INAC propone incentivar el aumento de la faena neutralizando aranceles
Una renuncia fiscal a partir de los 2,3 millones de bovinos faenados permitiría incrementar en 500.000 cabezas la actividad y exportar 100.000 toneladas más.
El Instituto Nacional de Carnes (INAC) propone incentivar el aumento de la faena neutralizando aranceles. Para mejorar los resultados de las empresas, se necesita una mejor inserción internacional, con más cuotas y menos aranceles. Dado que esto llevará tiempo, INAC plantea que se deben evaluar mecanismos de estímulo para expandir la faena y las exportaciones, buscando un aumento en la productividad nacional del 20% al 25%. Para lograrlo, el camino posible es generar estímulos al desarrollo.
En ese sentido, presentó un mecanismo que consiste en neutralizar los aranceles adicionales al ingresar a una colocación sin preferencias, permitiendo una faena adicional de cerca de 500.000 animales, equivalentes a más de 100.000 toneladas de carne para la exportación. Esto se lograría mediante una renuncia fiscal a los impuestos directos adicionales generados por el aumento de actividad.
Desde la visión fiscal de Uruguay, la recaudación no se vería afectada, ya que el régimen actual se mantendría para la actividad básica. La renuncia fiscal se aplicaría solo al nivel adicional de actividad, lo que exigiría mayor eficiencia en los servicios públicos no transables. La recaudación podría incluso aumentar por los efectos multiplicadores del incremento de actividad en sectores asociados. En el conjunto de la Economía del Uruguay, el impacto sería cercano a 1,5 puntos en el PBI como efecto estático, sin considerar efectos dinámicos.
Esta dinámica se trasladaría a todos los estamentos de la cadena. Un mayor nivel de actividad de faena y exportaciones generará mayor empleo y demanda de ganado, destaca INAC, aunque los precios finales dependerán de la respuesta de la oferta.
También se explicó que, en la medida que el país obtenga ventajas arancelarias nuevas este sistema de neutralización dejaría de operar. El sistema propuesto debe evaluarse a la luz de otros mecanismos de estímulo, como los de la Comap (Comisión de Aplicación de la Ley de Inversiones), que también buscan estimular el mayor nivel de actividad, empleo y exportaciones. INAC entiende que esta propuesta es complementaria y pone foco en un problema: la imposibilidad de bajar aranceles en el corto plazo y cómo esto limita el crecimiento de la faena de bovinos.
Plan estratégico
El plan estratégico del INAC propone un aumento en la producción de carne vacuna, con un incremento del 25% en el volumen físico, alcanzando hasta 750.000 toneladas equivalente peso canal. Se estima que este aumento contribuiría al crecimiento económico, generando un círculo virtuoso de estímulo, inversión, actividad y empleo.
El stock de bovinos en Uruguay ha oscilado por debajo de 12 millones de cabezas, con una extracción promedio del 22%. El plan estratégico propone elevar este porcentaje a 25%, alcanzando 3 millones de cabezas de extracción, con un stock de 12 millones.
Se espera una alta parición en el ejercicio 2024-2025, superior a 3 millones de terneros. Si la demanda interna no es suficiente, la alternativa será la exportación en pie de los terneros excedentes. Aunque esta opción ofrece señales de largo plazo al criador, el mercado es imperfecto y limitado, y el país pierde la oportunidad de agregar valor al engordar y faenar. Se requiere asegurar una buena demanda interna para las futuras pariciones.
En cuanto a la actividad comercial, los últimos 20 años muestran que el sector industrial exportador tiene dificultades para superar los 2,3 millones o 2,4 millones de cabezas faenadas debido a restricciones de oferta y aranceles altos en el mercado, y esto limita el crecimiento de los subsectores como la cría, recría y engorde.
Crecimiento económico y del empleo
El gerente de Estrategia e Innovación de INAC, Pablo Caputi, comentó en la jornada anual del instituto que para satisfacer las crecientes demandas de la sociedad uruguaya es necesario lograr un crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) superior al 3%, y ello depende del nivel de actividad económica, que influye en la cantidad y calidad del empleo, los salarios y la productividad.
Detalló que el sector cárnico vinculado a los bovinos y ovinos “es un gran empleador”, con cerca de 90.000 puestos de trabajo, particularmente en el interior del país. Además emplea en el sector primario una fuerza laboral con menor escolarización y con mayor edad promedio, un sector con dificultad de encontrar empleos alternativos. Como referencia, mencionó que la construcción emplea a unas 55.000 personas de forma directa.
Los salarios mensuales generados, entre dependientes y no dependientes, totalizan US$ 64 millones, equivalente a la suma de los salarios de las actividades agrícola, forestal y láctea en conjunto. El gasto de esos salarios luego genera empleo inducido en el interior, fundamentalmente en el sector servicios.
Caputi agregó que la sostenibilidad del crecimiento requiere aumentar la inversión doméstica y externa, superando el 20% del PBI, lo que generaría un círculo virtuoso entre inversión, actividad y empleo. Sin embargo, Uruguay enfrenta vulnerabilidades debido a su mercado interno limitado y su exposición a las fluctuaciones de los precios internacionales de los commodities y las barreras comerciales.
