Pronostican que El Niño se afianzará en los primeros meses de 2024
El comportamiento de las precipitaciones comenzará a cambiar a partir de setiembre y octubre, dependiendo de cada región; la situación será opuesta a la de años anteriores
El panorama climático para los próximos meses muestra un “gran cambio” de condiciones respecto a lo que ocurrió en los últimos tres años por el fenómeno de La Niña, que si bien tuvo altibajos, el año pasado fue “muy complicado”, dijo a VERDE el meteorólogo argentino Leonardo de Benedictis. Planteó que ahora se va a una situación “opuesta”, con un año Niño, que brinda un “aporte de humedad más significativo” y con “la posibilidad de un mayor nivel de precipitaciones” en gran parte Uruguay, del litoral argentino, sur de Brasil y de Paraguay.
En el marco de la jornada de lanzamiento de la zafra de maíz de Procampo Semillas y KWS, el especialista pronosticó para los últimos meses de este año un “nivel de lluvias superior al normal y de manera más generalizada”. Dijo que las lluvias registradas durante agosto y setiembre en algunas zonas de Uruguay ya representan una señal en ese sentido, pero el incremento de las precipitaciones ya se empezará a notar entre setiembre y octubre, en los meses de transición.
Señaló que a partir de ese período lloverá con mayor frecuencia, volumen y distribución, y que las lluvias “no serán tan puntuales” como las de los últimos meses. Indicó que la consolidación del fenómeno Niño se irá incrementando en la recta final de este año, y se afianzará en los primeros meses de 2024, “con ciertas variaciones, ya que no será todo parejo”, comentó.
El meteorólogo recomendó considerar los pronósticos de corto plazo, y “aprovechar las ventanas” para siembras y cosechas, de verano y de invierno, que en este último caso “pueden tener problemas de enfermedades” por exceso de humedad. También se refirió a los desafíos logísticos en la cosecha y en la siembra de cultivos de verano, de primera y de segunda.
“Se espera que tengamos un verano lluvioso, por encima de lo normal, pero en enero y febrero nos acercaremos a los niveles normales, y a partir de marzo nuevamente se incrementarán las lluvias”, acotó.
De Benedictis vaticinó un verano caluroso “pero no al extremo, como el que tuvimos el año pasado”, fundamentalmente por el nivel de humedad, ya que al tener “mayor frecuencia de lluvias y cobertura de humedad” hará que “la variabilidad térmica sea un poco más moderada”, aunque habrá “olas de calor”, confirmó.
También marcó la posibilidad de transitar momentos de déficit hídrico “en casos puntuales”, que estarán influenciados por lluvias “no tan generales” pero que serán momentáneos, y “en principio no podrían perjudicar el potencial rendimiento de los cultivos en un año como el que se proyecta”.
Para marzo, a priori, el especialista marcó la presencia de lluvias importantes, “por encima de lo normal”, lo que aportará desafíos logísticos para las cosechas y siembras tempranas. A la vez, para abril se proyecta un mes con una reducción de lluvias frente al mes precedente, “sobre todo en la segunda quincena”, mientras que en mayo, “por su propia estacionalidad lloverá menos”. En definitiva, dijo que “en abril y mayo no esperamos situaciones problemáticas por exceso de lluvias”.
Nuevos híbridos de KWS y Procampo
“La gran novedad es el cambio en las tendencias de precipitaciones”, resaltó a VERDE el coordinador de servicios agronómicos de KWS para Argentina y Uruguay, ingeniero agrónomo Santiago Vacca. “Genética más agronomía, pensando en un buen año desde el punto de vista climático”, en esa línea “pesa la decisión del híbrido a sembrar y el manejo a utilizar, ambos deben ser ideales para el año”, acotó.
KWS pone el foco en el potencial, la estabilidad y la sanidad de los materiales, aspectos relevantes para siembras tardías. Destacó que todo el portafolio disponible en Uruguay “cuenta con nuevos estándares” de control sanitario. Señaló que desde el punto de vista de la estabilidad “se está presentando el híbrido KWS 19-120 Vip 3; que viene acompañar a KM 4216 Vip 3, “que ya estaba dentro de los materiales que apuntan a la estabilidad”, dijo. Ambos materiales están orientados a siembras tardías. Además, KWS 19-120 Vip 3 “suma muy buen comportamiento sanitario”, incorporando versatilidad de uso, porque se trata de un híbrido granífero, con aptitud silera, por lo que puede estar destinado a ambientes de estabilidad en grano y para picar”.
Este nuevo híbrido surge dentro del programa de selección de híbridos de grano con alto perfil sanitario del norte de Córdoba (Argentina). “A medida que los trabajos de desarrollo fueron creciendo a nivel país, vimos que tenía muy buena aptitud silera”, porque “expresa muy buen volumen y calidad, es muy versátil para llevarlo a cosecha, pero también para picado, con buenos rendimientos de materia seca digestible y alta calidad”, describió.
Sobre los materiales para ambientes de alta productividad en siembras de primera o sistemas bajo riego, Vacca destacó a KM 3916 Vip 3, que “está consolidado y responde muy bien a la tecnología, al manejo de densidad variable y al agregado de insumos. Es un híbrido para buscar techos de rendimientos, para planteos que exploran los 14.000, 15.000 kilos o más”.
Indicó que KWS 13-160 Vip 3 es un híbrido posicionado para siembras de primera, “con excelente estabilidad”. Además, en el portafolio de maíces sileros para la zafra 2023/24 se destaca KWS 60-050 VIP3 Full, “el de mayor potencial y producción de materia seca digestible”; y KWS 60-950 VIP3, “un material con excelente estabilidad y calidad en producción de silo en siembras tempranas y tardías”, señaló.
Explicó que ambos materiales surgen de la línea de selección específica de híbridos para silo y “vienen a sumar excelente sanidad, algo clave para las fechas de siembra más tardías”.
Para Vacca uno de los cambios de paradigmas que experimentó Uruguay, asociado al crecimiento del área de maíz, fue el manejo de la densidad, con lo cual se elevó el piso de producción “y no tanto los techos de rendimiento”. En ese sentido, dijo que “se comenzaron a desarrollar programas de siembras tardías, buscando mejores rendimientos en ciclos más cortos, estabilidad y salir del período crítico cuando llueve poco. Se está ajustando la nutrición, pero en toda Sudamérica aún falta la sintonía fina para achicar la brecha de rendimiento”. El desafío para la empresa “es seguir acompañando al productor para que disponga de la mejor opción posible, y con la vara cada vez más elevada”, planteó.
En esa línea, señaló que las nuevas tecnologías juegan un rol clave para el control de malezas y de insectos. “Las empresas están entendiendo que a este nivel de latitud la tecnología Viptera 3 es totalmente necesaria”, y que “es muy importante realizar los programas de refugio”, valoró. En cuanto a malezas, señaló que “KWS cuenta con una paleta de productos con tecnologías que responden muy bien al control de las mismas”.
Nota de Revista Verde N°109