Incidencia de anestro es “muy bajo” en vacas evaluadas en monitoreo, que revela contraste con años anteriores
El monitoreo del entore de este año muestra un panorama “muy distinto” a lo sucedido en los 24 años de estudio que se realiza desde el 2000 cuando se dio una situación similar a la actual, con una baja incidencia de anestro ya que se venía una sequía y luego llegó una primavera y un verano con lluvias, como ocurre actualmente, señaló el asesor ganadero Guillermo de Nava, en el programa Punto de Equilibrio en Carve y en revistaverde.com.uy.
Ahora la incidencia de anestro llegó a 9,4%, correspondiente a 10 predios y unas 11.174 vacas paridas evaluadas, que representa un índice “muy bajo” considerando que el promedio de las últimas dos décadas es de 30%, dijo.
Aclaró que la evaluación genital para determinar el estado fisiológico es uno de los aspectos, ya que también se intenta ver otras cosas, como aspectos de manejo o sanitarios.
Al referirse a la diferencia entre el anestro profundo y el superficial, De Nava indicó que en el caso superficial la vaca está más cerca de empezar a ovular, mientras que en el anestro profundo el animal requerirá medidas más radicales para ovular, como puede ser el destete precoz.
Este año la relación entre el anestro profundo y superficial es “muy favorable hacia el anestro superficial”, con “un tercio de las vacas está en anestro profundo”, cuando que en otros años la mayoría de las vacas estaba en esa condición, y actualmente un “3,3% de las vacas está en anestro profundo”, detalló.
El asesor sostuvo que otra lectura de los hallazgos del estudio es que “el 45% de todas las vacas evaluadas ya estaban preñadas” cuando se hizo el monitoreo del entore, entonces si esta muestra es representativa de la generalidad del rodeo eso significa que se tendrá una “buena tasa de preñez” y a la vez, “barata para el productor” y estará “concentrada”.
Escuche a Guillermo de Nava