Angus propuso analizar los desafíos y oportunidades del sector cárnico
Representantes de los productores, de la investigación y de la industria frigorífica destacaron los atributos del producto uruguayo para diferenciarse en los mercados.
Uruguay “ya está preparado culturalmente” para vender productos sostenibles, aseguró el presidente de la comisión de Carne Angus y expresidente de la Sociedad de Criadores de Aberdeen Angus del Uruguay (Scaau), Diego Oribe. El productor mencionó las nuevas demandas ambientales y las oportunidades que estas presentan.
Recordó que la Ley de Suelos es de 1982, la ley de protección del bosque nativo de 1988 y la prohibición de promotores de crecimiento de 1962, y resaltó que estas leyes “forman parte de la historia uruguaya en protección ambiental, para la producción sostenible, antecedentes que son una ventaja frente a los competidores”.
“Está la oportunidad de lograr que esa cadena se diferencie, más allá del producto”, afirmó. Y también destacó el valor de comunicar estos logros desde una perspectiva comercial. “Uruguay lo ha hecho por convicción, por filosofía, por una producción sostenible, pero falta darle un toque comercial”, sostuvo Oribe en la conferencia virtual titulada Nuevos atributos de la cadena cárnica, desafíos y oportunidades.
En ese marco, el presidente de la Scaau, Juan Pablo Pérez Frontini, destacó que la raza cuenta con “más de 400 certificados emitidos a más de 31 países”. Las certificaciones y la diferenciación de la industria nacional fueron temas clave.
Los participantes subrayaron la relación de la cadena productiva con las instituciones, lo que permite a Uruguay desarrollar esfuerzos conjuntos en calidad, trazabilidad, manutención y búsqueda de mercados. “Pero todo empieza porteras adentro”, afirmó el director del Frigorífico Pando, Eduardo Urgal.
“Se deberían construir relaciones de largo plazo con clientes estructurales, que marquen la diferencia con los vecinos”, planteó Eduardo Urgal.
Un ejemplo de resiliencia de la cadena e instituciones fue “la amenaza de barrera arancelaria de la Unión Europea”, señaló el director del Frigorífico San Jacinto, Martín Secco. “El país tiene conducta de resolver temas propios” ante estas imposiciones, dijo el industrial que tiene amplia trayectoria en el rubro.
Urgal advirtió que “el comercio internacional de la carne confluye a un precio internacional” casi como un commodity. Uruguay “antes gozaba de privilegios de acceso” que ahora “empieza a perder”, planteó. Y señaló que el país “le sacó ventaja a Argentina porque tenía una definición clara de a dónde iba”, y aprovechó progresivamente este cupo arancelario hasta convertirse en “el principal proveedor de la cuota 481”.
31 son los países que reciben carne certificada por la Sociedad de Criadores de Aberdeen Angus del Uruguay
Cuota 481
La cuota 481 (HQB) “revolucionó al mercado uruguayo como nada en los últimos 20 años”, afirmó Urgal, y destacó que la colocación de carne diferencial permite mantener escala. Sostuvo que “es difícil que los mercados compradores reconozcan un precio diferencial por calidad si el producto no está disponible”. Secco destacó cómo la cuota fue un ejemplo de “previsibilidad” en el mercado, lo que permitió seguridad al productor y acceso a mercados estratégicos. Esto se logró gracias a la fortaleza institucional de Uruguay, que “dio el diferencial”.
Más mercados y certificaciones
El director de Frigorífico San Jacinto advirtió que “un mercado que hoy puede parecer sin importancia mañana puede ser la estrella”. Señaló que “tener todos los mercados posibles abiertos para el país es fundamental” y requiere estrategia. Como ejemplo, mencionó que Arabia Saudita, al que consideró que “será un mercado clave”.
El ejecutivo –exCEO de Marfrig Global Foods– explicó que “cuando en las economías mundiales suceden cosas imprevistas y mercados importantes dejan de demandar, necesitamos la alternativa de otro mercado importante”.
“La certificación del producto cárnico es una garantía para el consumidor”, aseguró. Estas certificaciones varían según el mercado. “En algunos países tienen un fundamento religioso, en otros no son relevantes, pero en algunos casos se convierten en una barrera”, dijo Secco.
Por eso, enfatizó que abordar estas diferencias “es crucial”, y sostuvo que “no podemos decirle que no a un mercado o a otro; siempre es importante”.
Urgal afirmó que “los nuevos atributos que ganan relevancia, en Uruguay son los viejos atributos que formaron a la cadena en nuestro país”. Consideró que “el camino es largo” y pidió evitar decisiones de corto plazo en función de mejoras “de moda”, inestables en el mercado.
