Comenzó el intercambio con China de material genético de soja para consumo humano
“Es estratégico posicionar de forma diferenciada parte de la producción de soja uruguaya para alimentar a ciudadanos chinos”, enfatizó el ministro Tabaré Aguerre, al anunciar que comenzó el intercambio de material genético de soja para consumo humano. Con este paso, se abre un nuevo capítulo en la relación comercial con China, país que actualmente es el mayor comprador de soja de producción nacional para consumo animal.
Según publicó Presidencia, el secretario de Estado destacó “un nuevo paso en el programa de intercambio de materiales genéticos de soja con amplio contenido de proteína con destino al consumo humano”. Según detalló, el acuerdo forma parte de los convenios firmados en octubre de 2016 entre Uruguay y China para consolidar una asociación estratégica.
Aguerre explicó que actualmente nuestro país vende soja a China para consumo animal. No obstante, indicó que, con el intercambio genético, se abre una oportunidad para el comercio de este oleaginoso para consumo humano. El país asiático consume anualmente 15 millones de toneladas de soja.
Desde el 9 de mayo, el ministro Aguerre encabeza una delegación uruguaya en China, en el marco de la conformación de una asociación estratégica, firmada en la visita oficial de octubre de 2016 del presidente de la República, Tabaré Vázquez.
El documento suscrito por el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) y la Academia de Ciencias Agrícolas de China establece un plan de trabajo y compromisos de recursos, con los cuales se implementará un centro de investigación para el intercambio de germoplasma y el mejoramiento genético de soja orientado al mercado chino.
Acompañan al ministro Aguerre, el presidente del INIA, Álvaro Roel, y los técnicos del programa para el mejoramiento de soja entre China y Uruguay.
El titular de Ganadería, Agricultura y Pesca manifestó que “la visión estratégica de Uruguay es la de país productor de alimentos de forma segura, diferenciada y confiable, con una proyección de futuro y un compromiso en los procesos productivos como país que tiene en cuenta los problemas globales, como la energía, el cambio climático, los recursos naturales, la seguridad animal y la inocuidad alimentaria”.