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Mercado de campos tendrá un año “movido”, hay interés de europeos

31 de marzo de 2024

Los potenciales compradores prefieren predios agrícolas y forestales; la estabilidad y seguridad jurídica de Uruguay son aspectos claves para definir los planes de inversión

Mauro Florentín
Redacción

Hoy en día el negocio de invertir en el agro, principalmente en la compra o arrendamientos de campos, parece dejar de estar atado a factores coyunturales vinculados con el clima o con los precios de los alimentos, sino que están más bien ligados a una visión de mediano y largo plazo.

Eso tiene que ver con el perfil de los inversionistas y con las mismas transformaciones de la producción rural, entre otros tantos aspectos que juegan a la hora de tomar decisiones de este tipo.

Sobre estos temas, VERDE habló con uno de los directores de la empresa Gorlero & Cía, Federico Hareau, quien destacó que hay “dos tipos de inversiones”, los grupos económicos de gran escala y los particulares de menor escala.

En ambos casos uno de los puntos clave se vincula con la “estabilidad” y la “seguridad” que ofrece Uruguay como elementos a considerar para definir sus planes de inversiones, advirtió.

Tras un año “muy golpeado” por la seca en el agro uruguayo, hubo un freno en el interés de productores locales, pero luego empezaron las consultas de “afuera”, que no pararon en cuanto a la intención de acceder a un campo agrícola o para forestación, dijo.

Y vaticinó que 2024 será un año “movido” en la operativa del mercado de inmuebles rurales, especialmente de los inversores con una visión más globalizada.

Más familiar y dinero de vuelta

Hay “mucho interés de europeos” en dos tipos de inversiones “muy firmes”, que comprenden lo que son los family office, que “invierten en muchas partes del mundo”, que sin valorar tanto la cantidad de superficie piensa en el margen y la rentabilidad, por lo cual es clave que cierren los números en el excel, comentó.

Planteó que en esos casos se trata de un negocio de ocasión, que por lo general compran un campo y lo arriendan para buscar esa renta esperada.

Pero también está el inversor europeo “más familiar”, que “tiene su negocio afuera” del campo, que “quiere meter una pata” en la producción de agroalimentos y que “quiere realmente explotar” el campo, para lo cual establece un sistema de gestión en Uruguay. Este tipo de actores sí se ven en el mercado, dijo.

Respecto al papel que juega el inversor local en el negocio, Hareau señaló que hubo “mucho movimiento” de inversionistas uruguayos, principalmente en la época de la pandemia, cuando “muchos empresarios que tenían dinero colocado afuera del país vieron que el mundo se alborotó, rápidamente trajeron el capital de vuelta a Uruguay y el destino fueron los negocios agropecuarios y la compra de campos.

Sobre el perfil de inversores que no estaban vinculados con el negocio agropecuario, gente que tenía sus empresas uruguayas, que les fue muy bien y decidieron destinar sus ahorros al rubro, el director de Gorlero & Cía señaló que “esos actores estuvieron muy fuertes, se hicieron muchas compras de muchas familias uruguayas, de muchos empresarios uruguayos”. Y “sigue habiendo, pero siempre en superficies menores”. 

Después, algo que favoreció el negocio fueron las tasas de interés que cobran los bancos por los préstamos, enfatizó.

El operador del mercado de campos destacó el rol que juegan las empresas como Gorlero en cuanto a la administración y gestión de los establecimientos rurales que adquieren los inversores, tanto locales como extranjeros, para brindarle los resultados esperados y la tranquilidad de saber que su propiedad está en buenas manos.

Hay gente que al principio quiere una administración, pensando en que el día de mañana, al jubilarse, se dedicará al campo. Entonces la empresa trabaja un tiempo con ellos y luego queda a cargo el inversor, comentó. Dijo que hay gente que arranca en forma gradual en el negocio y van interiorizándose, pero siempre delegan la administración.

Alianza y gestión

Hareau abordó uno de los asuntos en los que coincide la mayoría de los operadores del mercado de campos local: la dificultad para lograr que se junten las dos puntas del negocio, por un lado el propietario del campo, que mantiene sus pretensiones de ingresos a obtener por su predio; y por otro el potencial comprador o arrendador, que por lo general advierte que los precios superan sus posibilidades y las expectativas de rentabilidad. En ese tire y afloje es que se pasan meses de tratativas, que a veces desalientan a los actores del negocio o finalmente se consigue ceder en algún aspecto puntual.

Uruguay ofrece “seguridad” jurídica y “estabilidad” para los capitales, lo que juega su papel a la hora de definir nuevos proyectos de inversión, que en los últimos meses se caracterizan por el origen europeo, valoró.

Respecto a los inversionistas uruguayos que no provienen del agro, Hareau dijo que en esos casos operan con empresas encargadas de la administración y la gestión de los predios, como Golero & Cía y otras, que pasan a desempeñar un rol directo en la producción.

Esta compañía estableció un acuerdo con la firma belga Soil Capital Farming, que opera en el mismo rubro en el mercado europeo donde hay otras características en cuanto al tamaño de los campos y la manera de explotarlos, entre otros tantos aspectos.

Los responsables de esa empresa, que hace un tiempo está instalada en Argentina, están muy focalizados en el cuidado y preservación de los suelos, en las rotaciones de cultivos y producciones, con menos aplicaciones de pesticidas y herbicidas, señaló Hareau.

Dijo que en este caso existe una alianza “muy interesante” entre ambas empresas, pensando en los nuevos requerimientos de los mercados en cuanto a las condiciones de sostenibilidad ambiental y conservación. Por un lado, Soil Capital cuenta con el expertise necesario para el desarrollo de buenas prácticas de agricultura regenerativa. Por el otro, Gorlero tiene probada trayectoria en el medio uruguayo y conocimiento de las particularidades de cada región. Esta unión está orientada a un enfoque productivo sostenible, que permita al mismo tiempo maximizar la rentabilidad del negocio. 

Gorlero & Cía participó en la reciente exposición internacional Agro en Punta, realizada entre fines de enero y primeros días de febrero, que congregó a profesionales, empresarios y productores del agro para el tratamiento de una amplia agenda de temas, que resultan cruciales para el presente y futuro de la producción de alimentos.

Aprovechando la vitrina global que representan este tipo de emprendimientos, esas y otras empresas apostaron al evento donde pudieron establecer nuevos contactos y fortalecer otros nexos. 

Nota de Revista Verde N°113

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