“Se trata de definir qué somos y hacia dónde vamos”, sostuvo. Y planteó que “se deberían construir relaciones de largo plazo con clientes estructurales, que marquen la diferencia con los vecinos”, algo que “lleva años”.
Marmoreo
Uno de los atributos a apostar es el marbling o marmoleo, planteó Urgal. Refiere a la proporción de grasa intramuscular de la carne. Su desarrollo requiere años de genética y manejo adecuado, especialmente en los últimos meses de invernada, previo a la faena.
El programa de mejora genética de la Scaau, con más de 30 años, trabaja en investigación y desarrollo con el Instituto Nacional de Carnes (INAC), el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) y la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII). Un esfuerzo que se realiza en diálogo con el Poder Ejecutivo y con la industria.
Urgal destacó que el rol de INAC ha evolucionado hacia el comercio, lo que facilita colocar productos innovadores. Este ecosistema, afirmó, “es envidia de los países vecinos”.
La marca Uruguay “actúa como un paraguas para todos” y tiene una “excelente interacción”, planteó Secco. Algo en lo que Urgal coincidió, y además destacó que “Uruguay hace muchas cosas buenas y produce alimentos con atributos que el mundo desarrollado busca”, aunque “no le sacamos todo el jugo que podríamos”, consideró.
Siendo el Mercosur un marco ineludible para negociar, “la pelea es compleja”, dijo. “Damos fe de que muchos intentos se hacen”, pero si bien “en Uruguay hacemos todo perfectamente bien, caemos en la misma bolsa de nuestros vecinos y no logramos diferenciarnos, al menos en extensiones arancelarias”, lamentó.
Baethgen criticó narrativa de “países del norte” sobre emisiones de la ganadería
El vicepresidente del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), Walter Baethgen, criticó la narrativa “de los países del norte” que responsabilizan a la ganadería por las emisiones de gases de efecto invernadero. El investigador del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por su sigla en inglés), participó de la conferencia virtual titulada Nuevos atributos de la cadena cárnica, desafíos y oportunidades, organizada por la Sociedad de Criadores de Aberdeen Angus del Uruguay (Scaau).
Allí señaló que hay miles de millones de personas desnutridas en el mundo, con países donde se consumen menos de 10 kilos de carne per cápita al año, y calificó el llamado a comer menos carne como “una irresponsabilidad absoluta”.
Baethgen enfatizó que la carne “es uno de los alimentos con mayor densidad de nutrientes disponibles”. Y también señaló que hay una relación directa entre el ingreso per cápita y el consumo de carnes a nivel internacional. “Cuando un país subdesarrollado empieza a desarrollarse cambia la dieta y aumenta el consumo de carnes”, señaló.
El científico destacó que finalmente se está coordinando la agenda global de cambio climático con la agenda de alimentación.
Por otra parte, dijo que a estos países “lo primero que les importó fue medir las emisiones de gases de efecto invernadero”, entonces ”veamos de dónde vienen”. Señaló que “casi el 75% de las emisiones provienen de la quema de combustibles fósiles”. Afirmó que las emisiones de las vacas de todo el mundo suman 6% del total de los gases de efecto invernadero, menos de lo que emiten las minas de carbón y los pozos de petróleo.
Planteó que “no nos distraigamos”, y destacó que hay inversores dispuestos a premiar a los países que cumplen los compromisos ambientales como el Acuerdo de París.
Recordó una publicación de Bill Gates promovía reducir el consumo de carne vacuna para combatir el cambio climático y la posterior invitación del actual ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos –en ese entonces presidente del INAC– a la Fundación Gates para que visite Uruguay y conozca su sistema ganadero. “Resultó en una fascinación por la ganadería sostenible uruguaya”, destacó.
Ese acercamiento derivó en la creación del Observatorio de Ganadería Sostenible, financiado por Gates y establecido en Uruguay. El vicepresidente de INIA lamentó que Uruguay “no promociona” su situación como ejemplo de producción sostenible. “No entiendo cómo no salimos con esto estampado en una remera”, afirmó Baethgen.
El investigador enumeró los desafíos que detecta para la ganadería uruguaya. El primero es que cada vez más gente vive en ciudades, lejos de donde se producen los alimentos, y eso genera mucha desinformación sobre la producción, y hay que educarlos.
El segundo es que en el mundo se habla de “el sistema de producción ganadera”, pero hay diferentes tipos de producción, por eso “es fundamental diferenciar”, y “para certificar de forma robusta hay que medir”, planteó.
Nota de Revista Verde N°119