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DLF Seeds con el foco puesto en seguir creciendo en Sudamérica

11 de diciembre de 2019

Tras la culminación del proceso formal de integración de PGG Wrightson Seeds (PGWS), originaria de Nueva Zelanda, a DLF Seeds, de Dinamarca, la compañía reafirma el objetivo de seguir creciendo regionalmente, con especial foco en el negocio de semillas de pasturas y cultivos.

La oferta condicional de adquisición de PGWS por parte de DLF Seeds fue anunciada en agosto de 2018 y en mayo de 2019 terminó concretándose la adquisición.

Posterior a la adquisición de PGWS, DLF redefinió su estrategia global, concentrado el negocio de semillas de pasturas y céspedes en cuatro grandes regiones: Sudamérica (incluye Sudáfrica), Europa y Asia, Norteamérica y Oceanía.

Marcelo Banchero asumió la posición de director gerente del nuevo grupo para Sudamérica. En Uruguay, la nueva firma seguirá operando con las dos marcas: PGWS y DLF Estero, ya que se consideró que tienen líneas y productos con objetivos diferentes, que se tornan complementarios.

Banchero habló con VERDE sobre este asunto, y también sobre los planes de la nueva corporación para el corto, mediano y largo plazo. De esta forma, DLF Seeds“incrementa el liderazgo global en semillas forrajeras y de céspedes, que ya ostentaba previo a la adquisición de PGWS”.

El ejecutivo comentó que el proceso de integración de PGWS a DLF Seeds fue largo por las características de la operación. “Pensamos que la globalización que está ocurriendo en las compañías de agroquímicos y cultivos no llegaría a las forrajeras, pero finalmente también le tocó el turno a este sector“, reconoció.

Sobre el perfil de las compañías, indicó que PGWS era una empresa que cotizaba en la bolsa neozelandesa, y por ende, “sufría todos los avatares del mercado de acciones, con sus aspectos positivos y negativos”.

Mientras que DLF Seeds es una cooperativa global, con más de 110 años de actividad, que nació como un pequeño grupo de productores daneses y “actualmente es la compañía global más grande del mundo en semillas de pasturas y céspedes”.

Agregó que “PGWS es una empresa líder en semillas de pasturas en el hemisferio sur y DLF Seeds ostenta ese mismo liderazgo en el hemisferio norte, con lo cual la operación tiene una gran complementariedad en todas sus áreas y un claro objetivo de largo plazo”.

Banchero informó que “el mensaje que recibimos por parte de DLF fue muy claro: no vinimos a cambiar cosas que funcionan bien y a decirle lo que tienen que hacer, PGWS es una empresa exitosa, y ha logrado una combinación de fuerzas, conocimiento, acceso al mercado, mirada global y sinergias, entre otras. Eso nos permitirá seguir creciendo y generando mejores opciones para los productores agropecuarios en el mundo”.

Resaltó que los objetivos pasan por continuar la vía del “crecimiento sustentable” en la región, que “si bien tiene un potencial enorme para crecer, es aún inmadura en cuanto al uso de nuevas tecnologías y productos diferenciados frente a lo que ocurre con otros mercados como el europeo o el neozelandés. Seguimos trabajando en mercados que necesitan evolucionar”, consideró.

De todos modos, destacó que “Sudamérica sigue siendo la fuente de crecimiento del grupo en el corto y mediano plazo”, tanto en el volumen como en el “agregado de valor” del mercado.

“Hoy trabajamos en un marco de mejoramiento genético global, con un alto grado de conexión entre las diferentes regiones y programas. Tanto DLF como PGWS lideran la investigación en pasturas templadas, y ahora se da la oportunidad de juntar los programas y potenciarlos”, dijo.

Advirtió que “es muy difícil hacer mejoramiento de pasturas en Europa y pensar que eso se aplique totalmente a las condiciones específicas de Sudamérica, y particularmente a las del Uruguay, donde el clima es muy diferente. Pero además, tenemos modelos productivos que muchas veces son opuestos. Nuestras pasturas tienen que persistir y producir en un clima transicional, condiciones particulares de suelo y la presión de pastoreo directo, cosa que no sucede en muchos países europeos”.

Consideró que “sí hay un grado mayor de similitud con Nueva Zelanda y Australia, y por ese motivo es que la genética que proviene de esas regiones ha sido mucho más adaptable a nuestras condiciones”.

Por algunas de estas razones es que “hemos desarrollado y potenciado el mejoramiento genético regional y local, de forma de capitalizar la genética, avances y tecnologías globales, pero introducidas como insumos en los programas regionales y locales”, señaló.

Agregó que ahora se necesita “generar cultivares y paquetes tecnológicos para solucionar los problemas de nuestros productores en el Uruguay y la región”.

Para Banchero el objetivo pasa por “generar soluciones que se adapten a la gran variabilidad de nuestros sistemas productivos y ser cada vez menos dependiente de las condiciones climáticas y de manejo perfectas”.

Sobre la posibilidad de acceder al banco de germoplasma global y la importancia de contar con una base local en mejoramiento, Banchero resaltó que PGWS tiene un programa de mejoramiento de pasturas muy sólido en la región, con más de 15 años de trabajo.

Ese es un “capital invaluable. Hemos generado, por ejemplo, alianzas estratégicas sólidas y exitosas con el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), logrando combinar y potenciar las fortalezas de ambas partes, para generar productos líderes en Uruguay y en la región”.


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