El proteccionismo internacional está en aumento, y aunque Uruguay trabaja para mejorar el acceso a mercados, no se puede esperar una mejora rápida, especialmente para el sector cárnico. Esta situación limita el crecimiento de la actividad, la inversión y el empleo en todo el sector, advirtió.
Faena de bovinos en 2024
El gerente de Información del INAC, Jorge Acosta, realizó una puesta a punto de las proyecciones de cierre de año. Indicó que la extracción de bovinos en 2024 se ubicará en los niveles promedio.
A partir de características de demanda internacional y del clima, que fue algo más propicio de lo previsto al inicio del año, la actividad de faena cerrará en valores similares a 2023, pero con evoluciones. El primer semestre mostró una recuperación de la actividad del 7%, y el segundo semestre una caída del 8% respecto al año anterior.
Además planteó la incertidumbre sobre el nivel efectivo de actividad que se podrá cumplir, pero estimó que 2024 completaría una faena anual de 2,265 millones de cabezas bovinas. De verificarse esta reducción del 1,8% en la actividad, el año cerraría apenas por debajo del promedio de los últimos 10 años, que fue de 2,285 millones. Este nivel de faena implicaría una tasa de extracción anual cercana al 23%, si se agregan unos 320.000 animales exportados en pie.
En la composición de la faena se observó un comportamiento muy diferente al del año anterior en categorías y denticiones. La participación de los novillos creció 5% globalmente, superando 1,1 millones de cabezas, pero se constatan diferencias importantes en la dentición.
Los novillos adultos (de seis y ocho dientes), aumentan 32% respecto a 2023 y los jóvenes (diente de leche y de dos a cuatro dientes) disminuyen 5%. Estas denticiones de novillos alcanzan una proporción de 65% frente al pico observado en 2023 en la reducción de la edad de faena, cuando el 73% de los novillos eran jóvenes.
Las vacas disminuyen 9%, con comportamientos diferentes a lo largo del año. Hubo un aumento de 15% en el primer semestre y una disminución de 30% en el segundo. Por su parte, las vaquillonas muestran un comportamiento de la faena global 1,5% inferior, con una mayor participación de los corrales en esta categoría.
El peso promedio de los bovinos en 2024 fue similar al del año anterior, con canales que en promedio serán de 288 kilos en los novillos y de 240 kilos en las vacas. La faena de bovinos en corrales de engorde mostró cifras levemente inferiores a los niveles del año anterior y se estima cercana a los 340.000 animales, representando el 15,4% de la faena total.
El año cerrará con 3,3% menos novillos de corral faenados y 8,2% más vaquillonas, respecto al año anterior. El 25% de los novillos faenados se terminaron a corral y el 19% de las vaquillonas.
Faena de otras especies en 2024
La faena de ovinos en 2024 se reduce 33% y probablemente culminará el año por debajo de 1 millón de cabezas. Este comportamiento se observó a lo largo del todo el año y para todas las categorías, por lo cual cerraría con una tasa de extracción industrial del 18% o 19%, estimó Acosta.
Considerando además la faena predial y las exportaciones en pie, la extracción podría ubicarse en torno a 25% en comparación con el 30% de 2023.
La faena de aves en 2024 se ubicará cercana a los 35 millones, la mayor cifra desde que se llevan registros, con características de categorías similares y pesos levemente superior al de los últimos años.
La faena de equinos podría superar los 44.000 animales al cerrar el año, cifra que equivale a una reducción de más del 22% respecto a 2023. Esto se explica fundamentalmente por la exigencia de certificación requerida por la Unión Europea, que dificultó la comercialización en el primer semestre.
En el caso de porcinos se observa una faena 3,2% superior a la fecha del informe, con un total de 128.000 animales y una estructura similar a 2023 (59% cerdos, 26% cachorros y 14% lechones).
Los precios
La recuperación de valores de la hacienda, a partir de mejoras en los ingresos por las exportaciones de carne, muestran equilibrio en los indicadores. El crecimiento fue más o menos constante a lo largo del año. Las variaciones acumuladas a noviembre, observadas para el precio del novillo total fueron 23,7% superiores a 2023, reflejan el aumento del valor de la carne exportada de 23,1%, y de la media res al mercado interno de 20,7%. Esta evolución fue opuesta a la observada en 2022 y 2023.
En el caso de la vaca y vaquillona se observaron comportamientos similares. A pesar de esta evolución diferente de los precios, el Indicador RHE (relación hacienda/exportación) tuvo una evolución frente a 2023, pero terminó mostrando mayor equilibrio en la relación. El 46% de las semanas se ubicó por encima del promedio (0,933) favorable a la hacienda, a diferencia de 2023 (35%) y de 2022 (80%).
Por su parte, el Novillo Tipo 2.0 mostró un crecimiento de 20% a lo largo del año y el promedio ponderado a noviembre de 2024 fue de US$ 1.487 por cabeza, con un 74% correspondiente a la hacienda. El indicador muestra una participación algo menor que en el mismo período en 2023 (76%), pero dentro de un razonable equilibrio que determinó que el valor agregado industrial promedio de enero a octubre pasara de US$ 356 por cabeza en 2023 a US$ 386 por cabeza en 2024.
