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Un año que, en promedio, fue “muy bueno” para el negocio ganadero, resaltó Fernando Indarte

13 de enero de 2023

Fernando Indarte consideró que las variaciones de precios fueron “exageradas”; además se refirió a los corrales, al mercado de tierras y a la relación agricultura-ganadería

En promedio el año 2022 fue “muy bueno” para todas las actividades ganaderas, dijo a VERDE el consignatario Fernando Indarte. El director de Indarte & Cía analizó que el primer semestre en la ganadería “fue una cosa fuera de serie, por los precios”. Y recordó que en algún momento la carne en Uruguay valía más que en Estados Unidos, pero dijo que “el mercado demostró que no puede resistir esos acontecimientos”. 

“Sabemos que no puede ser viable que el novillo gordo en Uruguay valga más de lo que vale en Estados Unidos. En el primer semestre se aprovecharon esos valores históricamente altos, con novillos gordos de US$ 1.500, US$ 1.400, US$ 1.300. También eso se trasladó a los ganados de invernada, que tuvieron valores históricamente altos. El productor ahí hizo un colchón muy importante de liquidez y de rentabilidad”, destacó. 

Ya en el segundo semestre, señaló que los problemas en China “fueron clave” para que se revirtiera la situación, ya que ese mercado se llevaba cerca del 70% de la carne que exportaba Uruguay, y su política de manejo del Covid afectó el consumo. Además, indicó que Brasil vendió su carne mucho más barata que la de Uruguay, y “tuvimos que acompañar”. 

En definitiva, Indarte consideró que “así como la subida de precios fue exageradamente alta, la bajada también”. Admitió que en el mercado ganadero también influyó la situación climática. “Se juntó el trancazo internacional con una seca que era bastante fuerte en el sur e incipiente en el norte. Luego de la caída el mercado fue encontrando el equilibrio. El clima será clave”, comentó.

Puntualizó que el escenario ya venía siendo favorable desde antes de 2022. “Esto tiene dos años. Esos precios históricos del primer semestre todo el mundo los tomó. El que vende un ternero, una vaca de invernar, una vaca preñada, un novillo gordo. Todo el mundo recibió esos valores históricamente altos y va a cerrar un excelente año al hacer promedio”, afirmó. 

Agregó que el trancazo del mercado en agosto y setiembre dejó un sabor amargo, y “pareciera que no fue un año tan bueno como lo fue”. Sobre las perspectivas para 2023, el director de Indarte & Cía dijo que se basan en una flexibilización de la política Covid Cero de China, que le permita retomar las importaciones de carne. Estimó que “vamos a llegar a un equilibrio muy razonable para todo el mundo, para que el sector pueda trabajar”. 

Corrales

Indarte analizó que este año los corrales de engorde “tuvieron un gran protagonismo, como nunca. Se agrandaron, hubo muchísima cantidad de animales de corral en la faena. Se habla del 13% al 15% de la faena general y 27% de los novillos. Eso ya te da la pauta de que fue importantísimo”, dijo. 

Afirmó que el corral “es clave para darle más rapidez al engorde, para acortar el ciclo, para que se faenen animales más jóvenes y, por lo tanto, para aumentar la tasa de extracción –que es algo que necesitamos–, en menor tiempo, acortando la cadena, para exportar más carne con la misma cantidad de animales”. 

Analizó que la caída de precios descalzó la relación flaco-gordo, y que ese negocio “todavía no agarró el dinamismo que sí recuperó el ganado de pasto. Pero seguramente el año que viene esto volverá a la normalidad”. 

A propósito, comentó que “si bien se cerraron negocios, estos no cumplieron con las expectativas de los productores. Pero si se calcula el promedio de este año, el negocio del corral fue excepcional”. 

En cuanto a la base de cálculo del precio de los ganados de corral, Indarte dijo que “independientemente de la base que se elija, los productores quieren acompañar el momento y que se premie de alguna forma una mercadería que es diferente; considerando, además, que el engorde a corral tiene otros costos”. 

En ese sentido dijo que se toma la referencia de precios de la Asociación de Consignatarios de Ganado (ACG) porque “es el promedio que refleja lo que está pasando en el mercado”. Señaló que si se comparan las curvas de precios de ACG y del Instituto Nacional de Carnes (INAC) “hay una correlación; lo que varía una es lo que varía la otra, y al final del año te da exactamente lo mismo”, enfatizó. 

“La referencia de ACG refleja realmente lo que está pasando en el mercado. Para el productor es lindísimo cuando sube, y cuando baja se enoja; y para la industria al revés. Es lógico que quien compra quiera hacerlo barato y el que vende quiera recibir más. ACG va a seguir siendo la referencia del mercado del ganado gordo, y lo demuestra con números”, afirmó. 

De todos modos, sostuvo que quienes quisieron vender ganado para la cuota 481 a un precio fijo este año “tuvieron esa opción”. Pero los productores no quisieron fijar precios, porque tenían la expectativa de que subiera, prefirieron tomar la referencia de ACG más un adicional”. 

