El engorde a corral, un negocio que crece de la mano de las certezas, la tecnología y la eficiencia

El 2021 fue un año récord en el volumen de faena y de animales terminados a granos, atendiendo a los consumidores en su demanda creciente, que parece no tener techo.
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Carnes (INAC), la participación del corral en el total de la faena de 2021 fue de unas 350.000 cabezas. Será un año récord de faena vacuna en Uruguay, y en ese marco se incrementa el porcentaje de ganado terminado a granos.
“Es un dato muy interesante. Año a año el corral viene aumentando su participación y nos genera expectativas a futuro”, dijo a VERDE el presidente de la Mesa de Alimentación a Corral (MAC), Daniel Miranda.
Recordó que en 2020 se produjo algo menos de 300.000 cabezas, con una participación de entre el 11% y 12% del total de la faena. “Vemos un crecimiento sostenido año a año, en términos absolutos y porcentuales”, destacó.
Lo que piden los consumidores
Miranda señaló que los consumidores demandan carne de animales más jóvenes, cortes más grandes y homogeneidad del producto, y “hoy en día el sistema que lo puede hacer es el de terminación a granos. Por eso entiendo que en 2022 seguirá en aumento la participación de los ganados de corral en la faena”.
Agregó que las carcasas de los animales de corral son de mayor peso en relación al promedio de la faena, y además son animales más jóvenes. Recordó que en 2019 Jorge Acosta, gerente de información de INAC, señaló que los animales de corral de dos y cuatro dientes tienen un tamaño de carcasa 10% mayor que los de pasto.
“Más allá de los cálculos de participación en el total de la faena, es muy interesante ver cómo el sistema ayuda a aumentar el peso de faena promedio, a bajar la edad de faena y aumentar la extracción”, subrayó.
Agregó que “el costo operativo de los frigoríficos es por animal y cuanto más kilos de carne obtengan mejor será la eficiencia de la industria”.
También destacó que “el corral permite lograr homogeneidad de producto, y eso es algo que tiene un valor importantísimo para el consumidor”.
Eslabones anteriores de la cadena
Siempre hay lugar para trabajar con los criadores y recriadores, dijo Miranda. Señaló que en el sistema de engorde a corral Uruguay es nuevo si se compara con la experiencia de otros países como Australia, Estados Unidos o Argentina, donde hay más tiempo de selección.
Sin embargo, el presidente de la MAC marcó que “es interesante ver que cuando el productor tiene certezas en el negocio, apunta a la profesionalización”.
Repasó que, cuando surgió la oportunidad de vender en la cuota 481, “los frigoríficos vieron certezas, la posibilidad de fijar precios a futuro, además de que el propio negocio del corral da certezas, ya que uno sabe cuál es el costo y la fecha de salida”.
Sostuvo que el corral “se ha tecnificado muchísimo en los últimos años”, y que la empresa que tiene corrales y tiene que comprar la recría “traslada esas certezas”, y así “el recriador ha mejorado muchísimo; se ha profesionalizado”.
“Hoy tenemos un producto que cuando entra al corral tiene un desvío mucho menor en todas sus características, y ayuda a la homogeneidad y eficiencia en todo el sistema”, valoró.
Demanda china
Miranda destacó que en China cada vez es mayor el consumo de carne, gracias a la mejora del ingreso per cápita promedio, y se generaron nichos específicos para la carne de calidad, en restaurantes, catering y hoteles.
“En 2021 vimos que la gente estaba deseosa de salir y volver a esa vida normal luego de la pandemia. China está recomponiendo esos nichos de calidad, y es un mercado que tironea permanentemente de la demanda de este tipo de producto”, afirmó.
Cuota 481 y otros destinos
El presidente de la MAC dijo que es difícil medir cuánta carne de corral va a la cuota 481 y cuánta va a China. Pero señaló que la participación de Uruguay en la cuota 481 se mantiene estable en los últimos años, ubicándose entre 11.000 y 12.000 toneladas anuales.
Destacó que hubo años en los que Uruguay exportó 15.000 toneladas a ese mercado. “El año pasado terminamos en 12.000 y este año será similar. Pero la realidad es que año a año esa participación baja, mientras que aumenta el cupo de Estados Unidos”, señaló.
Recordó que en enero de 2020, con la separación entre Estados Unidos y terceros países, la nación norteamericana “no cumplió nunca con su cuota. Vemos que cuanta más cuota se le asigna menos la cumple en términos porcentuales. Está muy estable, en torno de 3.000 toneladas trimestrales, pero desde enero se le asignarán 6.350 toneladas. Hoy usa 55% de esa cuota, y si no cambian su participación, el año que viene exportará menos de la mitad”.
