El mercado de seguros agrícolas enfrenta desafíos y prevé cambios

Desde Sura se expuso la situación que enfrenta el sector y las modificaciones que se vienen para que el productor tenga claro el panorama de cara a las próximas zafras.
Uno de los factores clave para la agricultura es el de los seguros para los cultivos, considerando las variaciones climáticas y otros aspectos vinculados con esta actividad, que inciden en la productividad. Tras algunos años de vigencia de las coberturas, en los que se registraron fenómenos extremos del clima, como la reciente sequía, el mercado de seguros agrícolas enfrenta algunos desafíos y prevé cambios y ajustes.
En ese marco la empresa Seguros Sura expuso la situación y las modificaciones que se vienen para que el productor tenga claro el panorama de cara a las próximas zafras agrícolas, en una serie de jornadas en distintos puntos del país.
Uno de los aspectos novedosos es el relacionado con la implementación de “seguros paramétricos”, que “evalúan un parámetro en base a un indicador satelital”, que “puede ser un índice verde, temperaturas o precipitaciones”, y que “paga en función de la variación de ese índice en un período de tiempo, que se asocia a ciertas pérdidas en los cultivos”, dijo a VERDE el suscriptor de Seguros Sura, Gonzalo Gutiérrez.
Comentó que ese tipo de seguros ya los ofreció en su momento el Banco de Seguros del Estado (BSE), pero “el problema es que tienen cierto porcentaje de error”, que está “fuertemente influenciado por la solidez de la base de datos para construir el producto; si es buena el margen de error es chico pero no es cero”.
En Uruguay hay una cuestión “cultural” vinculada a que el “productor quiere un rendimiento a campo”, por lo que es necesario hacer un “trabajo educativo para pasar de ese concepto hacia las variaciones de parámetros”, trabajar en “la construcción de los índices” y “en seguros que le saquen riesgo al sistema”, como por ejemplo trabajar en “multiriesgo anual”, coberturas que contemplen “la hectárea agrícola durante toda la rotación invierno-verano”, sostuvo.
Enfatizó la importancia de realizar algunos cambios, compartir información y sacarle miedo a las cosas, sabiendo que “es un seguro paramétrico, pero ajusta muy bien a la realidad”. Consideró que “esas cosas permitirán transitar hacia el blindaje de la agricultura”, donde también ingresan los seguros de precios, “algo que ya se aplica en otros países”. En esa línea, Gutiérrez indicó que Sura cuenta con un seguro de precio y de calidad para cebada.
Comentó que el objetivo de la empresa es “blanquear la situación del reaseguro a nivel global –somos una industria muy reasegurada, ya que le contratamos seguros a una compañía de segundo piso–, que está teniendo resultados muy malos con la cartera agropecuaria, no solo en Uruguay sino también en el mundo”.
Por ese motivo, estas empresas que tienen perfil financiero ahora salen a buscar “colocaciones más rentables” y “las condiciones que pasan por nuestra siniestralidad son cada vez más difíciles”, advirtió. Y acotó que esto “es el correlato de lo que estamos viendo en el mercado uruguayo de ajuste de tarifas y de condiciones”.
La cartera de seguros agrícolas suele tener resultados “muy volátiles” y eso “juega en contra de la historia siniestral” que tiene el Uruguay. Por eso, sostuvo que “es importante informar lo que se está comercializando y los cambios registrados”.
Afirmó que se trata de “medidas necesarias para mantener la cartera saludable desde el punto de vista de la rentabilidad”, no solamente para la compañía sino además para el mercado reasegurador, del cual “depende tres cuartas partes del mercado” uruguayo, que son las empresas de seguros que contratan reaseguros afuera.
Graficó: “esto es como cuando vas al médico y te dice que estás gordo y para bajar de peso tenés que hacer dieta y deporte”. “Tenemos coberturas que no son sustentables y pérdidas derivadas de coberturas que en el mundo no se dan, y no deberían darse en Uruguay”, como “el caso de la resiembra” o las “heladas tardías” en invierno, reconoció.
El ejecutivo subrayó que “hay un problema”, que si bien “no es propio del sector, está derivado por una coyuntura agrícola que marca un endeudamiento excesivo”, provocando que “el financiador exija un seguro de rendimiento en soja, que es el cultivo más riesgoso de toda la rotación agrícola”.
“Cuando tenés una cartera que no está bien balanceada, con un exceso de concentración en un solo cultivo, un evento sistémico como puede ser una sequía o un exceso de lluvias, termina destruyendo el resultado de todo lo que hiciste, y el mismo problema tiene el mercado reasegurador”, explicó.
Para Gutiérrez “es necesario entender que lo que antes se daba no se puede dar más”, porque “implica riesgos inaceptables, teníamos un problema de primas, cobrando muy baratas las coberturas, y eso no era sustentable”. Y afirmó que “hay que adecuarse a la realidad, que va hacia los seguros paramétricos”.
Indicó que por cada dólar que se cobra de prima, “pagas 65 o 70 centavos de siniestro”, lo que ubica al ratio de siniestralidad en 65% o 70%. “Con la sequía ese ratio explotó, llegamos a 400%, 500% y 600%; eso establece los limites de lo que se puede y no se puede hacer”, afirmó.