“Estamos en un mercado de oferta y demanda, en un mercado mundial donde los precios suben y bajan. Si el vendedor quiere seguridad cuando baja, el comprador no se la va a brindar, porque es imposible estar cubierto únicamente a la suba. Pero si quería vender a un precio fijo, esa opción estaba. Si se negocia ganado para la cuota 481, esa posibilidad sigue estando. Lo que pasa es que el número que te va a pasar el comprador, de repente, no va a ser tentador. Hay gente que prefiere tener algún porcentaje del ganado a un precio fijo; esa es una decisión del productor”, comentó Indarte. 

El intermediario afirmó: “no tengo ninguna duda de que el protagonismo del corral se mantendrá. Va a seguir exactamente igual que hasta ahora, porque lo necesita la industria para asegurarse los ganados. El corral es una fábrica de carne, no importa si viene frío o llovedor, los novillos estarán gordos el día que se previó”. 

Y, por otra parte, “el productor también necesita el corral, porque es una alianza entre la agricultura y la ganadería; y ofrece la posibilidad de sacar categorías del campo, para darles espacio a otras”, destacó. 

Rentas agrícolas

Indarte confirmó que es importante la demanda de campos para arrendar. “A diario tenemos cantidad de pedidos de arrendamiento para agricultura y ganadería. No exagero. Todos los días llaman para pedirnos campos”, aseguró. 

Explicó que, en general, hay relaciones de largo plazo entre arrendador y arrendatario, lo que incide en la escasez de oferta de campos. “Por la forma de ser del uruguayo, si el dueño del campo no tuvo problemas de relacionamiento con el arrendatario, no lo cambia. Cuando se vence el contrato se renegocia en función de lo que pasó en ese momento, un poco para arriba o para abajo. Y cuando querés acordar hace 10, 15 o 20 años que el arrendatario está en ese campo. Por eso cuesta muchísimo conseguir campo para arrendar”, dijo.

Agregó que es probable que esa sea una de las barreras que impiden que nuevos actores entren a la actividad. “Si querés iniciar cualquier negocio agropecuario primero tenés que conseguir la tierra, y ese es el factor limitante. El resto se consigue: ganado, fertilizantes, semillas”, planteó. 

Confirmó que los contratos de arrendamiento  “siempre se hacen en kilos de producto. Algún dueño, los menos, por algún motivo piden que se haga a un precio fijo en dólares, y no tienen problemas para arrendar. Pero si te pones a pensar, ese ha sido un error este año. Lo más lógico es acompañar, porque el campo no produce dólares, produce carne, soja o trigo. Por eso la moneda son kilos de producto, y lo que se negocia son los kilos por hectárea”. 

Inversión extranjera

En los últimos años Fernando Indarte fue cauto al hablar de un posible aumento de la inversión extranjera en campos de Uruguay, “porque las condiciones no tienen nada que ver con las de los años 2000. Cambió la manera de ingreso del dinero a Uruguay, la rentabilidad, la fortaleza del propio productor local, que compite y antes no competía. En los años 2000 el productor uruguayo estaba muy mal, tenía que vender su campo para pagar las cuentas”, recordó el operador. 

Agregó que “si bien se siguen vendiendo campos, hemos hecho negocios pero a una tasa tranquila. Creo que no vamos a volver a ver lo que pasó en aquel momento”. 

Sobre el precio de la tierra, analizó que “tiene una tendencia moderada al alza”. Aunque hay que considerar que “siempre tenés un tema de devaluación del dólar. Hace 50 años que el dólar pierde valor y, por lo tanto, el precio sube en términos nominales pero no es importante la suba en términos reales”, planteó.

Indarte confirmó que “sigue habiendo uruguayos comprando campos, también están los fideicomisos, los fondos de inversión locales, con fondos de las Afap. Y después hay algún europeo, con operaciones puntuales. Los compradores argentinos son muy pocos”.

Agregó que “hay mucha demanda, mucho inversor queriendo adquirir campo, y lo poco que hay en venta si se quiere vender se vende. Pero al que tiene expectativas de mejores precios le lleva tiempo vender”. 

Consolidación agrícola-ganadera

El empresario, que tiene su zona de influencia en el litoral, destacó las virtudes de la interacción agrícola-ganadera. “Después de tantos años te das cuenta de la diferencia que hay entre un campo con 20 años de agricultura continua y otro que ha rotado cultivos y praderas de dos o tres años”, que permite alcanzar mayores rindes, comentó. 

Admitió que los altos precios de los granos hicieron que este año se siembre un menor porcentaje de pasturas en los campos –en relación a lo que se hacía hace dos o tres años–, pero aún así “se sigue haciendo”. Y también valoró que el productor “no dejó la ganadería”, como en otros momentos de auge agrícola. 

“De hecho hay agricultores de toda la vida que están haciendo su explotación ganadera en distintas modalidades, pero ya vieron que tener ganado es complementario a la agricultura. La ganadería es un negocio muy líquido, algo importante cuando las cosas se complican; y además es un negocio más seguro, que no tiene los traspiés de un cultivo, donde hay veces que es a todo o nada”, concluyó.

Nota de Revista Verde N°105

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