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Actualidad

El agro norteamericano se organizó para ser escuchado en Washington

27 de noviembre de 2022

Bill Couser, un empresario referente en temas de producción y cuidado del ambiente, explicó cómo los productores pasaron de ser “el menú” a tener lugar como “comensales”

Ruben Silvera
Nevada, Iowa

El Farm Tour (ver páginas 64 y 66), de la Asociación Agropecuaria de Dolores (AAD), visitó en Nevada (Iowa) a Bill Couser, un empresario referente en producción y el cuidado del ambiente. “Gobiernos, reglas y regulaciones son los desafíos que tiene el agricultor” y por si fuera poco, “hay que sumar los desafíos propios del negocios”, indicó Couser al comenzar su charla con VERDE. 

Sostuvo que “la gente no sabe cómo se produce, por eso como productores tenemos que contar nuestra historia, nuestra verdad”. Consideró que la sostenibilidad es “producir maíz para alimentos y etanol, de donde vuelve DDGS para alimentar al ganado, y luego con el estiércol se fertilizan los cultivos. Hay que producir más y mejor, con menos hectáreas”.

Para Couser “hoy el agro norteamericano tiene peso en Washington. Los productores, nos hemos juntado con las compañías que forman parte de la cadena productiva, las de semillas, protección de cultivos, fertilizantes, comercio de granos, entre otras.  Juntos somos dinamita”, afirmó.

Recordó que “hace 30 años la gente nos decía a los productores qué teníamos que hacer y cómo lo teníamos que hacer. No teníamos asiento en la mesa y estábamos en el menú. El objetivo desde entonces fue que tengamos un lugar en la mesa y no estemos en el menú. Hoy eso ha cambiado, tenemos voz e incidencia”.

Couser ha integrado varias instituciones de productores y también grupos vinculados  a las políticas sectoriales en Washington DC. “Nos gusta mostrar lo que hacemos, aquí han venido personas de 60 países” y personalidades destacadas como los más altos directivos de John Deere, Monsanto, Walmart, Sam´s, “donde se han planteado ideas para la generación de tecnologías para los diferentes procesos productivos”, comentó.

Los temas ambientales siempre han estado en el manejo productivo de Couser. Su establecimiento está integrado al sistema de drenaje, como ocurre en gran parte del cinturón maicero (ver edición anterior de VERDE). Para evitar que los residuos escurran, introdujo filtros con diferentes productos, con los cuales bajó un 75% las pérdidas de nutrientes que llegan a los cursos de agua. Eso se transformó en la base del programa Commodities Inteligentes, para el cual el USDA destinará US$ 11.000 millones.  

También cuenta con sistemas de infiltración de los residuos de los corrales de engorde.

Couser produce en unas 2.800 hectáreas. Siembra maíz, soja, especies forrajeras y también es productor de semillas de maíz. Cuenta con un corral de engorde para 5.200 vacunos de manera instantánea, de 6 metros cuadrados por animal. Utiliza las razas Angus y Simmental, porque “se busca peso”, explicó. Allí la dieta contiene maíz, DDGS, jarabe de maíz, expeller de soja y fardos de alfalfa.

Apuntan a programas de 200 días de encierro. Ingresan animales de 12 meses con 420 kilos y salen con 780 kilos, y se utilizan hormonas. La ganancia diaria hasta los 150 o 170 días llega a 2,2 kilos diarios, y en los últimos días es de menos de 1 kilo. 

El rendimiento industrial de sus ganados se ubica en torno de 66%, lo que resulta en unos 517 kilos de carne. La venta se realiza a un frigorífico en Nebraska, y en ese momento el precio del ganado gordo era US$ 5,30 por kilo. Para la reposición el empresario tiene acuerdos con ganaderos de Kansas y Missouri.

LA PRODUCCIÓN DE ETANOL

En Estados Unidos hay algo más de 200 plantas de etanol, que tienen un promedio de 318,75 millones de litros. El Farm Tour visitó en Nevada (Iowa) la compañía Lincolnway Energy, cuyo 50% es propiedad de una cooperativa de productores. Iowa es un estado donde la mezcla con biocombustibles es de 15%. 

Couser, directivo de la empresa, dijo que en la actualidad la industria del etanol no tiene subsidios, “sí depende de las mezclas que defina el gobierno”, explicó. A la vez, comentó que “hay ideas para incrementar su uso en aviación y en el área naval”. 

La planta recibe maíz que es procesado y  sale como combustible, alimento humano y animal. De un bushel de maíz (25,4 kilos) se producen tres galones de etanol (11,5 litros), 16 libras (7,2 kilos) de DDGS y una libra de aceite (0,45 kilos), que se utiliza para la producción de pavos, leche y huevos. También captura anhídrido carbónico (CO2) y se comercializa para potabilizadores de agua y empresas que precisan frío.

La industria comenzó a operar en 2006, con una capacidad de producción de 187,50 millones de litros, y en el momento de la visita estaba produciendo 91 millones de galones. El objetivo era producir 341,25 millones de litros por año.

La producción anual de DDGS se ubica en torno de las 250.000 toneladas, que se comercializan mayoritariamente en Texas y se transportan en ferrocarril. Se peletiza y sale con 32% de proteína, 12% de humedad, 10% de ceniza y 6% de grasa. El etanol se vende a una empresa que se especializa en la distribución del producto. 

En ambos casos los precios se manejan en función de la oferta y la demanda. En setiembre de 2022 el galón de etanol (3,75 litros) se vendía a US$ 2,40 y el DDGS a US$ 220 por tonelada (a levantar). Los precios del maíz se pagan en función del mercado de futuros de Chicago.

La planta recibe el maíz con un máximo de 17% de humedad, y si no hay otros inconvenientes se aplican los descuentos de precio correspondientes. En zafra la planta recibe entre 50 y 200 camiones por día, y cada camión carga 27.000 kilos. La industria está totalmente automatizada y es manejada por cuatro personas por turno. Cuenta con una capacidad de acopio de 35.000 toneladas de maíz.

Couser recordó que el origen de la compañía surgió cuando a seis líderes se les ocurrió procesar el maíz cerca del lugar de producción, “para que no se fuera sin agregar valor”. En 54 días, con aportes de la comunidad, se recolectaron US$ 50 millones y se creó la planta de etanol.  El objetivo pasaba por procesar todo el maíz del condado, y “hoy se está comprando en otros condados”, destacó.

Nota de Revista Verde N°104

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