Agricultura

ADP se posiciona como proveedor de genética con convicción agrícola

4 de enero de 2021

En 2020 sumó a su portafolio de semillas la representación de la marca Stine, y apunta a llegar al productor con la experiencia registrada en la fase productiva de la empresa

L a convicción agrícola de ADP (Agronegocios del Plata), “nos lleva a posicionarnos como proveedores de semillas”, destacó el director de la compañía, Marcos Guigou. Al inicio de una charla que sostuvo con VERDE, cuando se lo consultó sobre el escenario agrícola, respondió que “a veces no nos permitimos disfrutar de las cosas buenas, por la propia ansiedad”, dijo.

Al describir los puntos positivos, marcó que “la cosecha invierno es muy buena, los precios firmes y entonados para todos los granos, en un país que tiene sus problemas pero que ha corregido en algo los costos. Hay promoción de inversiones, hay muchos temas buenos, pero la espada de Damocles es el comportamiento climático, que está presente todo el tiempo, y quita las posibilidades de disfrutar”.

Pero afirmó que el momento para el sector agrícola, “es bueno y si estuviéramos con un pronóstico de lluvias más fuerte, sería excelente”. En cambio, “para otros sectores, es un poco distinto. En la ganadería los precios han cambiado y fuerte”, señaló.

En relación a la participación que tienen los diferentes cultivos en la agricultura de Uruguay, y si puede haber cambios en función de los precios, el empresario describió que “la relación costo-precio tiene mucho que ver, y con una relación como la actual hay margen para que la superficie destinada a los diferentes cultivos crezca. Todo dependerá de la convicción. ¿Estamos convencidos de que el modelo agrícola puede funcionar en Uruguay de manera potente o no? Si no estamos convencidos, estamos en otro negocio o tenemos otra visión; pero si estamos convencidos seguramente pasará”.

Destacó que “hay resoluciones que pueden ayudar”. En esa línea, señaló la posibilidad de deducir la inversión del encalado, que “es una buena noticia”. La corrección del pH “es algo que vengo planteando desde hace varios años, y venimos haciendo cosas, pero no podemos hacerlo con la fuerza que deberíamos, porque no está ni la masa crítica de consumo, ni había incentivos fiscales como los hay ahora. Pero en la medida que se acorte esa línea, la agricultura uruguaya tendrá un escalón productivo importante y un ahorro de insumos. Hay una posibilidad muy interesante”.

A la vez, Guigou consideró que la genética “ha cambiado y está cambiando”, eso motiva a que haya “muchas cosas por hacer” en la medida que evoluciona la ambientación de los campos. “Al tener la definición del potencial de cada ambiente, podemos darle una vuelta al manejo”, agregó.

Dijo que el ajuste de la soja en Uruguay “se hizo en base al resultado promedio del país, e influenciado por el temor que generan los períodos secos. Esa es una realidad insoslayable”. Pero, sostuvo que “también es una realidad que pierde peso en la medida que vamos a los ambientes de más calidad, suelos más profundos, más planos, más bajos, y debe ingresar una genética con productividad y probablemente tenga menos ciclo y nuevas biotecnologías”.

En maíz dijo que ocurre lo mismo. “El cultivo está creciendo en Uruguay de manera importante, pero también se va ajustando cada vez más y la productividad viene mejorando. Vendrá algún año complejo, ojalá que no sea este, y que La Niña no sea tan fea como pinta”, dijo Guigou.

En la reciente edición de ADP Zone, Guigou puso énfasis en “las dos P”: potenciar el negocio y pivotear la actividad. En esa línea, dijo que hoy ADP está muy concentrada en la primera, “en proteger el corazón del negocio, que es la producción, y donde siempre hay cosas para ajustar. Hemos generado cambios importantes al pasar a la granelización de fertilizantes, semillas, para eso tuvimos que invertir en estructura, adaptación de equipos. Se cambió la forma en que manejamos los fertilizantes, estamos recibiendo muchos directo del barco, cosa que habíamos hecho en 2005 o 2006”.

Con relación a la segunda P, que es el pivoteo en la actividad, indicó que allí el modelo apunta a tener un pie en el lugar, “como se hace en el basquetbol, para poder tener una perspectiva de 360 grados.  Eso nos permite tener una mirada mucho más amplia para visualizar las cosas que hay para hacer. En ADP también estamos trabajando mucho con este concepto. Hemos tratado de identificar las oportunidades y cómo enfocarnos en las mismas, dónde puede haber más rentabilidad y más futuro. Hay áreas que están más limitadas por las tendencias de consumo, cuestiones ambientales o porque existe una competencia. Pero hay partes del negocio en donde hay más espacio que hace cinco años atrás”.

Guigou indicó que los últimos años para la agricultura han sido duros y eso ha impactado en la cantidad de jugadores y en el tamaño del negocio. El sector quedó con las inversiones realizadas en el pasado, y hay disponibilidad y capital que pueden abrir espacios. También recalcó que tiene que estar la convicción de que la agricultura tiene sentido en el Uruguay agropecuario y que puede ser muy potente. Por eso, estamos muy firmes pensado en como capitalizar esas oportunidades”.

