000 y 60.000  toneladas”, comentó.

Además, estimó unas 60.000 toneladas de soja cuyo destino será semilla en la zafra siguiente, aunque señaló que “algunos operadores, en función del año, estiman un volumen algo superior, pero otros sostienen que la producción de semillas no llega a esa cifra”. De todos modos, indicó que si son 60.000 toneladas Uruguay deberá importar semilla. El cálculo marca una producción país de 690.000 toneladas de soja, con 60.000 toneladas de semilla, que puede ser más o menos, dependiendo de la calidad que lograron los semilleros para guardar”, indicó. 

Plagas cuarentenarias

El gerente general en Control Union Uruguay confirmó que “hubo más presencia de las malezas prohibidas por China que en años anteriores, debido a las complicaciones de la zafra, donde incluyeron, entre otros elementos, el tamaño de las plantas y aplicaciones que no se hicieron porque se pensó en abandonar algunas chacras

En la zona litoral-norte, desde Young hacia el norte, en el 85% de los viajes recibidos se detectaron plagas cuarentenarias, “algunas son prelimpiables y otras no”. En el litoral-sur puntualizó que, tomando como base desde Nueva Palmira (Colonia) hasta Fray Bentos (Río Negro), el nivel de malezas cuarentenarias detectado fue de 58%, también hubo especies prelimpiales y no prelimpiables”. En el sur el punto de recibo es Montevideo, pero esa soja proviene de San José, Durazno, Flores, Florida o del este del país, en ese caso el 36% de lo recibido tuvo  malezas. Y en la zona este, que abarca fundamentalmente las zonas de Melo y Río Branco, “estamos con 14% de plagas cuarentenarias”, detalló Gelmini.

La plaga cuarentenaria prohibida por China que tuvo mayor presencia en esta cosecha fue la conocida como “revienta caballo”, luego “siguieron: cepa caballo, roseta, sorgo de alepo y abrojo” y comentó que la cepa es “la más complicada para limpiar”. 

Sobre el porcentaje de humedad dijo que fue “bastante parejo”, y el promedio país fue de 16%. “El contrato Anec 41 –contrato brasileño por el que se comercializa mayoritariamente la soja uruguaya– establece hasta 14% de humedad y si supera ese porcentaje tiene que ir a un proceso de secado”, recordó.

Materia extraña y grano dañado

El nivel de tolerancia de materia extraña llega hasta 1%, y entre 1% y 2% tiene descuento. En esta cosecha, dependiendo de la zona se ubicó en 1,9%, 2,3% o 1,30%, y “si lo hago ponderado por kilos estamos en el orden del 2% de materia extraña”, informó Gelmini.

Con respecto a grano dañado, el ejecutivo de Control Union Uruguay indicó que “de arranque fue complejo y nos asustamos. Porque lo que se empezó a cosechar –en los últimos días de marzo y principio de abril– fueron las sojas que no estaban prontas, se apuraron a cosecharlas y había mucho grano verde. Pero después, cuando se empezó a cosechar con más normalidad, el porcentaje de grano dañado bajó y terminamos con un promedio de 4,8% a nivel país, que está bien”. 

Comentó que fue una zafra de soja “totalmente atípica, porque tiene un grano raro, feo, diferente a lo que estábamos acostumbrados a ver de aspecto. Pero cuando vas a la calidad no hay tanto problema de grano dañado”. Aunque hubo lotes que tuvieron muy altos porcentajes de grano dañado, que llegaron al 30%, fueron sojas que rindieron entre 350 y 400 kilos por hectárea. Sin embargo, el promedio país nos marca 4,8%, que está bastante por debajo del tope de 8% que marca el contrato Anec 41”.

Nota de Revista Verde N°108

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