Consideró que los gatillos de rendimiento que se brindan en las coberturas de rinde “no son suficientes para el sector agrícola uruguayo, porque necesita otras respuestas”.
Sobre lo “barato” de las primas, el suscriptor de Sura afirmó que “eso implica a todas las coberturas”, no solamente a las de seguros de rendimiento.
El diálogo social que comenzó en el último tiempo, liderado por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), con el objetivo de juntar más información para mejorar los seguros, “marca el camino hacia donde tenemos que ir”, pero “es una larga marcha que requerirá más información, mucho análisis y tiempo”, dijo.
El ejecutivo entiende que “aún falta mucha información, lamentablemente el esfuerzo del MGAP no logró una masa crítica de datos suficiente para poder perfeccionar los seguros” de cara a esta campaña. “La opinión técnica de los suscriptores que estamos en agro era pedir toda la información de una vez y obligatoria de todas las chacras del Uruguay de los últimos cinco años. Con eso teníamos un diagnostico mucho más eficiente, pero lamentablemente no pudimos convencer a las autoridades de que ese era el camino”, comentó.
Si bien “se avanzó” en un protocolo de trabajo “no se logró la masa crítica de datos necesaria para sacar conclusiones diferentes a lo que estamos haciendo hoy en día”. Ese escenario implica que con seguros de rendimiento se puedan asegurar unas 350.000 hectáreas, donde el BSE ocupará la mayor superficie y el resto le corresponderá a las compañías privadas. “Estamos muy lejos de blindar la agricultura y en invierno mucho más, porque se brindan coberturas solo por daño directo y no de rinde”, afirmó.
Otro tema a abordar es la conveniencia o no de un subsidio estatal en las coberturas de seguros agrícolas. En la actual administración de gobierno se avanzó en ese sentido, y resta analizar los ajustes necesarios, para continuar en esa política. “En Estados Unidos el principal programa de apoyo al agro es el subsidio de seguro agrícola, pero tiene reglas draconianas”, concluyó.
El peritaje
Respecto a la importancia del peritaje en los seguros, el presidente de Taype SA, Hugo Acquaroni, dijo a VERDE que esta tarea permite que, “con los siniestros en general, el cliente conoce lo que está comprando”, ya que “antes era una intención”, y lo que “había comprado era algo intangible”. Por lo cual, frente al siniestro, “el peritaje es un momento crucial”, tanto para la compañía como para el cliente, porque “marca si las cosas se hicieron bien”.
El mecanismo de funcionamiento de esta empresa de tasadores –que opera en Argentina, Bolivia y Uruguay– es en base a la denuncia que hace Sura, y en 24 horas se pone en contacto con el cliente para saber si tiene un técnico que lo asesore o prefiere el vínculo directo con él, para luego ir a hacer la tasación en el campo.
Como todo es dinámico, el peritaje también se va perfeccionando, con el uso de más tecnología, desde drones hasta imágenes satelitales.
Para el operador, el tema de los seguros agrícolas “se estancó”, luego de un período de crecimiento en los últimos 20 años, pero ahora “se precisa un poco más de docencia y capacitación” para generar “cultura aseguradora”.
Muchas veces se contrata un seguro, ya sea contra granizo o resiembra, pero no se conoce bien lo que se contrata, por lo que “falta un real interés” del comprador, sostuvo. “Se sigue contratando por precio, pero no se pregunta qué se está comprando”, dijo.
Acquaroni opinó que la cobertura “más complicada” es la de “resiembra” o “planchado”, que “en Argentina la cobertura tiene cinco veces más limitaciones que en Uruguay” y “acá se la venía dando, aunque ahora se viene limitando”. Acotó que otra “puede ser la helada, donde se viene mejorando”, pero en los años de sequía “el daño está sobrevalorado frente a un año normal”.
La expansión de Sura
La gerente de canales de venta de Seguros Sura, Ana María Silveira, hizo hincapié en una “etapa de expansión territorial” iniciada el año pasado. Si bien hace años que la empresa está en el interior, los recientes “fueron especiales”, porque la compañía puso un “foco muy fuerte” en su presencia fuera de la capital. “La idea es abrir nuevas oficinas en 2025, para acercarnos y entender las necesidades del cliente”, dijo.
Se refirió a las acciones para la apertura del primer centro de servicios que la compañía instalará en Paysandú, que estará operativo a principio de 2025 e incluirá la parte de seguros, garantías, asistencia y Sura Afap.
Argumentó que Paysandú “es un mercado muy importante”, que nuclea a “muchos de nuestros corredores más relevantes en el interior”, y además “tiene una localización que nos permite abarcar el litoral con mayor facilidad”.
Habló de la “relocalización” de la sucursal de Colonia, y el año próximo “Sura se expandirá más” hacia el este, con el foco puesto en los seguros agrícolas, de autonomía (seguros de vida, salud y accidentes), hogar, movilidad y en las garantías de alquiler. “Desde 2025 y parte de 2026 vamos a estar localizados en todas las ciudades del interior”, remarcó.
Nota de Revista Verde N°117