Advirtió que la logística sigue siendo la misma para los demás países, y que la cuota se completa por orden de llegada. “Hoy se está llenando en los primeros 15 o 20 días de cada trimestre”, dijo. Sin embargo, Estados Unidos está solo en su cuota, y como no la completa tiene una dispersión más homogénea dentro de los tres meses; y esto le facilita la logística.
“Tenemos una presión logística muy importante, porque hay que cargar y descargar en determinada fecha, con todo lo que conlleva los actuales problemas de disponibilidad de contenedores, que los barcos no llegan o salen sin cargar. Es un desafío muy grande seguir con una buena participación en la cuota durante los siguientes años”, planteó Miranda.
Recordó que en el último trimestre hubo contenedores que quedaron fuera del negocio. Los exportadores tuvieron que tomar diferentes decisiones, como pagar servicio de frío, enviar la mercadería a otros destinos o pagar aranceles para entrar.
Admitió que la logística fue un problema importante este año y que se estima que se podría ir regularizando desde mediados de 2022.
Sobre la participación de los demás proveedores en la cuota 481, repasó que Australia siempre estuvo entre 1.500 y 2.000 toneladas trimestrales, y ahora sufrió una baja importante; Argentina se mantiene entre 1.500 y 2.000 toneladas por trimestre; y Uruguay en unas 3.000 toneladas por trimestre.
“Es una presión permanente, cada vez tenemos menos volumen para entrar, pero Uruguay se ha consolidado como proveedor de la cuota. El importador quiere el producto uruguayo y el consumidor también”, aseguró.
Además, la presión por la baja en la cantidad de toneladas “hace que el set de cortes vaya reduciéndose, porque se apunta a los cortes más valiosos”, indicó.
Los márgenes
Los márgenes del negocio del corral este año “fueron interesantes”, admitió Miranda. Recordó que en el primer semestre hubo un aumento importante de los precios de los granos, y si bien el precio del ganado gordo también creció, no fue de forma “tan vertiginosa”.
Sin embargo, en el segundo semestre “hubo una relación interesante, porque si se compró la reposición con los precios del primer semestre y se vendió (ganado gordo) a los precios del segundo semestre, con una estabilización de los precios de los insumos o incluso alguno que bajó, el margen fue muy bueno; sobre todo si se compara con los últimos años”.
Insistió en que el margen depende mucho de los precios a los que se compró reposición y granos. “En los últimos años el margen promedio de un animal de corral fue US$ 60, y este año en muchos casos se duplicó”, confirmó.
Normativa
La MAC trabaja con los ministerios de Ambiente y de Ganadería, Agricultura y Pesca en la elaboración de una normativa general para los corrales de engorde en Uruguay. En la actualidad se basa fundamentalmente en las exigencias de la cuota 481, sin embargo, “hay muchos corrales que son de oportunidad y no siempre su destino es cuota 481”, explicó.
“Los ministerios nos recibieron y hemos planificado instancias de trabajo, en la búsqueda de actualizar la normativa a lo que hoy es el corral y cómo será, viendo modelos de otros países. Cumpliendo con las necesidades del país, tanto en lo ambiental como en lo sanitario, y cumplir con lo que pide el cliente, que es una parte muy importante de esto”, explicó.
Agregó que “el objetivo es unificar los criterios, independientemente del mercado que tenga como destino esa carne. Es lógico pensar que la normativa no se base en el negocio sino en las necesidades ambientales y sanitarias. Después se le pondrá la impronta de cada negocio, ya sean arreglos con privados u oficiales”.
Además, se planteó que haya diferencias en la normativa según la escala, porque “no es lo mismo un corral de 600 o 700 animales que uno de 6.000. Cada uno debe cumplir con la normativa, que esté adaptada, que sea moderna y que se pueda cumplir. No tiene sentido exigir algo que no se pueda cumplir y que sea difícil de controlar. La universalidad y aplicabilidad de esto es que todo esté en el mismo sistema. Soy muy optimista con el trabajo que estamos haciendo con los ministerios”.
Crece la capacidad de los corrales
“Es claro el aumento de la capacidad de los corrales. El productor ha invertido en profesionalización, porque el cliente busca que más allá de que uno cumpla con las normas, con la cantidad de días de encierro o la dieta, el producto sea de calidad y con homogeneidad”, sostuvo Miranda.
Dijo que “recibimos técnicos de Argentina y de Brasil, que notan que los productores están invirtiendo en la profesionalización. La capacidad instalada de los corrales hoy en Uruguay está en su piso y no tiene techo”.
Nota de Revista Verde N°98