Exceso de oferta y menor demanda presionan al mercado del arroz en Brasil

El mercado del arroz en Brasil atraviesa un ciclo de presión que, según especialistas, se prolongará hasta la próxima cosecha. El análisis de Sergio Cardoso, de Itaobi Representações, advierte que el sector enfrenta un escenario marcado por el exceso de oferta y un debilitamiento de la demanda, con remanentes superiores a 2 millones de toneladas al sumar la producción nacional y las importaciones del Mercosur.
Hasta septiembre todavía existe margen para colocar parte del excedente en el mercado externo, pero a partir de octubre, con el ingreso de la cosecha estadounidense, Brasil pierde competitividad en exportaciones y el sobrante tiende a volcarse al consumo interno.
Cardoso indicó que el problema es que el consumo doméstico también muestra señales de fragilidad: el arroz pierde participación en la dieta de las familias brasileñas por cambios en los hábitos alimentarios, el crecimiento del consumo de ultraprocesados y, más recientemente, por el avance de los juegos en línea, que han drenado ingresos en sectores populares. Todo esto ocurre en un contexto de altas tasas de interés e ingresos debilitados.
El panorama de precios refleja esta presión. Para los meses de agosto y septiembre se espera un rango de US$ 12,43 a US$ 13,16 por bolsa de 50 kg. Entre octubre y diciembre, la referencia caería a US$ 11,88 a US$ 12,80, y de enero a marzo se proyecta un nuevo descenso a US$ 10,97 a US$ 11,88 por bolsa. Los datos de CEPEA muestran que actualmente la bolsa de arroz se negocia en torno a US$ 12,35, lo que confirma que el mercado ya se mueve en la franja inferior de las proyecciones.
“El desafío para el sector no es solo producir o exportar más, sino volver a conectar el arroz con el consumidor en una nueva realidad económica y social”, señaló Cardoso.
A la vez, subrayó subrayó que el escenario podría variar si se registran cambios en el área de siembra, pérdidas de cosechas o exportaciones superiores a las previstas, aunque por ahora la tendencia apunta a un ciclo de presión prolongado.




