Agricultura

La superficie de maíz en 2019/20 fue la segunda más alta en 15 años

23 de septiembre de 2020

Hay mayor demanda de granos forrajeros y la mejora genética elevó los rendimientos; la demanda de semillas comenzó temprano, según Alejandro Rodríguez, de Yalfín

La superficie de maíz en la zafra 2019/20, que se ubicó en el eje de las 170.000 hectáreas, fue la segunda más alta de los últimos 15 años, afirmó el ingeniero agrónomo Alejandro Rodríguez, integrante del Departamento Técnico-Comercial de Yalfín.

Recordó que la superficie más alta “se dio en la zafra 2011/12, cuando se ubicó en 180.000 hectáreas”. Luego de esa zafra el cultivo comenzó a perder superficie, “pero desde hace cuatro zafras, cuando se ubicó entre las 90.000 y 100.000 hectáreas, el maíz ha venido ganado terreno, porque la rentabilidad del cultivo ha sido muy buena”, destacó.

Al enumerar los motivos de este incremento, Rodríguez destacó el crecimiento de la demanda de granos forrajeros, sustentada por el incremento de la faena de ganados de corral, lo que también motiva un crecimiento en la demanda de maíz para raciones.

“También se ha registrado una sustitución de maíz por sorgo en algunas zonas, y planteos que aumentaron el área bajo riego”. Además, “los granos forrajeros absorbieron una parte de la caída del área de soja, aunque la mayor superficie pasó a pasturas”.

Rodríguez señaló que durante la pandemia hubo dificultades para la compra de granos forrajeros en Paraguay, donde además se registró una sequía, y esto hizo que los niveles de importación tuvieran un descenso del 50% frente al año anterior. “Esto ayudó a la dinámica comercial del maíz uruguayo, que tuvo precios interesantes, aspecto que le permitió a los agricultores tener nuevamente buenos resultados, incluso en las zonas donde hubo dificultades climáticas”, explicó.

Para la zafra 2020/21, el integrante de Yalfín indicó que la comercialización de los híbridos comenzó temprano. “Los que marcan el ritmo son los productores que tienen planificadas sus rotaciones y esquemas productivos. Hay fluidez de parte de la demanda”, confirmó.

Analizó que al tener más área de invierno (12,3% más que en el año anterior, según las cifras del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca), “en la zona agrícola puede incrementarse la siembra de maíz de segunda, mientras que en esas zonas la superficie de primera sería algo menor que en la zafra pasada”.

Agregó que el cultivo viene con muy buenos resultados, también en las siembras de segunda. En la zafra pasada, cuando algunas zonas tuvieron pocas precipitaciones “se lograron rendimientos muy buenos, lo que otorgó márgenes satisfactorios”.

Rodríguez recordó que en el 10° Simposio de Maíz de Yalfín y Syngenta, Fucrea informó que el maíz es el cultivo que más incrementó el margen bruto y el margen neto en los últimos cinco años. “Todo eso sustenta lo que venimos hablando desde hace un tiempo: aumentó la tecnología aplicada y la plasticidad de los nuevos híbridos disponibles en el mercado”, afirmó el ingeniero agrónomo.

Los números Crea

“El maíz viene creciendo, porque desde hace algunos años brinda mejores resultados económicos frente a la soja, y se ha generado un aprendizaje en el manejo”, dijo el asesor de Fucrea, Felipe López, quien fue uno de los expositores en el 10° Simposio de Maíz, organizado por las empresas NK Semillas y Yalfín.

Uno de los datos destacados que presentó López respecto a la evolución del cultivo en los sistemas productivos Crea, muestra que el rendimiento promedio en siembras de primera fue 5.167 kilos por hectárea entre 2006 (fecha de comienzo de la serie de Fucrea) y 2014, mientras que en el período de 2015 a 2019 fue 6.850 kilos por hectárea, lo que representa una diferencia de 33%.

En el caso de la soja de primera esa misma medición dejó como resultado un rendimiento promedio de 2.369 kilos por hectárea en el primer período mencionado, y de 2.432 kilos por hectárea en el segundo, lo que significó una diferencia de 3%.

En cuanto a la productividad de los diferentes cultivos, el técnico planteó que el maíz aumentó casi 30% su rendimiento promedio porque “hay un avance genético y biotecnológico”, pero también porque ha evolucionado el manejo, desde la elección de la chacra, fecha de siembra, densidad y hasta la fertilización.

Pero, a la vez, dijo que “durante los últimos años el mes de diciembre ha sido bastante benevolente, y ese fue un factor positivo”.

Explicó que el margen bruto (antes de renta y estructura) del cultivo y sus combinaciones en la rotación, se ubica entre US$ 300 y US$ 400 por hectárea. “Si cargamos renta y estructura el margen neto, queda entre US$ 50 y US$ 100, con una inversión que varía entre US$ 900 y US$ 1.000 por hectárea”

Resumió su visión en que el maíz “sería un potenciador del sistema productivo”, pero tiene que elegirse bien la chacra y ajustar el manejo en función de eso, “hay que tomar los recaudos necesarios”, advirtió.

Las propuestas comerciales de Yalfín

De la propuesta comercial de Yalfín se destacan dos elementos: “la estabilidad de la genética, que nos ha hecho mantener posiciones de liderazgo en el mercado, y la trayectoria frente a los clientes. Son más de 35 años de consolidación, que demuestran su estabilidad empresarial y productiva en Uruguay”, comentó a VERDE el ingeniero agrónomo Alejandro Rodríguez, integrante de Yalfín.

Señaló que “la fortaleza de los maíces NK pasa por la rusticidad de la genética, que está curtida y es más tolerante a las condiciones adversas que a veces se dan en Uruguay”. A eso se suma Viptera 3, “el mejor evento biotecnológico para el control de insectos que, junto con la genética de Syngenta, es un plus”, destacó.

En la oferta de materiales aparecen novedades como SYN 897 Vip3, que supera a SYN 875 Vip3, que fue uno de los materiales más sembrados. “En rendimiento y sanidad posee una genética de estilo. Cuando se le plantean condiciones difíciles en Uruguay baja su taza de llenado de grano, y le permite superar mejor esos períodos de adversidad. Otras genéticas del mercado están pensadas para situaciones sin limitaciones, como la zona núcleo de Argentina, que además tiene otros potenciales productivos. Por eso, los resultados muestran que la genética de NK es la más adaptada a Uruguay, por su estabilidad”, sostuvo.

Sobre el SYN 875 Vip3 dijo que es un híbrido muy conocido en Uruguay, por su tamaño, color y calidad de grano, “buscado para la producción de pollos y harina de maíz”, comentó.

SYN 979 Vip3 es un híbrido “con altísimo potencial de rendimiento y con características que lo hacen excelente para sitios de alta tecnología y/o riego. Tiene un nicho de mercado muy consolidado entre los productores que siembran maíz para la producción de forraje, silo o grano húmedo, con resultados excelentes. Y en un ciclo completo permite aprovechar toda la potencialidad de un sistema bajo riego o de alta tecnología”, afirmó.

Para siembras tardías o de segunda están SYN 860 Vip3 y SYN 840 Vip3, dos híbridos que “tienen una adaptabilidad y desempeño sobresaliente”.

Indicó que por estabilidad, capacidad de generar rendimiento y biotecnología, “nuestra oferta se destaca en la mayoría de los ambientes, que en Uruguay están entre 6.000 y 12.000 kilos por hectárea”.


Lea la nota completa en Revista Verde N° 87

 

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