Consumo
En 2024 hubo un nuevo aumento del consumo de carnes en Uruguay, que consolida una recuperación. En los en los primeros 10 meses creció 6,9%. La carne bovina aumentó 9,8% respecto a 2023, con un crecimiento más pronunciado en la carne nacional (+10,6%) con respecto a la importada (+7,7%).
La carne aviar continúa siendo la segunda proteína más consumida en el país, con una expansión que la ubica por encima de los registros históricos. Se destaca principalmente el aumento en el origen nacional (+7,6%) con retracción de la importada (-16.5%).
La carne porcina también crece a octubre (+2,2%) y lo hace en ambos orígenes (importación +1,9% y producción nacional +3,6%). Por su parte, la carne ovina muestra una retracción en los volúmenes comercializados (-16,4%).
Hasta octubre, el 31% de las proteínas consumidas son de origen importado, con un comportamiento similar al año anterior para las diferentes carnes: porcina representa el 83%, bovina el 26% y la aviar el 4%. El principal origen es Brasil: porcina 97%, bovina 81% y aviar 56%. Y este año aparecieron importaciones desde Argentina (32%), Estados Unidos (4%) y Chile (9%).
El consumo estimado de proteínas de origen animal en 2024 alcanzaría los 97,3 kilos por persona, 3 kilos más que el año anterior (+3,2%). Este es el mayor registro en el consumo de los últimos nueve años, pero con diferente comportamiento entre carnes.
La carne bovina llegaría a 46,9 kilos por persona, con un aumento de 1,6 kilos; la porcina crece a 22,5 kilos en el año; mientras que la carne aviar mostraría un crecimiento relativo de 5,7%, llegando a 25,4 kilos. En la carne ovina es esperable una reducción de unos 0,5 kilos, retornando a 2,5 kilos por persona al año.
Se observa un crecimiento relativo mayor en proteínas de monogástricos (aviar y porcina), de 4% frente a 2% de rumiantes (bovina y ovina), consolidando una estructura de consumo que evoluciona a los estándares internacionales.
Este crecimiento de consumo se da en un escenario con precios al público en crecimiento. El precio de la carne bovina crece por encima de la inflación, mientras que la aviar y porcina presentan un incremento inferior. La carne bovina muestra un aumento acumulado anual (a octubre) en pesos corrientes del 6,4%, la carne porcina 3,2%, mientras la carne aviar aumenta 4,8% en el mismo período.
Mercados de exportación
La reestructuración de mercados permitió mantener los niveles de ingresos de las exportaciones cárnicas, que en 2024 estarán cercanos a US$ 2.600 millones, un valor similar a 2023 y superior a los promedios históricos en valores corrientes.
El mercado de China mostró nuevamente una disminución importante, de 33% de los ingresos, y generará divisas totales que superarían los US$ 800 millones (32% del total). Esta nueva reducción significa US$ 400 millones menos que en 2023.
Como contracara, el mercado del Usmca (Estados Unidos, México y Canadá), crece su participación y alcanza el 30% de los ingresos totales, con un crecimiento de 31%, y quedaría cercano a US$ 800 millones. Por su parte, la Unión Europea crecería 17%, y llegaría a US$ 400 millones al cerrar 2024 (15% del total).
La carne bovina muestra en 2024 un volumen de colocación 0,3% inferior y una valorización promedio (IMEx-Ingreso Medio de Exportación) similar a 2023. Se alcanzarían unas 490.000 toneladas peso canal exportadas con un valor promedio de más de US$ 4.200 por tonelada. Las exportaciones de carne bovina volverán a estar por encima de US$ 2.000 millones este año.
China nuevamente redujo su participación del volumen en 30% y el precio promedio en 8%. Mientras que Estados Unidos lo compensó con un crecimiento de 64%, explicado por una duplicación respecto a 2023 de lo exportado extracuota, llegando cerca de 80.000 toneladas peso producto y con un precio total similar al de 2023. Por su parte, la Unión Europea aumenta 23% el volumen y con un precio total similar, apenas 1% superior al del año pasado.
Respecto a los principales contingentes arancelarios que dispone Uruguay para carne bovina, cabe mencionar que se han aprovechado en su totalidad, con precios superiores de 11% para el cupo Hilton y de 8% para cupo USA.
La carne ovina exportada disminuyó 34% en volumen respecto a 2023 y podría alcanzar 17.000 toneladas peso canal, con una reducción del 70% a China. El valor promedio del IMEx cerraría 2024 cercano a US$ 4.000 por tonelada, valor similar al año del anterior.
Brasil mantiene los volúmenes, pero crece en su participación al 28%, con valores por encima del promedio (US$ 5.420 por tonelada), mientras Usmca y la Unión Europea disminuyen nuevamente la participación, a 5% y 2% respectivamente, con valores de IMEx inferiores al promedio global.
Nota de Revista Verde N°119