SEMILLAS

Este año ADP sumó a su oferta genética en los cultivos de maíz y soja a la marca Stine, de Estados Unidos, y complementa su portafolio que estaba integrado por genética de Florimond Desprez (trigo), Bioceres (trigo y soja) y TMG (soja).

En el comienzo, el trabajo con Stine está focalizado en el lanzamiento de tres híbridos de maíz. “Estamos con muchas expectativas para los próximos años, porque incorporamos un cultivo que no teníamos y creemos que el maíz crecerá, porque tiene mucho para dar en Uruguay”.

Y en soja hay “mucho por avanzar, ahí tenemos claramente una posibilidad si la genética brinda lo que promete. Vamos a tener un escalón realmente interesante con relación a lo que está presente hoy en Uruguay”.

Guigou considera que la semilla debe ir acompañada con múltiples productos y tecnologías. “Para eso en ADP contamos una planta (en Ombúes de Lavalle), que está muy equipada para ser un proveedor estupendo de semillas. No solo contamos con la mejor genética en cada uno de los productos relevantes, sino también protegida o acompañada por diferentes tratamientos. En todos esos temas estamos muy enfocados”.

Para Guigou la fortaleza del negocio “son las relaciones, y en eso estamos muy focalizados. A veces los modelos de negocio o el tiempo van pasando y, de repente, se dejan de lado algunas cosas que realmente son una fortaleza, como las relaciones. Es importante entender qué necesitan tus clientes. Los productores también tienen desafíos, quieren producir más, quieren ser más eficientes, quieren ser más cuidadosos del ambiente, buscan tecnología, buscan innovación, y el acercamiento que pensamos promover con nuestros clientes será cada vez más potente”.

Agregó que eso significa “enfocarse más en los clientes y tratar de ser un proveedor más completo y confiable, con la mirada puesta en lo que sabemos. Al corazón de nuestro negocio lo conocemos, y creemos que el modelo agrícola que llevamos adelante es una fortaleza”.

Admitió que se trata de consolidar a ADP como una empresa que se focalizará en la parte productiva, ya sea agrícola o agrícola-ganadera, pero “también dará un salto como proveedor de genética”, dijo Guigou.

Señaló que eso es posible “cuando se está con un modelo agrícola que explora los rendimientos máximos, que es intenso, que puede probar cosas en su gestión agrícola, puede medir, porque en ADP estamos muy acostumbrados a medir”.

Dijo que ese aspecto les permite “poder presentar productos con resultados muy probados y, de hecho, tenemos un volumen de ensayos a campo, de cosas distintas, que aportará información al sistema”.

Mencionó, por ejemplo, “resultados de curasemillas en los cultivos que estamos cosechando, hicimos un cambio relevante y los resultados son realmente muy buenos. O ensayos con los materiales de maíz en chacras de todo el litoral, incluso algo en el noreste y también lo haremos en soja. Las evaluaciones no se realizan en parcelas, algo que tiene absoluto valor, pero tienen el sentido o el valor de que se están probando cosas a nivel de producción con la utilización de tecnologías que están maduras, como es los monitores, las calibraciones de las máquinas, los mapas, mucha cosa que desde hace años venimos utilizando y actualmente están muy maduras, para obtener cada vez más datos de campo”.

Marcos Guigou indicó que este año “instalamos en los equipos técnicos la necesidad de ensayar. Entonces, cada producto nuevo o cada nueva combinación de cosas que estamos haciendo en la chacra tiene su espacio donde se va a poder medir el rendimiento; es algo que está siendo muy interesante. Eso es el corazón de nuestro negocio, es mucho valor para la compañía”.

La oferta de genética tendrá la visión productiva que impone ADP y “se constatará a campo, donde se analizará el comportamiento frente a sus competidores y a otras combinaciones”. En esa línea, puso de ejemplo lo que viene haciendo ADP con la siembra de cebada, donde se utiliza una plantadora a 38 centímetros, con doble pasada.

“Estamos convencidos de que en cebada anda muy bien, puede tener un sobrecosto, pero aprovechar la fecha de siembra es lo más importante. Cualquier productor tiene la sembradora de sembrar cultivos de invierno y tiene la de verano que, en general, en invierno está parada. Utilizando esa plantadora de verano podemos duplicar la capacidad, optimizando la fecha de siembra”, destacó.

Comentó que “este año hicimos un alto porcentaje del área de cebada con esta estrategia y los rendimientos están siendo impresionantes, también la masa de espigas. Lo veníamos constatando en áreas más chicas. Hay un montón de cosas que van pasando, que si en cierta medida las ves como una palanca o una oportunidad de acercamiento a tus clientes, nos agregará mucho valor a ambos”.


Revista VERDE Nº 89
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