Agricultura

El manejo de las malezas y el uso de herbicidas en el cultivo de colza

7 de junio de 2025

Son claves: la selección de chacras, el carry over del verano previo, las tecnologías de tolerancia de distintos cultivares, y la selección y el propio manejo de los fitosanitarios

Ing. Agr. Fabricio Leiva: Malezas y herbicidas de Unicampo
Ing. Agr. Nicolás Cortazzon: Director de la UID de Unicampo
Ing. Agr. Esteban Hoffman: Director general de Unicampo

En la 2° jornada de actualización técnica en colza, organizada por Erro, se expuso acerca de las novedades en el manejo y control de malezas en el cultivo de colza (canola). Fueron considerados aspectos claves, como la selección de chacras, el impacto del carry over de herbicidas usados en el verano previo, las ventajas tecnológicas de la tolerancia a herbicidas de distintos cultivares, así como la selección y el propio manejo de los herbicidas. Estos aspectos no solo permiten un buen control de las malezas, sino que reducen al mínimo las pérdidas de productividad no deseadas. 

Chacras, malezas y resistencia de rábanos

En la primera parte de la charla se trató uno de los principales desafíos en la producción agrícola actual, del que colza-canola no está ajena: la presencia de malezas de muy difícil control, resistentes a muchos herbicidas. Entre ellas, se puso foco en los rábanos (Raphanus spp) resistentes, que afectan tanto a cultivos de invierno como a los de verano. 

Algunos ecotipos han desarrollado resistencia a múltiples herbicidas, lo que reduce la eficacia de las estrategias de control convencionales. En el caso de la colza-canola sin ninguna tolerancia específica, los herbicidas hormonales presentan limitada efectividad contra este tipo de malezas de hoja ancha. 

La tecnología Clearfield (CL), perite disponer de cultivares que hacen posible el uso de otros principios activos más eficaces al servicio del control de muchas malezas problemáticas, especialmente aquellas de hoja ancha y gramíneas.

Sin embargo, a pesar de sus ventajas en un sinnúmero de malezas problemáticas, la colza-canola CL no ofrece una opción diferencial para el control de malezas como los rábanos resistentes a herbicidas ALS. En estos casos, es fundamental evaluar estrategias para bajar la presión de este tipo de maleza y avanzar en el manejo para minimizar su impacto en el cultivo o pensar en las opciones que ofrecen los cultivares TT (tolerantes a triazinas), a punto de irrumpir en el mercado.

Impacto del carry over en colza-canola

A la hora de elegir las chacras para hacer este cultivo, es crítico considerar la persistencia de ciertos herbicidas residuales en el suelo aplicados en cultivos previos, fenómeno conocido como carry over. 

Ya no es novedad que algunos herbicidas utilizados en cultivos de verano, como soja y maíz, pueden permanecer activos en el suelo por largos períodos, afectando negativamente la implantación y producción de cultivos de invierno siguiente, como la colza.

Este problema se hace más evidente en años secos, cuando la menor precipitación dificulta la degradación de los residuos químicos, incrementando su persistencia y potencial fitotóxico. Como resultado, cultivos de colza-canola sembrados en suelos con presencia de estos residuos pueden presentar problemas de implantación, desarrollo y reducción de rendimiento en grano (ver Gráfico 1). 

Ventajas de Clearfield

Los materiales de colza-canola CL, toleran residuos de herbicidas de tipo ALS en suelo, permitiendo una implantación uniforme y un crecimiento sin grandes “peajes” de producción. A diferencia de la colza convencional, que en estas condiciones suele presentar fallas de emergencia, problemas de crecimiento y disminución significativa de la productividad (ver Figura 1).

El impacto silencioso de los graminicidas

En la segunda parte de la charla se abordó el impacto de los tratamientos posemergentes en el cultivo de colza-canola. Este cultivo es altamente sensible a muchos herbicidas, los que recurrentemente generan pérdidas de rendimiento en grano, muchas veces sin síntomas visibles (daño subclínico).

Uno de los aspectos más críticos, resaltado, fue el efecto de los graminicidas. Estos sistemáticamente reducen el rendimiento de manera silente o subclínica. 

A pesar de que el cultivo cuando hay signos clínicos, se recupera rápidamente, y posteriormente no surgen signos evidentes de un estrés. Los experimentos desarrollados por la unidad de Investigación y Desarrollo de Unicampo Uruguay (libre de malezas), han demostrado que el rendimiento se ve deprimido significativamente.

Estrategias

Para reducir estas pérdidas que surgen del uso de herbicidas del tipo mencionados anteriormente, fueron especialmente considerados: los herbicidas en el momento óptimo; las aplicaciones deben ser aplicados temprano, cuando el cultivo tiene entre dos y cuatro hojas verdaderas (B2-B4); las aplicaciones tardías (en estados C1, C2 o en elongación) incrementan notablemente las pérdidas de rendimiento, llegando a registrase pérdidas cercanas al 30% (+ 900 kg ha-1) en aplicaciones de elongación, y estos valores se reducen al 10% (300 kg ha-1) (en algunos experimentos las diferencias no llegan a ser significativas), cuando se aplican estos graminicidas en vegetativo. 

Como referencia en los cultivares de tipo primaveral, desde la siembra hasta B2-B4 transcurren entre 25 y 30 días, mientras que desde la siembra hasta C1 pueden pasar entre 55 y 65 días.

Bioprotectores y/o biorremediadores 

Trabajos de investigación de Unicampo Uruguay han demostrado que el uso de biorremediadores puede ayudar a reducir las pérdidas causadas por este tipo de herbicidas (ver Gráfica 2). Estos productos se aplican junto con los herbicidas y favorecen la recuperación del rendimiento del cultivo.

Prevención de fitotoxicidad

Hay un problema que es recurrente y especialmente evidente en la zafra 2024-2025, y que fue especialmente considerado, es la fitotoxicidad causada a distintos cultivos por la remoción de residuos de los tanques de pulverización. 

Este fenómeno es observado en cultivos como la soja, especialmente al cambiar entre soja Enlist y no Enlist, o al pasar de herbicidas preemergentes a posemergentes sin un correcto lavado del sistema de pulverización de los distintos equipos.

Este mismo problema está resultando crítico en el cultivo de colza-canola, ya que es un cultivo altamente sensible a cualquier residuo de herbicida retenido en el tanque o en el circuito del equipo de pulverización. 

Sin una limpieza profunda, los residuos pueden desprenderse y provocar daños severos, afectando el desarrollo del cultivo por zonas, incluso comprometiendo la producción en grandes áreas.

Acá fue especialmente considerado el caso del Cletodim, que finalmente –o además– termina funcionando como un poderoso desincrustante.

Esto fue enfocado en términos de: el riesgo al cambiar entre tecnologías de tolerancia a herbicidas en colza-canola. Actualmente existen canolas de tipo convencional, Clearfield (CL) y Triazina Tolerant (TT). Si no se realiza un lavado exhaustivo al cambiar de una tecnología a otra, los residuos del herbicida anterior pueden generar daños fitotóxicos, con consecuencias aún más graves que en soja.

En esta línea, se recomienda siempre: implementar un protocolo de limpieza para el correcto lavado de tanques y circuitos de pulverización, con productos desincrustantes que ayuden a remover los residuos de herbicidas adheridos a las paredes del tanque y las tuberías.

Nota de Revista Verde N°121

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